martes, 16 de marzo de 2010

CAPITULO V 35 Emboscada "Loma Larga"

35. Emboscada “Loma larga” realizada el día 01JUN72 a una Comisión de Inteligencia por el grupo de bandoleros que comandaba “Magoya”
Las actividades continuaban en el Teatro de Operaciones Nº 5, el cual conducía operaciones contra bandoleros en su jurisdicción y tenía dentro de las unidades participantes al Batallón de Cazadores Páez Nº 71.
Un pelotón, de esta unidad (el cual reseñamos en el caso anterior), había sufrido una emboscada el día 29 de Junio en el Tesoro presuntamente a manos del bandolero (a) Magoya, lo que obligó al comando del TO-5 el inicio de operaciones de inteligencia para ubicar al grupo de bandoleros que estaban actuando en la zona.
El día 30 de junio de 1972 el comando del TO-5 ordenó una comisión de inteligencia en un vehículo civil para ir a la zona de "Cararapa", Río Tocuyo, Los Taturos, Moroturo, Santa Inés y para ello se designaron dos Guardias Nacionales, un e/t y un ciudadano adscrito al TO-5, todos ellos de la Sección de Inteligencia (G-2).
Su misión era: obtener información sobre la ruta seguida por los bandoleros que habían atacado al pelotón del BC-71, sitios que frecuentaban, personas de colaboraban con ellos, sitio de donde estaban sus heridos, etc.; se les recomendó que lo mejor era tomar la vía Duaca y entrar por Cambural-Las Casitas para informarse en Los Taturos y en Moroturo y de acuerdo a esa información, que era valiosa para el momento, deberían dirigirse hacia Santa Inés para poner al tanto de los datos recabados al Comandante del Batallón de Cazadores Páez, continuar luego hacia El Palmar y El Tesoro lugares que eran los más importantes por ser los sitios donde hubo los últimos encuentros.
La comisión salió del PC Yumare el 010520JUL72; según consta en el informe del Guardia Nacional Navas, el Guardia Nacional Martínez Castillo, quien conocía bien el área por haber desempeñado comisiones similares anteriormente, convenció al conductor Juan Bautista Galíndez de que era mejor trasladarse por la vía Cararapa-Santa Inés que era la más corta, y efectivamente lo era, pero también la mas riesgosa. Por tal motivo no siguieron por la vía Duaca, sino que entraron por Boquerón en Caño Negro y siguieron hacia los sitios de las emboscadas de los días 28 y 29 de junio de 1972.
Aproximadamente a las 10:00 horas, subieron la cuesta de Loma Larga; el Cabo 2º Caz. Juan Agustín Hurtado avistó unos individuos, a quienes creyó que eran soldados cazadores porque estaban uniformados como tales; alertó a Galíndez quien detuvo el vehículo, momento en el cual se dio cuenta que eran los bandoleros y fueron ametrallados por dos de ellos que estaban de centinelas a los lados de la carretera, mientras otros cuatro comían en la bodega del ciudadano Pedro Ángel Suárez.
A consecuencia de los disparos resultaron muertos instantáneamente el Guardia Nacional, Ramón Alfredo Martínez Castillo y Cabo 2º Caz Juan Agustín Hurtado y herido gravemente el ciudadano Juan Bautista Galíndez, quien logró salir del jeep, tomó dos granadas y corrió por el lado izquierdo diciendo que estaba herido.
Mientras esto sucedía, salieron cuatro hombres de la bodega que estaba al lado derecho de la carretera, tres vestidos de cazadores y (a) Magoya que andaba con una franela amarillenta, color tierra, como sucia, todos disparando contra el Jeep y contra el Guardia Nacional Ramón Antonio Navas, quien había salido ileso y corría para el monte. Los bandoleros remataron a Galíndez con una ráfaga en la cara. El Guardia Nacional Navas corría y sentía los disparos que le caían en los pies, posteriormente lo bandoleros huyeron, pero antes trataron de encender el vehículo con resultados negativos, cuando todo cesó, el Guardia Nacional Navas se dirigió al Jeep y constató que todos sus compañeros estaban muertos. Fue a la bodega y pidió ayuda al bodeguero y éste se la negó, entonces buscó la forma de llegar al PC de Yumare para informar sobre la novedad.
Lo bandoleros se llevaron cuatro granadas de mano de tipo ofensiva y dos pistolas PGP. Fueron identificados los siguientes bandoleros Ramón Elegido Sibada (a) Magoya, José Dolores Suárez Perdomo (a) Bigo-Medina-Bigote y Julio Chirinos (a) El Cabito.
El bandolero (a) Magoya, se había convertido en el principal enemigo de las tropas que operaban en la zona del TO-5, continuaba en sus andanzas y era necesario neutralizarlo, sin embargo este objetivo no se logró del todo. Los informes sobre este suceso en Loma Larga, que reposaban en los archivos del TO-5 sobre esta emboscada indicaban lo siguiente:
a. La comisión tomó la ruta no prevista en la orden que originalmente se le había impartido. Este cambio de ruta que comprendía los sitios por donde había tenido lugar la emboscada al pelotón de Lagonell Lanz, no era la más adecuada para que un vehículo de inteligencia ya conocido por el grupo Magoya, las siguiera, pues era muy factible que fuera detectado, además era un blanco lucrativo para sus propósitos. Los análisis al respeto dieron como conclusión que de no haber ido esa comisión por esa vía, posiblemente los bandoleros pudieran haber tenido un encuentro con las tropas, pero esta vez con un dispositivo de tres pelotones emboscados que esperaban el avance de los bandoleros, mientras otras unidades los acosaban en una persecución siguiendo su misma ruta .
b. No hubo reacción por parte de la comisión, tal vez debido a la sorpresa y la confianza del personal de que los bandoleros aún no podrían haber llegado a esa zona. La sorpresa fue tal que el Guardia Nacional sobreviviente apenas tuvo tiempo para correr y salvar su vida.
c. Los bandoleros trataron de confundir, haciéndose pasar como soldados cazadores y los Guardias no los identificaron mediante el uso del Santo y Seña.


Como se puede observar los objetivos estratégicos de la lucha armada, estaban claros, para ello existía un plan muy bien diseñado para la toma del poder, una vez que la revolución saliera triunfante al mismo estilo de Cuba. A su vez el gobierno de Raúl Leoni, entendió la posición y las intenciones de la guerrilla castro-comunista y a través de las Fuerzas Armadas Nacionales, logró dar una respuesta estratégico- militar apropiada, que culminó mas adelante con la derrota político-militar de los movimientos subversivos y el acogimiento de un buen numero de los alzados, a la política de pacificación adelantada en los años del primer gobierno de Rafael Caldera.

