sábado, 12 de noviembre de 2011

Los fusilamientos del Presidente de la AN

Los fusilamientos del Presidente de la AN

Gen Carlos Peñaloza 12 Noviembre, 2011
           
El Presidente de la Asamblea Nacional, Fernando Soto Rojas, comandó operaciones en El Bachiller en las cuales sus guerrilleros fusilaron soldados y campesinos a quienes habían tomado prisioneros. A él se le debería aplicar la “Ley de no olvido”.
Según el Presidente de la Asamblea Nacional, Fernando Soto Rojas, la Ley Contra el Silencio y el Olvido no busca sembrar el odio. Sin embargo, la forma como se la ha planteado indica que se prepara el terreno para acusar a un militar inocente como chivo expiatorio de un crimen no cometido.
El propio Fernando Soto Rojas ha explicado que esta ley tiene un significado especial para él, debido a que su hermano Víctor Soto Rojas fue asesinado al ser lanzado de un helicóptero cuando era guerrillero en la década de los 60. Esta afirmación ya indica que estamos ante una ley personalizada, que no persigue un fin general de justicia sino la reparación de un daño específico.
En los dos artículos anteriores expusimos los hechos en torno a la muerte del guerrillero Víctor Soto Rojas. Ahora veremos lo que corresponde a la etapa posterior a su muerte.
Fernando Soto Rojas obtuvo de su propia familia la información sobre el supuesto asesinato de su hermano Víctor. Su madre, la señora Rosa Rojas de Soto, dio declaraciones sobre el caso al bloguero Aldemaro Barrios Romero, el 12 de julio de 2007, cuando la dama ya tenía 104 años de edad, un año antes de su muerte. En esa entrevista la anciana señora relata cómo se enteró de la supuesta forma en que murió su hijo Víctor. La conversación que fue publicada en internet bajo el sugestivo título de “Testimonios desde la tortura” puede leerse enhttp://aldemarobarriosromero.blogspot.com/2007/07/testimonios-desde-la-tortura.html. Entre los párrafos más impactantes de lo que la madre de los hermanos Soto Rojas dice en esa entrevista citaré los siguientes:
“Mi hijo Víctor Ramón se me graduó y se desapareció, hasta que encontré un señor militar que me dijo: “Mire señora, yo todos los días abro el periódico y la veo a usted buscando a su hijo. No lo busque, yo lo boté, me mandó el gobierno de Raúl Leoni a botarlo en un helicóptero y no sé dónde cayó. Yo no me acuerdo del nombre de ese señor –dice la anciana. Era militar, pero un militar bueno”.
Durante este año 2011, otras persona, la señora Pura Soto Rojas, hermana de Fernando Soto Rojas y del fallecido Víctor, ha estado dando declaraciones sobre el mismo tema a algunos medios del Gobierno y a blogs publicados por activistas comunistas. Su versión es similar a la de su madre, pero hay una diferencia importante. Por ejemplo, sus declaraciones al bloghttp://www.sabinabecker.com/2011/06/dont-keep-looking-for-your-brother-they-threw-him-from-a-helicopter.html y las que dio a http://www.aporrea.org/ddhh/n182823.html
En esas entrevistas, Pura Soto Rojas dice que su hermano Víctor desapareció el 27 de julio de 1964, fecha en que fue arrestado por los militares. En ese momento la familia inició la búsqueda de su hermano en la Guardia Nacional, Digepol y el comando del Teatro de Operaciones en el Guapo, sin encontrar huella alguna.
Cuando la bloguera le pregunta: “¿Cómo supo Ud. lo del helicóptero?”, Pura Soto Rojas respondió:
“Yo estaba estudiando sicología en la UCV. Un día un soldado vino a la FCU buscándome y me dijo: A su hermano lo llevaron al campamento militar y lo torturaron. Yo le puse unos shorts sobre su cabeza y lo llevamos a un helicóptero con el teniente José Tomas Rojas Graffe. Durante el vuelo el prisionero fue lanzado al vacío”.
“Años más tarde –continúa la hermana del guerrillero fallecido-, en 1980, vi en televisión la foto del policía Rafael Ledezma, “El monstruo de Mamera”, (autor de la muerte de tres jóvenes, N. de la R.), y lo reconocí como la persona que me había dado la información. Después me enteré que este individuo (el famoso “Monstruo de Mamera”, sicópata autor de varios crímenes, al ser detenido confesó entre sus crímenes el asesinato de Víctor”.
En la entrevista de aporrea del 13/6/11 la señora Pura Rojas dice que hay un militar llamado Herbero Faul que dijo que al revisar el helicóptero se dio cuenta que lo habían chocado contra una ceiba en Guatopo cuando cargaban a su hermano. En primer lugar Faull no es (o fue militar). Fue contratado como ingeniero la Fuerza Aerea en los años 70 después de la muerte de Víctor. Posteriormente se comprobó que no era ingeniero y fue retirado. Al salir denunció el supuesto caso de la chatarra militar y luego se exilio. Esta persona tiene un record de problemas mentales incluyendo mitomanía. Faull cree ser un gran inventor y que salvaría al mundo. Faull cree en sus propias mentiras. En internet aparece un artículo indicando Faull murió asesinado en España. Este comentario no está confirmado pero puede leerse en el blog de José Ortega haciendo que tiene la siguiente dirección:http://nisir.wordpress.com/2011/07/17/el-hombre-que-podia-haber-salvado-el-mundo-ha-muerto/.
Probablemente la entrevista de Pura con el militar que señaló al teniente Rojas Graffe ocurrió a fines de los años 60 o comienzos de los 70. Pura pudo haber comentado el tema con su madre. Es extraño que su mamá haya esperado tantos años para hacer público este hecho que la afectaba tan directamente. Este periodo de espera incluye los primeros 8 años del gobierno del presidente Hugo Chávez. La avanzada edad de la señora madre, aunada al reconocimiento de su hija Pura de que quien le contó la falsa historia fue “El monstruo de Mamera” o el mitómano Herbert Faull, quita todo valor a esta versión y da pie a pensar que el asesino confeso, “El monstruo de Mamera” o Herber Faull, buscaban acusar a otra persona del crimen. AL hacerlo no notaron que el teniente Rojas se hallaba fuera del teatro de operaciones para el momento en que el supuesto crimen fue cometido. Hay pruebas documentales oficiales y testigos que señalan fehacientemente que Rojas Graffe no estaba en el lugar de esos hechos en el momento en que ocurrieron.
Espero que este proceso no se convierta en el equivalente venezolano del caso Dreyfus. En ese caso en Francia el capitán Alfred Dreyfus, de origen judío, fue acusado falsamente de espionaje y condenado. Posteriormente un artículo del famoso escritor Emile Zola en 1898 reveló la verdad demostrando que en el trasfondo de la acusación estaban las profundas divisiones existentes en el seno de la tercera república francesa. Ese caso se convirtió en un símbolo de la perversidad y el odio en nombre de la razón de Estado. No pretendo ser un moderno Zola; solo deseo que brille la verdad y se haga justicia. Ojalá que en este caso de acuerdo con la Ley Soto Rojas se nombre una comisión de la verdad balanceada políticamente, compuesta por personas honestas, para establecer exactamente lo ocurrido.
Debo aclarar que la Ley Soto Rojas contra los delitos y torturas cometidos durante 1958-1998 abarca solo al periodo de la 4a república, dejando fuera a propósito el periodo de gobierno del Presidente Chávez. En este lapso ocurrieron los golpes del 4F y 27N de 1992 y otros hechos violatorios de los derechos humanos y el Derecho de la Guerra, cometidos por algunos miembros de las guerrillas comunistas en los años 60 y 70. Como casos insignias de esos incidentes me limito a mencionar el salvajismo y crueldad de la emboscada del Cepo de 1966 en el distrito Morán del Estado Lara y la toma del canal 8 el 27N. En la emboscada del Cepo un convoy militar fue detenido por explosiones de dinamita y luego acribillado el personal en los vehículos. Antes de retirarse los insurgentes dieron tiros de gracia a los heridos procediendo luego a cortarles los testículos para introducírselos en sus bocas. En el canal 8 varios guardias nacionales y vigilantes fueron asesinados a sangre fría luego de ser capturados por las tropas alzadas. Finalmente al mismo Presidente de la Asamblea y promotor de la ley contra el olvido debe recordársele que el ordenó en El Bachiller el fusilamiento de varios guerrilleros y campesinos, sin formula de juicio. Además él comandó operaciones contra el Ejército y la Guardia Nacional donde algunos prisioneros fueron fusilados despiadadamente. La comisión de la verdad deberá conocer de todos esos casos.

martes, 8 de noviembre de 2011

Muerto en Combate

MUERTO EN COMBATEColumna PUESTO DE COMBATE
El Nuevo País, domingo 6 de noviembre de 2011

GD Carlos Peñaloza


Cómo cayó en combate el jefe guerrillero Víctor Soto Rojas -hermano del actual Presidente de la Asamblea Nacional-, cuando el grupo guerrillero que comandaba chocó con una patrulla del Ejército comandada por el teniente Rojas Graffe, a quien ahora se quiere enjuiciar por ese hecho de guerra.


