sábado, 3 de abril de 2010

EL EXPEDIENTE ROJO

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CAPITULO VII 14. Emboscada "Bajo La Cruz" 28 de Abril de 1978

14. Emboscada “Bajo La Cruz, efectuada por el grupo bandera roja a una compañía del Batallón de Cazadores “Coronel Vicente Campo Elías Nº 62”, en el sitio bajo la cruz, estado Anzoátegui el día 28 de abril de 1978.

Durante el mes de abril de 1978, el Comando de la Fuerza Específica Uribante  (FEU) (*) , ubicado en Buena Vista, a 10 kilómetros de la población de ANACO, dirigió operaciones de rastreo e inteligencia, en los Estados GUÁRICO, ANZOATEGUI, MONAGAS y SUCRE a través de los Comandos Operacionales Nro. 1, con sede en la población de ZARAZA, Nº 2 en SAN MATEO, Nº 3 en PUNTA GORDA y N° 4 entre CAÑO CRUZ y CASANAY. Estas operaciones estaban destinados a capturar y neutralizar varias bandas armadas integrantes del grupo Bandera Roja, que en número de veinticinco hombres cada una, operaban en estas zonas efectuado tomas de caseríos a donde dirigían mítines relámpagos e inmediatamente desaparecían.

El Comando Operacional N° 3 estaba bajo las órdenes del Teniente Coronel Quintero Figarella, Comandante del Batallón de Cazadores Coronel Vicente Campo Elías Nº 62, con cuatro compañías ubicadas en los puntos más importantes de la zona.

El 28 de abril en horas de la madrugada, el grupo Bandera Roja, con 25 hombres aproximadamente, efectúa la toma de EL SAMÁN, entre la población del MUNDO NUEVO y URICA, realizan un mitin dirigido a la población y pintan graffitis con consignas alusivas a su causa.

Mientras esto sucedía, el ciudadano Jesús López, habitante de ese caserío, logra evadir a los bandoleros y se dirige al Comando de la Fuerza Específica Uribante (FEU) donde hace del conocimiento a las autoridades sobre la situación reinante en EL SAMÁN. Se ordena rápidamente informar al Comando Operacional N° 2, responsable de la zona donde se había efectuado la toma. En vista de que en ese comando no respondían, el Teniente Coronel Quintero, Comandante de CO-3, quien estaba cerca del centro de comunicaciones, interrogó al radio-operador sobre lo que estaba sucediendo y este le respondió que la información que se escuchaba era una comunicación que trataba de hacer la FEU al CO-2, para ponerlos en conocimiento de que habían tomado el caserío EL SAMÁN.

Ante esta situación de inmediato, a eso de las 04: 00 horas, el Comandante Quintero tomó la iniciativa de ordenar al Sub-teniente Julio Rodrigo Sales que con 14 hombres y en dos vehículos, se dirigiese hacia esa población con el fin de efectuar las averiguaciones correspondientes, a la vez que ordenó al ST/2da José Nigo que tomara un vehículo de transporte de tropas (VTT), embarcara diez guardias nacionales y diez soldados para dirigirse de emergencia a los POZOS DE AREO, con el objeto de enterar al Teniente Hector Rodríguez Quijarro sobre la situación y hacerle de su conocimiento que debería dos Oficiales y 30 e/t para conducir una operación en el sitio de los sucesos. A las 05: 00 horas llegó al ST/2da Nigo a los POZOS DE AREO, le explicó al Teniente Rodríguez Quijarro la orden del Comandante y éste dispuso rápidamente de los dos Oficiales y 30 e/t, explicándoles lo referente a medidas de seguridad y reacción. Los Subtenientes Eduardo Suárez Varguillas y Luis Contreras Rote mas el Sargento Técnico de Segunda José Nigo con los diez guardias nacionales y 40 e/t se dirigieron a EL SAMÁN. Llegaron a las 05: 50 horas y allí encontraron al Sub-teniente Julio Rodrígo Sales con los 14 e/t, quienes tenían tomado el caserío efectuando averiguaciones por medio de interrogatorios a los pobladores.

El Sub-teniente Rodríguez habló con los otros Subtenientes y les informó detalladamente sobre lo que había sucedido y se dispuso efectuar la operación ordenada por el Comandante Quintero a lo largo de la ruta desde el crucero de BAJO LA CRUZ hacia URÍCA, por ambos lados de la carretera. Les preguntó en varias oportunidades si sabían dónde quedaba ese crucero y los Oficiales le respondieron que sí. Ante esta respuesta afirmativa envió la comisión y ésta salió a la 06: 10 horas hacia el sitio indicado.

