sábado, 3 de abril de 2010

EL EXPEDIENTE ROJO

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CAPITULO VII 14. Emboscada "Bajo La Cruz" 28 de Abril de 1978

14. Emboscada “Bajo La Cruz, efectuada por el grupo bandera roja a una compañía del Batallón de Cazadores “Coronel Vicente Campo Elías Nº 62”, en el sitio bajo la cruz, estado Anzoátegui el día 28 de abril de 1978.

Durante el mes de abril de 1978, el Comando de la Fuerza Específica Uribante  (FEU) (*) , ubicado en Buena Vista, a 10 kilómetros de la población de ANACO, dirigió operaciones de rastreo e inteligencia, en los Estados GUÁRICO, ANZOATEGUI, MONAGAS y SUCRE a través de los Comandos Operacionales Nro. 1, con sede en la población de ZARAZA, Nº 2 en SAN MATEO, Nº 3 en PUNTA GORDA y N° 4 entre CAÑO CRUZ y CASANAY. Estas operaciones estaban destinados a capturar y neutralizar varias bandas armadas integrantes del grupo Bandera Roja, que en número de veinticinco hombres cada una, operaban en estas zonas efectuado tomas de caseríos a donde dirigían mítines relámpagos e inmediatamente desaparecían.

El Comando Operacional N° 3 estaba bajo las órdenes del Teniente Coronel Quintero Figarella, Comandante del Batallón de Cazadores Coronel Vicente Campo Elías Nº 62, con cuatro compañías ubicadas en los puntos más importantes de la zona.

El 28 de abril en horas de la madrugada, el grupo Bandera Roja, con 25 hombres aproximadamente, efectúa la toma de EL SAMÁN, entre la población del MUNDO NUEVO y URICA, realizan un mitin dirigido a la población y pintan graffitis con consignas alusivas a su causa.

Mientras esto sucedía, el ciudadano Jesús López, habitante de ese caserío, logra evadir a los bandoleros y se dirige al Comando de la Fuerza Específica Uribante (FEU) donde hace del conocimiento a las autoridades sobre la situación reinante en EL SAMÁN. Se ordena rápidamente informar al Comando Operacional N° 2, responsable de la zona donde se había efectuado la toma. En vista de que en ese comando no respondían, el Teniente Coronel Quintero, Comandante de CO-3, quien estaba cerca del centro de comunicaciones, interrogó al radio-operador sobre lo que estaba sucediendo y este le respondió que la información que se escuchaba era una comunicación que trataba de hacer la FEU al CO-2, para ponerlos en conocimiento de que habían tomado el caserío EL SAMÁN.

Ante esta situación de inmediato, a eso de las 04: 00 horas, el Comandante Quintero tomó la iniciativa de ordenar al Sub-teniente Julio Rodrigo Sales que con 14 hombres y en dos vehículos, se dirigiese hacia esa población con el fin de efectuar las averiguaciones correspondientes, a la vez que ordenó al ST/2da José Nigo que tomara un vehículo de transporte de tropas (VTT), embarcara diez guardias nacionales y diez soldados para dirigirse de emergencia a los POZOS DE AREO, con el objeto de enterar al Teniente Hector Rodríguez Quijarro sobre la situación y hacerle de su conocimiento que debería dos Oficiales y 30 e/t para conducir una operación en el sitio de los sucesos. A las 05: 00 horas llegó al ST/2da Nigo a los POZOS DE AREO, le explicó al Teniente Rodríguez Quijarro la orden del Comandante y éste dispuso rápidamente de los dos Oficiales y 30 e/t, explicándoles lo referente a medidas de seguridad y reacción. Los Subtenientes Eduardo Suárez Varguillas y Luis Contreras Rote mas el Sargento Técnico de Segunda José Nigo con los diez guardias nacionales y 40 e/t se dirigieron a EL SAMÁN. Llegaron a las 05: 50 horas y allí encontraron al Sub-teniente Julio Rodrígo Sales con los 14 e/t, quienes tenían tomado el caserío efectuando averiguaciones por medio de interrogatorios a los pobladores.

El Sub-teniente Rodríguez habló con los otros Subtenientes y les informó detalladamente sobre lo que había sucedido y se dispuso efectuar la operación ordenada por el Comandante Quintero a lo largo de la ruta desde el crucero de BAJO LA CRUZ hacia URÍCA, por ambos lados de la carretera. Les preguntó en varias oportunidades si sabían dónde quedaba ese crucero y los Oficiales le respondieron que sí. Ante esta respuesta afirmativa envió la comisión y ésta salió a la 06: 10 horas hacia el sitio indicado.

Los Oficiales, el ST/2da y los 50 efectivos iniciaron el movimiento en el vehículo de transporte de tropa (VTT). A las 06: 30 horas llegaron al crucero de BAJO LA CRUZ y detuvieron el camión. Se presentaron dudas sobre si ése era o no el lugar y continuaron el movimiento. Cuando habían recorrido aproximadamente 150 metros, un soldado con dificultades para hablar (gago) observó a seis bandoleros sobre un terraplén de dos metros de altura, pero la dificultad para hablar sólo le permitió gritar y señalar hacia el sitio. Los bandoleros al percatarse de esto efectuaron ráfagas sobre el camión. Los dos Oficiales que iban agarrados de los tubos, ubicados en la puerta posterior del camión se lanzaron y dispararon hacia los bandoleros. El Subteniente Henry Contreras Rote recibió un impacto de perdigón en el pecho alojándosele en el abdomen y un disparo en el brazo. Dentro del camión los efectivos de la guardia nacional, con mucho miedo gritaban desesperados y los soldados cargaban sus armas, algunos disparaban hacia arriba y otros trataban de salir por la única puerta del vehículo techado.

Uno de los soldados recibió un impacto en la cabeza y murió instantáneamente mientras que dos Guardias Nacionales sufrían traumatismos al lanzarse del vehículo. El Subteniente Eduardo Suárez reunió un pelotón y efectuó una persecución sin resultados positivos. Posteriormente se inició una operación de rastreo con 19 pelotones, pero igualmente fueron negativos los resultados.

Por parte de los bandoleros, una mujer que estaba de guardia en el momento de pasar el camión, resultó herida pero fue evacuada por su compañero.

En el sitio se capturaron dos granadas de mano y comida para 15 personas, que efectuarían el desayuno.

Los reductos de bandoleros que aun se mantenían activos para 1978, mantenían actividades subversivas aisladas, con intención propagandística fundamentalmente y con actividades delictivas para autoabastecerse y sobrevivir, visto que desde hacía un buen tiempo dejaron de recibir apoyo internacional. Esta fue la última emboscada del período subversivo iniciado en los años sesenta, cuyo balance les fue adverso, pero como contraparte, beneficioso para la paz del país. Los aspectos analizados sobre la emboscada, que en su momento, hiciera la Inspectoría General del Ejército son los siguientes:

a) La FUERZA ESPECIFICA URIBANTE (FEU), fue un Comando Operacional sui generis, equivalente a una Unidad Superior, con características diferentes en su organización y funcionamiento a sus antecesores, los antiguos TEATROS DE OPERACIONES. Esta unidad no contaba con los recursos jurídicos y de inteligencia para la conducción de las operaciones. Su Estado Mayor difería de la magnitud de los Estados Mayores de los TO y las acciones de Comando, Control y Comunicaciones estaban disminuidas.

b) El Comando de la FEU, trató de dar la misión de actuar en EL SAMAN, al Comando Operacional Nro. 2, pero no lo logró, por fallas en la red de comunicaciones, de tal manera que hubo de ser cumplida por la iniciativa puesta de manifiesto por el Comandante del Batallón de Cazadores “Vicente Campo Elias” a cargo del Comando Operacional Nro. 3, a pesar de que ese no era su sector, en consecuencia este Batallón fue el que recibió la agresión de los bandoleros.

c) La falta de apoyo de transporte que sufrían las unidades del Ejercito, era acentuada, ello se evidenció en esta emboscada, donde la unidad en operaciones, contaba solo con un vehículo VTT o vehículo de transporte de tropa para uso administrativo, que no estaba configurado para ser utilizado en caminos o vías de penetración. Esta circunstancia obligó a que se excedieran los límites de carga, vulnerabilidad que jugó a favor de los bandoleros. Para el momento de la emboscada viajaban 54 hombres en el VTT.

d) En varias oportunidades fue elevada la solicitud de desincorporación del vehículo de transporte de tropa (VTT), por considerarse inapropiado para el traslado del personal en la zonas de riesgo y en un ningún momento fueron tomadas en cuenta las sugerencias por el Comando de la Brigada de Cazadores, sin embargo, por iniciativa del Comando del Batallón se le adaptaron dos puertas y barras de acero pero igualmente, no dejó de ser inadecuado para el uso de las operaciones de contra-guerrillas.

e) El consuetudinario error de movilizar vehículos sin protección, se repitió nuevamente, como consecuencia de una deficiencia mayor atribuida al Ejército, ente que no había dotado de medios de transporte a las Unidades de Cazadores, ya que sus prioridades fueron orientadas hacia la frontera con Colombia, para ello se hizo una adquisición bastante cuestionada de camiones Ford F-600, de dudosa calidad y sin las especificaciones militares mínimas deseadas. A estos vehículos los llamaban “urnas ambulantes”, por ser demasiado altos y aparatosos para el traslado de tropas. En síntesis las unidades de cazadores pasaron a un segundo plano.

f) Las unidades mas apropiadas para las operaciones eran y siguen siendo los vehículos M-35 de 2 ½ toneladas en sus varias versiones, al igual que las camionetas ¾ toneladas, se desconoce la razón por el cual los altos mandos de la época no decidieron por este vehículo ya probado y utilizado con éxito en los años sesenta, en lugar del F-600.

g) Se determinó que el personal de tropas no llevaba el arma en orden de combate (arma aprovisionada y cargada).

h) El sistema de comunicaciones entre la FEU y los comandos operacionales no funcionó adecuadamente, a pesar de que los Procedimientos Operativos establecían que las bases operacionales y las unidades debían establecer en sus instrucciones permanentes de comunicaciones (IPC) e instrucciones operativas de comunicaciones y (IOC) el horario de llamadas a regir diariamente. Durante estas operaciones se hacia necesario implantar horarios nocturnos con reportes cada media hora y si la situación lo ameritaba los radio-operadores debían permanecer en radio escucha durante el período que fuese necesario.

i) Los Oficiales, todos recién graduados, eran poco conocedores de la zona, tal vez por vergüenza no fueron sinceros en sus respuestas ante las preguntas de sus superiores sobre este aspecto.