Victor Soto Rojas, el comandante guerrillero muerto en acción en las montañas de El Bachiller, hecho al cual se refirió mi artículo del sábado 5 de noviembre, era un activista del MIR que al graduarse de sociólogo en la UCV en 1963 decidió, como tantos de sus contemporáneos, vivir la aventura guerrillera.
Pronto descubrió que en la montaña la vida no era fácil. El Ejército patrullaba constantemente y cadadía era un viacrucis. 
Un encuentro con los militares a finales de julio del 64 separó a Víctor de su columna y empezó a deambular solo por el monte en dirección a la casa de su familia en su pueblo natal, Altagracia de Orituco. Entretanto, el 27 de julio de 1964, parte de su grupo en huida llegaba a una casa en un claro cercano al caserío Batatal, límites entre Guárico y Miranda. Allí un campesino preparaba su almuerzo.
Hambrientos como estaban, lo asaltaron, le quitaron la comida, lo amarraron. Agotados, se quedaron a descansar en la casa sin darse cuenta de que uno de los hijos del agricultor los observaba desde la espesura.
Al ver que su padre era agredido por un grupo de hombres armados, el joven campesino salió a la carrera a notificar lo que estaba pasando al comando anti guerrillero más cercano, situado en Batatal, a unos 10 kilómetros de Altagracia de Orituco.
Al caer la tarde el joven campesino llegó al campamento e informó a los militares del Grupo de Caballería Plaza sobre lo que estaba pasando.
De inmediato se designó una patrulla de veinte soldados al mando del teniente José Tomas Rojas Graffe para ir hasta el sitio. Los militares llegaron sigilosamente al lugar, cerca de la medianoche, y lograron desarmar al centinela, que se había quedado dormido.
Luego penetraron en la casa donde todos dormían, deteniendo a cuatro guerrilleros y liberando al campesino propietario del fundo.
Pero la mayoría de los guerrilleros logró huir aprovechando la oscuridad. Pronto regresaron a auxiliar a sus compañeros y se originó un intenso tiroteo.
Los guerrilleros que habían escapado disparaban desde una altura cerca de la casa. Los soldados reaccionaron como suelen ante lo más temido en estas operaciones, que es una emboscada por fuerzas superiores. La confusión afectaba a los dos bandos y los soldados repelieron el ataque. Luego de controlar la situación, el teniente Rojas Graffe, comandante de la patrulla militar, estableció una posición defensiva alrededor en la choza y esperó en vela hasta el amanecer, cuando podría apreciar mejor la situación, especialmente el poder ofensivo de los atacantes. Al aclarar el día rastrearon la zona cercana y encontraron el cadáver de un guerrillero que pudo ser identificado como Leonel Gómez, y dos guerrilleros seriamente heridos: Heriberto Cartagena (a) Malpica y Rubén Gálvez.
El cuarto detenido había logrado huir en la oscuridad de la noche, sin que se le hubiera identificado.
El teniente Rojas Graffe llevó a los detenidos al campamento militar de Batatal y allí los entregó, el 28 de julio, a una comisión del comando del Teatro de Operaciones que vino en helicóptero a recogerlos. El encuentro armado había sido un acto de guerra, un combate limpio en la oscuridad, entre tropas del Estado venezolano defensoras de la democracia y guerrilleros que promovían el establecimiento de una dictadura comunista dirigida por Fidel Castro.
Ese 28 de julio el teniente Rojas Graffe tenía un motivo adicional para sentirse feliz. Dos días después, el 30 de julio, su unidad sería relevada del Teatro de Operaciones y se reuniría de nuevo con su familia en San Juan de los Morros.El teniente Rojas Graffe, quien esa noche cumplió cabalmente su deber militar, es ahora el objetivo primario de la Ley Soto Rojas. Lo contradictorio del caso es que el teniente cumplidor de su deber de aquella época, hoy en día un coronel retirado con 70 años a cuestas, nunca tuvo en su poder a Víctor Soto Rojas, el guerrillero por cuya muerte le señalan.
Ni lo tuvo detenido bajo su control ni vio jamás a Víctor Soto Rojas. Pero el hermano del guerrillero, actual Presidente de la Asamblea, cree lo contrario. Es probable que Fernando Soto Rojas, nativo de Altagracia de Orituco, no sepa que el teniente Rojas Graffe es nativo de San José de Guaribe, un pueblo situado apenas a 50 km. de Altagracia.
Tampoco debe saber que este teniente es un familiar suyo.
En el artículo del lunes 7, aportaré más datos sobre este suceso donde el Ejército Forjador de Libertades cumplió a cabalidad con su deber constitucional, y demostraré la inocencia del teniente Rojas Graffe.
Este lunes: El Presidente de la Asamblea Nacional, Fernando Soto Rojas, ha hecho aprobar una Ley para vengar la muerte de su hermano guerrillero, olvidando que él mismo, como jefe guerrillero, participó en el fusilamiento de soldados y campesinos. 
Será el último artículo de esta serie de tres.

¡Ley sancionada! II

¡Ley sancionada!
II


Coronel (Ej-Ven) Manuel A Ledezma Hernández


Pensaba hacer algunos comentarios sobre los artículos de la sancionada “Ley Para Sancionar los Crímenes, Desapariciones, Torturas y otras Violaciones de los Derechos Humanos Por Razones Políticas en el Período 1958-1998”, pero eso es una tarea titánica debido a las características de mamarrachada que tiene esa ley que, en realidad, no es para hacer justicia si no cobrar venganza y mancillar nombres, personas y a las Fuerzas Armadas de Venezuela que combatieron al terrorismo castro-comunista durante el período 1958-1998. Lapso donde se le infligió la más contundente derrota a esos trasnochados comunistas, asesinos de campesinos, policías, soldados y ciudadanos venezolanos y que hoy des-gobiernan a esta Tierra de Gracia, traidores modernos que solo desean satisfacer al insepulto del Caribe y que ese esperpento pueda recuperarse de su mayor fracaso que no pudo curar su intervención armada en Angola con su“Operación Carlota” en el lapso noviembre de 1975 hasta 1991.
Sin hacer muchos comentarios porque sería muy extenso, me limitaré a transcribir parte de su contenido.
En la Exposición de Motivos podemos leer:
[…] “Estados Unidos para asegurar su dominio en América Latina, inició la militarización de la misma, para garantizar su enclave neocolonial. Para tales fines, creó la Escuela de las Américas, institución que operó en el Canal de Panamá, responsable de la formación del liderazgo castrense en toda América Latina y El Caribe.
En esa escuela se formaron más de 60 mil oficiales de todo el continente. Allí, se difundió la llamada doctrina de la Seguridad Nacional, y su política de contrainsurgencia, que consistía en el principio de que las Fuerzas Armadas estadounidense, tenían el rol de la defensa global y los ejércitos de la región la seguridad interna de sus países, siendo el enemigo a enfrentar y vencer con represión, encarcelamiento, torturas y desapariciones todas las manifestaciones populares, hostiles al liderazgo del gobierno de los Estados Unidos y simpatizantes y promotores de las ideas socialistas y comunistas.”  […]
[…] “El 9 de mayo de 1962, el Ejecutivo Nacional presidido por Rómulo Betancourt, a través de un decreto suspende las Garantías Constitucionales, y pidió la ilegalización del Partido Comunista de Venezuela y del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, siendo detenidos las mayorías de sus parlamentarios.
Dentro de este clima de confrontación, el Estado adoptó una abierta política de represión bajo el lema “disparar primero y averiguar después” impuesta por el presidente Rómulo Betancourt y proseguida en el marco del “Pacto de Punto Fijo”
En el marco de esta ofensiva antipopular y orientados por la política de “contrainsurgencia” diseñada por el ejército estadounidense, fueron instalados los Teatros de Operaciones (T.O.) como centros de reclusión, tortura y muerte, propios de los métodos de instrucción aprendidos en la “Escuela de las Américas” de los Estados Unidos’.” […]
[…] “Esta política de violencia planificada desde el Estado para ejecutar el exterminio contra quienes sostenían ideas y prácticas que comulgaban con el marxismo leninismo, las ideas socialistas y afines con la naciente revolución Cubana y en general con las luchas democráticas, anti imperialistas y de liberación nacional, condujo a una masiva política represiva contra dirigentes políticos de izquierda, estudiantes, dirigentes sindicales y gremiales, campesinos, mujeres, intelectuales, apareciendo, entre otras atrocidades, por vez primera en el país la terrible y dolorosa figura del detenido-desaparecido.” […] (Comentario: “A confesión de parte, relevo de pruebas”)

En el articulado leemos:
De las definiciones.
Artículo 6.- A los efectos de esta ley, se entenderá por:
[…]
VÍCTIMA DIRECTA: Toda persona que por razones políticas haya sido individual o colectivamente objeto de: asesinatos, ejecuciones simuladas, desapariciones forzadas, torturas, lesiones, privaciones arbitrarias de libertad, desplazamiento forzado de población y personas; expulsiones, deportaciones o exilios arbitrarios: violaciones de domicilio, hostigamiento, violación y lesiones físicas, psicológicas y morales; incomunicación, aislamiento, difamación e injuria, calumnia, perjuicio patrimonial, represiones masivas urbanas y rurales, simulación de hechos punibles o procedimientos administrativos fraudulentos. (Comentario: ¿Se investigará también las muertes de los policías, campesinos, soldados, SOPC, Oficiales y otros ciudadanos, venezolanos y extranjeros, que fueron asesinados, fusilados o secuestrados por los bandoleros comunistas y traidores? Ellos también “encajan” en esta definición.)
DESPLAZAMIENTO FORZADO DE PERSONAS: Es la salida compulsiva, involuntaria y violenta de personas o grupos de personas de sus asentamientos rurales o del hogar por motivos políticos. (Comentario: ¿Se investigará el desplazamiento en el caso de pobladores rurales que tuvieron que migrar para escapar de las amenazas de muerte de los bandoleros comunistas y traidores? Ellos también “encajan” en esta definición.)
EJECUCION SUMARIA DE PERSONAS: Es el acto de homicidio de una o varias personas realizado por el Estado a través de cuerpos policiales, militares, de seguridad de la nación, autoridades civiles, agentes ocultos o terceras personas bajo su instigación, consentimiento, autorización o aquiescencia por motivos políticos, incluidos los enfrentamientos armados simulados y la fuga simulada de detenidos. (Comentario: ¿Y los fusilamientos llevados a cabo por esos comunistas traidores a sus propios camaradas sí quedarán impunes?, ¿qué podrán decir al respecto las madres, esposas, hijos de los fusilados por sus propios compañeros luego de un ilegal juicio que los sentenció con pena de muerte, sanción no existente en nuestra legislación?)