Los Oficiales, el ST/2da y los 50 efectivos iniciaron el movimiento en el vehículo de transporte de tropa (VTT). A las 06: 30 horas llegaron al crucero de BAJO LA CRUZ y detuvieron el camión. Se presentaron dudas sobre si ése era o no el lugar y continuaron el movimiento. Cuando habían recorrido aproximadamente 150 metros, un soldado con dificultades para hablar (gago) observó a seis bandoleros sobre un terraplén de dos metros de altura, pero la dificultad para hablar sólo le permitió gritar y señalar hacia el sitio. Los bandoleros al percatarse de esto efectuaron ráfagas sobre el camión. Los dos Oficiales que iban agarrados de los tubos, ubicados en la puerta posterior del camión se lanzaron y dispararon hacia los bandoleros. El Subteniente Henry Contreras Rote recibió un impacto de perdigón en el pecho alojándosele en el abdomen y un disparo en el brazo. Dentro del camión los efectivos de la guardia nacional, con mucho miedo gritaban desesperados y los soldados cargaban sus armas, algunos disparaban hacia arriba y otros trataban de salir por la única puerta del vehículo techado.

Uno de los soldados recibió un impacto en la cabeza y murió instantáneamente mientras que dos Guardias Nacionales sufrían traumatismos al lanzarse del vehículo. El Subteniente Eduardo Suárez reunió un pelotón y efectuó una persecución sin resultados positivos. Posteriormente se inició una operación de rastreo con 19 pelotones, pero igualmente fueron negativos los resultados.

Por parte de los bandoleros, una mujer que estaba de guardia en el momento de pasar el camión, resultó herida pero fue evacuada por su compañero.

En el sitio se capturaron dos granadas de mano y comida para 15 personas, que efectuarían el desayuno.

Los reductos de bandoleros que aun se mantenían activos para 1978, mantenían actividades subversivas aisladas, con intención propagandística fundamentalmente y con actividades delictivas para autoabastecerse y sobrevivir, visto que desde hacía un buen tiempo dejaron de recibir apoyo internacional. Esta fue la última emboscada del período subversivo iniciado en los años sesenta, cuyo balance les fue adverso, pero como contraparte, beneficioso para la paz del país. Los aspectos analizados sobre la emboscada, que en su momento, hiciera la Inspectoría General del Ejército son los siguientes:

a) La FUERZA ESPECIFICA URIBANTE (FEU), fue un Comando Operacional sui generis, equivalente a una Unidad Superior, con características diferentes en su organización y funcionamiento a sus antecesores, los antiguos TEATROS DE OPERACIONES. Esta unidad no contaba con los recursos jurídicos y de inteligencia para la conducción de las operaciones. Su Estado Mayor difería de la magnitud de los Estados Mayores de los TO y las acciones de Comando, Control y Comunicaciones estaban disminuidas.

b) El Comando de la FEU, trató de dar la misión de actuar en EL SAMAN, al Comando Operacional Nro. 2, pero no lo logró, por fallas en la red de comunicaciones, de tal manera que hubo de ser cumplida por la iniciativa puesta de manifiesto por el Comandante del Batallón de Cazadores “Vicente Campo Elias” a cargo del Comando Operacional Nro. 3, a pesar de que ese no era su sector, en consecuencia este Batallón fue el que recibió la agresión de los bandoleros.

c) La falta de apoyo de transporte que sufrían las unidades del Ejercito, era acentuada, ello se evidenció en esta emboscada, donde la unidad en operaciones, contaba solo con un vehículo VTT o vehículo de transporte de tropa para uso administrativo, que no estaba configurado para ser utilizado en caminos o vías de penetración. Esta circunstancia obligó a que se excedieran los límites de carga, vulnerabilidad que jugó a favor de los bandoleros. Para el momento de la emboscada viajaban 54 hombres en el VTT.

d) En varias oportunidades fue elevada la solicitud de desincorporación del vehículo de transporte de tropa (VTT), por considerarse inapropiado para el traslado del personal en la zonas de riesgo y en un ningún momento fueron tomadas en cuenta las sugerencias por el Comando de la Brigada de Cazadores, sin embargo, por iniciativa del Comando del Batallón se le adaptaron dos puertas y barras de acero pero igualmente, no dejó de ser inadecuado para el uso de las operaciones de contra-guerrillas.

e) El consuetudinario error de movilizar vehículos sin protección, se repitió nuevamente, como consecuencia de una deficiencia mayor atribuida al Ejército, ente que no había dotado de medios de transporte a las Unidades de Cazadores, ya que sus prioridades fueron orientadas hacia la frontera con Colombia, para ello se hizo una adquisición bastante cuestionada de camiones Ford F-600, de dudosa calidad y sin las especificaciones militares mínimas deseadas. A estos vehículos los llamaban “urnas ambulantes”, por ser demasiado altos y aparatosos para el traslado de tropas. En síntesis las unidades de cazadores pasaron a un segundo plano.

f) Las unidades mas apropiadas para las operaciones eran y siguen siendo los vehículos M-35 de 2 ½ toneladas en sus varias versiones, al igual que las camionetas ¾ toneladas, se desconoce la razón por el cual los altos mandos de la época no decidieron por este vehículo ya probado y utilizado con éxito en los años sesenta, en lugar del F-600.

g) Se determinó que el personal de tropas no llevaba el arma en orden de combate (arma aprovisionada y cargada).

h) El sistema de comunicaciones entre la FEU y los comandos operacionales no funcionó adecuadamente, a pesar de que los Procedimientos Operativos establecían que las bases operacionales y las unidades debían establecer en sus instrucciones permanentes de comunicaciones (IPC) e instrucciones operativas de comunicaciones y (IOC) el horario de llamadas a regir diariamente. Durante estas operaciones se hacia necesario implantar horarios nocturnos con reportes cada media hora y si la situación lo ameritaba los radio-operadores debían permanecer en radio escucha durante el período que fuese necesario.

i) Los Oficiales, todos recién graduados, eran poco conocedores de la zona, tal vez por vergüenza no fueron sinceros en sus respuestas ante las preguntas de sus superiores sobre este aspecto.