(*) Comando especial activado, para cumplir las funciones del TO-4, el cual había sido desactivado a raíz del proceso de pacificación. La mision de este Comando era someter a los disidentes del proceso subversivo que no aceptaron la pacificación, pero sin la fuerza y las atribuciones que dispusieron el funcionamiento de los desaparecidos TEATROS DE OPERACIONES.

CAPITULO VII 13, Emboscada "La Gloria" 18 de Noviembre de 1977

13. Emboscada “La Gloria” efectuada por el grupo “Bandera Roja” a un Pelotón de la Tercera Compañía del Batallón de Cazadores “José Laurencio Silva Nº 72, a 5 km de la población de Aragua de Barcelona, Estado Anzoátegui, el día 18 de noviembre de 1977.

Para 1977 el grupo Bandera Roja, bajo la dirección de Gabriel Puerta Aponte, disidente que no aceptaba la política de pacificación, operaba durante el mes de Noviembre en el suroeste del Estado Anzoátegui, tal como lo confirmaban las informaciones obtenidas por la red de inteligencia del Comando de la Brigada de Cazadores y los Organismos de Seguridad del Estado (DISIP y DIM).

El día 9 de Noviembre fue visto un grupo armado constituido por siete hombres y una mujer vestidos de verde oliva, en los alrededores del caserío LA FUNDACIÓN, ubicado a cuatro kilómetros al norte del caserío LA GLORIA y cinco kilómetros al sur del Hato La Esperanza, DISTRITO ARAGUA DE BARCELONA del ESTADO ANZOÁTEGUI.

El 14 de Noviembre fue secuestrado el ciudadano Domingo Guzmán Adrián por un grupo armado en los terrenos del Hato La Esperanza, nueve kilómetros al norte del caserío LA GLORIA.

A raíz del secuestro de este ganadero, el Comando de la Brigada de Cazadores a través de los Comandos Operacionales N° 1 y 2, y con jurisdicción en los ESTADOS ANZOÁTEGUI y GUÁRICO, ordenó una operación destinada a rescatar al secuestrado, por quien exigían la cantidad de Bs. 100.000 para dejarlo en libertad.

El Comandante del Batallón de Cazadores “José Laurencio Silva” Nº 72, encargado del Comando Operacional N° 1 con sede en la población de Zaraza, ordena al Capitán José Napolitano Romeriño que realice una operación de rescate con su Compañía en el Hato “Mi Capricho”, donde indicaban las informaciones obtenidas que se encontraba secuestrado el ciudadano Guzmán Adrián.

El Capitán Romeriño, alistó su unidad compuesta por tres pelotones de cazadores, uno de los cuales él comandaba, y a las 23:00 horas de ese mismo día 14 de Noviembre, se trasladó en tres camiones M-35A2 hasta la población de ARAGUA DE BARCELONA. Visto que este profesional, (a pesar de ser oriundo del oriente del país), no conocía la zona, en el recorrido interrogó a varios campesinos para que le indicasen donde se encontraba el hato, sin obtener respuestas satisfactorias, pues no portaba ningún tipo de mapa ni croquis de la zona; al final logró encontrar la ruta correcta.

A la altura del frigorífico de ARAGUA DE BARCELONA, el Capitán Romerino se encuentra con el Comandante del Batallón de Cazadores "Cedeño" N° 12, quien le informa que la operación la realizarían otras unidades. En ese momento se presenta el Mayor José Andrés Quintero Viloria, (2do. Comandante) quién le ordena que espere en ese sitio hasta nueva orden, mientras se hacían las coordinaciones de la operación. Allí la unidad fue desembarcada y los vehículos se regresaron al Puesto de Comando en Zaraza.

A las 03:00 horas del día 15 de Noviembre se le ordena tomar el Hato La Esperanza. Inmediatamente utilizó un vehículo de transporte de ganado que pasaba por la zona, embarca la Compañía y llegan hasta el Hato Limoncito que colinda con el Hato La Esperanza, al que se dirigieron con la colaboración de un joven que les sirvió de baquiano, siempre en el mismo vehículo hasta el sitio donde este no pudo continuar y desembarcaron para continuar a pié.

Cuando habían caminado unos dos kilómetros se escucharon dos disparos de escopeta, eran aproximadamente las 06:30 horas; prosiguieron el avance y llegaron al Hato la Esperanza a las 07:00 horas, procediendo a allanarlo después de rodearlo por la parte sur, ya que desde el norte avanzaba el Batallón de Cazadores “Genaro Vázquez”; de la maleza salió un individuo vestido de civil y sin armas, a quien hacen prisionero y al identificarlo resultó ser el ciudadano que había sido secuestrado, el Sr. Domingo Guzmán Adrián; Se le interroga y este informa que los guerrilleros lo habían dejado en libertad a las 06:30 horas y señala la dirección que habían seguido.

Inmediatamente se efectúa la persecución con los tres pelotones, pero después de efectuar un escudriñamiento se pierden los rastros. Seguidamente se allanan varios hatos de la zona durante 48 horas, pero los resultados fueron negativos.

En vista de que el Mayor Quintero Viloria le había informado al Capitán Romeriño, que la operación se extendería hasta el día 17 Noviembre en la noche en caso de que los resultados fuesen negativos, le hace saber que lo esperaría con su unidad, en el Comando de la Policía de ARAGUA DE BARCELONA a la 09: 00 horas del día siguiente 18 de Noviembre; esa noche pernoctan cerca del Hato La Esperanza.

El Capitán Romeriño salió con su compañía a las 06: 00 horas del día 18, desde el sitio denominado LAS MERCEDES; recorre el sector de los cañaverales y llegan a la carretera negra en el sitio denominado LOS DIVIDIVES, sitio ubicado a trece kilómetros de la población de ARAGUA DE BARCELONA.

Al llegar a LOS DIVIDIVES, el Capitán trató de comunicarse con el Puesto de Comando de ARAGUA DE BARCELONA, pero al no lograrlo ordena que los primeros vehículos civiles que pasen por la carretera, vía ARAGUA DE BARCELONA, sean detenidos y pasen a su orden para hacer el traslado de las tropas.

Primero detienen un camión volteo donde embarcaron al Capitán José Napolitano Romeriño con los 14 e/t de su pelotón y seis e/t del Primer Pelotón, luego una camioneta pick-up y se embarcan un Subteniente y 15 e/t; y por último otra camioneta pick-up abordada por un Teniente y 14 e/t.

Inician la marcha los tres vehículos, con una separación de 50 metros entre ellos; cuando habían recorrido cuatro kilómetros, el segundo vehículo se detuvo, motivado a que el ciudadano que lo conducía, debía dejar tres cántaras de leche en una vivienda, lo cual origina que el camión se adelante aproximadamente unos tres kilómetros, de los otros dos. A los dos minutos de haber reanudado la marcha, los otros dos Oficiales se percatan de que varios soldados cazadores vienen corriendo en dirección contraria. Se detienen y son informados que el camión volteo había caído en una emboscada. Inmediatamente se bajaron y se dirigieron al sitio disparando y efectuaron la persecución hacia donde supuestamente habían huido los bandoleros, por espacio de seis kilómetros pero al no encontrar rastro de ningún tipo, los dos pelotones se regresaron al sitio de la emboscada, donde ya había llegado el Segundo Comandante del Batallón de Infantería Bolívar Nº 3.

Cuando el vehículo cayó en la emboscada, los 14 efectivos no pudieron repeler el ataque dirigido por los bandoleros con armas automáticas, debido a lo sorpresivo de la acción, a la distracción del personal de tropa en el vehículo quienes iban tertuliando y no tenían las armas en orden de combate, la obstrucción de los campos de tiro por los soldados que habían sido blanco de los proyectiles disparados por los bandoleros, la incomodidad y la altura del vehículo (camión volteo) y la falta de conocimientos sobre las acciones a tomar por parte del conductor civil quien siguió con su vehículo, aproximadamente un kilómetro después de la emboscada.

El resultado de esta emboscada fue de seis soldados muertos y cinco heridos, el sitio donde se efectuó la emboscada forma parte del tramo CARRETERO ARAGUA DE BARCELONA - CRUCERO KM 9, DISTRITO ARAGUA del ESTADO ANZOÁTEGUI. Esta vía de segunda clase discurre a través de las colinas y cerros de poca elevación con pendientes suaves que están separadas entre sí por vaguadas, lo que determina que dicha carretera presenta numerosos ascensos y descensos formando lo que se conoce como “chinchorros”, que en algunos puntos elevados permiten observar el movimiento de personas o vehículos de un extremo a otro a gran distancia. Específicamente el sitio donde fue atacada la unidad, está ubicado en una de las colinas más elevadas de la zona, lo que le permitió a los bandoleros observar a cierta distancia al vehículo sobre el cual se desplazaban las tropas, ganando suficiente tiempo para ocupar las posiciones previstas para la emboscada.

De acuerdo al análisis realizado en el sitio, se pudo establecer claramente lo siguiente:

a) Los bandoleros prepararon la emboscada por lo menos con un día de anticipación, ya que se observaron ciertos arreglos que se hacen normalmente para pernoctar en área boscosa. Igualmente, el sitio fue acondicionado de manera tal de no delatar la presencia del grupo emboscado, que se estimó en un número de 12 bandoleros aproximadamente.

b) Los bandoleros utilizaron FAL 7,62 mm., fusiles AK-47, escopetas calibre 16 y 12 mm., según se desprende de las vainas vacías, recogidas en los lugares desde donde dispararon a las tropas.

c) Hubo descoordinación entre las unidades participantes en la operación, lo cual generó cierto grado de confusión, ya que hubo un momento en que no estaba claro, cual sería la unidad que iba a tomar el hato La Esperanza; en la zona de operaciones se encontraban a orden de la Brigada de Cazadores los batallones Silva, Cedeño, Vázquez y Bolívar, y la impresión que se generó fue su desconocimiento de la misión que tenían asignada, lo que indica que las acciones de Comando, Control y Comunicaciones por parte del Comando y Estado Mayor de la referida Brigada de Cazadores, no fueron las mas acertadas.

d) La deficiente dotación del parque automotor, el deficiente apoyo logístico que ya estaba presente en el Ejército y la débil actividad de mantenimiento por falta de repuestos, obligaba a los comandos de batallones a reducir el apoyo de transporte a sus unidades con los pocos vehículos militares que tenían asignados. Esto generaba que había que turnar su empleo para movilizar una compañía mientras las otras debían esperar, por lo tanto no contaban con el apoyo de transporte continuo y en caso de urgencia debían acudir a los recursos locales y a la solicitud de colaboración ante los organismos gubernamentales.

e) La premura del Capitán Romeriño lo llevó a seleccionar los vehículos menos apropiados para realizar el movimiento, especialmente un camión volteo, el cual por sus características no reúne las condiciones mínimas necesarias de seguridad para el transporte de personal.

f) La poca experiencia del Capitán José Napolitano Romeriño en este tipo de operaciones, generó que su acción de Comando no fuera la más acertada. Circunstancia que no fue tomada en cuenta por el Comando del Batallón Silva, que lo designó para esta operación sin someterlo a un período de inducción, cuando apenas estaba llegando a la unidad procedente del Curso Avanzado de Infantería.

g) Inexplicablemente estas tropas que eran de cazadores, aparentemente carecían del entrenamiento de combate y adoctrinamiento psicológico para reaccionar ante ataques sorpresivos del enemigo, responsabilidad que recayó sobre el Comando del Batallón de Cazadores José Laurencio Silva Nro. 72.