CAPITULO V 34 Emboscada "El Tesoro"

34. Emboscada " El Tesoro " realizada a un pelotón del Batacaza Paez 71 en la vía El Pozo Azul el día 290710JUN 72.
Durante los meses de Junio y Julio de 1972, se encontraba a orden del Teatro de Operaciones Nro. 5, el Batallón de Cazadores Páez Nro. 71, (unidad emblemática en esta lucha), cumpliendo misiones antisubversivas en la jurisdicción del Estado Yaracuy y Estado Falcón.
El día 280730JUN72 en el PC de la UEV-712 (Unidad Ejercito Venezolano Nro 712) en Santa Inés, se recibe la información que en la noche anterior a eso de las 20:00 hrs., llegaron a una casa de un campesino en El Palmar de Cucharito, cinco individuos armados de fusil, dos de ellos portando una metralleta, uno con dos pistolas, vestido de verde y con cristinas y boinas de cazador, acompañados con un civil armado de una peinilla y amenazaron de muerte al referido campesino.
De inmediato el Teniente Coronel Vinito Sánchez Romero, salió acompañado de un Capitán y del Teniente Catalino Lagonell Lanz con 14 soldados cazadores y dos guías con el fin de procesar esta información. Al llegar a una bodega el Teniente Coronel Sanchez Romero, hombre bastante experimentado en esta lucha, se percató de la presencia del grupo irregular, escondidos en un cambural, por lo cual simuló salir del área para engañarlos y dejó seis soldados emboscados.
El 2817:4572 el del Teniente Catalino Lagonell Lanz[1], recibe el mensaje de el Cabo 1º Raimundo Suárez quien le informa que mientras se encontraba montando la emboscada al grupo de bandoleros, había sostenido un encuentro con ellos sin bajas en ambos bandos. El Teniente salió con su pelotón hacia el lugar del hecho, llegando aproximadamente a las 18:30 horas. En el sitio obtuvo la información que se habían dirigido hacia el caserío El Tesoro, sin vacilación organizó la persecución y se dirigió hacia ese poblado donde arribó a las 19:30 horas, allí se informó que los bandoleros se habían llevado de una humilde bodega una gran cantidad de alimentos. Debido a lo avanzado de la noche, decidió pernoctar en el lugar montando vela y emboscadas, para reiniciar el rastreo de las primeras horas de la mañana.
El 29 en la mañana salió otro pelotón a reforzar la persecución. En horas de la mañana de ese mismo día 29 el pelotón del Teniente Catalino Lagonell Lanz, parte desde el caserío y reinicia la persecución siguiendo el rastro dejado por los bandoleros, a través de un camino que conduce al caserío El Tesoro a un lugar denominado Pozo Azul. Aproximadamente a las 07:10 horas, al desembocar la punta de vanguardia del pelotón, en una curva del camino, en donde se levanta un cerro acantilado a la derecha, se produjo la emboscada por parte del grupo de bandoleros, quienes se encontraban en la parte superior del cerro. Los irregulares disparaban desde la parte elevada repetidas ráfagas de armas automáticas y escopetas lo cual impedía el paso por el camino. El personal del pelotón reaccionó contestando el fuego; los soldados que avanzaban en el grupo de exploración se lanzaron hacia el talud del cerro para tratar de protegerse de las balas y salir de la emboscada disparando en dirección donde se escuchaban los tiros de los bandoleros.
El Teniente Catalino Lagonell Lanz avanzó con los tres equipos restantes rodeando el cerro por el flanco derecho y la retaguardia para tratar de llegar al sitio desde donde se emboscaron los bandoleros; pero a medida que los efectivos de tropa avanzaban, los irregulares disparaban dificultando la acción del pelotón, al mismo tiempo el Distinguido Regalado Solórzano, integrante del equipo que marchaba a la cabeza, accionó una granada de fusil por la única zona desplegada, ya que el resto del área estaba rodeada de abundante vegetación montañosa, lo cual impedía la utilización de granadas de mano; la granada lanzada cayó en un lugar distante al sitio donde se encontraban los bandoleros, por lo cual no tuvo ningún efecto.
Cuando el pelotón llegó a la cumbre del Cerro constató que el grupo se había escapado y fue cuando el Teniente conoció que el Cabo Segundo Cazador, José Suárez había sido herido; el C/2do Suárez quedó tendido en el suelo gravemente herido, fue despojado por los bandoleros del FAL, del equipo de campaña y del equipo de primeros auxilios ya que fungía como el enfermero del pelotón; al soldado que lo acompañaba como explorador, se le trabó el FAL cuando trataba de dispararle al bandolero que disparaba contra el C/2do Suárez, por lo cual tuvo que correr a refugiarse en el talud del cerro quedando imposibilitado de socorrer a su compañero.
El Teniente Catalino Lagonell Lanz, designó una escolta para evacuar al herido emprendiendo de inmediato la persecución de los bandoleros, de quienes se presume hubo por lo menos un herido, ya que en el momento en que un bandolero trataba de rematar al C/2do. Suárez, fue urgido de abandonar el lugar, pues uno de ellos gritaba que estaba desangrándose, lo cual sirvió posiblemente para salvarle la vida al C/2do. Suárez no fuera rematado.
Al reiniciarse la persecución, se constató por informantes de la región, de que el grupo de bandoleros se había dividido en dos sub-grupos: un primer subgrupo compuesto por unos tres bandoleros tomaron hacia el Norte, vía Río Tocuyo y el otro, compuesto aproximadamente por siete bandoleros, dejaron rastros que conducían hacia Pozo Azul, siguiendo las montañas de Totoremo vía el Empuje. En este último lugar se perdió el rastro de los bandoleros, debido a lo rocoso del terreno y la gran cantidad de veredas existentes en la zona, El Teniente Catalino Lagonell Lanz mientras tanto, había informado por radio a otro pelotón, localizado más próximo a la zona, para que tratara de bloquear la huida de otro grupo de bandoleros que presuntamente se dirigía hacia las Guabinas.
La perfección se mantuvo por varios días, pero no se lograron resultados en la búsqueda de los bandoleros, posteriormente se conoció de la muerte de uno de ellos, probablemente a consecuencia de las heridas recibidas cuando atacaron al pelotón del Teniente Lagonell.

Otra acción criminal de los bandoleros, atribuida a Ramón Elegido Sibada (a) Magoya, esta vez no logró asesinar a ningún integrante de la patrulla, como era su propósito. Los informes del Batallón de Cazadores Páez, que reposaban en el COC y los archivos del TO-5 en Yumare, aportan la siguiente información:
a) Los exploradores se distanciaron demasiado del grueso del pelotón de teniente Catalino Lagonell Lanz, hubo falta de control y coordinación entre los grupos o equipos de patrulla; se perdió el contacto visual entre los soldados exploradores y el resto del pelotón. Prácticamente avanzaban solos cuando fueron sorprendidos por los bandoleros, no hubo oportunidad de que recibieran el apoyo inmediato del grueso del pelotón. El resto del pelotón solamente accionó disparando hacia donde oían los disparos contrarios, pero en ningún momento observaron el grupo emboscado, perdiéndose así los efectos del fuego.
b) El conocimiento del terreno por parte de los bandoleros era excelente, y se convirtió en desventaja notable para las tropas, que no la lograron compensar con el uso discreto de guías o baquianos.
c) Hubo pérdida de agresividad ante el enemigo, lo cual da a entender que hubo cierto temor para reaccionar.
d) La maniobra no fue suficiente ni se caracterizó por movimientos flexibles y rápidos a fin de cercar el enemigo una vez que lograron el contacto. La distribución del pelotón y el avance por el camino no fueron los más adecuados para la persecución y reacción ante la emboscada por otro lado no se tomaron medidas de seguridad paralela al camino y sobre todo en aquellos sitios ideales para emboscadas. El Pelotón avanzaba subiendo una cuesta con todo el personal sobre el camino, pero no dispuso de un dispositivo para reconocer los alrededores de la cuesta, sobre todo en las curvas.
e) La falta de rapidez para sorprender al enemigo imponiendo la velocidad a la marcha, permitió que los bandoleros tomaran ventaja con la complicidad de la noche. El empeño de que el soldado no debía caminar de noche fue en parte motivo del fracaso de perder las huellas de los bandidos en su huída. El buen conocimiento del terreno por parte del grupo de Magoya les permitió ocupar posiciones ventajosas y retirarse por sitios escabrosos y de suelo pedregoso, donde no dejaron huellas o rastros; este desventaja para las tropa, pudo haberse compensado con la rapidez de los movimientos durante la persecución y haber continuado en horas de la noche, ya que se conocía la ruta aproximada que tomaron, además la operación estaba montada en forma de yunque y martillo y se conocía perfectamente donde se encontraban desplegado los otros dispositivos de tropas en la probable vía de escape.
f) La distribución indebida del personal del Pelotón, fue un factor importante para no lograr el éxito. Se designó a un C/2do. Enfermero como explorador, este llevaba el equipo de enfermería el cual fue incautado por los bandoleros en la emboscada, agravándose la situación con las heridas graves que sufriera este mismo cabo, quien siendo el enfermero entrenado para tales menesteres, el pelotón quedó sin su apoyo.