(*) Comando especial activado, para cumplir las funciones del TO-4, el cual había sido desactivado a raíz del proceso de pacificación. La mision de este Comando era someter a los disidentes del proceso subversivo que no aceptaron la pacificación, pero sin la fuerza y las atribuciones que dispusieron el funcionamiento de los desaparecidos TEATROS DE OPERACIONES.

CAPITULO VII 13, Emboscada "La Gloria" 18 de Noviembre de 1977

13. Emboscada “La Gloria” efectuada por el grupo “Bandera Roja” a un Pelotón de la Tercera Compañía del Batallón de Cazadores “José Laurencio Silva Nº 72, a 5 km de la población de Aragua de Barcelona, Estado Anzoátegui, el día 18 de noviembre de 1977.

Para 1977 el grupo Bandera Roja, bajo la dirección de Gabriel Puerta Aponte, disidente que no aceptaba la política de pacificación, operaba durante el mes de Noviembre en el suroeste del Estado Anzoátegui, tal como lo confirmaban las informaciones obtenidas por la red de inteligencia del Comando de la Brigada de Cazadores y los Organismos de Seguridad del Estado (DISIP y DIM).

El día 9 de Noviembre fue visto un grupo armado constituido por siete hombres y una mujer vestidos de verde oliva, en los alrededores del caserío LA FUNDACIÓN, ubicado a cuatro kilómetros al norte del caserío LA GLORIA y cinco kilómetros al sur del Hato La Esperanza, DISTRITO ARAGUA DE BARCELONA del ESTADO ANZOÁTEGUI.

El 14 de Noviembre fue secuestrado el ciudadano Domingo Guzmán Adrián por un grupo armado en los terrenos del Hato La Esperanza, nueve kilómetros al norte del caserío LA GLORIA.

A raíz del secuestro de este ganadero, el Comando de la Brigada de Cazadores a través de los Comandos Operacionales N° 1 y 2, y con jurisdicción en los ESTADOS ANZOÁTEGUI y GUÁRICO, ordenó una operación destinada a rescatar al secuestrado, por quien exigían la cantidad de Bs. 100.000 para dejarlo en libertad.

El Comandante del Batallón de Cazadores “José Laurencio Silva” Nº 72, encargado del Comando Operacional N° 1 con sede en la población de Zaraza, ordena al Capitán José Napolitano Romeriño que realice una operación de rescate con su Compañía en el Hato “Mi Capricho”, donde indicaban las informaciones obtenidas que se encontraba secuestrado el ciudadano Guzmán Adrián.

El Capitán Romeriño, alistó su unidad compuesta por tres pelotones de cazadores, uno de los cuales él comandaba, y a las 23:00 horas de ese mismo día 14 de Noviembre, se trasladó en tres camiones M-35A2 hasta la población de ARAGUA DE BARCELONA. Visto que este profesional, (a pesar de ser oriundo del oriente del país), no conocía la zona, en el recorrido interrogó a varios campesinos para que le indicasen donde se encontraba el hato, sin obtener respuestas satisfactorias, pues no portaba ningún tipo de mapa ni croquis de la zona; al final logró encontrar la ruta correcta.

A la altura del frigorífico de ARAGUA DE BARCELONA, el Capitán Romerino se encuentra con el Comandante del Batallón de Cazadores "Cedeño" N° 12, quien le informa que la operación la realizarían otras unidades. En ese momento se presenta el Mayor José Andrés Quintero Viloria, (2do. Comandante) quién le ordena que espere en ese sitio hasta nueva orden, mientras se hacían las coordinaciones de la operación. Allí la unidad fue desembarcada y los vehículos se regresaron al Puesto de Comando en Zaraza.

A las 03:00 horas del día 15 de Noviembre se le ordena tomar el Hato La Esperanza. Inmediatamente utilizó un vehículo de transporte de ganado que pasaba por la zona, embarca la Compañía y llegan hasta el Hato Limoncito que colinda con el Hato La Esperanza, al que se dirigieron con la colaboración de un joven que les sirvió de baquiano, siempre en el mismo vehículo hasta el sitio donde este no pudo continuar y desembarcaron para continuar a pié.