CAPITULO VII 12 Emboscada "Salistral" 17 de Enero de 1973

12. Emboscada “Salistral” efectuada por el Destacamento Móvil del Frente Guerrillero Antonio José de Sucre a un pelotón del Batallón de Cazadores Coronel Vicente Campo Elías Nº 63 en el tramo Carretero Onoto-Santa Fe, Estado Anzoátegui, el día 17 de enero de 1973.

El Batallón de Cazadores Coronel “Vicente Campo Elías” efectuaba operaciones desde el mes de Mayo de 1972; Después de cumplir misiones de rastreo y escudriñamiento en los alrededores de las poblaciones SAN MATEO, URICA, ALTOS DE SANTA FE, SAN AGUSTÍN Y PARIAGUÁN, la Unidad instaló su Puesto de Comando en el hato San Antonio, a 3 kilómetros de la población de Tucupido. En el mes de Octubre de ese mismo año y por orden del Comando del Teatro de Operaciones N° 4 se continuó con los escudriñamientos y rastreos con el fin de capturar y neutralizar las bandas armadas que merodeaban la zona y que causaban inseguridad personal de los pobladores, en especial en los ganaderos, quienes eran objeto de cobros de “Impuesto de Guerra”, la misma contribución exigida años mas tarde y conocida con el nombre de “vacuna”. El Batallón estaba finalizando su periodo operacional y se disponía a movilizarse hasta su sede en guarnición.

El día 16 de enero de 1973 en horas de la tarde, el Capitán Luis  Soyado Loperno recibió la orden del Comandante del Batallón Campo Elías, de dirigirse a primeras horas del día siguiente a la sede del Teatro de Operaciones N° 4 en Cocollar, con el fin de buscar al Subteniente Emilio Rivas Morles y seguir en convoy hasta Ciudad Bolívar, sede de la guarnición, por motivo haberse ordenado el relevo de la unidad como un todo, debido a la finalización de su período operacional. A las 04:30 horas del día 17 de Enero, el Capitán Soyado preparó su convoy compuesto por un Jeep, ocupado por él más tres soldados, y un camión M-35 con otros 9 soldados.

Tomó sus medidas preventivas de seguridad, dictó una conferencia e hizo una arenga al personal sobre la situación existente, en cuanto a las bandas armadas en el área y las medidas a tomar en caso de que fuesen objeto de ataques sorpresivos por parte de estas.

A las 05:00 horas el Capitán con su Unidad en columna de marcha, cruzó el punto inicial e inició el movimiento motorizado hacia la población de COCOLLAR, sede del Teatro de Operaciones Nº 4, en el itinerario TUCUPIDO – ZARAZA - SAN JOSÉ DE UNARE-ONOTO - SALISTRAL - BARCELONA - SANTAFE - CUMANÁ - CUMANACOA-COCOLLAR.

Al llegar a la población de SAN JOSÉ DE UNARE, aproximadamente a las 09:00 horas, el Capitán se percató de que el vehículo M-35 marchaba con las bandas muy ajustadas, por lo cual venían recalentadas. Se le solucionó la anormalidad y el Cabo 2º conductor le manifestó que él estaba cansado y nervioso por lo difícil de la carretera. El Capitán ante esta situación, tomó el volante del Jeep y continuaron su marcha motorizada. En unas subidas con pequeños terraplenes a ambos lados de la vía, en el tramo carretero ONOTO SALISTRAL, a cinco kilómetros de esta última, un grupo de doce a catorce bandoleros efectuaron una emboscada al convoy cuando el Jeep había sobrepasado la subida, aproximadamente 30 a metros, mientras que el camión ya se encontraba a unos 20 mts. de los terraplenes. El fuego de armas automáticas y de escopetas fue dirigido desde ambos lados de la carretera hacia el Jeep y el camión simultáneamente.

Los disparos dirigidos al Jeep, hicieron impacto en el cuerpo del Cabo Segundo. conductor que había cedido el volante al Capitán Soyano. Este joven soldado cazador al tratar de salir precisamente por el lado del conductor, quedó colgado del jeep en posición diagonal a la espalda del Capitán. Como iban a una velocidad de 45 kilometros por hora aproximadamente, el Oficial ya herido, hizo rodar el vehículo unos veinte metros más, frenó y se lanzó hacia el lado derecho de la carretera saltando por encima, (dentro del mismo Jeep), del Cabo Primero, Simón Rafael Ruiz, quien de inmediato imitó al Capitán junto al otro soldado que iba en la parte de atrás, con el vehículo todavía en marcha y abrieron fuego hacia el enemigo.

El conductor del camión M-35 fue alcanzado por los impactos y falleció instantáneamente, por lo cual el vehículo rodó unos 20 metros y quedó en el centro de los pequeños terraplenes donde se encontraba el grueso del enemigo. El Distinguido Guillermo Guzmán González que viajaba en la parte posterior de este vehículo, se bajo y sin tener conocimiento sobre conducción, valerosamente y con decisión tomó el volante del camión y lo sacó de la zona, justamente cuando era lanzada una granada defensiva en dirección de la caja del M-35, esta chocó contra el pavimento y rodó hasta el talud del lado derecho. Los bandoleros dispararon aproximadamente unos treinta segundos y emprendieron veloz huida ante la enérgica reacción del Capitán Soyado y el personal de tropa bajo su mando, quienes dispararon alrededor de treinta y cuatro cacerinas de FAL.

Al cesar los disparos de los bandoleros, dos soldados le informaron al Capitán Soyado que lo iban a evacuar, pero este se negó encargándose así herido como estaba, de recoger los muertos y heridos y evacuándolos hacia Barcelona. Mientras el Oficial hacia esto, el Cabo 1º Rafael López se dirigió al Puesto de Comando del Batallón de Cazadores “Pedro Zaraza” que estaba ubicado en la población de Salistral, a cinco kilómetros de donde concurrió la emboscada y solicitó al Comandante o algún Oficial para informarle sobre lo ocurrido, pero infructuosamente no lo logró y como no consiguió a ninguno, inspirado por su espíritu combatiente y la solidaridad con sus compañeros, tomó la iniciativa de reunir un pelotón de cazadores, lo embarcó en un camión y se dirigió al sitio de los sucesos emprendiendo la persecución de los bandoleros.

El Capitán Soyado Lópero designó a dos soldados cazadores y los dejó a cargo de la custodia de los vehículos antes de ser el último de los evacuados en un carro de línea por puesto (*) . Durante el desarrollo de las acciones resultaron muertos el C/2º Juan Eduardo Silva, Distinguido Alberto Mendez Ramos, Dtgdo…….. (**) y C/2º. Miguel Solórzano y el resto del personal (nueve en total) con heridas leves a excepción del Capitán Soyado quien  recibió dos impactos de bala de 7,62 mm., a la altura del abdomen, perdigones en la pierna derecha y herida en la cara al lanzarse del vehículo.

En esta oportunidad cuatro jóvenes soldados rindieron la vida en la fraticida lucha antisubversiva de aquellos años, nuevamente el Ejército era objeto de un ataque artero, en una de las unidades empeñadas en el TO-4. A continuación algunos comentarios sobre esta emboscada.

a. La demostración del Capitán Soyado, fue una muestra de valor, de pleno ejercicio del Comando con responsabilidad y un ejercicio de liderazgo indiscutible sobre sus hombres. Su valentía y su coraje valieron en esos momentos difíciles de la emboscada para repeler el ataque de los bandoleros y obligarlos a huir, no permitiéndoles que se acercaran para causarle mas bajas a su unidad ni para saquear el armamento y las prendas militares.

b. Por otra parte la actitud y la iniciativa desplegada por el Cabo 1º Rafael López, es digna de destacar. Este joven soldado no vaciló en acudir a su Puesto de Comando en busca de auxilio y mucho menos vaciló en ejercer el mando, reunir un pelotón de cazadores y emprender la acción de persecución de los bandoleros que momentos antes habían atacado a su unidad. Fue una muestra de heroísmo y de iniciativa de un humilde soldado que internalizó perfectamente su rol y su misión.

c. Aunque el cansancio y el nerviosismo del conductor motivó al Capitán a conducir el Jeep, por lo general era recomendable que el profesional no desempeñase esta tarea, ya que le impedía tomar acciones inmediatas para controlar al personal y contraatacar a los bandoleros en caso de alguna emboscada. Esta, como se ha comentado era una disposición muy clara del Comando de Operaciones Conjuntas y por ende de los Teatros de Operaciones.

d. Digna también de elogiar fue la acción del Distinguido Guillermo Guzmán González, quien sin tener pericia ni práctica como conductor de camión, logró movilizar el vehículo donde viajaba y evitó mayor cantidad de bajas por efecto de la granada que lanzaron los irregulares.






(*) Los carros de línea, cumplían el papel que hoy cumplen las busetas y pequeños autobuses de las rutas urbanas e interurbanas.



(**) Se desconoce su nombre.

CAPITULO VII 11. Emboscada "El Cocuy" 1° de Noviembre de 1972

11. Emboscada “El Cocuy” efectuada por el Destacamento Móvil del Frente Guerrillero “Antonio José de Sucre” a una escuadra del Batallón de Cazadores “Pedro Zaraza” Nº 2 en el tramo Carretero Onoto-Santa Fe, Estado Anzoátegui, el día 1º de noviembre de 1972.

Finalizó la década de los sesenta y se abrió un margen de cierta inactividad de los bandoleros, quienes ya estaban sometidos en su mayoría al proceso de pacificación; ese receso de acción duró tres años, los Teatros de Operaciones bajaron un poco la presión sobre los irregulares, pero se mantuvieron en alerta y a la expectativa conduciendo operaciones en todo el territorio nacional.