Pero lo absurdo no termina:
Obligación de colaboración.
Artículo 15.- Toda autoridad civil, militar, administrativa, pública o privada, está en el deber de colaborar con la Comisión de la Verdad y Contra la Impunidad. El funcionario o funcionaria público o los particulares que entorpezcan, desvíen o demoren indebidamente la investigación que tiende a esclarecer los hechos objeto de esta ley, serán imputados en grado de complicidad, según la naturaleza del delito y conforme a las disposiciones previstas en el ordenamiento penal vigente. El funcionario o funcionaria que resultare imputado por la comisión de algunos de los supuestos previstos en esta ley será suspendido del ejercicio de sus funciones y se someterá a las disposiciones normativas legales o reglamentarias según el rango, funciones, cargo u organismo del cual dependa. Cuando el imputado o imputada resultare un funcionario o funcionaria que ejerza un cargo de elección popular se someterá a las disposiciones legales del órgano al cual pertenezca.
Declaratoria de interés público.
Artículo 16.- Se declararán de interés público documentos privados que tengan interés para la presente ley,contenidos en archivos particulares y en tal caso, pasarán a formar parte del patrimonio documental de la Nación. Las personas, instituciones privadas y organizaciones políticas poseedoras o tenedoras de documentos u objetos declarados de interés público no podrán trasladarlos fuera del territorio nacional sin previa autorización del Archivo General de la Nación, ni transferir su propiedad, posesión o tenencia a título oneroso o gratuito sin previa información escrita al mismo, de conformidad con lo establecido en la Ley que regula la materia de Archivos y desclasificación de Documentos.

¿El artículo 17 abre una puerta para que en 2013 se juzguen a los actuales “… funcionarias y los funcionarios públicos y los agentes ocultos o clandestinos (civiles, policiales, militares) que por motivo de sus cargos o por aquiescencia del Estado, incurrieron o participaron en la planificación o ejecución de las políticas de terrorismo de Estado mediante asesinatos, desapariciones forzadas, torturas, lesiones, privaciones arbitrarias de libertad, desplazamiento forzado de población y personas, expulsiones, deportaciones o exilios arbitrarios, violaciones de domicilio, hostigamiento, violación de mujeres y lesiones físicas, psicológicas y morales, incomunicación, aislamiento, difamación e injuria, perjuicio patrimonial, represiones masivas urbanas y rurales, simulación de hechos punibles o procedimientos administrativos fraudulentos.”?
Garantía de no repetición.
Artículo 17.- En ejercicio del principio constitucional que establece como valor superior la preeminencia de los derechos humanos, se reconoce la comisión de hechos que ocasionaron de estos derechos originados por motivo de prácticas de terrorismo de Estado durante el período transcurrido entre los años 1958 a 1998. En consecuencia, el Estado venezolano asume la responsabilidad y obligación de satisfacer y garantizar la no repetición de las violaciones contra los derechos humanos producido en el período al que se refiere la presente ley, para lo cual se compromete a:
[…]
5.- Pronunciarse oficialmente respecto al reconocimiento público de los hechos, la aceptación de las responsabilidades y el restablecimiento de la dignidad, reputación y derechos de las víctimas de violaciones a los derechos humanos.
6.- Desarrollar políticas públicas de fortalecimiento institucional y de divulgación y promoción de los derechos humanos, que erradiquen las prácticas arbitrarias de terrorismo de Estado contrarias a los valores y principios humanistas propios de la venezolanidad y recogidos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
[…]
8. El Estado podrá reconocer su responsabilidad en la perpetración de los hechos investigados, continuando las investigaciones correspondientes. También podrá reconocer a las víctimas en cualquier fase de la causa en cuestión.

Ahora, para finalizar, la guinda de esta boñiga:
Reivindicación.
Artículo 22.- El Estado reivindicará las luchas populares y revolucionarias llevadas a cabo por el pueblo venezolano durante el período histórico de 1958 a 1998incluyendo las acciones cívico-militares conocidas como “El Porteñazo”, “El Carupanazo”, “4 de Febrero” y el Caracazo “27 de noviembre de 1992” y a sus protagonistas.También reconocerá las acciones realizadas por obreros, estudiantes, campesinos e intelectuales en defensa de la soberanía, la democracia popular, la liberación nacional y el socialismo y en contra del terrorismo de Estado y la intervención de gobiernos extranjeros.
El Estado reconocerá la labor de los colectivos sociales que hayan demostrado una actividad sostenida en defensa de los derechos humanos ante las graves violaciones ocurridas en el período a que hace referencia la presente ley, en consecuencia estas organizaciones recibirán el apoyo material e institucional para el desarrollo de sus actividades.
El reglamento establecerá los mecanismos de articulación y participación de estas organizaciones del Poder Popular.
Lo más probable es que el ChiCo, en su vehemente deseo de satisfacer a su tutor, dé el ejecútese a este adefesio, pero ello abrirá las puertas para que en el próximo período democrático, a partir del 7 de octubre de 2012, llevemos a juicio a  los actuales traidores que hoy usurpan cargos en los presuntos Poderes “independientes”  porque revisaremos y declararemos inaplicable la amnistía y la política de pacificación pactada por Rafael Caldera y se abrirán averiguaciones sobre los asesinatos de humildes policías ~más de cuatrocientos~ cometidos por los bandoleros traidores-castro-comunistas, fusilamientos, actos de terrorismo contra los ciudadanos, terrorismo judicialterrorismo de Estado, violación de derechos humanos, violación de derechos ciudadanos y delitos de lesa humanidad cometidos en el período 1958 - 2012. No escaparán.
¡CLARO SI EL PRÓXIMO PRESIDENTE (MUJER U HOMBRE) DEMOCRÁTICO NO NOS DEFRAUDE, NO SE LE ENFRÍE EL“GUARAPO”
Y PRETENDA AMPARARSE EN LA
UTÓPICA “RECONCILIACIÓN”!
Noviembre, 08 de 2011