Cuando habían caminado unos dos kilómetros se escucharon dos disparos de escopeta, eran aproximadamente las 06:30 horas; prosiguieron el avance y llegaron al Hato la Esperanza a las 07:00 horas, procediendo a allanarlo después de rodearlo por la parte sur, ya que desde el norte avanzaba el Batallón de Cazadores “Genaro Vázquez”; de la maleza salió un individuo vestido de civil y sin armas, a quien hacen prisionero y al identificarlo resultó ser el ciudadano que había sido secuestrado, el Sr. Domingo Guzmán Adrián; Se le interroga y este informa que los guerrilleros lo habían dejado en libertad a las 06:30 horas y señala la dirección que habían seguido.

Inmediatamente se efectúa la persecución con los tres pelotones, pero después de efectuar un escudriñamiento se pierden los rastros. Seguidamente se allanan varios hatos de la zona durante 48 horas, pero los resultados fueron negativos.

En vista de que el Mayor Quintero Viloria le había informado al Capitán Romeriño, que la operación se extendería hasta el día 17 Noviembre en la noche en caso de que los resultados fuesen negativos, le hace saber que lo esperaría con su unidad, en el Comando de la Policía de ARAGUA DE BARCELONA a la 09: 00 horas del día siguiente 18 de Noviembre; esa noche pernoctan cerca del Hato La Esperanza.

El Capitán Romeriño salió con su compañía a las 06: 00 horas del día 18, desde el sitio denominado LAS MERCEDES; recorre el sector de los cañaverales y llegan a la carretera negra en el sitio denominado LOS DIVIDIVES, sitio ubicado a trece kilómetros de la población de ARAGUA DE BARCELONA.

Al llegar a LOS DIVIDIVES, el Capitán trató de comunicarse con el Puesto de Comando de ARAGUA DE BARCELONA, pero al no lograrlo ordena que los primeros vehículos civiles que pasen por la carretera, vía ARAGUA DE BARCELONA, sean detenidos y pasen a su orden para hacer el traslado de las tropas.

Primero detienen un camión volteo donde embarcaron al Capitán José Napolitano Romeriño con los 14 e/t de su pelotón y seis e/t del Primer Pelotón, luego una camioneta pick-up y se embarcan un Subteniente y 15 e/t; y por último otra camioneta pick-up abordada por un Teniente y 14 e/t.

Inician la marcha los tres vehículos, con una separación de 50 metros entre ellos; cuando habían recorrido cuatro kilómetros, el segundo vehículo se detuvo, motivado a que el ciudadano que lo conducía, debía dejar tres cántaras de leche en una vivienda, lo cual origina que el camión se adelante aproximadamente unos tres kilómetros, de los otros dos. A los dos minutos de haber reanudado la marcha, los otros dos Oficiales se percatan de que varios soldados cazadores vienen corriendo en dirección contraria. Se detienen y son informados que el camión volteo había caído en una emboscada. Inmediatamente se bajaron y se dirigieron al sitio disparando y efectuaron la persecución hacia donde supuestamente habían huido los bandoleros, por espacio de seis kilómetros pero al no encontrar rastro de ningún tipo, los dos pelotones se regresaron al sitio de la emboscada, donde ya había llegado el Segundo Comandante del Batallón de Infantería Bolívar Nº 3.

Cuando el vehículo cayó en la emboscada, los 14 efectivos no pudieron repeler el ataque dirigido por los bandoleros con armas automáticas, debido a lo sorpresivo de la acción, a la distracción del personal de tropa en el vehículo quienes iban tertuliando y no tenían las armas en orden de combate, la obstrucción de los campos de tiro por los soldados que habían sido blanco de los proyectiles disparados por los bandoleros, la incomodidad y la altura del vehículo (camión volteo) y la falta de conocimientos sobre las acciones a tomar por parte del conductor civil quien siguió con su vehículo, aproximadamente un kilómetro después de la emboscada.

El resultado de esta emboscada fue de seis soldados muertos y cinco heridos, el sitio donde se efectuó la emboscada forma parte del tramo CARRETERO ARAGUA DE BARCELONA - CRUCERO KM 9, DISTRITO ARAGUA del ESTADO ANZOÁTEGUI. Esta vía de segunda clase discurre a través de las colinas y cerros de poca elevación con pendientes suaves que están separadas entre sí por vaguadas, lo que determina que dicha carretera presenta numerosos ascensos y descensos formando lo que se conoce como “chinchorros”, que en algunos puntos elevados permiten observar el movimiento de personas o vehículos de un extremo a otro a gran distancia. Específicamente el sitio donde fue atacada la unidad, está ubicado en una de las colinas más elevadas de la zona, lo que le permitió a los bandoleros observar a cierta distancia al vehículo sobre el cual se desplazaban las tropas, ganando suficiente tiempo para ocupar las posiciones previstas para la emboscada.