Para 1972 se reanuda la violencia por parte de grupos anárquicos de bandoleros, El día 01 de noviembre de ese año el Destacamento “Niquitao”, a/o del TO-4 se encontraba realizando la “Operación Pulpo” en las márgenes del RÍO UNARE, CARRETERA ZARAZA-LA FRAGUA, MÁRGENES DEL RÍO IPIRE, CARRETERA LAS CAMAZAS-EL CAÑO DE LA NEGRA Y CARRETERA ZARAZA-SAN JOSÉ DE UNARE. Esta operación se inició el 271800OCT72 y debía finalizar el 021630NOV72, con la finalidad de capturar y neutralizar a doce bandoleros del Destacamento Móvil, perteneciente al Frente Guerrillero “Antonio José de Sucre”, de quienes se tenía la información precisa que estaban delinquiendo en la zona.

El día 010700NOV72 el Comandante de Batallón Zaraza Nº 12, Unidad que operaba en el eje carretero ZARAZA-LA FRAGUA, y cuyo Puesto de Comando se encontraba en San Pablo, ordenó al Teniente Vinicio Ortegano Bautista, Oficial de Transmisiones (*) de la unidad, que se trasladase hasta un sitio denominado ANA-126 (**)  e intentara establecer contacto con una compañía que estaba operando y con la cual no se había establecido comunicación, desde el inicio del operación.

La comisión al mando del Teniente Ortegano Bautista salió el 010730NOV 72 con ocho e/t en un vehículo 3/4 equipado con transmisores - receptores y con un jeep ¼ TON. Armado con una ametralladora AFAG cal 7,62 mm., que les servía de escolta. El personal estaba distribuido de la siguiente manera:

 Camioneta M37B1, ¾ TON: el Oficial y el conductor, en los asientos delanteros y 4 e/t en la parte posterior (dos radio-operadores y 2 escoltas).

 Jeep de ¼ TON M38-A1: un conductor y dos e/t, operadores de la ametralladora AFAG.


Cuando la camioneta regresaba al PC en San Pablo, fue atacada a la altura de El “Cocuy” por elementos armados, emboscados por la parte este de la carretera, sufriendo heridas leves de bala el Oficial y el soldado conductor, quien logró continuar su avance hasta detenerse dos kilómetros más adelante, para luego ser evacuados por un ciudadano que transitaba en ese momento con su vehículo particular. El jeep equipado con la ametralladora, quedó detenido en el sitio de la emboscada a merced de los bandoleros, sus ocupantes, presas del miedo y de la confusión, al ver que el otro vehículo había continuado en veloz carrera, se vieron obligados a abandonarlo de inmediato y a buscar abrigo, sin hacer uso de dicha ametralladora y de sus armas individuales. El tirador de la ametralladora AFAG, no tuvo oportunidad de dispararla ya que durante el trayecto iba distraído leyendo una novela de vaqueros.

Aproximadamente cuatro minutos después de lo sucedido, se presentó en el sitio el Coronel Comandante del TO-4, quien sin ninguna precaución ante lo sucedido procedió a realizar las investigaciones iniciales, siendo a su vez atacado por los bandoleros, quienes de inmediato se dieron a la fuga sin lograr mas resultados que el hostigamiento hacia ambas comisiones; el Coronel encontró a un lado de la vía, el vehículo de ¼ TON abandonado con la ametralladora sin haber sido usada y ningún rastro del personal militar, una novela de vaqueros y algunas muestras de que habían resultado algunos heridos.

Un poco más tarde fue localizado en las inmediaciones del suceso, un soldado herido de bala, a quien de inmediato procedió a evacuarse hacia el hospital más cercano, mientras Unidades de refuerzo iniciaron la persecución de los bandoleros, quienes por los rastros y material encontrados en el sitio, pertenecían al Destacamento Móvil del Frente Antonio José de Sucre. En el lugar de la emboscada no hubo bajas por parte de los irregulares y fue incautado material de propaganda y algunos alimentos enlatados.

Posteriormente a través de la Inteligencia del Teatro se tuvo conocimiento que esta fue una emboscada de entrenamiento para los irregulares, entre ellos habían nuevos hombres recientemente incorporados y necesitaban de experiencia practica para sus propósitos de continuar con sus actividades delictivas. Ya para el momento el norte de la subversión habia dejado la inspiración ideológica y se habían convertido en bandas de delincuentes con la apariencia de guerrilleros revolucionarios.

La intensidad de las operaciones antisubversivas había disminuido a consecuencia del proceso de pacificación que se estaba adelantando, las unidades progresivamente iban disminuyendo su frecuencia operacional en los teatros de operaciones, sin embargo quedaban reductos que se mantenían en actividad y su propósito fundamental eran mantenerse vigentes a través del pillaje y de la acción propagandística pudieran resultar de sus acciones. Esta emboscada no presentó las sangrientas características de las otras, sin embargo, surtió su efecto y se llevó a cabo gracias al conocimiento que los bandoleros poseían de las unidades militares que todavía operaban, algunos de sus aspectos mas resaltantes observados por los investigadores son los siguientes:

a) A pesar de las informaciones confirmadas de la presencia de bandoleros en la zona, la unidad emboscada no estaba adiestrada para esta misión, además pertenecían al pelotón de transmisiones y su actividad no era específicamente de combatientes sino de apoyo de comunicaciones. Se determinó que el personal encargado de la seguridad del convoy viajaba distraído inclusive el tirador de la AFAG leía una novela de vaqueros.

b) Ninguno de los integrantes de la Unidad emboscada  viajaba en la posición en guardia y mucho menos tenían sus fusiles cargados listos para reaccionar.

c) Después de caer en la emboscada, el vehículo donde viajaba el Teniente Ortegano escapó de la acción pero dejó abandonados al resto de los integrantes de la comisión que viajaban en el Jeep.

d) El miedo se apoderó de la comisión y los soldados que quedaron atrapados bajo el fuego de los bandoleros, no pudieron reaccionar adecuadamente, solo se limitaron a ocultarse y tratar de salvar sus vidas.

e) El vehículo donde viajaba el Oficial tenía instalados los medios inalámbricos, suficientes para informar inmediatamente al Comando Superior pero no lo hizo.

f) Ningún superior caracterizado de los participantes, emitió orden alguna durante, ni después de la emboscada.

g) Todo el personal emboscado era orgánico del Pelotón de Transmisiones y no estaba preparado psicológicamente para la acción y el Teniente Ortegano Bautista no tenía ninguna experiencia en operaciones contra-subversivas.

h) El personal del convoy no portaba granadas de fusil ni de mano, como dotación especial.

i) Hubo violación a la disposición emitida en las directivas de seguridad que ordenaban que la organización del convoy en desplazamiento de vehículos se hiciera con tres vehículos como mínimo.

j) Según informaciones obtenidas con anterioridad, se tenía conocimiento de la presencia de bandoleros en el área, de la entrada al área de unas cajas de armamento dejadas en la cercanía del lugar, por un vehículo de la UDO y de la disposición de que se dictaran cursos a nuevos bandoleros y que efectuasen emboscadas como prácticas de lo aprendido en la teoría. Estas informaciones no fueron tomadas en cuenta para motivar las medidas de seguridad.

k) El Comando del Batallón Zaraza, fue poco celoso en la supervisión de las medidas de contrainteligencia y seguridad y no se percató que la Unidad de transmisiones ha debido llevar una escolta para que cumpliera con su misión.

 
(*) El actual Oficial de Comunicaciones se denominaba Oficial de Transmisiones



(**) En las salas de operaciones de los TO y en las de las unidades a su orden, se empleaba un código especial cartográfico que concentraba un determinado numero de cuadriculas de los mapas, en una cuadricula mayor con una designación especifica. Esta medida tenía la finalidad de mantener el secreto de las operaciones, ya que los irregulares tenían medios de escucha de las comunicaciones militares en el área de operaciones de los TO.

viernes, 2 de abril de 2010

CAPITULO VII 10.Emboscada "Hato El Terror" 16 de Diciembre de 1969

10. Emboscada “Hato El Terror” efectuada por el Destacamento Móvil del Frente Guerrillero “Antonio José de Sucre” a una Compañía del Batallón de Infantería Sucre Nº 51, en el tramo Carretero Crucero de Anaco-Aragua de Barcelona, Estado Anzoátegui, el día 16 de diciembre de 1969.

Para finales de 1969, en el área de responsabilidad del Teatro de Operaciones Nº 4 (TO-4), las unidades continuaban efectuando escudriñamientos, rastreos y velas con la finalidad de neutralizar a las bandas armadas, integrantes del frente guerrillero “Antonio José de Sucre”, que habían accionado contra las Fuerzas Armadas a través de emboscadas en las carreteras de segundo orden del Estado Anzoátegui, especialmente en el triángulo formado por las poblaciones de LA CEIBA, ANACO y ARAGUA DE BARCELONA.

Durante el mes de septiembre estas bandas armadas efectuaban sus actividades de búsqueda de información y logran conocer por medio de su extensa red, ubicada en los caseríos cercanos a estas poblaciones, los desplazamientos de convoyes y de las tropas a pié del personal del Ejército. Preparan un emboscada a efectivos del Batallón de Cazadores Francisco Carvajal N° 53 que efectuaban la Operación de “Origen y Destino” en las cercanías del crucero de Anaco y le causan serias bajas, entre ellas el Subteniente Verde Graterol.

En noviembre atacan a una camioneta de la Guardia Nacional resultando herido un efectivo, posteriormente efectúan dos emboscadas al Batallón de Infantería “Sucre” Nº 51 causándole seis bajas en total.

El Comando del Batallón de Infantería “Sucre” Nº 51, se habia movilizado desede SANTA ROSA hasta la población de Anaco, desde allí ordena el día 15 Diciembre al Capitán Ezequino  Rosas, que se traslade con su Compañía hasta la población de ARAGUA DE BARCELONA con el fin de relevar a una Compañía del Batallón de Cazadores, “Juan José Rondón” Nº 62, que había finalizado su período operacional y debía regresar a la Guarnición de CIUDAD BOLÍVAR de acuerdo a instrucciones del Comandante del Teatro de Operaciones N° 4.

Al día siguiente, en las primeras horas el Capitán Rosas reunió a los cuatro Subtenientes y ordenó el dispositivo listo del convoy para partir a las 07:00 horas, como en efecto lo hicieron. La columna de marcha fue organizada de la siguiente manera:

 Primer Vehículo: un jeep M-38 ; Subteniente Renato Aguilar Valdivieso y tres e/t.

 Segundo Vehículo: una camioneta ¾; un Oficial y doce e/t.

 Tercer Vehículo: Un jeep M-38; un Oficial y 3 e/t.

 Cuarto Vehículo: un camión M-35; 22 e/t.

 Quinto Vehículo: un camión M-35; 22 e/t.