La Venganza Equivocada

La venganza equivocada

Gen Carlos Peñaloza 

ND  8 Noviembre, 2011  

*** 
A mediados de los años sesenta, un hermano del actual Presidente de la AN murió en combate en las montañas de El Bachiller. Ahora se ha aprobado una Ley para vengar aquel hecho de guerra.
El pasado martes 18 de octubre la Asamblea Nacional aprobó la Ley Contra el Olvido y la Impunidad. En ese momento Fernando Soto Rojas, el presidente de la Asamblea, visiblemente emocionado, dejó escurrir una lágrima y sonrió. El es un hombre adusto, pero ese momento lo hizo disfrutar en público. Finalmente había logrado que se aprobara la Ley contra los delitos y torturas cometidos durante 1958-1998. Esa era su ley, la Ley Soto Rojas, con la cual vengará a su hermano menor, Víctor, quien desapareció en las montañas del Bachiller cuando comandaba un destacamento del Frente Guerrillero Ezequiel Zamora.
Víctor desapareció en circunstancias no claras. Se rumoró que luego de capturado se le arrojó vivo desde un helicóptero militar por un teniente del Ejército. Este oficial, hoy en día un coronel retirado, está destinado a ser el primer blanco de la Ley Soto Rojas. La propia Pura Soto Rojas, hermana del Presidente de la Asamblea, le atribuye ese crimen públicamente en numerosos blogs y en varios medios cercanos al Gobierno.
Lo desconcertante es que tan monstruoso asesinato nunca se cometió. El relato del helicóptero es una falsedad, como se verá más adelante. El futuro chivo expiatorio nada tuvo que ver con la tragedia. La verdad de lo ocurrido debe darse a conocer públicamente antes que se cometa una injusticia mayor que el propio crimen.
Los hechos ocurrieron en El Bachiller, montañas de Barlovento, a finales de julio de 1964. En la zona operaba una guerrilla compuesta por unos 40 irregulares incluyendo varios extranjeros. La banda armada era conocida como Frente Guerrillero Ezequiel Zamora. Ese frente estaba dirigido por su fundador, Trino Barrios (a) Comandante Sánchez, un dirigente campesino del MIR en la zona. En 1963 se había integrado al grupo Víctor Soto Rojas, sociólogo recién graduado de la UCV, nativo y conocedor de la zona. Este combatiente se inició como comisario político escalando rápidamente posiciones de mayor jerarquía. Al año era jefe de uno de los dos destacamentos del Frente.
A mediados de 1964 el Ejército inició en la zona de El Bachiller una ofensiva militar destinada a extirpar el foco guerrillero. El ministerio de la Defensa estableció un Teatro de Operaciones en la localidad de El Guapo, al mando del teniente coronel Víctor Manuel Molina Vargas. Ese teatro cubría el área entre El Guapo, Cúpira y parte de la zona nororiental del Guárico. Inicialmente la zona fue patrullada por tropas del Grupo de Caballería Plaza, acantonado en San Juan de los Morros. De acuerdo al plan de rotación de unidades de combate, el Grupo de Caballería sería relevado el 30 de julio por el Batallón Bolívar de Caracas.
La ofensiva del Ejército fue fulminante para la guerrilla. Los irregulares fueron sorprendidos y se vieron obligados a dispersarse luego de sufrir muchas bajas en combate. La columna de Víctor Soto Rojas, (a) Comandante Mendoza, escapó hacia la zona de Altagracia de Orituco para reorganizarse. Hasta allí fue perseguida por los militares, produciéndose varios encuentros. En uno de ellos la unidad de Víctor Soto Rojas se dispersó. Víctor, al verse solo y siendo un conocedor de la zona, logró llegar a su pueblo natal, Altagracia de Orituco, donde fue descubierto y capturado el 27 de julio de 1964 por la Guardia Nacional y entregado a la Digepol.
Este cuerpo policial después de interrogarlo lo remitió al comando del Teatro de Operaciones en El Guapo, donde se le harían nuevos interrogatorios. En dichas pesquisas Víctor confesó conocer el lugar donde se encontraba un importante alijo de armamento acumulado por la guerrilla y manifestó estar dispuesto a guiarlos junto con otro detenido llamado Heriberto Cartagena, (a) Malpica. Posiblemente Víctor condujo al Ejército hacia una trampa, pues la comisión del Batallón Bolívar fue emboscada. Ese batallón había relevado el día anterior al Grupo de Caballería Plaza. En el intercambio de disparos cayó muerto Víctor Soto Rojas, quien como guía iba codo a codo con los soldados y vestido igual que ellos, con uniforme militar.
A raíz de la muerte de Víctor Soto Rojas, el comandante del Teatro de Operaciones del Bachiller con sede en el Guapo, teniente coronel Molina Vargas, rindió declaración ante el Juzgado Primero Militar. Su declaración, contenida en el expediente #3 folio 18 con fecha 14 de agosto de 1964, indica que el guerrillero detenido Víctor Soto Rojas había muerto el 31 de julio de ese año al ser emboscada una comisión del Batallón Bolívar a la cual Soto Rojas conducía a buscar un alijo de armas. Molina Vargas indica además que el difunto fue enterrado en el lugar donde falleció. Copia de estos documentos, incluyendo declaraciones de los integrantes de la comisión, está en manos de la Asamblea Nacional.
Luego de varios años del incidente, la madre y una hermana de Fernando Soto Rojas, actual Presidente de la Asamblea Nacional, manifestaron haber recibido información acerca de la identidad del presunto culpable de la muerte de Víctor y de la forma como se había cometido el supuesto crimen. Ante esta información, Fernando Soto Rojas, luego de ser elegido Presidente de la Asamblea Nacional, logró que ese cuerpo colegiado aprobara el instrumento legal necesario para hacer justicia por la muerte de su hermano. La familia Soto Rojas está convencida que Víctor fue asesinado y que el culpable es un teniente del Ejército, José Tomas Rojas Graffe, quien con el tiempo se retiraría ostentando el grado de coronel.
Mañana: El combate entre la guerrilla y el Ejército donde cayó el jefe guerrillero Víctor Soto Rojas, cuyo hermano es el actual Presidente de la AN..

jueves, 3 de noviembre de 2011

SIEMBRA DE ODIOS

Siembra de odios
FERNANDO OCHOA ANTICH |  EL UNIVERSAL
domingo 30 de octubre de 2011  12:00 AM
Una de las estrategias más utilizadas por Hugo Chávez para consolidar su hegemonía política ha sido dividir a los venezolanos en chavistas y escuálidos. Esa prédica le permitió triunfar en varias elecciones. Lamentablemente para el chavismo, ese esfuerzo se ha diluido en el tiempo. Nuestro pueblo es bondadoso por naturaleza y rechaza el odio. Esa división ha dejado de ser un instrumento electoral suficientemente efectivo. En la revisión de la nueva estrategia electoral, el chavismo ha decidido aprobar la ley "para sancionar los crímenes, desapariciones, torturas y otras violaciones de los Derechos Humanos por razones políticas desde 1958 a 1998" y abrir varios juicios contra oficiales de las Fuerzas Armadas que actuaron militarmente durante ese período histórico. 

En su afán de querer falsificar la historia, se han dedicado a tratar de destruir los cuarenta años de democracia, el período de mayor avance en todos los órdenes que ha tenido Venezuela en su historia. Es necesario, que las nuevas generaciones de venezolanos conozcan la realidad de lo que fue, por ejemplo, la subversión comunista de la década de los sesenta. Lo primero a señalar es la absoluta legitimidad de los gobiernos de Rómulo Betancourt y de Raúl Leoni. Habían triunfado en unas elecciones plenamente democráticas, con una altísima participación ciudadana. Además, ese período histórico surgió en medio de un amplío consenso político, que se expresó en el Pacto de Punto Fijo y en el gobierno de unidad nacional de esos años. 

Esos gobiernos, legítimos, democráticos y populares, fueron de inmediato atacados por la derecha pérezjimenista y la izquierda comunista. Los sectores de la derecha lograron penetrar algunas unidades militares y comprometer a un pequeño grupo de oficiales en algunas acciones subversivas: la invasión de San Cristóbal, el Barcelonazo, el atentado contra el presidente Betancourt y la toma de la Academia Militar. Esos movimientos fueron controlados sin un mayor número de bajas. Dolorosamente el Partido Comunista, que había tenido una valiente actuación contra la dictadura militar, también tomó el camino subversivo. Los alzamientos de Carúpano y Puerto Cabello fueron su primera expresión. La segunda insurrección produjo un elevado número de muertos y heridos. 
Fidel Castro apoyó, ideológica y militarmente, el intento subversivo. La primera medida política de estos grupos de izquierda fue la creación del Frente de Liberación Nacional y de sus Fuerzas Armadas. De inmediato se iniciaron operaciones urbanas para asesinar a militares, policías y funcionarios públicos con el objetivo de provocar un golpe de Estado. Eso no ocurrió. Las Fuerzas Armadas, en lugar de insurreccionarse, reaccionaron con gran eficacia militar. El fusilamiento de cinco guardias nacionales en el tren del Encanto, los asesinatos de los doctores Julio Iribarren Borges y Alfredo Seijas, del mayor Francisco Astudillo Suárez, de los subtenientes José Agüero Alvarado y Dámaso Blanco Silverio produjeron una gran indignación en la sociedad venezolana. 

El fracaso de la insurrección urbana condujo a un repliegue táctico hacia las zonas campesinas. La mayoría de los insurgentes habían sido entrenados en Cuba, transmitiéndoles la experiencia de la Sierra Maestra. Además, recibieron el apoyo, tanto en armas como en oficiales y soldados, de las Fuerzas Armadas Revolucionarias cubanas. Al contrario, nuestras Fuerzas Armadas estaban entrenadas, organizadas y equipadas para la guerra regular. Esta debilidad inicial produjo graves reveses militares con un elevado costo en muertos y heridos. Recordaré algunas de esas emboscadas: La Vega, El Arco, El Paso, Cabure, El Cucharo, El Potrero, El Cepo, San José, El Mortero, Pueblo Nuevo, El Naranjal, crucero de Anaco y otras muchas. Aún así, los gobiernos democráticos establecieron la política de pacificación. 

No es posible olvidar, para rendirle tributo de respeto a su memoria, el nombre de algunos de los oficiales asesinados en dichas emboscadas: Miguel Ponce Lugo, Félix Álvarez Romero, Juan Bautista León, Abelardo Estrada Vale, Ernesto Sandoval Reverón, Andrés Moreno Uribe, Alberto Verde Graterol, Renato Aguilar Valdivieso, Luis Raúl Díaz y Lino Iribarren Forzán. Es curioso, que la propaganda del régimen hable exclusivamente de los combates de Cantaura, en donde murió el capitán Jesús Ávila Paolini, y del Caño Las Coloradas, olvidando todos los demás. Si se quiere ser justo al aplicar la ley contra el olvido, como la llaman, deben investigarse los responsables de todos los actos de violencia de ese período y no sólo aquellos que les conviene al chavismo. De todas maneras, eso es un absurdo.

domingo, 15 de mayo de 2011

LOS CINCO DE LINEA: ¿Quienes gobiernan en Venezuela?

LOS CINCO DE LINEA: ¿Quienes gobiernan en Venezuela?

http://www.cedema.org/uploads/lucha_armada_vnzla.pdf

¿Quiénes gobiernan en Venezuela?

http://www.neoliberalismo.com/archivo-rojo.htm
Lista parcial de guerrilleros que participan en el gobierno actual:


CARLOS LANZ RODRIGUEZ Secuestrador del industrial NIHOUS, actual asesor del Ministro de Educación y Comisario de DISIP.

DIEGO SALAZAR Guerrillero año 65-70, actual diputado del MVR.

