sábado, 12 de noviembre de 2011

Los fusilamientos del Presidente de la AN

Los fusilamientos del Presidente de la AN

Gen Carlos Peñaloza 12 Noviembre, 2011
           
El Presidente de la Asamblea Nacional, Fernando Soto Rojas, comandó operaciones en El Bachiller en las cuales sus guerrilleros fusilaron soldados y campesinos a quienes habían tomado prisioneros. A él se le debería aplicar la “Ley de no olvido”.
Según el Presidente de la Asamblea Nacional, Fernando Soto Rojas, la Ley Contra el Silencio y el Olvido no busca sembrar el odio. Sin embargo, la forma como se la ha planteado indica que se prepara el terreno para acusar a un militar inocente como chivo expiatorio de un crimen no cometido.
El propio Fernando Soto Rojas ha explicado que esta ley tiene un significado especial para él, debido a que su hermano Víctor Soto Rojas fue asesinado al ser lanzado de un helicóptero cuando era guerrillero en la década de los 60. Esta afirmación ya indica que estamos ante una ley personalizada, que no persigue un fin general de justicia sino la reparación de un daño específico.
En los dos artículos anteriores expusimos los hechos en torno a la muerte del guerrillero Víctor Soto Rojas. Ahora veremos lo que corresponde a la etapa posterior a su muerte.
Fernando Soto Rojas obtuvo de su propia familia la información sobre el supuesto asesinato de su hermano Víctor. Su madre, la señora Rosa Rojas de Soto, dio declaraciones sobre el caso al bloguero Aldemaro Barrios Romero, el 12 de julio de 2007, cuando la dama ya tenía 104 años de edad, un año antes de su muerte. En esa entrevista la anciana señora relata cómo se enteró de la supuesta forma en que murió su hijo Víctor. La conversación que fue publicada en internet bajo el sugestivo título de “Testimonios desde la tortura” puede leerse enhttp://aldemarobarriosromero.blogspot.com/2007/07/testimonios-desde-la-tortura.html. Entre los párrafos más impactantes de lo que la madre de los hermanos Soto Rojas dice en esa entrevista citaré los siguientes:
“Mi hijo Víctor Ramón se me graduó y se desapareció, hasta que encontré un señor militar que me dijo: “Mire señora, yo todos los días abro el periódico y la veo a usted buscando a su hijo. No lo busque, yo lo boté, me mandó el gobierno de Raúl Leoni a botarlo en un helicóptero y no sé dónde cayó. Yo no me acuerdo del nombre de ese señor –dice la anciana. Era militar, pero un militar bueno”.
Durante este año 2011, otras persona, la señora Pura Soto Rojas, hermana de Fernando Soto Rojas y del fallecido Víctor, ha estado dando declaraciones sobre el mismo tema a algunos medios del Gobierno y a blogs publicados por activistas comunistas. Su versión es similar a la de su madre, pero hay una diferencia importante. Por ejemplo, sus declaraciones al bloghttp://www.sabinabecker.com/2011/06/dont-keep-looking-for-your-brother-they-threw-him-from-a-helicopter.html y las que dio a http://www.aporrea.org/ddhh/n182823.html
En esas entrevistas, Pura Soto Rojas dice que su hermano Víctor desapareció el 27 de julio de 1964, fecha en que fue arrestado por los militares. En ese momento la familia inició la búsqueda de su hermano en la Guardia Nacional, Digepol y el comando del Teatro de Operaciones en el Guapo, sin encontrar huella alguna.
Cuando la bloguera le pregunta: “¿Cómo supo Ud. lo del helicóptero?”, Pura Soto Rojas respondió:
“Yo estaba estudiando sicología en la UCV. Un día un soldado vino a la FCU buscándome y me dijo: A su hermano lo llevaron al campamento militar y lo torturaron. Yo le puse unos shorts sobre su cabeza y lo llevamos a un helicóptero con el teniente José Tomas Rojas Graffe. Durante el vuelo el prisionero fue lanzado al vacío”.
“Años más tarde –continúa la hermana del guerrillero fallecido-, en 1980, vi en televisión la foto del policía Rafael Ledezma, “El monstruo de Mamera”, (autor de la muerte de tres jóvenes, N. de la R.), y lo reconocí como la persona que me había dado la información. Después me enteré que este individuo (el famoso “Monstruo de Mamera”, sicópata autor de varios crímenes, al ser detenido confesó entre sus crímenes el asesinato de Víctor”.