[1] Catalino Lagonell Lanz, pertenece a la promoción Lino de Clemente, egresado el 01 de Enero de 1967, se retiró con el grado de Teniente-Coronel. Cuando Hugo Chávez Frías, fue electo, lo nombró jefe de su Escolta Civil. Ha sido una de sus personas de confianza.

CAPITULO V 33 Actividades durante los años 1969 y 1970

33. Actividades durante el año 1969 y 1970
a. Durante este año se realizan operaciones de escudriñamiento en toda la zona de Occidente resultando en Enero, averiado un helicóptero al ser atacado por bandoleros.
b. En junio se realiza la operación "Arrendajo" con el fin de capturar al bandolero "Magoya" quien asaltó y tomó la población de Agua Linda, esta operación resultó ser negativa.
c. En Agosto, Magoya asalta la población de Jacura en donde resultó herido en un pié pero logra huir. El Ejército reaccionó ametrallando las Cuevas de la meseta de Iracara en donde se tenía informaciones de que se ocultaban los bandoleros.
d. Para el mes de Octubre emboscan una unidad del Ejército con resultados negativos, igualmente sucedió en el kilómetro 3 de la vía Coro-Churuguara, pero la experiencia de las tropas que actuaban en los diferentes Teatros de Operaciones y la desmoralización de los bandoleros, no les permite obtener los mismos resultados que en años anteriores.

e. Durante el año 1970 se efectúan operaciones de escudriñamiento que dan por resultado la captura de varios campamentos, algunos abandonados, sobre todo en las márgenes del Río Tocuyo, pero a causa de las grandes divergencias y el aburguesamiento de los jefes guerrilleros, así como el resultado de la política de pacificación realizada por el Gobierno Nacional y la experiencia y agresividad de las tropas de las Fuerzas Armadas la actividad guerrillera se ve bastante disminuida.
f. El año 1971 en el Teatro de Operaciones Nº 5, se realizan 19 operaciones con resultados negativos. Los pocos bandoleros que continúan en la montaña, se dedican al asalto y robo de poblaciones así como al secuestro de ganaderos con el único fin de obtener dinero para subsistir, ejemplo de este tipo de operación son el asalto y robo al pueblo de Santa Inés y el secuestro en Agua Salada Dr. Luis Infante Betancourt.
g. Las Fuerzas Armadas continúan su patrullaje en toda la zona pero las operaciones esporádicas de algunos bandoleros sin ningún tipo de ideal indicaba que las Fuerzas Armadas triunfarían sobre la subversión Castro Comunista.

CAPITULO V 32 Emboscada "Pueblo Nuevo de La Sierra"

32. Emboscada realizada por bandoleros a un pelotón del BI Girardot 32 en "Pueblo Nuevo La Sierra" el día 8 de junio de 1968.
Durante los meses de mayo y junio de 1968 se encontraba el BI Girardot Nroº 32 a la orden del TO-5 cumpliendo misiones contra bandoleros en la zona de la Sierra de Falcón.
A partir del 6 de junio de 1968 en Pueblo Nuevo de La Sierra jurisdicción del Distrito Zamora se encontraba la compañía "U" al mando del Teniente Eliseo Capaul Rivero e integrada por otro Oficial y 64 soldados. Se tiene conocimiento que en esta Sierra operaba el bandolero Ramón Elegido Sibada (a) Magoya al mando de un grupo de campesinos que se le habían sumado.
Se tenía informaciones de las actividades de los bandoleros en la zona y constantemente estaban saliendo comisiones de patrullas, para rastrear la zona y también para la búsqueda de nuevas informaciones. En una de esas comisiones salió el Subteniente Sandoval Reverón hacia San Antonio a fin de verificar la presencia bandoleros en el sitio.
Como resultado de la operación se llevó detenidos a una gran cantidad de campesinos, muchos de ellos inocentes, y les decomisó unos burros los cuales utilizó para cargar los equipos de los soldados, adicionalmente era sumamente severo en los procedimientos en campaña por lo que se ganó el odio de la población rural de la zona y esta singular conducta marcó su fatal destino.
Las unidades que sistemáticamente habían venido ocupando el PC de Pueblo Nuevo, establecieron como rutina buscar todos los sábados la carne al caserío San Pablo y era un paso obligado para la comisión designada, la población de Pueblo Nuevo de la Sierra, debido a que la ubicación del campamento así lo exigía, de tal manera que todos los movimientos eran vigilados y chequeados por los colaboradores de los bandoleros, cuyo número era bastante crecido en ese pueblo.
Por otra parte, las informaciones que proporcionaban los lugareños eran muy escasas, porque no veían con agrado la presencia de las tropas, a las cuales prácticamente eran consideradas como sus enemigos, la situación era explicable sobre la base de algunos abusos y excesos que varios Oficiales y SOPC, cometieron con la población.
Casi siempre las tropas una vez que realizaban un movimiento motorizado, al llegar cerca del Pueblo Nuevo, se sentían seguros y dejaban a un lado las medidas de seguridad que adoptaban durante el trayecto; además, las tropas de la compañía "U" estaban recién llegadas al TO y no tenían experiencia combativa.
El día 8 de junio de 1968, dos días apenas de haber llegado, en horas tempranas salió para el caserío San Pablo la acostumbrada comisión integrada por nueve soldados embarcados en un Jeep M-38ª1 ¼ Ton y una ambulancia y ¾ ton., al mando del Subteniente Ricardo Ernesto Sandoval Reverón, con el objeto de buscar abastecimiento de carne para el personal de tropa de la Compañía, lo cual como se indicó, se hacía todos los sábados.
La comisión se cumplió en su primera parte y cuando venían de regreso llegando a Pueblo Nuevo de la Sierra, como a unos 600 metros aproximadamente, fueron emboscados por un grupo de bandoleros presumiblemente al mando del Ramón Elegido Sibada (a) Magoya. La acción fue tan sorpresiva y violenta que en el sitio murieron en el acto el Subteniente Sandoval Reverón y dos soldados, resultaron heridos gravemente seis soldados, de los cuales dos murieron posteriormente en el Hospital Smith de Coro. Los soldados que viajaban en el primer vehículo, aunque heridos hicieron frente a la situación, pero se les dificultaba disparar hacia el sitio donde se encontraban los bandoleros, por lo tupido de la vegetación.
Al oír los disparos el teniente Capaul Rivero, montó al personal que tenía en el PC, en los camiones y se dirigió al sitio de la emboscada, al llegar, los bandoleros ya se habían dado a la fuga. Dejó un pelotón con la misión de que trasladaran a los muertos y los heridos hasta la ciudad Coro y emprendió con el otro pelotón una persecución que duró cuatro días, pero sin resultados positivos.