De acuerdo al análisis realizado en el sitio, se pudo establecer claramente lo siguiente:

a) Los bandoleros prepararon la emboscada por lo menos con un día de anticipación, ya que se observaron ciertos arreglos que se hacen normalmente para pernoctar en área boscosa. Igualmente, el sitio fue acondicionado de manera tal de no delatar la presencia del grupo emboscado, que se estimó en un número de 12 bandoleros aproximadamente.

b) Los bandoleros utilizaron FAL 7,62 mm., fusiles AK-47, escopetas calibre 16 y 12 mm., según se desprende de las vainas vacías, recogidas en los lugares desde donde dispararon a las tropas.

c) Hubo descoordinación entre las unidades participantes en la operación, lo cual generó cierto grado de confusión, ya que hubo un momento en que no estaba claro, cual sería la unidad que iba a tomar el hato La Esperanza; en la zona de operaciones se encontraban a orden de la Brigada de Cazadores los batallones Silva, Cedeño, Vázquez y Bolívar, y la impresión que se generó fue su desconocimiento de la misión que tenían asignada, lo que indica que las acciones de Comando, Control y Comunicaciones por parte del Comando y Estado Mayor de la referida Brigada de Cazadores, no fueron las mas acertadas.

d) La deficiente dotación del parque automotor, el deficiente apoyo logístico que ya estaba presente en el Ejército y la débil actividad de mantenimiento por falta de repuestos, obligaba a los comandos de batallones a reducir el apoyo de transporte a sus unidades con los pocos vehículos militares que tenían asignados. Esto generaba que había que turnar su empleo para movilizar una compañía mientras las otras debían esperar, por lo tanto no contaban con el apoyo de transporte continuo y en caso de urgencia debían acudir a los recursos locales y a la solicitud de colaboración ante los organismos gubernamentales.

e) La premura del Capitán Romeriño lo llevó a seleccionar los vehículos menos apropiados para realizar el movimiento, especialmente un camión volteo, el cual por sus características no reúne las condiciones mínimas necesarias de seguridad para el transporte de personal.

f) La poca experiencia del Capitán José Napolitano Romeriño en este tipo de operaciones, generó que su acción de Comando no fuera la más acertada. Circunstancia que no fue tomada en cuenta por el Comando del Batallón Silva, que lo designó para esta operación sin someterlo a un período de inducción, cuando apenas estaba llegando a la unidad procedente del Curso Avanzado de Infantería.

g) Inexplicablemente estas tropas que eran de cazadores, aparentemente carecían del entrenamiento de combate y adoctrinamiento psicológico para reaccionar ante ataques sorpresivos del enemigo, responsabilidad que recayó sobre el Comando del Batallón de Cazadores José Laurencio Silva Nro. 72.


CAPITULO VII 12 Emboscada "Salistral" 17 de Enero de 1973

12. Emboscada “Salistral” efectuada por el Destacamento Móvil del Frente Guerrillero Antonio José de Sucre a un pelotón del Batallón de Cazadores Coronel Vicente Campo Elías Nº 63 en el tramo Carretero Onoto-Santa Fe, Estado Anzoátegui, el día 17 de enero de 1973.

El Batallón de Cazadores Coronel “Vicente Campo Elías” efectuaba operaciones desde el mes de Mayo de 1972; Después de cumplir misiones de rastreo y escudriñamiento en los alrededores de las poblaciones SAN MATEO, URICA, ALTOS DE SANTA FE, SAN AGUSTÍN Y PARIAGUÁN, la Unidad instaló su Puesto de Comando en el hato San Antonio, a 3 kilómetros de la población de Tucupido. En el mes de Octubre de ese mismo año y por orden del Comando del Teatro de Operaciones N° 4 se continuó con los escudriñamientos y rastreos con el fin de capturar y neutralizar las bandas armadas que merodeaban la zona y que causaban inseguridad personal de los pobladores, en especial en los ganaderos, quienes eran objeto de cobros de “Impuesto de Guerra”, la misma contribución exigida años mas tarde y conocida con el nombre de “vacuna”. El Batallón estaba finalizando su periodo operacional y se disponía a movilizarse hasta su sede en guarnición.

El día 16 de enero de 1973 en horas de la tarde, el Capitán Luis  Soyado Loperno recibió la orden del Comandante del Batallón Campo Elías, de dirigirse a primeras horas del día siguiente a la sede del Teatro de Operaciones N° 4 en Cocollar, con el fin de buscar al Subteniente Emilio Rivas Morles y seguir en convoy hasta Ciudad Bolívar, sede de la guarnición, por motivo haberse ordenado el relevo de la unidad como un todo, debido a la finalización de su período operacional. A las 04:30 horas del día 17 de Enero, el Capitán Soyado preparó su convoy compuesto por un Jeep, ocupado por él más tres soldados, y un camión M-35 con otros 9 soldados.

Tomó sus medidas preventivas de seguridad, dictó una conferencia e hizo una arenga al personal sobre la situación existente, en cuanto a las bandas armadas en el área y las medidas a tomar en caso de que fuesen objeto de ataques sorpresivos por parte de estas.

A las 05:00 horas el Capitán con su Unidad en columna de marcha, cruzó el punto inicial e inició el movimiento motorizado hacia la población de COCOLLAR, sede del Teatro de Operaciones Nº 4, en el itinerario TUCUPIDO – ZARAZA - SAN JOSÉ DE UNARE-ONOTO - SALISTRAL - BARCELONA - SANTAFE - CUMANÁ - CUMANACOA-COCOLLAR.