 Sexto Vehículo: un camión M-35; 22 e/t.

 Séptimo Vehículo: un jeep M-38; un Oficial y tres e/t.

En total: 4 Oficiales y 87 e/t.

Mientras el Capitán Ezequino Rosas, Comandante de la Compañía utilizaba para su desplazamiento el vehículo de su propiedad.

A las 07:00 horas, del día 16 de Diciembre, tal como estaba previsto, el Capitán Ezequino Rosas inicia el movimiento desde la población de ANACO con destino a ARAGUA DE BARCELONA.

A las 07:10 horas, el convoy llega el CRUCERO DE ANACO y continua la marcha motorizada, sin mayor contratiempo. El Capitán Rosales se había distanciado considerablemente del convoy y por supuesto no ejercía ningún control sobre su unidad.

Después de haber recorrido 17 km desde el CRUCERO DE ANACO y estar a 32 km de ARAGUA DE BARCELONA, en las inmediaciones del HATO “EL TERROR”, son objeto de una emboscada tendida por un grupo de 6 a 8 bandoleros, desde la parte norte de la carretera, ubicado detrás de una cerca de alambre de púas de cuatro hilos, a escasos ocho metros de la vía y ocupando un frente de unos 50 metros; el terreno les permitía disparar a cualquier sitio del frente que ocupaban, con buena visibilidad y campos de tiro, a pesar de que la vegetación era de abundantes guatacaros, cujíes y el terreno totalmente aplanado.

Ante lo sorpresivo de la emboscada, dirigida específicamente al Jeep que iba a la vanguardia del convoy, con armas automáticas (FAL 7,62 una ametralladora AK-10 y escopetas), el Subteniente Renato Abdón Aguilar Valdivieso reaccionó con fiereza junto con los soldados que ocupantes de la camioneta 3/4 toneladas, saltando del vehículo y disparando su fusil en ráfaga. Posteriormente saltó la cerca alambrada con el personal de tropa y continuo disparando hasta copar al enemigo de tal manera, que por un momento bandoleros y tropas se confundieron en un solo grupo en el mismo sitio donde los primeros estaban apostados, librándose un corto pero feroz combate, siguiendo de inmediato la búsqueda de los otros bandoleros que lograron escapar, el Subteniente Aguilar Valdivieso procedió a perseguirlos, pero a raiz del fragor del combate, no se percata de la presencia de un bandolero que se encuentra herido al cual le pasa por un lado y el irregular logra disparar certeramente un tiro de escopeta sobre la espalda del valeroso Oficial que cae mortalmente herido.

En el combate muere el Distinguido Jesús Rafael Salazar y resultan heridos cuatro, Soldados José Elías Silva herido de bala en una pierna y dos Cabo 2º y un soldado con traumatismos en el cuerpo al lanzarse de los vehículos. Asimismo mueren tres bandoleros y es capturado otro. Dos Oficiales reunieron sus pelotones e iniciaron la persecución hacia el norte, pero no lograron localizar a los bandoleros por la pérdida de los rastros. El otro Oficial recogió al Subteniente Aguilar Valdivieso y a los Soldados heridos, llevándolos al Centro Asistencial de Aragua de Barcelona que le quedaba más distante que el Hospital de la Móvil, ubicado en Anaco adonde fueron llevados posteriormente. Cuando el Capitan Ezequino Rosas, llegó al sitio ya todo estaba consumado.

El valeroso Subteniente Renato Aguilar Valdivieso muere desangrado a consecuencia de las heridas a la altura del occipital y de la espalda producida por guáimaros de escopeta calibre 12.

La muerte de Renato Aguilar Valdivieso, se suma al haber de asesinatos a manos de los bandoleros de la izquierda alzados en armas en los años sesenta, con ella se cierra el capitulo correspondiente a esta década, que viene a dar paso al proceso de pacificación de los alzados y al perdón de sus pecados de los setenta, adelantada por Caldera.

Este triste suceso dejó en tela de juicio la actitud del Capitán Ezequino Rosas, el hecho de trasladarse en su vehículo particular y separarse demasiado de la columna lo alejó del ejercicio del Comando de la Unidad motorizada, la cual ser sometida a la acción de los irregulares hubo de ser controlada por los Oficiales que viajaban en los diferentes vehículos. La responsabilidad del traslado de la Compañía era de exclusiva responsabilidad del Capitán.

El Comando del Batallón Sucre, también tuvo su cuota de responsabilidad al permitir lo prohibido por el Comando del Teatro y por el COC, es decir, existía la prohibición expresa para el personal militar de no movilizarse en vehículos particulares, mientras se estaba en misión operacional.

El Subteniente Renato Aguilar Valdivieso, por una apreciación errónea de sus jóvenes compañeros, tal vez por la confusión del momento, fue llevado a la medicatura de la población de Aragua de Barcelona que contaba con menos recursos médicos y además, estaba a mayor distancia que el hospital de la empresa Petrolera “Móvil”. Lamentablemente pagó con su vida ante su demostración de arrojo y valentía. Aguilar es otro de los tantos héroes asesinados por la subversión castro-comunista, en su memoria poco o nada hizo la democracia y menos ahora cuando muchos de los que apagaron su vida y la de otros mas, están disfrutando de las bondades y saboreando las mieles del poder en el gobierno revolucionario de Hugo Chávez Frías, quien para ese año 1969 era un imberbe joven y estaría adoctrinándose en las filas del comunismo



CAPITULO VII 9. Emboscada "El Tomate" 30 de Noviembre de 1969

9. Emboscada “El Tomate” efectuada por el Destacamento “Hildemaro Ruiz” del Frente Guerrillero “Antonio José de Sucre” a un Pelotón del Batallón de Infantería “Sucre Nº 51”, entre Caicara de Maturín y San Félix Estado Monagas el día 30 de noviembre de 1969.

Para Noviembre de 1969 aun continuaba operando en la jurisdicción del Distrito CEDEÑO del ESTADO MONAGAS, el Batallón de Infantería Sucre Nº 51, adscrito al Comando del Teatro de operaciones N° 4.

En estas zonas se tenían suficientes evidencias de que por parte de las bandas armadas, actuaba el Destacamento Hildemaro Ruiz comandado por GABRIEL PUERTA APONTE, responsables de una serie de hechos delictuosos en contra de la población y de varias acciones armadas contra las unidades militares que operaban en su contra. Este grupo mantenía un modus-operandi de actuar que caracterizaba por la forma como improvisaban para planificar y ejecutar las emboscadas, por el uso de las escopetas y por su carácter violento y sanguinario.

El 30 de Noviembre de 1969, el  Estado Mayor del TO-4, cuya sede era Cocollar, se encontraba reunido haciendo una apreciación de la situación y analizando los últimos hechos acaecidos que se graficaban en la carta de situación del área operacional; mientras tanto en el Puesto de Comando de SANTA ROSA a las 06:30 horas, el Teniente Luis Efraín Flameo Tedesco, Comandante de la Compañía del Mando y Servicio del Batallón Sucre, ordena al Subteniente José Sagitario que organice un convoy con tres vehículos tácticos y que con ellos se dirigiera a la población de San Félix de Maturín, con el fin trasladar al Coronel Juan Fuentes Milano Primer Comandante del Batallón. El Oficial se le presentó al Mayor Víctor Arriaga Ascanio y éste le ordenó que ampliase los efectivos hasta 20.

El convoy llegó a la población de San Félix de Maturín a las 11:10 horas y el Oficial, al presentársele al Capitán Comandante de la Compañía, este le informó que el Comandante Fuentes había regresado a Maturín y por lo tanto ya no era necesario su traslado hacia el Puesto de Comando; en ese momento una torrencial lluvia obligó a que la comisión pospusiera el regreso hasta tanto mejorasen las condiciones climatológicas, lo cual ocurrió a las 15:00 horas.

En el tramo carretero entre SAN FÉLIX y CAICARA, en el lugar conocido como “El Tomate”, la carretera presenta una pendiente aproximada de 10% con taludes cortos a ambos lados de la vía, la vegetación existente en el sitio es tupida la cual dificulta el movimiento a pié; al lado izquierdo, a lo largo de la vía se extendía una cerca de alambre de púas de cuatro hilos; al inicio de las subidas existe una carretera de tierra y a la izquierda se interna en la maleza una pequeña quebrada. Detrás de la cerca existe una explanada con dos casas rústicas habitadas por algunos campesinos.

Cuando el primer vehículo del convoy sobre sobrepasó la subida de “El Tomate”, desde la maleza situada al izquierda del mismo, se oyó un disparo de escopeta acompañada luego por una ráfaga de FAL, ante la alarma el Subteniente Sagitario saltó del vehículo disparando una granada de fusil hacia el lugar desde donde procedían los disparos inmediatamente hizo una ráfaga de fusil.

El Sub-Teniente se dirigió al Cabo 2º José Francisco Pire Arcano, un veterano combatiente, ordenándole que le cubriera su movimiento con fuego, mientras se desplazaba en dirección hacia el lugar de los disparos, y una vez que lo logró se dirigieron hacia la casa que se encontraba a unos 700 m del sitio de los hechos; el Cabo se percató que desde la casa nuevamente les hacían disparos; tendidos en el piso y aferrados al terreno, iniciaron un intercambio de disparos con los irregulares, situación que cesó luego de un breve tiempo.

El Oficial regresó y le ordenó a un Cabo 1º que con su Escuadra continuara la persecución de los bandoleros y él ayudado por dos Cabos 2º, procedió a recoger dos soldados heridos en el encuentro y los enviaron al hospital de PUNTA DE MATA; posteriormente se presentó el Capitán y tomó el comando del convoy mientras el Subteniente con dos escuadras continuó la persecución de los bandoleros durante las veinticuatro horas subsiguientes, sin lograr resultados positivos, ni información alguna sobre los bandoleros atacantes.

Los análisis realizados sobre esta emboscada en el Comando del Teatro de Operaciones arrojaron los siguientes resultados:

a. A pesar de estar en conocimiento de la situación operacional, la Sección de Inteligencia, se mantuvo un tanto descuidada con la difusión de la información y de la inteligencia producida, hacia los escalones subalternos, la muestra mas evidente fue que el Subteniente Sagitario no estaba al corriente de la situación operacional, omisión esta que facilitó la acción sorpresiva de los irregulares.

b. Las redes de comunicaciones tanto de la Compañía, como la del Comando del Batallón, reflejaron un deficiente funcionamiento y precisamente no funcionaron en el momento de la emergencia.

c. Persistió el mismo problema de la falta de adoctrinamiento de los soldados y su poca pericia en el combate por tratarse del personal de la Compañía de Mando y Servicios, cuyas actividades eran de apoyo logístico del Batallón, por lo tanto la reacción ante el ataque no fue contundente

d. La persecución fue tardía, esta circunstancia permitió ganar tiempo a los bandoleros en su huida.
 