Fue otra emboscada bastante sangrienta, que nuevamente enlutó a hogares venezolanos, que veían como a sus hijos los asesinaban inmisericordimente y no había una voz que se preocupara por los derechos humanos de los militares que eran victimas de las acciones de los bandoleros. El análisis que hicieran los cuerpos de investigación del COC y del Teatro de Operaciones indica entre otros los siguientes aspectos:

a) Según informaciones obtenidas, se llegó a la presunción de que esta emboscada fue una venganza de alguna parte de la población de Pueblo Nuevo de la Sierra, contra el Subteniente Sandoval Reverón ya que en anterior oportunidad había mantenido un comportamiento abusivo contra los campesinos.
b) Extrañamente, a pesar de que la situación para ese año era bastante comprometida y la lucha anti-guerrillera todavía estaba en plena acción, este personal se movilizaba por las carreteras y caminos de la zona con extrema confianza, fue una vulnerabilidad detectada y muy bien estudiada por los bandoleros para plantear la emboscada. Los bandoleros ya había concluido en que cuando las tropas regresaban a su campamento antes de llegar a Pueblo Nuevo bajaban la guardia en señal de que ya había pasado el peligro dejando a un lado las medidas de seguridad.
c) Los bandoleros eran especialistas en la observación de las peculiaridades de las unidades y en los detalles rutinarios eran a los que mayor atención prestaban, pues en ellos radicaban sus éxitos y efectivamente la rutina desde tiempo atrás, en que se convirtió la búsqueda de carne los días sábados fue un detalle al cual supieron sacarle provecho para su criminal acción.
d) Se determinó que la población de Pueblo Nuevo en un alto porcentaje eran activos colaboradores de los bandoleros, muchos de estos eran oriundos y tenían sus mujeres y familiares allí. Este factor fue su gran aliado pues contaban con una red de información, correos, abastecedores y combatientes dentro del propio pueblo. Este fenómeno se debió en buena parte al adoctrinamiento que los bandoleros aplicaron e esta población aprovechándose de su rechazo hacia el Ejército, generado como consecuencia de las actitudes asumidas por algunos Oficiales en oportunidades anteriores contra esa población de campesinos.
e) El campamento estaba ubicado en un sitio cuya salida y entrada de las tropas, era continuamente observada en el pueblo por ser un paso obligado. La comodidad de estar cerca del poblado cobró con creces varias vidas, entre ellas la del Subteniente Sandoval Reverón.
f) Las tropas que actuaban en esos días eran inexpertas, relativamente recién ingresadas a filas y su entrenamiento en la lucha de contraguerrilas era deficiente, ya que apenas habían culminado su período básico de instrucción militar, de allí que la reacción en esta emboscada fue casi nula. Las tropas no fueron sometidas al entrenamiento especial de costumbre, el cual era un requisito para ingresar a los Teatros de Operaciones.


CAPITULO V 31 Combate de encuentro "La lagunita"

31. Combate de encuentro entre un pelotón del Batacaza Cruz Carrillo y la columna de Freddy Carquez en el sitio denominado Lagunita Distrito Bolívar Estado Yaracuy el día 17 de abril de 1968 cerca del Caserío La Gotera, jurisdicción del Municipio San Pablo.
Al iniciarse el año las columnas de los bandoleros que actuaban en el Occidente del país estaban constituidas por pequeños grupos con grandes diferencias ideológicas entre sí.
El 18 de marzo se reunieron en "Los Hijitos" Estado Cojedes los jefes de las dos corrientes opuestas dividiéndose posteriormente en diferentes células, algunas de las cuales continuarían la lucha armada en el Estado Falcón a las órdenes de Douglas Bravo y otros pequeños grupos a las órdenes del Luben Petkoff inician su marcha hacia el Centro y Oriente del país.
Durante la marcha antes mencionada cerca de Nirgua, fueron interceptados los bandoleros al mando de Petkoff, causándole varias bajas y simultáneamente el destacamento "Nutrias" realiza varios combates de encuentro con los bandoleros al mando de Douglas Bravo, quien se dirigía al Estado Falcón.
Después de una intensa persecución de un grupo de bandoleros que actuaban en el Estado Yaracuy la segunda Compañía del Batallón de Cazadores Cruz Carrillo, al mando del Capitán Víctorio Peroza González, mediante el Pelotón del Teniente Figueredo Viamonte, logra un contacto con los bandoleros el día 17 de abril de 1968 luego de haber seguido el rastro de los bandoleros durante varios días llegan al sitio denominado El Cerro Chupulun, los bandoleros que habían decidido devolverse para tomar otro camino sorpresivamente se encuentran con el pelotón del Teniente Figueredo y se produce un combate de encuentro, los bandoleros inician primero el fuego y a pesar de lo sorpresivo, las tropas que venían con la certeza de que el enemigo estaba cerca, reaccionaron en forma efectiva y respondieron el fuego dando muerte en el mismo sitio a ocho bandoleros e hiriendo de gravedad a otros siete que fueron muriendo en la ruta que escogieron para huir. En total en este combate de encuentro quince bandoleros resultaron muertos.
Estos bandoleros eran de la columna de Freddy Carquez (a) Samuel, cuyo lugarteniente era el bandolero Simón Almérida Bolívar (a) Melchor quien fue muerto posteriormente en un encuentro con una unidad del Ejército el día 14 de abril en Aroíta Estado Portuguesa. En ese sitio fue capturado el bandolero José Bernardino Sulbarán y quien identificó a algunos de los componentes de la columna entre otros los siguientes: (a) El Catire; Freddy Carquez (a) Samuel; Simón Almérida Bolívar (a) Melchor; Pedro Moreno (cubano); Iván Blanco (cubano); Rafael Blanco (cubano); Federico Moreno (cubano); y Alejandro Blanco ( cubano)

CAPITULO V 30 Encuentro en "Aguada Dormida"