Al llegar a la población de SAN JOSÉ DE UNARE, aproximadamente a las 09:00 horas, el Capitán se percató de que el vehículo M-35 marchaba con las bandas muy ajustadas, por lo cual venían recalentadas. Se le solucionó la anormalidad y el Cabo 2º conductor le manifestó que él estaba cansado y nervioso por lo difícil de la carretera. El Capitán ante esta situación, tomó el volante del Jeep y continuaron su marcha motorizada. En unas subidas con pequeños terraplenes a ambos lados de la vía, en el tramo carretero ONOTO SALISTRAL, a cinco kilómetros de esta última, un grupo de doce a catorce bandoleros efectuaron una emboscada al convoy cuando el Jeep había sobrepasado la subida, aproximadamente 30 a metros, mientras que el camión ya se encontraba a unos 20 mts. de los terraplenes. El fuego de armas automáticas y de escopetas fue dirigido desde ambos lados de la carretera hacia el Jeep y el camión simultáneamente.

Los disparos dirigidos al Jeep, hicieron impacto en el cuerpo del Cabo Segundo. conductor que había cedido el volante al Capitán Soyano. Este joven soldado cazador al tratar de salir precisamente por el lado del conductor, quedó colgado del jeep en posición diagonal a la espalda del Capitán. Como iban a una velocidad de 45 kilometros por hora aproximadamente, el Oficial ya herido, hizo rodar el vehículo unos veinte metros más, frenó y se lanzó hacia el lado derecho de la carretera saltando por encima, (dentro del mismo Jeep), del Cabo Primero, Simón Rafael Ruiz, quien de inmediato imitó al Capitán junto al otro soldado que iba en la parte de atrás, con el vehículo todavía en marcha y abrieron fuego hacia el enemigo.

El conductor del camión M-35 fue alcanzado por los impactos y falleció instantáneamente, por lo cual el vehículo rodó unos 20 metros y quedó en el centro de los pequeños terraplenes donde se encontraba el grueso del enemigo. El Distinguido Guillermo Guzmán González que viajaba en la parte posterior de este vehículo, se bajo y sin tener conocimiento sobre conducción, valerosamente y con decisión tomó el volante del camión y lo sacó de la zona, justamente cuando era lanzada una granada defensiva en dirección de la caja del M-35, esta chocó contra el pavimento y rodó hasta el talud del lado derecho. Los bandoleros dispararon aproximadamente unos treinta segundos y emprendieron veloz huida ante la enérgica reacción del Capitán Soyado y el personal de tropa bajo su mando, quienes dispararon alrededor de treinta y cuatro cacerinas de FAL.

Al cesar los disparos de los bandoleros, dos soldados le informaron al Capitán Soyado que lo iban a evacuar, pero este se negó encargándose así herido como estaba, de recoger los muertos y heridos y evacuándolos hacia Barcelona. Mientras el Oficial hacia esto, el Cabo 1º Rafael López se dirigió al Puesto de Comando del Batallón de Cazadores “Pedro Zaraza” que estaba ubicado en la población de Salistral, a cinco kilómetros de donde concurrió la emboscada y solicitó al Comandante o algún Oficial para informarle sobre lo ocurrido, pero infructuosamente no lo logró y como no consiguió a ninguno, inspirado por su espíritu combatiente y la solidaridad con sus compañeros, tomó la iniciativa de reunir un pelotón de cazadores, lo embarcó en un camión y se dirigió al sitio de los sucesos emprendiendo la persecución de los bandoleros.

El Capitán Soyado Lópero designó a dos soldados cazadores y los dejó a cargo de la custodia de los vehículos antes de ser el último de los evacuados en un carro de línea por puesto (*) . Durante el desarrollo de las acciones resultaron muertos el C/2º Juan Eduardo Silva, Distinguido Alberto Mendez Ramos, Dtgdo…….. (**) y C/2º. Miguel Solórzano y el resto del personal (nueve en total) con heridas leves a excepción del Capitán Soyado quien  recibió dos impactos de bala de 7,62 mm., a la altura del abdomen, perdigones en la pierna derecha y herida en la cara al lanzarse del vehículo.

En esta oportunidad cuatro jóvenes soldados rindieron la vida en la fraticida lucha antisubversiva de aquellos años, nuevamente el Ejército era objeto de un ataque artero, en una de las unidades empeñadas en el TO-4. A continuación algunos comentarios sobre esta emboscada.

a. La demostración del Capitán Soyado, fue una muestra de valor, de pleno ejercicio del Comando con responsabilidad y un ejercicio de liderazgo indiscutible sobre sus hombres. Su valentía y su coraje valieron en esos momentos difíciles de la emboscada para repeler el ataque de los bandoleros y obligarlos a huir, no permitiéndoles que se acercaran para causarle mas bajas a su unidad ni para saquear el armamento y las prendas militares.