ALI RODRIGUEZ ARAQUE Alias "Comandante Fausto". Guerrillero y experto en explosivos. Todos creían que Ali Rodriguez Araque era una persona sensata, y nos dimos cuenta ahora que es el mismo guerrillero a quien se le dió un tiro en una pierna en combate con nuestro Ejército.

GUILLERMO GARCIA PONCE Jefe idelogico de las guerrillas en los años 60-70, actual Jefe del Comité Politico de la Revolución.

ADINA BASTIDAS Dirigió ideologicamente la recluta para guerrillas en la UCV, fué asistente en Nicaragua del Min. del Interior Tomás Borges.

RAFAEL UZCATEGUI Guerrillero urbano, fué Vice-Pdte de la Asamblea Constituyente.

ELIAS JAUA Guerrillero urbano de la nueva generación, responsable de los ataques a las autoridades en la zona de la plaza Las 3 Gracias, UCV. Frustrado como embajador en Argentina.

FREDDY BALZAN Periodista y guerrillero en los años 65-70, actual embajador en Nicaragua. Vinculos con los Sandinistas.

RAFAEL VARGAS MEDINA Guerrilero urbano en los años 60, con jurisdicción en El Cementerio, Prado de María y El Valle, estuvo enjuiciado por la muerte de 6 policias. Fué sobreseido por gestiones de su hermano, un oficial del Ejército. Fué Ministro de la Secretaría y manipulador del IVSS, donde permanece su testaferro.

FREDDY BERNAL Fué expulsado de la EFOFAC por su tendencia comunista, de ahí viene su resentimiento social. Actual alcalde de Mun. Libertador, Caracas D.F.

ELIAS ELJURI Sub-Director del SENIAT. En los años 60-70 se mantenía en las zonas de Falcón para contactar las personas que debían integrarse a los grupos guerrilleros de La Azulita y Humocaro Alto. Aparece en el Album de Bandoleros que editó el Centro de Operaciones Conjuntas del Ministerio de la Defensa en la época de la lucha contra la guerrilla sostenida por el régimen cubano-castrista.

DR. RAMON MARTINEZ Actual Gobernador del Estado Sucre. Miembro de losgrupos izquierdistas de los años 60-70. Fue el Médico utilizado por la guerrilla del sector denominado EL BACHILLER, para atender a los lesionados en la zona.

WILLIAM FARIÑAS Oficial de la Aviación, que fue introducido a la Institución militar para cumplir funciones como miembro de BANDERA ROJA, posteriormente llegó al grado de Teniente Coronel y se alzó en fecha 27 de Nov. de 1992. Llegó a ocupar la Jefatura del llamado Fondo Unico Social (FUS). Tendrá que rendir cuenta de las apropiaciones realizadas en el llamado Plan Bolivar y Plan Siete Estrellas. Miembro de la izquierda radical.

WISMAR CASTRO SOTELDO Oficial de la Aviación, tambien introducido a la institución militar por los grupos izquierdistas. Fue Comandante del Grupo Mirage que se alzó el 27 de Nov. del 92. Siempre estuvo investigado por sus tendencias comunistas. Fue designado Presidente de AVENSA y actualmente actúa como Vice-Ministro de Turismo. Aspira al Ministerio de Infraestructura.

HECTOR NAVARRO Comunista confeso. Hijo de un oficial de las FAN. Actual Ministro de Educación Superior. Tiene vinculaciones con el gobierno Cubano y recibe asesoramiento del tambien guerrillero CARLOS LANZ RODRIGUEZ, quien funge como Comisario de la DISIP.

TAREK WILLIAM SAAB Comunista. Fué abogado de Douglas Bravo cuando los acontecimientos del 27N. Encubierto como defensor de los Derechos Humanos, supo penetrar al grupo chavista que lo llevó a la Asamblea Nacional.

LOS CAPITANES JEFES DEL MOVIMIENTO 4F: ROLAND BLANCO LA CRUZ, A. ROJAS SUAREZ, FLORENCIO PORRAS, PEDRO CARREÑO. Todos llevados a la institución militar como una estrategia de los grupos izquierdistas de los años 60-70. Estos oficiales tenían el compromiso de eliminar al Tcnel. Hugo Chavez F. si no respondía a los lineamientos de la Revolución.

TENIENTE LUIS VIELMA MORA Izquierdista infiltrado en la institución Militar. Amigo y compadre del General Ramón Santeliz Ruíz, única persona a quien Chavez, después de su rendición aceptó para entregarse. Santeliz formaba parte del grupo Los Notables, junto con el General Carlos Santiago Rodríguez, actual embajador en Colombia, siendo ambos, miembros del Grupo ARMA (Asociación Revolucionaria de Militares Activos) todos liderizados en su época por el Tcnel de la Aviación WILLIAM IZARRA.

TENIENTE (Ej.) ELIECER OTAIZA Otro izquierdista radical infiltrado en la institución militar, quien junto con Vielma Mora, y el Mayor Antonio Rodríguez (actual gobernador de Vargas), fueron ascendidos al grado inmediato superior y de inmediato pasados a retiro para asegurarles la pensión como retirados, luego fueron llevados a integrar la Asamblea Constituyente

martes, 19 de abril de 2011

FECHAS DE ALGUNAS EMBOSCADAS

FECHAS DE ALGUNAS EMBOSCADAS

ESTO ES HISTORIA:

05 de diciembre de 1964, emboscada ALTO EL CUMBE, Dtto. Boconó Estado Trujillo.

10 de diciembre de 1964, emboscada LAS AGUITAS en Obispos, Estado Barinas. Resulta muerto el C/2° JOSE DAVID RIVERO del Grupo de Caballeria Plaza N° 1.

14 de octubre de 1964, emboscada GUARAMACAL, Estado Trujillo.

03 de septiembre de 1964, emboscada MACUARE, Estado Falcón.

24 de febrero de 1964, emboscada SAN FERNANDO DE APURE, Estado Apure.

28 de septiembre de 1964, emboscada HUEQUE

Durante el mes de enero de 1965 fue desactivado el TO-1 y fue asignada la responsabilidad de la jurisdicción del Área de Operaciones al DESTACAMENTO PAEZ (DESTOPAEZ), en el Estado falcón. En el transcurso de las operaciones muere en un combate de encuentro el bandolero RIDER COLINA y es capturado el Teniente desertor TULIO MARTINEZ DELGADO.

29 de marzo de 1965, emboscada entre HUMOCARIO BAJO y EL CHARAL

22 de noviembre de 1965, emboscada YUMARE

03 de abril de 1965, emboscada CARRETERA DE CHABASQUEN

05 de marzo de 1965, combate de encuentro en QUEBRADA DE ORO, Dtto. Moran Estado Lara.

09 de abril de 1965, emboscada LAS VIRTUDES

09 de noviembre de 1966, emboscada SANARE, Estado Lara.

18 de octubre de 1966, emboscada CAMPO SOLO.

02 de noviembre de 1966, emboscada LOS MANGOS, entre Ospino y la Estación de Ospino, Estado Portuguesa.

09 de noviembre de 1966, emboscada LAS CASITAS

30 de abril de 1967, emboscada MACAIRA, Estado Guárico.

31 de octubre de 1967, emboscada LA TIGRA, Dtto. Caripe, Estado Monagas.

31 de octubre de 1967, ocurre un combate de encuentro con un grupo de bandoleros en la zona “LA TIJERA”, Estado Monagas, resultando muerto el bandolero ANTONIO JESUS HERNANDEZ.

25 de junio de 1967, emboscada VEGAS DE JIRAJARA, Dtto. Torres, Estado Lara.

01 de marzo de 1967, emboscada HOJA BLANCA, Dtto. Araure, Estado Portuguesa

02 de marzo de 1967, emboscada SAN JOSE DE GUARIBE, Estado Miranda.

09 de julio de 1967, emboscada LA VIRGEN, Dtto. Bruzual, Estado Yaracuy. }

09 de marzo de 1967, emboscada CUPIRA, Estado Miranda.

15 de octubre de 1967, emboscada TOTOREMO, Dtto. Urdaneta, Estado Lara.

18 de octubre de 1967, emboscada entre GUARAPO Y MACANILLA.

18 de octubre de 1967, emboscada GUATOPO, Dtto. Zamora, Estado Miranda.

19 de septiembre de 1967, emboscada LOS POZOS, Estado Yaracuy.

20 de abril de 1968, emboscada CABURE, Estado Falcón

05 de abril de 1968, emboscada FILA DE GARABOTE, Dtto. Ospino, Estado Portuguesa.

08 de junio de 1968, emboscada PUEBLO NUEVO DE LA SIERRA, también se conoce como SAN PABLO.

19 de febrero de 1968, emboscada BOCONOITO, Dtto. Portuguesa, Estado Portuguesa

19 de noviembre de 1976, combate de encuentro del BATACAZA ZARAZA, en el HATO LAS FLORES, resultado un soldado muerto y herido un sargento Segundo.

sábado, 2 de abril de 2011

LA VERDAD SOBRE EL CARACAZO

La verdad sobre el Caracazo 

Por Gen Carlos Peñaloza

*** En su visita a Venezuela para la toma de posesión de Carlos Andrés Pérez en 1989, Fidel Castro llegó con 300 hombres y un enorme volumen de armamento. Gente del entorno de Pérez le ayudó a actuar libremente, lo cual Fidel aprovechó para preparar la toma del poder a partir de la insurrección popular que se esperaba y que efectivamente estalló el 27 de febrero.