30. Encuentro en Aguada Dormida cerca de las Filas del Garabote entre un Pelotón de Cazadores del Batallón de Cazadores Páez y una Columna comandada por el Teniente desertor Nicolás Hurtado Barrios.
En las unidades de los cazadores la vida transcurría de manera más ruda y fatigante, normalmente las operaciones en las cuales había necesidad de trajinar varios días, se les dotaba de raciones de combate a base de enlatados para los efectos de la alimentación a los Oficiales y a los soldados, la dotación era igual para el comandante como para el último soldado. Esta práctica hacia muy pesada la mochila de combate y obligaba durante las operaciones a cambiarlas a los lugareños y campesinos de las zonas, por alimentos mas ligeros. Esto dio pie para que los comandantes de unidades, les dotaran a sus pelotones de una parte de raciones de combate y la otra en dinero, para que hicieran las compras de alimentos crudos los cuales eran la base de la confección de dos comidas diarias y cuya responsabilidad recaía sobre algún soldado diestro en la cocina.
El fatigante caminar acompañado de penurias y de dificultades propias de la guerra de guerrillas, hacían que en las unidades de cazadores todos sus hombres se comportasen como un bloque homogéneo, con ciertas características y cualidades que los impregnaba de un tono de leyenda y de misterio, los Comandantes de Compañía y de Pelotón sin dejar de incluir al Comandante del Batallón, no regresaban a descansar a sus casas en horas que no fuesen menores a las 10 de la noche y a las cinco de la mañana, ya estaban entrando presurosos por la puerta de la prevención, con aires marciales y en la mayoría de las veces, los recibían los soldados jubilosos con la banda de guerra tocando a todo timbal con platillos y con cornetas el toque de diana.
En estas condiciones al respecto y la disciplina cunden en todos los ambientes, el trato humano y preocupado por la suerte de cada soldado, por su bienestar, por el sentimiento de su moral hacían que tuviesen ribetes de hermandad como una manifestación superior a la del compañerismo en general, no se abandona a un soldado jamás, y en el cuartel ni cuando la emboscada artera tiende sobre su juvenil cuerpo la sombra terrorífica de la muerte, jamás, si caía en combate, recibía cristiana sepultura y sus pertenencias, sus recuerdos, junto con la carta condoliente del primer Comandante era enviada a sus familiares inmediatamente. Era una camaradería y un espíritu de cuerpo a toda prueba, forjados en tantas experiencias antisubversivas, en la espesura de las montañas, donde el comandante de pelotón se confundía con sus soldados y se convertía como en su hermano mayor. Era tanto el entusiasmo que despertaban las unidades de cazadores, que la mayoría de los alfereces próximos a graduarse en cada promoción de Julio, solo aspiraba portar tan gloriosa boina verde y sentar plaza en una de esas prestigiosas unidades, las mas emblemáticas que el Ejército haya tenido en su dispositivo.
Bien era sabido que todos se conocían bastante el uno con el otro, en uno de esos batallones fungía de Comandante el gran "Bernardo Pantallero", quien era muy aficionado al Brandy, un día trataron de averiguar sus Oficiales en que pensaba, porque siempre estaba taciturno, como si rumiase los problemas suyos con los de la unidad que comandaba, para ello hicieron gala de una deleitante botella de "Capa Negra", pero al final del último trago, todo fue en vano, sólo lograron emborracharlo como a una cuba y el dios Baco empezó a ejercer su reinado en la sala de los inciensos y de los sacrificios vinescos.
Sin embargo, Capitán conocido como "El Mono Ponce" se encontraba poco comunicativo, presentía la proximidad del combate en la jungla.
El día siguiente 22 de marzo de 1967, sería uno de los días en que "El Mono" se cubriría de gloria y la muerte rondaría por sus inmediaciones, tocando el FAL y limpiando su recámara con un pañuelo blanco, le sacaba al arma un sonido agudo con matices de fanfarria y de ataúdes en el campo para no dejarle ni un rastro de polvora; el Teniente Estrada Vale sería vengado, todavía el recuerdo de aquel revés estaba muy fresco, su memoria rodaba la cabeza de todos los combatientes anti-guerrilleros. “El Mono” no se permitiría pensar ni remotamente que la banda comandada por el Teniente desertor del Ejército Nicolás Hurtado Barrios se le escapara de sus manos, veinte proyectiles para sendos bandoleros lo haré yo sólo, ni un soldado dispara antes que yo... mañana no se me escapan...., decía para sus adentros.
Bernardo había movilizado su gente y comprometido su palabra, era experto en esos menesteres y había establecido un cerco casi perfecto, había colocado soldados en posición de emboscada en casi todas las vías de escape y conocía al enemigo perfectamente sabía que se encontraba agotado, diezmado, cansado, sabía que Nicolás Hurtado le temía... le tenía terror al gran "Bernardo El Pantallero", conocía la cara de la columna que comandada Nicolás Hurtado Barrios, el gran traidor de su ejército, era una cara color de cerco que le tenía preparado.
Casi todo el Teatro de Operaciones Nº 3 se preparaba para conducir exitosamente la operación "HENRY" destinada a destruir los últimos reductos de la columna Rider Colina que comandaba el Teniente desertor Nicolás Hurtado Barrios, y que se encontraba operando en Fila de Garabote cerca de Agua Dormida en el Estado Portuguesa.
Un pequeño chubasco caía en la Marqueseña, un Puesto de Comando que funcionaba en la carretera hacia Barinas, en las tierras de los Azpúrua, y se extendía por ráfagas hacia la llanura, los gallos cantaban en los ranchos al trasfondo de los gallineros, en el campamento se escuchaba el lejano ruido que hacían los ponchos al ser desplegados por el personal de tropa, colocados en el sitio de la emboscada, que estaban preparando, para darle de su misma medicina a los bandoleros.
Los Oficiales se despidieron, el Capitán se dirigió con su escolta hacia las posiciones de emboscada las cuales habían dejado en manos del “Cachi” y procedió a llamar por radio a José su reemplazante de compañía, quien le comunicó que lo esperaba en el sitio denominado Pozo Hondo.
Era más o menos las 05; 30 horas, amanecía sobre los verdes campos y sobre la llanura infinita, una neblina espesa, blancuzca, iba arropando como un inmenso sudario a las colinas, a los potreros, a los árboles, a las carpas e iba enfriando los rostros trigueños de los soldados niños, casi niños, no había necesidad de tocar diana para levantarlos, el mismo frío se encargaba de despertar al batallón, hombre por hombre, en la medida que se iba filtrando por dentro de los ponchos.
Bernardo El Pantallero se desvivía por recordarle a cada hombre todas las medidas conducentes a un buen desarrollo de esta operación que se iba a realizar una hora después, según su apreciación y la corroboración de su S-2, había logrado obtener una persecución perfecta, ayudado por el encontronazo que el día anterior había tenido una patrulla cerca de Chabasquén con la Columna del bandolero Hurtado Barrios, y por las declaraciones que dió un bandolero herido.
Bernardo tenía la facultad de predecir con bastante exactitud la posición de la banda y era experto en seguirles las huellas, el conocía que Hurtado Barrios calzaba unos zapatos de gala o brodeguines, de lo que se les dan a los Cadetes en la Academia Militar debido al surco que quedaba en el barro semi duro y fresco por la lluvia.
El día anterior se abstuvo de solicitar a "Camilote" (Comandante del TO) el apoyo aéreo, ya que el movimiento del helicóptero haría que los bandoleros se alertasen y se fuesen del sitio donde se encontraban ahora, por otro lado su predilección era caminar... caminar... hasta que le salían ampollas en los talones....
El " Mono" también pensaba que si no se realizaba el encuentro, era porque la banda había logrado escapar por algún recodo del monte, lo cual no dejaba de ser cierto o una posibilidad, ya que los cercos de Falcón no habían sido en realidad tan productores de dividendos para las tropas que los montaban.
El "Mono" confiaba mucho en su buena fortuna, esa mañana los cuatro pelotones, iniciaron la marcha convergente hacia la Fila de Garabote, sobre una piedra "Bernardo" contemplaba el desfile de las tropas y le comentaba a "Tarzán" su Segundo Comandante, esos patriotas en la independencia si sabían, imagínate que Brión comentaba que sólo se es vencido por su propia culpa y que sólo se llega a la victoria por culpa del enemigo, vamos a ver con quién está la suerte en esta guerra, si con los cimarrones o con nosotros, tengo fe en que dentro de algunas horas los localizamos.
El cabo Escalona avanza de punta de vanguardia y unos pasos más atrás el Soldado Morales con el radio PRC-6 de la 2da escuadra, recién tomaban la pendiente de una larga colina y ya llevaban una hora de recorrido cuando empezaron a caminar a lo largo del lecho de un río. El trabajo de exploración por cierto no es el más agradable para los efectivos de una unidad de cazadores, ya que es el que exige mayor concentración por parte de los grupos de soldados que lo realizan; por otro lado, cada uno de los soldados deben tener ciertas cualidades que les son necesarias para poder detectar huellas y para poder conocer de sitios, de caminos recorridos, del tiempo empleado por los bandoleros en la ocupación de un campamento para pernoctar y además, normalmente son los primeros que sufren los embates de una emboscada.
En los alrededores de Altamira de Cáceres cerca de Barinitas, estaba el lugar donde se concentraban los soldados para recibir las instrucciones de exploración, allí se les entrenaba en las tareas de combate de reacción, ya que normalmente todos combates de encuentro se transformaban para los componentes de los equipos de exploración, en la constitución de una rápida base de fuego, mientras el pelotón maniobraba para aniquilar a los bandoleros. Ésta era la razón por la cual el Cabo Escalona ponía tanto empeño en su trabajo, siempre cargaba en el pecho la condecoración Ferriar, ganada en siete encuentros con los bandoleros y por haber tenido siete grandes victorias sobre los mismos.
Sea como sea, no era fácil fijarse en paisaje circundante ya que la neblina lo envolvía todo y no permitía que se viese más allá de las narices, detrás del grupo de exploración avanzaba el resto del pelotón, con suficiente distancia entre cada efectivo, con el FAL atravesado al pecho y en la posición de reacción ROCO, todos iban jadeantes, sudorosos, a pesar del frío que aún estaba pegando en esas horas de la mañana.
El Soldado Morales saltaba de piedra en piedra no había peligro de resbalar, ya que la quebrada apenas tenía un pequeño hilo de agua verdosa cubierta de muchos helechos, patitos y musgo carmelero, vegetación típica de los riachuelos y de las aguas estancadas.
Todo sucedió de pronto, sin saber cómo ni cuándo, el Cabo Escalona se encontró frente a frente con un bandolero venía a unos escasos 10 metros, el instinto de conservación funcionó violentamente, levantó el fusil que iba mirando a las piedras del río, y sin dudar, desde la cadera acomodó su FAL M-63 (culata plegable), disparó una primera ráfaga, ésta lo atravesó de costado, el bandolero quiso gritar algo incoherente, maldecir tal vez, pero sólo pudo lanzar un espeso vómito de sangre mezclado con pedazos de sus entrañas, luego sobre una gran piedra cayó cuan largo era y su cabeza se hundió en parte dentro del limo y del agua del riachuelo, mirando hacia la copa de los árboles, con un rictus macabro en la comisura de los labios, su FAL quedó tirado a dos metro de él, sobre los helechos y sobre el musgo, en la culata de madera tenía cinco Cruces dibujadas con alguna punta de alguna navaja, tal vez en algún campamento de los tantos que andaría en sus correrías como bandolero.
Rápidamente el "Mono Ponce", se le puso al lado al Cabo Escalona para cubrirlo en el caso de que concurriese otro bandolero al sitio de los sucesos, esto en efecto sucedió unos segundos después, desde la espesa vegetación surgió otro bandolero, venía a la carretera y miraba hacia atrás, el mono disparó simultáneamente con el Cabo Escalona y con otros cinco soldados que acababan de sumarse al grupo. Las ráfagas de los fusiles sonaban como una gran orquesta mortal, dirigida por la batuta de un genial director orquestal de la muerte en la jungla ...ratatá ...ratatá ...ratatá... el bandolero se llevó las manos al estómago y se dobló hacia adelante, cayendo sobre el costado en medio del río, sus piernas quedaron abiertas y sus pies lucían un par de brodequines de gala de cadete, casi nuevos, al cinto portaba una pistola que había robado a un Oficial del Ejército en alguna emboscada, en su pecho portaba una placa metálica colgante de una cadena de oro ceñida al cuello y que brillaba bajo el agua cristalina que corría del Río.
En la placa se podía leer en letra de bajo relieve "Teniente Nicolás Hurtado Barrios", RH O positivo, historia Hospital Militar 35.480 mientras tanto, el resto de los soldados del pelotón de inmediato saltaron por sobre los empinados bordes y riscos que sirven de cantera al riachuelo iniciando una gran carrera en dirección a la fila del Garabote, donde probablemente debería encontrarse el resto de la columna.
Mientras tanto, en ese sitio de "Aguada Dormida" moría el Teniente Nicolás Hurtado Barrios Teniente desertor del Ejército, junto al bandolero Arcadio José Martínez (a) "El Sanguinario", autores de varios asesinatos de Oficiales y Soldados.