CAPITULO VII 8.Emboscada "La Horqueta" 5 de Noviembre de 1969

8. Emboscada “La Horqueta” efectuada por el Destacamento móvil del frente Guerrillero “Antonio José de Sucre” a un pelotón del Batallón de Infantería Sucre Nº 51 en la curva La Horqueta entre las poblaciones Santa Rosa y Anaco Estado Anzoátegui, el día 5 de noviembre de 1969.


Ante la ofensiva puesta en práctica por los bandoleros del Frente Guerrillero “Antonio José de Sucre” en los alrededores de las poblaciones de LA CEIBA, ANACO Y ARAGUA DE BARCELONA, el Comando del Teatro de Operaciones N° 4, dirigía operaciones en las inmediaciones de esas poblaciones con el fin de capturarlos o destruirlos y así terminar con el malestar e inseguridad de que eran objeto los pobladores de la zona.

El Comando de Batallón de Infantería Sucre Nº 51, que operaba a orden del TO-4 instaló su Puesto de Comando en Santa Rosa e inició sus operaciones de escudriñamiento en ese sector asignado en la Orden de Operaciones.

Después de haberse efectuado el desayuno del personal de tropa que se encontraba en el Puesto de Comando de Santa Rosa, el ecónomo de la unidad se le presentó al Capitán Aníceto Rivas Cermeño S-4 de la unidad, para notificarle que los alimentos que quedaban en la despensa no alcanzarían para el mediodía. Ante esta novedad, el Capitán Rivas organizó un convoy con el fin de buscar algunos artículos y completar la alimentación destinada al almuerzo.

El dispositivo del convoy fue el siguiente :

- Primer Vehículo: un Jeep M-38A1 con el Capitán Capitán Aníceto Rivas Cermeño  y tres e/t.

- Segundo Vehículo: un Camión M-35 con 12 e/t.

- Tercer Vehículo: un Jeep M-38A1 con el Sargento Segundo Abigail Rojas y 3 e/t.

Una vez organizado el convoy, a las 08:10 horas se dio inicio al movimiento motorizado desde la población de Santa Rosa hacia Anaco y a eso de las 08:20 horas, después de haber recorrido unos ocho kilómetros aproximadamente, fue emboscado en la curva La Horqueta por un grupo de seis a siete bandoleros que estaban colocados del lado izquierdo de la carretera, ocupando un sector de 30 metros, donde la vegetación era baja.

El fuego nutrido de armas automáticas, producido por los bandoleros, fue concentrado en el camión M-35, segundo vehículo del convoy, por espacio de varios segundos, con el fin de aniquilar a los doce soldados y no dar lugar a la reacción del personal de tropa. Ante la sorpresa, cayeron los dos granaderos de fusil y otros dos soldados fueron heridos, mientras el resto del personal de tropa del camión M-35, reaccionó lanzándose a ambos lados de la vía, mientras el conductor sacó el vehículo de la zona de la emboscada, que se incendió a consecuencia de un disparo que hizo impacto en un bidón de gasolina.

El Sargento Segundo Abigail Rojas dirigió las acciones desde la retaguardia, evitando que los bandoleros salieran a la carretera a rematar a los heridos y apoderarse de los fusiles y el equipo individual de las victimas. Con esta actitud valerosa hizo huir a los bandoleros hacia el sur del sector.

A todas estas, el Capitán, que había seguido en el Jeep con los 3 e/t se detuvo a una distancia de 500 metros aproximadamente, pero cuando llegó al sitio de la emboscada ya era tarde, los bandoleros habían consumado su acción y dado a la fuga.

El Distinguido Francisco Pire Arcano y el Soldado Melio Pacheco combatieron al lado del Sargento Segundo Abigail Rojas y auxiliaron a los heridos.

El Capitán Capitán Aníceto Rivas Cermeño  efectuó una persecución de aproximadamente 30 mts. y posteriormente se devolvió para ir a buscar refuerzos al puesto del Comando de Santa Rosa

El año 1969 fue pródigo en emboscadas y acciones subversivas en el oriente del país, el frente subversivo Antonio José de Sucre, buscaba la forma de mantenerse activo a costa de los daños que pudiese causar a las Fuerzas Armadas. En esta emboscada se observaron algunos errores de conducción y de mando que incidieron en los resultados, los informes que reposaban en los archivos del Comando de Operaciones Conjuntas, revelaban algunos aspectos, entre ellos:

a) El Comando el Batallón permitió que el Capitán S-4, se encargara personalmente de realizar la comisión administrativa de buscar la alimentación, cuando esa no era su función. En su lugar ha debido enviarse a otro profesional de los elementos de maniobra de la Unidad (Compañías de Cazadores). (*)

b) La actitud del Capitán Capitán Aníceto Rivas Cermeño,  no fue la más apropiada en el momento de la emergencia, su reacción al frente de los soldados que estaban a su mando, fue débil y poco efectiva, disponía de 19 efectivos y nos supo maniobrar con ellos. Lo mas censurable de su conducta fue dejarlos abandonados con el pretexto de ir hacia su Puesto de Comando en busca de refuerzos.

c) El Sargento Segundo Abigail Rojas con dos soldados, solamente fueron quienes reaccionaron y pudieron evitar un resultado mas nefasto, mientras el resto del personal en cierta forma fue presa del temor.



(*) En esos años las Unidades que participaban en Operaciones Antisubversivas, eran organizadas bajo el patrón de los Batallones de Cazadores (Tres Compañías de Cazadores y una Compañía de Mando Apoyo y Servicios)

CAPITULO VII 7.Emboscada "Origen y Destino" 24 de Septiembre de 1969

7. Emboscada “Origen y Destino” efectuada por el Destacamento Móvil del Frente Guerrillero “Antonio José de Sucre” a un pelotón del Batallón de Cazadores Coronel Francisco Carvajal N° 53, a 700 Mts. del crucero de Anaco, vía Aragua de Barcelona, Estado Anzoátegui fecha 24 de Septiembre de 1969.

El día 011430 Julio de 1969, el Comando de la Quinta División de Infantería, con sede en la ciudad de Maturín, emitió la Orden de Operaciones “Origen y Destino” Nº 2, en apoyo a organismos gubernamentales, como parte de una actividad de Acción Cívica conducida a nivel nacional.

El Batallón de Cazadores Coronel Francisco Carvajal N° 53 es comisionado para el cumplimiento de la tarea en cuestión, por lo cual su Comando elabora la respectiva Orden de Operaciones el día 10 de Septiembre de 1969 y es distribuida a los organismos y escalones interesados.

El Teniente-Coronel Uzcátegui, Primer Comandante se reúne con el  Mayor Francisco Gutierrez Ordoñez le imparte la misión para conducir la operación en el eje carretero km. 52-San Mateo-Anaco-Santo Tomé del Estado Anzoátegui.

El Capitán, una vez recibidas las instrucciones, organizó su unidad con seis Oficiales y 86 e/t y mediante marcha motorizada arriban la población de Anaco, lugar donde instala el Puerto de Comando para llevar a efecto la operación. Adicionalmente recibió en agregación un pelotón para cumplir misiones de seguridad y reacción.

Dispuesto como fue el dispositivo en los días previos, el 16 de Septiembre se dio inicio a la operación con la instalación de las diversas alcabalas para efectuar las encuestas de Origen y Destino.

El día 17 de Septiembre, un comisario que dependía de la Prefectura de Onoto, fue abordado por un grupo de doce bandoleros en el caserío Portezuela, amenazándole de muerte si se atrevía a denunciar el hecho.

El día 22 de septiembre, el Teniente Jesús Estanga Gainza recibió a los 12:30 horas, en la población de Anaco, al Sargento Segundo, reemplazante del Segundo Pelotón de la FAC acantonada en esa ciudad. Este le participó que el ciudadano Hilario Hernández, encargado del fundo “El Terror”, propiedad del señor Francisco Sifontes, Médico del hospital de la “Móvil” (hospital del campo petrolero), ubicado en la carretera Crucero de Anaco-Aragua de Barcelona, había observado un pequeño campamento de presuntos bandoleros, compuesto por cuatro (4) carpas improvisadas para cuatro personas cada una y colgando de un árbol una ametralladora.

Al recibir esta información, el Teniente Estanga se trasladó al fundo y se entrevistó con el ciudadano Hernández, quien le confirmó la noticia. Posteriormente se trasladó al Puesto del Comando y llamó al Capitán González a la población de San Tomé y de inmediato se preparó una operación de escudriñamiento, la cual se llevó a cabo sin obtener contacto con los presuntos bandoleros.

El Capitán ordenó al Teniente Comandante del pelotón de seguridad y reacción, que comunicase la información a los Oficiales encargados de cada una de las alcabalas. El Teniente Estanca cumplió la orden, informándole a los Oficiales que estuvieran alerta y tomarán todas las medidas de seguridad porque posiblemente bandoleros que estaban merodeando la zona, podrían intentar algún ataque a cualquiera de las alcabalas.

A las 05:30 horas del día 24 de Septiembre, los Subtenientes Rosti Boraure  y Alberto Verde Graterol salieron a bordo de un camión M-35 hacia la estación N° 3, como rutinariamente se estaba haciendo diariamente todas las mañanas.

Al llegar a crucero de Anaco, el Subteniente Verde Graterol le ordenó a dos e/t que se bajaran y colocaran los rótulos y señales de alerta de tránsito en la carretera. El movimiento continuó hacia el lugar previsto donde diariamente se instalaba la alcabala, allí el referido Oficial se desmontó con el personal de tropa que comandaba y se dispuso a organizar su alcabala.

El Subteniente Rosti Borarure regresó hacia el crucero donde instalaría su estación y al recorrer 700 m, escuchó un fuego nutrido de armas automáticas, percatándose que habían atacado la alcabala recién instalada por el Subteniente Alberto Verde Graterol. Inmediatamente se lanzó del vehículo y con tres e/t se dirigió hacia el sitio, disparando hacia el lado derecho, para auxiliar a sus compañeros.

En el sitio de la estación del Subteniente Verde Graterol durante la acción sorpresiva, un solo e/t pudo disparar manteniendo a raya a dos bandoleros que trataron de rematar a los caídos. Los bandoleros al observar al soldado que disparaba concentraron el fuego hacia él, por lo cual tuvo que buscar abrigo.