Durante la segunda mitad de 1988 se comentaba en susurros entre los operadores de inteligencia que algo “serio y grande” iba a pasar en Venezuela debido a la terrible situación económica que atravesaba el país. Los bajos precios del petróleo y las graves acusaciones de corrupción creaban un ambiente pre-insurreccional. Las elecciones presidenciales y las celebraciones navideñas bajaron un poco la tensión en diciembre. Aun así, durante ese mes la DISIP y la DIM alertaron de nuevo al presidente Lusinchi sobre la posibilidad de un estallido social. El incremento del trasiego clandestino de armas por parte de grupos subversivos de extrema izquierda y la detección de comunicaciones en clave por parte de oficiales sospechosos de pertenecer a la logia militar que Fidel había infiltrado eran signos preocupantes. Para Lusinchi fue un alivio entregar la banda presidencial a Carlos Andrés Pérez el 2 de febrero de 1989.

La “coronación”, como se llamó la fastuosa ceremonia de investidura, fue una ofensa para el empobrecido pueblo llano. Pero CAP estaba eufórico y tenía grandes planes. La presencia de importantes líderes internacionales le indicaba que aun tenía peso mundial. Ni la presencia de Fidel Castro le robó el show. Pero Fidel tenía otras preocupaciones. Estaba perdiendo el apoyo soviético y necesitaba ayuda de Venezuela. CAP le dio largas y Fidel no se mostró muy feliz con el trato recibido. Al líder cubano le quedo claro que había que recurrir al plan alterno que implicaba adelantar el golpe cuartelario que venía preparando por varios años, reemplazándolo por una operación cívico militar aprovechando la inminente explosión popular que se vaticinaba.

A fin de apertrechar y fortalecer las fuerzas insurreccionales Fidel vino acompañado por más de 300 personas en tres aviones de la aerolínea cubana. Este excesivo séquito que supuestamente venía a la coronación, en realidad tenía una función de logística militar. Gracias a coordinaciones con agentes en el alto gobierno la comitiva y su carga mortal pasaron sin chequeo por la aduana de Maiquetía con un lote de pesadas cajas. El manifiesto de embarque revelaba que contenían armas para el equipo de seguridad de Fidel. De acuerdo con el volumen el equipo de seguridad debería estar compuesto por más de 280 personas, lo cual pareció excesivo al encargado de la aduana. Al chequear con su supervisor fue informado que había instrucciones de dos ministros de CAP y de su jefe de seguridad civil de no revisar el equipaje.

La comitiva de Fidel se acuarteló en el hotel Eurobuilding. Dos días antes el G2 cubano
había tomado el control de la seguridad del edificio. Ese hotel fue por una semana territorio cubano en Venezuela y todos sus accesos eran controlados por fuerzas de seguridad fidelistas. Inclusive el personal de cocina y de limpieza fue traído expresamente de Cuba. El único venezolano en esas instalaciones fue el general Herminio Fuenmayor, quien por propia solicitud había sido nombrado por CAP edecán venezolano del dictador. Fuenmayor fue mantenido bien entretenido por la gente de Fidel y sus informes a CAP nunca revelaron nada irregular en la delegación cubana.

Las informaciones obtenidas a nivel de inteligencia indican que durante su permanencia en Caracas, Fidel sostuvo varias reuniones secretas. Estaba angustiado ante la pérdida del apoyo soviético y necesita urgentemente otra fuente de ingresos. Hasta ahora todos los intentos que había hecho para apoderarse de Venezuela habían fracasado -los alzamientos militares de Carúpano y Puerto Cabello, la guerrilla urbana, la guerrilla rural. Ante el éxito de la pacificación realizada por Caldera en los años 70, decidió volver al punto de partida penetrando poco a poco al Ejército. Este plan era de largo plazo. Para tomar el gobierno había que esperar que hubiese cierto número de infiltrados en comando de tropas.

El G2 tenía penetrada a la DISIP y a la DIM. Con la información provista por estos agentes y por los líderes locales de la izquierda insurreccional conocieron la inminencia de un estallido social en Venezuela. Antes de salir de Cuba Fidel fue informado que el estallido era inevitable por las medidas económicas neoliberales que pensaba aplicar CAP. La idea alterna de aprovechar la revuelta popular, instigarla, promoverla y apoyarla con armas y otros insumos logísticos, empezó a tomar fuerza. De esa manera no habría que seguir esperando a que la logia estuviera lista para alzarse y los militares golpistas no tendrían demasiado poder.

Cuando el gobierno activara el Plan Ávila y concentrara las tropas en Caracas, los oficiales infiltrados se insubordinarían y se unirían a la protesta popular. El gobierno caería y se formaría una junta compuesta por militares infiltrados y lideres de izquierda radical. Este nuevo gobierno empezaría a trabajar para crear una confederación que uniera inicialmente a Cuba con Venezuela.

Esta idea se discutió en el Eurobuilding con algunos de los actores venezolanos en la rebelión. Caso de explotar la revuelta popular, la orden para ejecutar el plan seria dada por Fidel. A los políticos les gustó la idea, a los militares no. Alegaron que aun no tenía el control necesario en sus unidades. Los civiles arguyeron que no hacía falta todo el Ejército porque ellos tenían suficientes armas y podrían ser un freno para la porción del Ejército que se resistiera. A todas estas la visita de Fidel a Venezuela terminó. Nunca se supo si todos los cubanos que ingresaron se fueron ni si se llevaron todas las armas que trajeron.

Tres semanas después de la partida de los cubanos, el 27 de ese mismo mes, ocurrió el estallido. Los oficiales de la logia fueron sorprendidos al punto que no pudieron tomar ninguna acción para impedir que el Plan Ávila se pusiera en práctica. Los jefes civiles de la insurrección sorprendidos al ver la poblada tomar las calles pensaron que la orden de operaciones se había activado y empezaron a distribuir armas y municiones. Un disciplinado grupo de francotiradores, incluyendo cubanos, con armas de largo alcance y miras telescópicas, se apostaron en edificios y lugares elevados frente a Fuerte Tiuna para impedir la salida de unidades del Ejército hasta que les llegaran noticias que el control había pasado a manos de los insurrectos. Esta noticia nunca llegó.

Cuando el Ejército salió a la calle empezó a recibir fuego graneado de francotiradores desde edificios cercanos mientras en la calle se iniciaban anárquicos saqueos. Al llegar las tropas del Ejército a estos lugares fueron recibidos a tiros por infiltrados dentro de los saqueadores. Los soldados que habían salido a controlar una rutinaria misión de control de motines callejeros se encontraron con una operación de combate en localidades de envergadura. La fuerza enemiga era una guerrilla bien armada, organizada y disciplinada que se ocultaba tras los saqueadores y disparaba a matar. Los soldados reaccionaron con aplomo y respondieron como fueron entrenados. Es posible que en medio del combate se haya perdido la disciplina de fuego y se haya usado más violencia de la necesaria. En todo caso la paz fue restablecida, pero ocurrieron muchas bajas. Hubo muertos y heridos entre los guerrilleros y el Ejército, pero lamentablemente también entre los civiles que participaban en los saqueos o que transitaban por los alrededores. Poco a poco se impuso la superioridad de fuego de los militares y la paz fue restablecida.

***La fusión de la economía venezolana con la cubana era la única esperanza de Fidel para seguir adelantando su magno proyecto de formar un imperio comunista en Hispanoamérica. La Unión Soviética le estaba retirando el apoyo económico que por décadas había mantenido en pie el régimen castrista y para seguir adelante el apoyo venezolano era indispensable.

Hoy, 22 años después, los derrotados el 27 de febrero detentan el poder en Venezuela. Desde allí promueven acusaciones contra los militares que dirigieron las operaciones en defensa del Estado. Estas acusaciones tienen un blanco equivocado. El promotor del “Plan B” fue Fidel. Los cabecillas de la insurrección popular estaban en alerta desde antes del 27F. Los combatientes estaban armados y sabían cuál era su misión. La orden era “tirar a matar”.

El plan se ejecutó por error de uno de los líderes comunistas quien al ver las manifestaciones de protesta popular pensó que la orden se había impartido iniciando la operación que produjo la masacre. Ante esta orden la guerrilla urbana salió al combate y fue la primera en abrir fuego. Las fuerzas armadas respondieron al ataque. Desde que ocurrió este trágico error los cubanos han tratado de desviar la atención culpando a las Fuerzas Armadas venezolanas del hecho. En esta oportunidad la contrainteligencia del G2 tiene la audacia de promover marchas conmemorativas en Caracas habiendo sido ellos los promotores de la violencia. De no haber salido a la calle las tropas de choque comunistas armadas y con orden de disparar no habría ocurrido la tragedia. La protesta popular habría podido ser canalizada y dominada sin pérdidas de vidas y la sangre no hubiera llegado al rio.