CAPITULO V 29. Emboscada "El Mortero"

29. Emboscada "El Mortero" entre Sanare y El Blanquito Distrito Morán Estado Lara, realizada a una unidad del BI Venezuela el día 250930 FEB 67.
Durante este período 1er. trimestre del año 1967 el TO-3 con sede en el Tocuyo, continuaban las operaciones contra los bandoleros que actuaban en la zona del Estado Lara. Una de las unidades que para ese momento estaba a la orden del mencionado TO-3, era el Batallón de Infantería Venezuela Nº 21 y organizó su dispositivo de acuerdo los directrices emanadas en el comando del Teatro. Allí también estaba una compañía de las FAC.
Por estos días del mes de febrero de 1967, se encontraban en la zona una gran cantidad de bandoleros del frente José Leonardo Chirinos, seguidores de Douglas Bravo y quienes en diciembre de 1967 en la conferencia FLN-FALN, habían acordado abandonar la zona Falcón-Yaracuy y trasladarse a la zona Lara-Portuguesa-Trujillo con el objeto de recuperar el movimiento que cada vez iba más en decadencia.
A ellos se habían unido un grupo de cubanos quienes desembarcaron en Julio de 1966 por las playas del TUCACAS al mando de Luben Petkoff, prueba evidente de ello son las fotografías tomadas por la revista mexicana Sucesos en sus ediciones de diciembre de 1966 y enero de 1967, donde se destacaban las imágenes de algunos de ellos en la región Falconiana y en las Montañas de Yaracuy. En esta oportunidad fungía como jefe del frente José Leonardo Chirinos el bandolero Baltazar Ojeda Negrete. Estos bandoleros tenían facilidad para emboscar patrullas aisladas que operaban en la zona operacional y se veían favorecidos por el mejor conocimiento del terreno que poseían.
El pelotón Bravo al mando del subteniente Arturo Castillo Machez, estuvo operando en la zona Chabasquén, desde donde se le envió al Tocuyo a un curso en la sede del TO-3, allí se debería integrar a orden de la Compañía que estaba en el Blanquito (Unidad de Caballería. PC de la Cía. " J").
El día 24 de Febrero de 1967 llega este pelotón de una operación y pernocta en el Blanquito, se le ordena al Subteniente Castillo que se prepare para salir al día siguiente para el comando del TO-3. El 25 en horas tempranas de la mañana, se organiza el convoy de la siguiente manera:
1. Una camioneta ¾ Ton. M37B1
2. Un camión M-35.
3. Un camión M-35.