Como resultado de la emboscada perecieron el Subteniente Alberto Enrique Verde Graterol, Cabo 1º Jesús Rafael Núñez, Cabo 1º Juan Manuel Arriojas y Soldado Cazador José Gómez Goitía y heridos el Cabo 1º Eusebio Rodríguez Tineo, Soldado Cazador Diego Ramón Montilla, Soldado Cazador Luis Domingo Salas, Soldado Cazador Santos Jiménez y Soldado Cazador Francisco Morocoima.

En esta acción los bandoleros lograron apoderarse de seis fusiles FAL 7,62 mm., seis fornituras, treinta cargadores, seiscientos cartuchos, doce porta-cargadores y siete boinas de cazadores.

Este triste episodio que nuevamente enlutó a las Fuerzas Armadas, tuvo un saldo trágico donde pereció por la acción infame de las bandas armadas, que para la época operaban en el oriente del país, un joven Subteniente recién graduado, con apenas 79 días de haber egresado de la Escuela Militar de Venezuela. Alberto Verde Graterol se destacó como estudiante en sus años de cadete, desde su ingreso en 1965, su esfuerzo lo llevó a convertirse en el Alférez Mayor de su promoción, era un Oficial prometedor, con un gran futuro por delante que le fue truncado, por la inconciencia de una izquierda, cuyo único objetivo era la conquista del poder para la instauración de un régimen comunista al estilo de Fidel Castro en Cuba, su mentor, financista y alentador de las mas viles ideas que han atentado contra Venezuela. Su muerte fue un duro golpe para los cuadros profesionales de las Fuerzas Armadas Nacionales y en especial para los Subtenientes del Ejército.


Paradójicamente el hermano menor de Alberto Verde Graterol, el hoy General de División Nelson Benito Verde Graterol,  quien fuera Jefe de Estado Mayor de la Fuerza Armada Nacional, una institución que está cuestionada por la sociedad venezolana, por su tolerancia con las acciones que la izquierda gobernante en este período histórico, ha venido llevando a cabo en menoscabo de la Fuerza Armada. Esa misma izquierda que asesinó a su hermano mientras cumplía una misión administrativa en beneficio de la sociedad venezolana, esa misma izquierda que no ha cesado en su empeño de eliminar las Fuerzas Armadas para sustituirla por milicias populares y que propugna la defensa integral popular, esa misma izquierda que pretende trasformar esta sociedad en una sociedad comunista de los tiempos de Stalin.

Paradójicamente también Alberto Verde Graterol, recibió su sable de Oficial de manos de Rafael Caldera, el Presidente que fue tolerante con esa izquierda que a regañadientes aceptó su propuesta de pacificación, que les sirviera mas tarde para hacer vida legal y seguir atentando contra las Fuerzas Armadas; acción que le valiera posteriormente a Caldera para apoyar su acción de bendecir los intentos de golpe de estado de 1992 (4F y 27N), y así recibir el apoyo del “chiripero” de la izquierda venezolana que lo llevó a la segunda presidencia, lo que a su vez le permitió tomar la decisión, no aprobada por muchos sectores del país, de perdonar a los golpistas y abrirles el camino hacia el poder bajo la dirección de Hugo Chávez Frías, un militante de la izquierda infiltrado en las FF.AA.NN., casualmente un compañero de promoción del actual Gral. Div. Verde Graterol.

El grupo de asesinos de Alberto Verde Graterol y de muchos otros valientes Oficiales y Soldados, ahora están gobernando al país, de cierta forma gracias precisamente a la acción de Rafael Caldera en su segundo gobierno y a la de sus asesores, entre ellos su yerno el General de División Rubén Rojas Pérez, quien durante ese período se erigió en el mandamás de las Fuerzas Armadas y con sus desaciertos se convirtió en el jefe de la campaña presidencial de Hugo Chávez dentro del ámbito militar.

La Operación Origen y Destino, fue un acto cívico del Gobierno de Rafael Caldera, contra ella arremetieron en forma inmisericorde los bandoleros de la izquierda de los años sesenta, quienes aprovecharon algunos errores cometidos en el dispositivo militar, para realizar esta emboscada. En esencia no era una operación de combate contra bandoleros sino una actividad de acción cívica orientada a realizar una encuesta a nivel nacional. Los análisis que se realizaron en su oportunidad arrojaron algunas consideraciones entre ellas las siguientes:

a. La rutina puesta en práctica, error recurrente, en la instalación de la alcabala en el mismo sitio, facilitó la acción de los subversivos.

b. La acción del Sub-Teniente Boraure, se calificó como tímida por su falta de contundencia, apenas reaccionó con tres soldados a pesar de que disponía de un número mayor.

c. La misión se asumió como una actividad administrativa en apoyo de entes gubernamentales y la seguridad pasó a ocupar un segundo plano.

d. La aglomeración de personal resultó ser una vulnerabilidad y un blanco lucrativo para la acción de los bandoleros.

e. Las informaciones suministradas por el Teniente Estanca Gainza, fueron desestimadas y no se tomó en consideración el incremento de las medidas de seguridad ni tampoco se efectuó un reconocimiento en el área de acción y de influencia de la alcabala, para la detección, contacto y neutralización de los bandoleros, de quienes se tenía alguna certeza que se encontraban en la zona cuyas intenciones eran las de continuar atacando a las patrullas y comisiones de las Fuerzas Armadas.




De: Hugo José

Para: militaresprofesionalesvenezuela@yahoogroups.com
Enviado: viernes 21 de octubre de 2011 9:25
Asunto: [Informador Militar] TRISTE RECUERDO DE LAS GUERRILLAS



Triste Recuerdo, Guerrillas (1969-2009)

Monumento en honor a militares emboscados en oriente

Recuerdo el Viernes Santo (00:00 hrs) año 2009, viajaba a Oriente con el Tcnel. Malavé Guillarte. En el crucero de Aragua de Barcelona nos detuvo una patrulla del Ejército; ¡sorpresa mayor! al bajarnos, los efectivos habían desaparecido milagrosamente; Malavé prudente musitó -barajo el tiro compa… vámonos de aquí… pero el carro no quiso arrancar. Sorprendidos observamos al lado de la vía una capilla. Malavé buscó un foco y alumbró, leímos una inscripción a la memoria del Tte. Alberto Enrique Verde Graterol, paisano trujillano, quién un día antes de su muerte pasé por allí rumbo a Cuicas; el Tte. Verde me deseó buen viaje y que le llevara recuerdos a Sincinato Graterol un músico pariente suyo. Los demás efectivos: C/1ro. Jesús Rafael Núñez, C/1ro. Juan Manuel Arriojas y el Dtgdo. José Gómez Gotilla. Quienes fueron acribillados junto al oficial, parecían celosos en su permanente guardia. Estos valientes militares caídos en el cumplimiento de su misión, comandada por el Tte. Verde Graterol, recién graduado en la Escuela Militar, de la Promoción "José Gregorio Monagas" quién fue emboscado por un grupo de guerrilleros castro-comunistas, alzados en armas contra el gobierno de turno. En esa operación fueron muertos y rematados con tiros de gracia, todos los efectivos. Eran las Fuerzas Armadas en cumplimiento de la misión expresada en la Constitución de 1961. En el alto horario que hicimos por "invitación" de los compañeros de armas asesinados, allí pasamos la noche y en el intercambio de pensamientos con el más allá (meditación, recuerdos, sueño y subcociente de Sigmund Freud) los compañeros de armas fallecidos nos reprendieron la actitud actual de algunos militares que han apoyado las políticas castro-comunistas que en esa oportunidad causaron muchos muertos que Venezuela recuerda. Al amanecer (el carro prendió) y seguimos nuestro camino reflexionado y convencidos de que "si existe vida después de la muerte" Nuestros sinceros sentimientos de solidaridad con la familia de los caídos en esta honrosa misión (QEPD). Hace poco vi en Cuicas a Sincinato (101 años) el músico-amigo, entonando con su violín una canción titulada "Triste Recuerdo"

Cnel. (Ej). Hugo Hernández
CI. V- 2684496 tel. 0412 015 6427
ranchogrande90@yahoo.com
Cuicas Edo trujillo

CAPITULO VII 6. Emboscada "La Batea" 23 de Septiembre de 1969

6. Emboscada efectuada por el Destacamento “Hildemaro Ruiz” del Frente Guerrillero “Antonio José de Sucre” a un Pelotón del Batallón de Infantería Urdaneta N° 61, en el tramo Carretero crucero de Aparicio-Aragua de Maturín, del Estado Monagas, el día 23 de septiembre de 1969.

El frente de guerrillero Antonio José de Sucre, después del proceso electoral del mes de Diciembre de 1968, había reducido sus operaciones, sin embargo se mantenían en el Estado Monagas efectuando proselitismo y adoctrinamiento a los campesinos de la zona. Asimismo, habían rechazado enfrentamientos directos con las Unidades de Cazadores e Infantería que operaban en el sector, esperando oportunidades para asestar golpes por medio de emboscadas, tal como se desprende de los documentos capturados en un encuentro suscitado en el mes de noviembre del año anterior, con efectivos del Batallón de Cazadores Coronel Francisco Carvajal N° 53, en el caserío “El Yunque”, al sur- oeste del Estado Sucre.

Para el segundo semestre de 1969, la Tercera Compañía del BI Urdaneta Nº 61 con su Puesto de Comando ubicado en la población de Guanaguana, efectuaba operaciones en la parte noreste del Estado Monagas con el fin de capturar o destruir las bandas armadas que, según informaciones recibidas en su Comando de Batallón, operaban en el sector.

El día 22 de Septiembre en horas de la tarde, el comandante de la compañía, Capitán Jairo Robello Pérez informa al Subteniente José Romer que se prepare con su pelotón, a fin de relevar al Subteniente Rubén Mato  Roco a primeras horas de la mañana.

El día 23 de septiembre, el Capitán Robello estructuró el convoy con tres vehículos de la siguiente forma:

- Primer Vehículo: Un Jeep M-38A1 con un Capitán y tres (3) e/t.

- Segundo Vehículo: Un Jeep M-38A1 con un Cabo 1º y tres (3) e/t.

- Tercer Vehículo: Un camión M -35 con el Subteniente José Romer y 18 e/t.

El convoy inició su marcha a las 06: 20 horas desde la población de Guanaguana en dirección a las poblaciones de Aparicio y Chaguaramal, para llevar a efecto el relevo del Stte. Rubén Mato Roco y 20 soldados.