b. Por otra parte la actitud y la iniciativa desplegada por el Cabo 1º Rafael López, es digna de destacar. Este joven soldado no vaciló en acudir a su Puesto de Comando en busca de auxilio y mucho menos vaciló en ejercer el mando, reunir un pelotón de cazadores y emprender la acción de persecución de los bandoleros que momentos antes habían atacado a su unidad. Fue una muestra de heroísmo y de iniciativa de un humilde soldado que internalizó perfectamente su rol y su misión.

c. Aunque el cansancio y el nerviosismo del conductor motivó al Capitán a conducir el Jeep, por lo general era recomendable que el profesional no desempeñase esta tarea, ya que le impedía tomar acciones inmediatas para controlar al personal y contraatacar a los bandoleros en caso de alguna emboscada. Esta, como se ha comentado era una disposición muy clara del Comando de Operaciones Conjuntas y por ende de los Teatros de Operaciones.

d. Digna también de elogiar fue la acción del Distinguido Guillermo Guzmán González, quien sin tener pericia ni práctica como conductor de camión, logró movilizar el vehículo donde viajaba y evitó mayor cantidad de bajas por efecto de la granada que lanzaron los irregulares.






(*) Los carros de línea, cumplían el papel que hoy cumplen las busetas y pequeños autobuses de las rutas urbanas e interurbanas.



(**) Se desconoce su nombre.

CAPITULO VII 11. Emboscada "El Cocuy" 1° de Noviembre de 1972

11. Emboscada “El Cocuy” efectuada por el Destacamento Móvil del Frente Guerrillero “Antonio José de Sucre” a una escuadra del Batallón de Cazadores “Pedro Zaraza” Nº 2 en el tramo Carretero Onoto-Santa Fe, Estado Anzoátegui, el día 1º de noviembre de 1972.

Finalizó la década de los sesenta y se abrió un margen de cierta inactividad de los bandoleros, quienes ya estaban sometidos en su mayoría al proceso de pacificación; ese receso de acción duró tres años, los Teatros de Operaciones bajaron un poco la presión sobre los irregulares, pero se mantuvieron en alerta y a la expectativa conduciendo operaciones en todo el territorio nacional.

Para 1972 se reanuda la violencia por parte de grupos anárquicos de bandoleros, El día 01 de noviembre de ese año el Destacamento “Niquitao”, a/o del TO-4 se encontraba realizando la “Operación Pulpo” en las márgenes del RÍO UNARE, CARRETERA ZARAZA-LA FRAGUA, MÁRGENES DEL RÍO IPIRE, CARRETERA LAS CAMAZAS-EL CAÑO DE LA NEGRA Y CARRETERA ZARAZA-SAN JOSÉ DE UNARE. Esta operación se inició el 271800OCT72 y debía finalizar el 021630NOV72, con la finalidad de capturar y neutralizar a doce bandoleros del Destacamento Móvil, perteneciente al Frente Guerrillero “Antonio José de Sucre”, de quienes se tenía la información precisa que estaban delinquiendo en la zona.

El día 010700NOV72 el Comandante de Batallón Zaraza Nº 12, Unidad que operaba en el eje carretero ZARAZA-LA FRAGUA, y cuyo Puesto de Comando se encontraba en San Pablo, ordenó al Teniente Vinicio Ortegano Bautista, Oficial de Transmisiones (*) de la unidad, que se trasladase hasta un sitio denominado ANA-126 (**)  e intentara establecer contacto con una compañía que estaba operando y con la cual no se había establecido comunicación, desde el inicio del operación.

La comisión al mando del Teniente Ortegano Bautista salió el 010730NOV 72 con ocho e/t en un vehículo 3/4 equipado con transmisores - receptores y con un jeep ¼ TON. Armado con una ametralladora AFAG cal 7,62 mm., que les servía de escolta. El personal estaba distribuido de la siguiente manera:

 Camioneta M37B1, ¾ TON: el Oficial y el conductor, en los asientos delanteros y 4 e/t en la parte posterior (dos radio-operadores y 2 escoltas).

 Jeep de ¼ TON M38-A1: un conductor y dos e/t, operadores de la ametralladora AFAG.


Cuando la camioneta regresaba al PC en San Pablo, fue atacada a la altura de El “Cocuy” por elementos armados, emboscados por la parte este de la carretera, sufriendo heridas leves de bala el Oficial y el soldado conductor, quien logró continuar su avance hasta detenerse dos kilómetros más adelante, para luego ser evacuados por un ciudadano que transitaba en ese momento con su vehículo particular. El jeep equipado con la ametralladora, quedó detenido en el sitio de la emboscada a merced de los bandoleros, sus ocupantes, presas del miedo y de la confusión, al ver que el otro vehículo había continuado en veloz carrera, se vieron obligados a abandonarlo de inmediato y a buscar abrigo, sin hacer uso de dicha ametralladora y de sus armas individuales. El tirador de la ametralladora AFAG, no tuvo oportunidad de dispararla ya que durante el trayecto iba distraído leyendo una novela de vaqueros.