Pero este dispositivo fue cambiado ya que un vehículo tenía dañados los frenos y se dispuso de otro, lo que motivó que el convoy se organizase finalmente de la siguiente forma:
1. Un vehículo M-35: Teniente FAC Juan León y 15 GN.
2. Una camioneta ¾ : Subteniente Castillo Machez, con cinco soldados de su pelotón.
3. Un vehículo M-35 con 5 GN y tres detenidos.
4. Un vehículo M-35: Teniente FAC Diadoro Illama Mora y 14 soldados del pelotón de Castillo Machez.

El Capitán Griselo Panya ordenó la salida del convoy la cual ocurrió aproximadamente a las 08;50 horas del día 25 de febrero de 1967 del PC de El Blanquito, hacia el Tocuyo. Al llegar al sitio conocido como El Mortero, aproximadamente a las 09;30 horas y al empezar a bajar una recta de la intersección (“Y”) de vías donde están los galpones del ejecutivo del Estado, se oyó un disparo y de inmediato siguieron otros, en un buen volumen de fuego que salía del lado izquierdo, en un sitio alto y boscoso, lugar escogido por los bandoleros para apostarse y con el objeto de ocasionar bajas al convoy.
El primer vehículo, al mando del Teniente Juan Bautista León recibió el ataque por el frente y por el flanco izquierdo, donde fue herido mortalmente, junto con el conductor y otros guardias nacionales. Pese a la sorpresa el conductor herido como estaba, maniobró salió el vehículo procurando salir de la zona de matanza y logró estrellarlo contra el talud, en virtud de que los frenos no respondían.
El personal de la guardia nacional reaccionó y tomó disposiciones de combate para repeler el ataque que hacían los bandoleros desde el cerro, acción que efectuaron por propia iniciativa ya que su comandante estaba moribundo.
Casi de inmediato entró en la zona de peligro la camioneta 3/4 al mando del Teniente Arturo Castillo Machez con cinco soldados, el referido Oficial empezó a disparar hacia el lado izquierdo y al momento también chocó contra el talud la camioneta donde viajaba y esta se encunetó detrás del primer vehículo, el citado Oficial trató de abrir la puerta del vehículo pero estaba entrabada, en vista de ello saltó herido del brazo y rodó unos 3 metros hacia abajo, cuando trataba de subir a la carretera se resbaló por la pendiente y se dio cuenta que no tenía el fusil, sintió dolores en la pierna izquierda y en el brazo del mismo lado, pese a esto pudo escalar la carretera y ordenó al soldado Margarito Candía, quien se encontraba debajo de la camioneta, que le tirase el fusil, éste recogió otro y se lo trajo, también le ordenó que reuniera al personal para perseguir a los bandoleros, pero el citado distinguido le contestó que sólo había unos GN heridos y un Oficial muerto.
A todas estas, el 4º vehículo al llegar al sitio de la emboscada aceleró la marcha y salió de la zona de matanza, (antes ya había sobrepasado al tercero) sin detenerse aduciendo tener los frenos malos hasta llegar a Sanare. En este vehículo viajaban 14 e/t y un Oficial.
Al cabo rato, llegó el distinguido de la Guardia Nacional García Bello, que venía en el tercer vehículo con los detenidos, y pidió permiso al Subteniente Castillo para llevarse algunos de los heridos hasta Sanare, entre ellos al Teniente León. Las medidas de seguridad fueron tomadas y más tarde se aproximó un vehículo civil y se puso a la orden del Subteniente Castillo y aprovechó para mandar cuatro heridos más hacia Sanare.
Mientras todo esto sucedía, llegaba a Sanare el Teniente Diadoro Illama Mora quien se presentó en el Puesto de la Guardia Nacional, se comunicó con el Comando del Teatro de Operaciónes Nº 3, informando lo sucedido. Allí en Sanare el sacerdote interpeló el mencionado oficial y le exigió que regresase al sitio de la emboscada.
Al llegar la camioneta Willys del señor Domingo con los heridos que traían, el Teniente Illama se devolvió en ella con ocho e/t del pelotón de Castillo que se había llevado hasta Sanare, hasta el sitio de la emboscada y ordenó que trasladaran al subteniente Castillo y otros heridos hasta el hospital de Sanare, encargándose él de la situación. Fue casualmente cuando apareció el Coronel Comandante del TO-3 en un helicóptero y recriminó al Teniente Illama Mora por las fallas observadas y por su ausencia en el sitio de los acontecimientos, la cual fue de unos 45 a 60 minutos.

Como resultado trágico de esta emboscada se obtuvo lo siguiente
MUERTOS
Teniente FAC Juan León
GN Sixto Saavedra DESTAFAC 15
GN Arnando Carreño Ramos DESTAFAC móvil Nº 1.
HERIDOS
Subteniente (Ej.) Arturo Castillo Machez
GN Hernán Villamizar Pérez: D57
GN Rigoberto Cova Martínez: COGEFAC
GN Jesús Rafael Cova: D-12
Dos soldados del BI Venezuela
C/2do Pedro Venancio Lucena
Soldado Candelario Ugaz

Posteriormente la inteligencia del Teatro de Operaciones, pudo comprobar que los bandoleros participantes en esta emboscada fueron:
Douglas Bravo Mora (a) Horacio (a) Quitín (a) Andrés (a) Julián quien ordenó la ejecución de la emboscada; Luben Petkoff Melec (a) Ramón responsable intelectual del hecho; Comandante Arnaldo Tomás Ochoa Sánchez (a) Antonio de nacionalidad cubana, comandante de la columna que efectuó la emboscada.;Teniente desertor, Nicolás Hurtado Barrios (a) Fernando, falleció posteriormente en Aguada Dormida Fila de Garabote el 23 de marzo de 1967; (a) Luis combatiente venezolano; Esteban Gutiérrez Cruz (a) Fedor; Arcadio Martínez (a) El Sangre (a) El Sanguinario, muerto posteriormente; Alirio Lugo (a) Don Esteban; Genel Gutiérrez (a) Barriguita; Guillermo José Verde Carmona (a) Tarrino (a) Jonás; Balbino Gutiérrez (a) Balbinesqui; Montenegro (a) El Paisa; Oreste Guerra González (a) Juancho: cubano; Oropeza Cupertino: cubano; (a) Horacio: cubano; Monpie (a) Lorenzo: cubano (a) Pedro: cubano (a) Federico: Cubano.