En la entrevista de aporrea del 13/6/11 la señora Pura Rojas dice que hay un militar llamado Herbero Faul que dijo que al revisar el helicóptero se dio cuenta que lo habían chocado contra una ceiba en Guatopo cuando cargaban a su hermano. En primer lugar Faull no es (o fue militar). Fue contratado como ingeniero la Fuerza Aerea en los años 70 después de la muerte de Víctor. Posteriormente se comprobó que no era ingeniero y fue retirado. Al salir denunció el supuesto caso de la chatarra militar y luego se exilio. Esta persona tiene un record de problemas mentales incluyendo mitomanía. Faull cree ser un gran inventor y que salvaría al mundo. Faull cree en sus propias mentiras. En internet aparece un artículo indicando Faull murió asesinado en España. Este comentario no está confirmado pero puede leerse en el blog de José Ortega haciendo que tiene la siguiente dirección:http://nisir.wordpress.com/2011/07/17/el-hombre-que-podia-haber-salvado-el-mundo-ha-muerto/.
Probablemente la entrevista de Pura con el militar que señaló al teniente Rojas Graffe ocurrió a fines de los años 60 o comienzos de los 70. Pura pudo haber comentado el tema con su madre. Es extraño que su mamá haya esperado tantos años para hacer público este hecho que la afectaba tan directamente. Este periodo de espera incluye los primeros 8 años del gobierno del presidente Hugo Chávez. La avanzada edad de la señora madre, aunada al reconocimiento de su hija Pura de que quien le contó la falsa historia fue “El monstruo de Mamera” o el mitómano Herbert Faull, quita todo valor a esta versión y da pie a pensar que el asesino confeso, “El monstruo de Mamera” o Herber Faull, buscaban acusar a otra persona del crimen. AL hacerlo no notaron que el teniente Rojas se hallaba fuera del teatro de operaciones para el momento en que el supuesto crimen fue cometido. Hay pruebas documentales oficiales y testigos que señalan fehacientemente que Rojas Graffe no estaba en el lugar de esos hechos en el momento en que ocurrieron.
Espero que este proceso no se convierta en el equivalente venezolano del caso Dreyfus. En ese caso en Francia el capitán Alfred Dreyfus, de origen judío, fue acusado falsamente de espionaje y condenado. Posteriormente un artículo del famoso escritor Emile Zola en 1898 reveló la verdad demostrando que en el trasfondo de la acusación estaban las profundas divisiones existentes en el seno de la tercera república francesa. Ese caso se convirtió en un símbolo de la perversidad y el odio en nombre de la razón de Estado. No pretendo ser un moderno Zola; solo deseo que brille la verdad y se haga justicia. Ojalá que en este caso de acuerdo con la Ley Soto Rojas se nombre una comisión de la verdad balanceada políticamente, compuesta por personas honestas, para establecer exactamente lo ocurrido.
Debo aclarar que la Ley Soto Rojas contra los delitos y torturas cometidos durante 1958-1998 abarca solo al periodo de la 4a república, dejando fuera a propósito el periodo de gobierno del Presidente Chávez. En este lapso ocurrieron los golpes del 4F y 27N de 1992 y otros hechos violatorios de los derechos humanos y el Derecho de la Guerra, cometidos por algunos miembros de las guerrillas comunistas en los años 60 y 70. Como casos insignias de esos incidentes me limito a mencionar el salvajismo y crueldad de la emboscada del Cepo de 1966 en el distrito Morán del Estado Lara y la toma del canal 8 el 27N. En la emboscada del Cepo un convoy militar fue detenido por explosiones de dinamita y luego acribillado el personal en los vehículos. Antes de retirarse los insurgentes dieron tiros de gracia a los heridos procediendo luego a cortarles los testículos para introducírselos en sus bocas. En el canal 8 varios guardias nacionales y vigilantes fueron asesinados a sangre fría luego de ser capturados por las tropas alzadas. Finalmente al mismo Presidente de la Asamblea y promotor de la ley contra el olvido debe recordársele que el ordenó en El Bachiller el fusilamiento de varios guerrilleros y campesinos, sin formula de juicio. Además él comandó operaciones contra el Ejército y la Guardia Nacional donde algunos prisioneros fueron fusilados despiadadamente. La comisión de la verdad deberá conocer de todos esos casos.