Entre los fallecidos estaba un buen amigo mío, el mayor Felipe Antonio Acosta Carles. Sin yo saberlo, este oficial compañero de Chávez era a la vez parte importante de la conspiración. Luego me enteré que Chávez temía el ascendiente de este líder militar que era un guerrero de excepción. El día del Caracazo las unidades del Fuerte Tiuna que vigilaban el perímetro fueron relevados con cadetes de las Escuelas Militares. Los cadetes empezaron a ser hostigados con armas largas por francotiradores. Acosta se ofreció como voluntario para ir a tomar un nido de francotiradores que ponía en peligro a los cadetes. Los guerrilleros se habían instalado en un cerro frente a la alcabala de acceso del fuerte a la Carretera Panamericana. Acosta salió a cumplir su misión acompañado por una escuadra de soldados y dos suboficiales. Todo el personal portaba chalecos antibalas. En este intento Acosta perdió la vida cuando un balazo lo atravesó. Esto indica que el francotirador que lo abaleo usaba munición especial capaz de perforar chalecos antibalas. Chávez especula que el general Heinz lo mandó a matar. Este es un pésimo homenaje a quien fue uno de los mejores oficiales que conspiraron con él. Fueron las fuerzas controladas por Fidel las que asesinaron a Acosta. A todas estas Chávez que laboraba en Miraflores para la fecha dice que él estaba “enfermo” y no se reportó a su oficina.

Al Ejército se le ha acusado de actuar con exceso en el cumplimiento de esta misión. Es muy difícil definir qué pudo ser excesivo bajo el intenso fuego de francotiradores y terroristas armados que acompañaron al saqueo. Los conspiradores dentro del Ejército fueron tomados por sorpresa y no llegaron a actuar. Los civiles comunistas se emplearon a fondo pensando que el día “D” había llegado. Cuando se dieron cuenta que no era el caso ya estaban empeñados en combate y no había marcha atrás. Si hubo exceso, provino de ambos bandos y no puede haber un solo culpable.

Los mandos castrenses responsables por la operación, incluyendo a los generales Ítalo del Valle Alliegro, Manuel Heinz y otros agregados recientemente a esa lista, cumplieron la orden presidencial de aplicar el Plan Ávila. Este plan no preveía intensos combates callejeros contra fuerzas civiles bien armadas y organizadas. La operación asumía la existencia de manifestaciones populares desarmadas o con armas ligeras que habían desbordado a la policía. Estas situaciones son dominadas fácilmente por las fuerzas militares, pero el Caracazo fue un combate en localidades contra un grupo fuertemente armado. La culpa de la violencia fue de los comunistas que para tomar el poder enviaron al combate a ciudadanos entrenados con armas de fuego e instigaron al pueblo desarmado para que los acompañara. Este suceso puede ser calificado de muchas maneras, pero nunca como un acto “espontáneo”. Fue un acto fríamente calculado por Fidel y aceptado por los oficiales guerrilleros que lo pusieron en práctica.

Aunque no tuve mando de tropa en esa operación –era Jefe de Estado Mayor del Ejército-, quienes estaban al frente de las operaciones eran mis compañeros de generación o mis subalternos en alguna ocasión. Entre los combatientes que envió el ejército a las calles estaban los oficiales de la logia conspiradora y algunos de ellos dieron la orden in situ de disparar en defensa propia y para preservar la seguridad del Estado. Luego de los sucesos en el Estado Mayor evaluamos lo que había ocurrido, basándonos en informaciones concretas y llegamos a ciertas conclusiones. En esa experiencia fundamento esta nota escrita para la revista Zeta. Y por ese conocimiento considero que gracias a sus militares ese día Venezuela no perdió la libertad a manos de Fidel.

jueves, 31 de marzo de 2011

Desembarco cubano en Machurucuto, 1967. Demetrio Boersner

Tal Cual, 31 de agosto de 2001

Desembarco cubano en Machurucuto, 1967
Demetrio Boersner



Luego del derrocamiento de las dictaduras de Marcos Pérez Jiménez (1958) y de Fulgencio Batista (1959), los pueblos democráticos de Venezuela y de Cuba se sintieron íntimamente unidos en un anhelo común de liberación latinoamericana. Lamentablemente, su alianza se rompió a partir de 1961 por los caminos ideológicos y estratégicos diferentes que escogieron sus respectivas fuerzas gobernantes, en parte por voluntad subjetiva y en parte impulsadas por las circunstancias objetivas del momento histórico. Para 1962, ya había cundido entre los dos bandos la violencia armada. Esa situación perduró hasta 1968, año en que Cuba revisó su política exterior.

En muy tempranas horas de la mañana del viernes 12 de mayo de 1967, me llamó con urgencia el canciller venezolano, doctor Ignacio Iribarren Borges, y me pidió acudir a su despacho con la mayor prisa. Yo era, en esa época, su asesor político personal y además disfrutaba de la confianza del presidente Leoni. Me enteré de que, en la noche del miércoles 10 al jueves 11 de mayo, nuestro Ejército había capturado a dos miembros activos de las fuerzas armadas cubanas en el acto de desembarcar a guerrilleros venezolanos entrenados en Cuba, en la playa de Machurucuto, frente al extremo oriental de la Laguna de Tacarigua. Otro militar cubano había muerto durante la operación. Los cubanos capturados -primer teniente Manuel Gil Castellanos y miliciano Pedro Cabrera Torres- habían sido interrogados por el SIFA (hoy en día denominado DIM) y habían firmado confesiones que serían dadas a conocer a la prensa. Yo debía encargarme del manejo diplomático del asunto, y trabajar en coordinación con el ministro del Interior, Reinaldo Leandro Mora, el ministro de la Defensa, general Ramón Florencio Gómez, y el general Martín Márquez Añez.

El día lunes 15 de mayo, acompañé al canciller a una reunión en la que participaron, además del presidente Raúl Leoni, los señores Leandro Mora, Iribarren Borges, Gonzalo Barrios, Luis Beltrán Prieto Figueroa, Jóvito Villalba, Jaime Lusinchi, Manuel Mantilla, Pedro París Montesinos, Raúl Nass, David Morales Bello, general Ramón F. Gómez, general Márquez Añez y otros. Todos los participantes -incluidos los doctores Jóvito Villalba y Luis Beltrán Prieto- estuvieron acordes en denunciar a Cuba ante la comunidad internacional, por intervención o agresión militar contra Venezuela. En cambio hubo matices con respecto a la forma de proceder y el alcance de nuestra denuncia. Al final se acordó por consenso: solicitar una reunión de consulta de la OEA sobre la base de los artículos 39 y 40 de su Carta, absteniéndonos de invocar el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca. Igualmente se decidió hacer llegar la denuncia, a título informativo, a las Naciones Unidas.

A propósito de ese proceder moderado, me dijo el general Márquez Añez con preocupación, en conversación privada: "Los generales comprendemos que los medios de acción diplomáticos son limitados. Pero en alguna forma deben ustedes demostrar que se está defendiendo lo que el poeta llama el sagrado suelo de la patria. Así lo siente el pueblo. Y hay subalternos nuestros que no tolerarían que sus superiores, responsables de la defensa nacional, tuviesen una actitud pasiva.

Dirán: '¿Para qué sirven entonces estos generales?'" La OEA envió a Venezuela una comisión investigadora que durante los días 24 y 25 de junio realizó inspecciones imprevistas, y recibió de mis manos un informe y planteamiento general que redacté a su solicitud. Ese documento sirvió de base para que una reunión de cancilleres de la OEA, posteriormente, condenara la injerencia cubana en Venezuela.

Afortunadamente, la rectificación castrista del año siguiente cambió el panorama de las relaciones venezolano-cubanas y abrió el camino a una convivencia normal, que debería ser de respeto y amistad, sin desconocer las profundas diferencias entre los dos modelos.

Los resucitados del Cocal de los Muertos por Antonio Sanchez García

Antonio Sánchez García


ND

Los resucitados del Cocal de los Muertos [1]

7 January, 2011

“¿Quién iba a creer que la invasión, frustrada por la acción de nuestras fuerzas armadas y la decisión y el coraje de nuestra clase política, tendría éxito cuarenta años después, sin disparar un solo tiro y sin poner un solo hombre en las playas venezolanas? Quiso el destino que esta apetecida Nación enfermara de estupidez y pusiera al frente del gobierno a un militar inescrupuloso y felón, que no sólo le entregaría la república al tirano de La Habana, sino que lo financiaría para conseguirlo. Si no lo cree, entérese por los medios. El mismo fracasado comandante Soto Rojas es el actual presidente de la Asamblea.”

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El sueño eterno de Fidel Castro desde su asalto al Poder fue apoderarse del petróleo venezolano. Luego de la rotunda negativa del recién electo Rómulo Betancourt a regalarle una sola gota, como se lo señalara en una extenuante reunión celebrada en Caracas en enero de 1959, en que quedara en claro que una enemistad irreconciliable los separaría de por vida, los dados estaban echados. Tarde o temprano, la mano del comandante Castro se extendería hasta Venezuela, incidiría sobre sus desarrollo político y de una u otra forma, con la ayuda de las armas o del destino, terminaría por extender su revolución sobre la principal reserva estratégica de Occidente.

Desde entonces, hace cincuenta y dos años, no cesó en su tarea de zapa de la institucionalidad de la recién estrenada democracia venezolana, que se erguía como la única alternativa real al foquismo castrista para un continente desorientado que perdería en sus empeños y embates castristas de este último medio siglo a varias generaciones de argentinos, uruguayos, chilenos, bolivianos, peruanos, ecuatorianos, colombianos, guatemaltecos, nicaragüenses, salvadoreños. Miles de jóvenes latinoamericanos ofrendados en la locura teledirigida desde La Habana y la mano extendida de la Unión Soviética y China.