Aproximadamente cuatro minutos después de lo sucedido, se presentó en el sitio el Coronel Comandante del TO-4, quien sin ninguna precaución ante lo sucedido procedió a realizar las investigaciones iniciales, siendo a su vez atacado por los bandoleros, quienes de inmediato se dieron a la fuga sin lograr mas resultados que el hostigamiento hacia ambas comisiones; el Coronel encontró a un lado de la vía, el vehículo de ¼ TON abandonado con la ametralladora sin haber sido usada y ningún rastro del personal militar, una novela de vaqueros y algunas muestras de que habían resultado algunos heridos.

Un poco más tarde fue localizado en las inmediaciones del suceso, un soldado herido de bala, a quien de inmediato procedió a evacuarse hacia el hospital más cercano, mientras Unidades de refuerzo iniciaron la persecución de los bandoleros, quienes por los rastros y material encontrados en el sitio, pertenecían al Destacamento Móvil del Frente Antonio José de Sucre. En el lugar de la emboscada no hubo bajas por parte de los irregulares y fue incautado material de propaganda y algunos alimentos enlatados.

Posteriormente a través de la Inteligencia del Teatro se tuvo conocimiento que esta fue una emboscada de entrenamiento para los irregulares, entre ellos habían nuevos hombres recientemente incorporados y necesitaban de experiencia practica para sus propósitos de continuar con sus actividades delictivas. Ya para el momento el norte de la subversión habia dejado la inspiración ideológica y se habían convertido en bandas de delincuentes con la apariencia de guerrilleros revolucionarios.

La intensidad de las operaciones antisubversivas había disminuido a consecuencia del proceso de pacificación que se estaba adelantando, las unidades progresivamente iban disminuyendo su frecuencia operacional en los teatros de operaciones, sin embargo quedaban reductos que se mantenían en actividad y su propósito fundamental eran mantenerse vigentes a través del pillaje y de la acción propagandística pudieran resultar de sus acciones. Esta emboscada no presentó las sangrientas características de las otras, sin embargo, surtió su efecto y se llevó a cabo gracias al conocimiento que los bandoleros poseían de las unidades militares que todavía operaban, algunos de sus aspectos mas resaltantes observados por los investigadores son los siguientes:

a) A pesar de las informaciones confirmadas de la presencia de bandoleros en la zona, la unidad emboscada no estaba adiestrada para esta misión, además pertenecían al pelotón de transmisiones y su actividad no era específicamente de combatientes sino de apoyo de comunicaciones. Se determinó que el personal encargado de la seguridad del convoy viajaba distraído inclusive el tirador de la AFAG leía una novela de vaqueros.

b) Ninguno de los integrantes de la Unidad emboscada  viajaba en la posición en guardia y mucho menos tenían sus fusiles cargados listos para reaccionar.

c) Después de caer en la emboscada, el vehículo donde viajaba el Teniente Ortegano escapó de la acción pero dejó abandonados al resto de los integrantes de la comisión que viajaban en el Jeep.

d) El miedo se apoderó de la comisión y los soldados que quedaron atrapados bajo el fuego de los bandoleros, no pudieron reaccionar adecuadamente, solo se limitaron a ocultarse y tratar de salvar sus vidas.

e) El vehículo donde viajaba el Oficial tenía instalados los medios inalámbricos, suficientes para informar inmediatamente al Comando Superior pero no lo hizo.

f) Ningún superior caracterizado de los participantes, emitió orden alguna durante, ni después de la emboscada.

g) Todo el personal emboscado era orgánico del Pelotón de Transmisiones y no estaba preparado psicológicamente para la acción y el Teniente Ortegano Bautista no tenía ninguna experiencia en operaciones contra-subversivas.

h) El personal del convoy no portaba granadas de fusil ni de mano, como dotación especial.

i) Hubo violación a la disposición emitida en las directivas de seguridad que ordenaban que la organización del convoy en desplazamiento de vehículos se hiciera con tres vehículos como mínimo.

j) Según informaciones obtenidas con anterioridad, se tenía conocimiento de la presencia de bandoleros en el área, de la entrada al área de unas cajas de armamento dejadas en la cercanía del lugar, por un vehículo de la UDO y de la disposición de que se dictaran cursos a nuevos bandoleros y que efectuasen emboscadas como prácticas de lo aprendido en la teoría. Estas informaciones no fueron tomadas en cuenta para motivar las medidas de seguridad.

k) El Comando del Batallón Zaraza, fue poco celoso en la supervisión de las medidas de contrainteligencia y seguridad y no se percató que la Unidad de transmisiones ha debido llevar una escolta para que cumpliera con su misión.

 
(*) El actual Oficial de Comunicaciones se denominaba Oficial de Transmisiones



(**) En las salas de operaciones de los TO y en las de las unidades a su orden, se empleaba un código especial cartográfico que concentraba un determinado numero de cuadriculas de los mapas, en una cuadricula mayor con una designación especifica. Esta medida tenía la finalidad de mantener el secreto de las operaciones, ya que los irregulares tenían medios de escucha de las comunicaciones militares en el área de operaciones de los TO.