A las 07: 20 horas arribaron a la población de Aparicio donde efectuaron el relevo del Oficial y continuaron la marcha hacia la población de Chaguaramal. A la salida de Aparicio el camión fue designado como primer vehículo, seguido de los dos Jeep a unos 60 metros de distancia entre ellos; después del crucero de Aparicio, el segundo Jeep comenzó a fallar, por lo cual el Capitán ordenó que se devolviera al PC de la Compañía. Esto motivó que el camión aumentara su distancia a un kilómetro y en el sitio denominado La Batea, fue blanco de disparos de fusiles automáticos y escopetas desde lo alto del cerro Portachuelo, por parte de 6 bandoleros, cayendo heridos los soldados Leonardo Ambar López, ruptura de la aorta, Víctor Ramón González, Plinio Jesús Blanco y los Cabos 2º Crisanto García y Félix Yaguaracuto a consecuencia de heridas múltiples y perdigones.

Ante la sorpresa, el Stte. Mato Roco y el resto del personal de tropa no lograron reaccionar inmediatamente, sino unos tres minutos después, cuando llegó el Capitán al sitio de los sucesos y le ordenó que efectuara la persecución con el personal de tropa que le quedaba, mientras él recogía a los heridos y los trasladaba a la población de Aragua de Maturín; participó al Comando de Batallón y posteriormente trasladó a los cuatro soldados hasta la ciudad de Maturín, donde falleció el soldado Leonardo Ambar López; posteriormente el Comando del Batallón efectuó una operación con dos Compañías en la dirección hacia donde tomaron los bandoleros.

Algunas de las observaciones que hiciera el Comando del Teatro de Operaciones con relación a esta emboscada son las siguientes:

a. La falta de preparación psicológica y de adoctrinamiento del personal de tropa, impidió su reacción ante la emboscada.

b. El Oficial no reunió el personal para iniciar la persecución de inmediato, sino que esperó varios minutos a la espera de que el Capitán le impartiera instrucciones.

c. En el convoy sólo llevaban un radio, lo cual motivó que el Comandante de la Compañía no se pudiera comunicar con el Subteniente Rubén Mato Roco, quien viajaba en el camión. Esto impidió el control del movimiento motorizado e influyó significativamente en forma negativa sobre las medidas de seguridad.

martes, 30 de marzo de 2010

CAPITULO VII 5. Emboscada "Curva El Peligro" 5 de Febrero de 1969

5. Emboscada efectuada por el Frente Guerrillero “Antonio José de Sucre” a un pelotón del Batallón de Infantería “Mariño Nº 52”, comandado por el Subteniente Quintero Bizcaíno en la curva “El Peligro”, tramo Carretero Las Trincheras-San Lorenzo, en las inmediaciones de la población de Cumanacoa, Estado Sucre, el día 5 de febrero de 1969.


El día 2 de febrero de 1969, la Comandancia del Frente Guerrillero “Antonio José de Sucre” envió un comunicado al Sargento Segundo, Comandante del Pelotón de la Guardia Nacional con sede en Cumanacoa, Estado Sucre, donde le informaba lo siguiente:

a) Que haría incursiones de adoctrinamiento de la población en ciertos lugares de Cumanacoa.

b) Advierte a la Policía y a la Guardia Nacional que deberían ausentarse del pueblo y así evitar derramamiento de sangre.

El día 3 de Febrero, el frente guerrillero tomó la población y bloqueó las salidas a las 19:45 horas, con una cantidad calculada en treinta bandoleros. En el pueblo se encontraban los siguientes efectivos: El Capitán Julián Vazquez Marciano, un Maestro Técnico de 2da de las Fuerzas Aéreas, diez Guardias Nacionales y nueve Policías.

El Capitán Julián Vazquez  quien se encontraba de transito en el sitio, al percatarse de la presencia de los bandoleros, hizo lo posible para comunicarse con el Batallón de Infantería Mariño Nº 52, acantonado en la ciudad de Cumaná y al no lograrlo, burló el bloqueo de una salida tomada por los irregulares y se dirigió hasta la mencionada ciudad de Cumaná, donde le informó de la situación al Oficial de Día y al Primer Comandante de la unidad, a las 21:30 horas.

El día 4 de Febrero, el Coronel José Rufino Duque, Jefe de Estado Mayor del TO-4, fue comisionado por el Comando de la División para efectuar las averiguaciones pertinentes, por lo cual se hizo acompañar con dos Subtenientes y 9 e/t. A la altura de La Quebrada Monagas, en la zona de la cuesta entre Cocollar y Cumanacoa, los bandoleros emboscaron a esta comisión resultado solamente herido, el Coronel Duque en el brazo derecho, gracias a la valerosa acción de los Oficiales y Tropas, tal como se relata en el numeral anterior.

El día 03 de Febrero de 1969, al recibirse la información sobre el mitin que habían dado los bandoleros en la población de Cumanacoa, inicialmente se ordenó la movilización de dos pelotones de cazadores del BI Mariño Nº 52, comandados por los Subtenientes Quintin Bizcochuelo y Jugo González para que averiguaran lo sucedido. Estas unidades al llegar a la población indicada, efectuaron una operación de escudriñamiento en los alrededores y permanecieron allí en espera de órdenes.

El día 4 de Febrero de 1969 salió para Cumanacoa, el Capitán Luis Roco Morles, al mando de dos pelotones de fusileros con la finalidad de constituir la Compañía con los dos pelotones anteriores. Ya conformada la unidad, el Capitán decidió hacer un reconocimiento al día siguiente, hacia los sectores de LAS TRINCHERAS y SAN LORENZO.

Al siguiente día el Subteniente Quintin Bizcochuelo salió en misión de reconocimiento en dirección hacia LAS TRINCHERAS y SAN LORENZO con 19 e/t, a fin de efectuar un reconocimiento de la zona y también escudriñamiento, con la finalidad de detectar la presencia de los bandoleros. Después de haber subido hasta LAS TRINCHERAS y reconocido el sector, regresaron hacia SAN LORENZO, cuando subían una cuesta de la carretera, el grupo de reconocimiento encontró a un ciudadano portando un nivel, quién se identificó como topógrafo del I.N.O.S. La unidad siguió avanzando y al llegar a un desfiladero observaron a una mujer, quien al ser interrogada informó que se dirigía hasta su casa.

Continuaron el avance al llegar al sitio denominado “La Curva del Peligro” se inició un nutrido fuego de armas automáticas, procedente de una pequeña elevación. El Subteniente Quintin comenzó a correr hacia adelante y disparar simultáneamente hacia el enemigo, actitud que no asumió el personal que le seguía. Vio caer a todos los elementos del grupo de reconocimiento a excepción del Cabo 1º Rafael Aular López, este se lanzó a una zanja y comenzó a disparar hacia el sitio donde estaban ubicados los bandoleros.

El Subteniente Quintin fue herido en una pierna y rodó por el barranco. Los bandoleros bajaron a rematar a los heridos, (cinco en total) pero el Cabo 1º Aular Lopez quien los tenía referidos, accionó su fusil y les impidió su propósito con fuego. Los bandoleros optaron por huir, pero antes se apoderaron de seis fusiles, con las cacerinas de ellos, y otros materiales de la dotación de individual de los soldados. En el sitio quedaron tres soldados asesinados y cinco heridos, entre ellos el Subteniente Quintin Bizcochuelo.

El resto del personal, que marchaba inmediatamente atrás (once en total), tardó en reaccionar, esto le permitió a los bandoleros apoderarse del material de guerra mencionado anteriormente.

La intensa actividad desarrollada por los bandoleros en los primeros días del mes de Febrero de 1969, trajo como resultado varias emboscadas y encuentros con saldos de varios muertos y heridos. En el caso de esta emboscada se analizaron algunos aspectos resaltantes, entre ellos los siguientes:

a) El personal del pelotón no efectuó un adecuado interrogatorio a los ciudadanos que encontró durante su desplazamiento, específicamente al empleado del INOS y a la dama que encontraron en el camino, ya que las investigaciones realizadas a posteriori, indicaban que estas personas conocían de la presencia de los bandoleros de la zona, por que los habían observado movilizándose.

b) El desplazamiento del pelotón se realizó mayormente sobre la carretera San Lorenzo-Las Trincheras, esta particularidad permitió a los bandoleros observarlos, para prepararles la emboscada donde menos esperaban .

c) No hubo reacción inmediata por parte de los otros once (11) e/t que iban en el grupo de apoyo o grueso de la unidad con el Subteniente Quintin, lo que motivó que los bandoleros bajaran a la carretera y tomaran los seis fusiles con sus respectivos cargadores y continuaron disparando sobre el grupo de reconocimiento, lo que trajo como consecuencia final, tres (3) muertos y cinco (5) heridos.

d) La experiencia en este tipo de combates indicaba que el comandante debería tomar precauciones, para en caso de convertirse en una baja en combate (herido o muerto), el reemplazante del pelotón o el clase más caracterizado, asumiese la responsabilidad del comando y de arremeter con vigor contra el enemigo, a fin de salvaguardar la integridad de su Unidad. En esta emboscada el Stte. Quintin fue herido y no hubo algún efectivo que asumiera el Comando de su pelotón, lo que restó agresividad y multiplicó la confusión entre los soldados.

e) El pelotón no efectuó ningún tipo de reconocimiento a las elevaciones que encontró durante la ruta. Por lo general, usualmente las unidades realizaban reconocimiento por fuego hacia aquellos lugares donde se presumía, podría generarse un ataque o una emboscada, haciendo hincapié en las alturas y elevaciones del terreno.

f) Los informes que presentó el Cabo 1º Aular Mendoza afirmaban que dos e/t soltaron los fusiles presas del nerviosismo y el susto que les produjo los disparos del enemigo. Esta particularidad evidenció cierta falta de preparación psicológica para la operación y no se puso en práctica la posición al estilo ROCO (RODRIGUEZ CORRO), bastante utilizada en operaciones contraguerrillas para evitar desprenderse del fusil.

g) Fue evidente la incomunicación con el Comando de la Compañía del cual dependía el pelotón, ubicada en la población de Cumanacoa. El radio-operador no logró establecer la comunicación, posiblemente por la distancia o por falta de baterías o simplemente el nerviosismo se lo impidió.

h) El Sargento, Comandante del pelotón de la Guardia Nacional acantonado en Cumanacoa, al recibir la comunicación del Frente Guerrillero “Antonio José de Sucre”, acuarteló a los diez Guardias Nacionales y le sugirió al Comandante de la Policía que hiciera lo mismo con los nueve agentes de policía, en lugar de reunir al personal y haber tomado algunas otras acciones, tales como informar al Comando del Teatro de Operaciones y al Batallón Mariño.

i) Ni el Comando de la División, ni el Comando del TO- 4 procesaron en forma efectiva, las informaciones obtenidas en el período Noviembre 68 - Febrero 69 y menos aún, efectuaron operaciones de contra-inteligencia, búsqueda y destrucción contra las bandas armadas que operaban en el Oriente del país.