Inmediatamente después de regresar a La Habana con la cola entre las piernas, comenzaron sus esfuerzos por entroncarse con la izquierda venezolana, la del Partido Comunista de Teodoro Petkoff y Pompeyo Márquez, siempre fiel a los lineamientos dictados por la Unión Soviética, y la que poco después, el 9 de abril de 1960, se desgajaba de AD y conformaba el MIR, con Américo Martín, Moisés Moleiro, Simón Sáez Mérida, Héctor Pérez Marcano. A la vera de esas dos principales ramas del comunismo venezolano, sobrevivieron los remanentes de un extremismo militarista vinculado a las fuerzas armadas desde la lucha contra la dictadura de Pérez Jiménez, en torno a la figura de Douglas Bravo. La clase política venezolana, a poco andar su vigoroso esfuerzo democrático, de gran y ejemplarizante incidencia en los destinos de América Latina, se partía en dos bloques: el inmensamente mayoritario de los grandes partidos históricos – AD y COPEI, fundamentalmente – fiel al proyecto de fundar la república liberal democrática sobre las bases establecidas por sus líderes históricos – principalmente por Rómulo Betancourt – y una minoría de extrema izquierda, vanguardista y decisionista al extremo, que insistió en boicotear y destruir ese esfuerzo tras la ilusión de reproducir en nuestro país los fastos de la revolución cubana. Consciente de que jamás alcanzaría el poder por la vía electoral y sin contar con un algún factor histórico imponderable: la crisis económica, social y política del país y/o la emergencia de algún Mesías uniformado.

2

Contando con el apoyo de importantes sectores de las fuerzas armadas, esas fuerzas de extrema izquierda protagonizaron los cruentos cuartelazos de Carúpano (2 de Mayo de 1962) y Puerto Cabello(2 de junio de 1962), saldados con centenas de muertos y graves pérdidas materiales. Y fieles al propósito de boicotear la consolidación del sistema democrático, buscaron impedir la realización de las elecciones presidenciales de 1963 mediante la violencia. Castro, atento al proyecto, envió una tonelada de armas, perdidas en las costas de Falcón. Después de ser derrotado el abstencionismo con una participación electoral de más del 90% tuvo perfectamente claro que la consolidación de la democracia venezolana pondría un dique a su expansionismo imperial y lo obligaría a mantener su revolución en los confines de su aislamiento geográfico. Fue cuando decidió apostar todas sus cartas al derrocamiento del régimen democrático, el desarrollo de la lucha armada según los parámetros de la guerra de guerrillas librada en Cuba contra Fulgencio Batista y el asalto al Poder para instaurar una dictadura comunista en Venezuela.

He insistido en señalar que la aventura desesperada del Ché Guevara en Bolivia, que corre en paralelo a las invasiones del castrismo en Venezuela, fue más una escaramuza distractiva que un movimiento estratégico por sentar una cabecera de playa en el continente e iniciar la conquista de la región. A este último y ambicioso proyecto de expansionismo continental subordinó Fidel Castro todas las acciones que emprendió conjuntamente con la izquierda extrema venezolana. La joya de la corona no era un país pobre y desarticulado, perdido en las selvas y planicies del corazón del continente, con una extensa población indígena afincada en el más remoto pasado, sino un país joven en plena efervescencia política, recién liberado de una dictadura como la de Batista mediante un movimiento insurreccional, con hondos sentimientos libertarios e igualitarios, con un corazón definitivamente situado a la izquierda de las querencias políticas, con amplias y cercanas costas como para montar una invasión armada en toda regla, dominando el frente norte del continente y vinculado por ríos y llanos con Colombia, en donde ya florecía la guerrilla de Manuel Marulanda Vélez, alias Tirofijo. ¿Por qué no apostar a una gran Colombia marxista leninista y hacerla extenderse montada sobre una oleada de petróleo por la América del Sur?

La extrema izquierda venezolana no esperó el impulso de Fidel Castro para irse al monte y montar sus frentes guerrilleros en los estados Falcón, Miranda, Anzoátegui, Monagas, Sucre y Lara. Y compitiendo por conquistar el apoyo estratégico y logístico así como el necesario financiamiento de la Secretaría América del Estado cubano – encargada de coordinar las acciones político militares en el continente – transmitieron a la jefatura castrista las leyendas de su exponencial crecimiento, su cercanía inmediata a los centros urbanos y la inevitabilidad de una próxima conquista del Poder. Fue entonces que Castro, definitivamente orientado hacia la expansión mundial de su proyecto político celebra la famosa Conferencia Tricontinental, en enero de 1966, propone y acuerda con la dirigencia del MIR y de las fuerzas de Douglas Bravo – ya el PCV se había separado definitivamente de la vía insurreccional – dar su pleno respaldo a una invasión con fuerzas combinadas cubano venezolanas a territorio venezolano.

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Dicha invasión tuvo lugar en dos fases. La primera, en junio de 1966, y luego de meses de preparativos bajo las directas instrucciones del propio Fidel Castro, comportó la presencia de 15 combatientes de élite del ejército cubano comandados por el entonces capitán Arnaldo Ochoa Sánchez, convertido posteriormente en héroe del ejército cubano tras sus éxitos en África y fusilado veintidós años después por Fidel Castro, cuando de vuelta de sus campañas africanas apuntara como el prospecto de la Perestroika para suceder a Castro en el Poder e iniciar un proceso de transformaciones. Contando con un único participante venezolano: Luben Petkoff. Desembarcaron en Chichiriviche en junio de 1966 para incorporarse al frente comandado por Douglas Bravo. La segunda tuvo lugar en mayo de 1967, conformada por cuatro milicianos venezolanos – Héctor Pérez Marcano, Moisés Moleiro, Américo Silva y Eduardo Ortiz Bucaram – y cuatro altos oficiales cubanos: Ulises Rosales del Toro, Raúl Menéndez Tomassevich – ambos miembros del Estado Mayor y altos funcionarios del régimen – Silvio García Planas y el doctor Harley Borges. Desembarcaron en el Cocal de los Muertos, algunas millas al oriente de Machurucuto, para incorporarse al frente de El Bachiller, comandado por el mirista Fernando Soto Rojas, alias comandante Ramiro.

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El resto es la historia de un patético, lamentable y estruendoso fracaso. Cuatro de los soldados cubanos que sirvieron al desembarco en el Cocal de los Muertos fueron arrastrados por el oleaje hasta Machurucuto, donde uno desapareció y tres fueron capturados. Uno de ellos, Tony Briones Montoto, fue fusilado en el sitio para verse redimido cuarenta años después por un busto conmemorativo – Dios sepa por qué acción heroica – alzado bajo la mirada y el auspicio del ex capitán de aviación William Izarra, padre del tristemente célebre periodista Andrés Izarra. Otro se suicidó en las mazmorras de la Digepol. Mucho antes de esa fatídica madrugada del 8 de mayo y sin que los invasores tuvieran la menor noticia Soto Rojas había huido de El Bachiller con los pocos hombres que sobrevivieran a la cacería de los zapadores venezolanos, para ir a refugiarse en el Parque Nacional Guatopo. Sin otra intención que reponer sus fatigas, sus derrotas y sus graves enfermedades. De sus centenas de guerrilleros habían sobrevivido en pésimas condiciones 21 combatientes, desesperados y confundidos, decididos a volver cuanto antes a Caracas para reponerse de la malaria, la disentería, la desnutrición, la leihmaniasis y las heridas. Allí, en Guatopo, se encontraron con los ocho invasores, que los alcanzaran tras una penosa y desesperada travesía de más de dos meses de hambre, desesperación y locura.

Obligados a dejar el lugar, partir hacia otros frentes los venezolanos y volverse a La Habana los moribundos comandantes cubanos, montaron una única y muy frustrante emboscada asesinando a unos desprevenidos soldados venezolanos que se desplazaban por la carretera cercana en un jeep del ejército. Ese fue el heroico acto de quien había dirigido el asesinato masivo de los guerrilleros anti castristas en El Escambray, Raúl Menéndez Tomassevich, ya fallecido, y de quien fuera ministro de azúcar y hoy uno de los más fieles hombres de Raúl Castro, Ulises Rosales del Toro. Éste último juez instructor de la causa que condenara a muerte al comandante Arnaldo Ochoa Sánchez y al coronel Tony de la Guardia.

Aunque Usted no lo crea, fueron compañeros de esta sórdida y desmarañada aventura venezolana. En el mismo lapso transcurrido hasta el regreso de los patéticos invasores del Cocal de los Muertos, Ochoa Sánchez y sus quince compañeros habían recibo la orden perentoria de Fidel Castro de volverse a La Habana. La operación se saldaba con un brutal fracaso. Una derrota en toda la línea.

¿Quién iba a creer que la invasión, frustrada por la acción de nuestras fuerzas armadas y la decisión y el coraje de nuestra clase política, tendría éxito cuarenta años después, sin disparar un solo tiro y sin poner un solo hombre en las playas venezolanas? Quiso el destino que esta apetecida Nación enfermara de estupidez y pusiera al frente del gobierno a un militar inescrupuloso y felón, que no sólo le entregaría la república al tirano de La Habana, sino que lo financiaría para conseguirlo. Si no lo cree, entérese por los medios. Ese mismo fracasado comandante Soto Rojas, absolutamente desaparecido de la escena política durante cuarenta años, es el actual presidente de la Asamblea. Es uno de los resucitados del Cocal de los Muertos.

[1] Véase LA INVASIÓN DE CUBA A VENEZUELA, Antonio Sánchez García y Héctor Pérez Marcano, Los libros de El Nacional, Caracas, 2007.