Esta emboscada permite hacer los comentarios siguientes:
a) Douglas Bravo, continuaba en su empeño de seguir con el método de la lucha armada, esta emboscada fue una demostración de la sagacidad de los irregulares y de su intención propagandística, improvisaron la emboscada, apresuradamente organizaron su dispositivo de ataque de flanco y frontal, no hicieron fosos de tiradores ni despejaron los campos de tiro, tampoco minaron la carretera con material explosivo.
b) A pesar de las bajas y daños ocasionados a la unidad, el éxito para los bandoleros no fue total, motivo a que su objetivo principal era capturar armas y equipos, pero les fue negado debido a la reacción de los efectivos militares, la circunstancia de no haberse utilizado explosivos, los favoreció, porque de lo contrario hubieran logrado disminuir la potencia de fuego de la unidad; además, si sus campos de tiro (de los bandoleros) hubieran sido despejados, el cuarto camión pudo haber sido detenido por la acción de los disparos, tanto que no lograron acertar ni un impacto sobre él, ni sobre sus ocupantes.
c) Por parte de ambos bandos no hubo el uso de granadas de mano; si las tropas hubiesen portado armas de este tipo, es posible que causasen bajas a los bandoleros y la potencia de fuego pudiese haber sido mayor. En caso contrario, si los bandoleros las hubiesen utilizado, su éxito hubiera sido mayor, pues estaban en condiciones ventajosas.
d) Nuestras tropas en ningún momento lograron observar a los bandoleros y dispararon hacia donde probablemente ellos apreciaban que se encontraban los atacantes, logrando desmontarse de los vehículos sin dejar de disparar y buscando protección de inmediato.
e) Esta reacción fue buena y evitó que los bandoleros bajaran a rematar los heridos y llevarse armas y municiones, obligándolos a huir. Aquí se puso en evidencia que una adecuada reacción por parte de las tropas que caen en una emboscada es sinónimo de un contra ataque exitoso, claro está, si se logra causar bajas a los bandoleros el éxito será mayor, se estima en la guerra irregular que un combatiente guerrillero equivale a unos diez soldados regulares, es decir, refiriéndonos a la expresión cuantitativa de unidades, una escuadra que sufre una emboscada puede ser neutralizada por un solo oponente bien armado y bien ubicado; de tal manera que si se lograba frustrar su propósito de capturar material y causar más muertos, también se lograba minar su prestigio, sobre todo ante la población rural, quienes les admiraban por su espíritu de aventura y de leyenda.
f) Se tenía la información de que los bandoleros presuntamente planificaron una emboscada en algún sitio de la zona, ya que en documentos capturados en un campamento, así lo daban a entender; pero esta información no llegó al conocimiento de los Oficiales Subalternos, Comandantes de las Unidades combatientes.
g) El aspecto doctrinario en la guerra irregular, indica algunos o muchos de los patrones de la guerra convencional no tienen aplicación para lograr los éxitos deseados; tal es el caso del flujo de información hacia los escalones subalternos los cuales deben conocer, y bastante, sobre el enemigo, (en este caso el bandolero), su propósito, personalidades, peculiaridades y sus planes, de allí que los Comandos de Unidades en misiones antisubversivas deben informar a sus subordinados en forma amplia, porque aquí el enemigo pareciera que fuese abstracto o virtual, pero está allí, al acecho, para dar los golpes mas arteros a las tropas que los combaten.
h) Lamentablemente el miedo, hizo cometer un grave error al Oficial que viajaba en el cuarto vehículo quien tenía todo en sus manos, que fue determinante en los resultados de esta emboscada de lo contrario los bandoleros hubiesen tenido bajas. Sí su vehículo logró algo extraordinario, como lo fue haber salido ileso con sus ocupantes en la zona de matanza, la oportunidad de reaccionar con catorce individuos de tropa era de explotarla, pues ya no estaría bajo la presión del fuego enemigo, en lugar de ser los atacados serían los atacantes debido que su Comandante habría logrado cambiado el ritmo del combate y tomar la iniciativa para neutralizar la acción. Sin embargo no fue así, sino que más pudo el nerviosismo para no actuar y dejar a sus compañeros a merced de los bandoleros.




Comentario del Mayor Arturo Castillo Machez
"Yo no sabia todos estos detalles sobre las personas que hicieron la emboscada, ahora asocio algo que me sucedió en Ciudad Bolivar cuando serví allá y es los siguiente:
Un niño en una oportunidad me preguntó que si yo era Castillo Machez y le respondí afirmativamente, y el me dijo lo siguiente a Usted fue que mi papá le hizo una emboscada y le pregunté que quien era su padre y el me contestó que el  Teniente Hurtado" 


Testimonio del Capitan de Navio Eddy Barrios Orozco (23 de Abril de 2011) eddybarrios@yahoo.com

"Por ser de la Sociedad Bolivariana, capítulo Puerto Cabello, conocí al hoy occiso, colega y amigo Cnel. (Ej.) Arturo José Castillo Machez. En ocasión de las elecciones recién pasadas para la presidencia de nuestra sociedad, almorcé con él, atendiendo su invitación, en un buen restaurante cercano a su oficina y allí me contó el evento descrito, luego de una larga y sabrosa conversa en su oficina, continuada en el condumio.

En el dialogo de nuevos amigos me contó que en una ocasión le mandaron en comisión a un hotel (Del Lago creo) en el cual se celebraba una reunión, si no secreta por lo menos discreta, y él no conocía a nadie dentro de la misma. El tocó a la puerta y pensaba que era la actividad a la cual él había sido invitado; pero no era. O sea llegó a ella por error. El fue admitido, una vez que el portero solicitó  a la directiva de la reunión su permiso, informando que era un coronel quien venía en representación del comandante de la guarnición.

Luego de percatarse de la confusión y ya estando dentro, se encontró con que era una reunión de guerrilleros y él dejó que discurriera la misma, oyendo las exposiciones de los participantes. En un cierto momento, él tomó la palabra y habló sobre eventos de su lucha anti guerrillera, dando respuesta a muchas de las participaciones, y cuál no sería su sorpresa que a allí se encontraba el mismísimo Douglas Bravo, quien le había herido en esa emboscada y quien no le conocía. Allí se conocieron y ambos verificaron lo ocurrido, dando un testimonio extraordinario de os más que testigos protagonistas principales, el uno como guerrillero comandante de la emboscada y el otro victima de la misma. El refirió que se salvó porque quien venía en el jeep de atrás del suyo quien iba de campanero, le pidió paso en un cierto momento de la travesía porque el jeep del Cnel. Machez le echaba polvo del camino. Esto hizo que en la emboscada al campanero, hirieran de muerte a un oficial a bordo del segundo jeep ahora primero y que a él le hirieran en un brazo. El se metió debajo del jeep al cual le contaron como mil impactos de bala. No era su día.


Me contó que eventualmente, terminada la reunión, se hicieron amigos. Eso me recordó la novela de Dumas, Los Tres Mosqueteros, en la cual D`Artagnan y el hombre de Meung se hacen amigos al final de la novela, después de haber sido archi enemigos mutuos."



CN.Eddy Darìo Barrios Orozco
58-(0242) 361 40 64 Habitaciòn (Home).
58-(0414) 148 37 08
58-(0416) 605 04 64


CAPITULO V 28 Emboscada "El Morador"

28. Emboscada “El Morador” a un pelotón del Batallón de Ingenieros Francisco Avendaño Nº 8 en el tramo carretero entre Ospino y Guanare Dtto Guanare, Estado Portuguesa el día 7 de diciembre de 1967.

El Destacamento Urica encuadrado dentro del Teatro de Operaciones N° 3, efectuaba operaciones los Estados Lara y Portuguesa. Para cumplir con el apoyo de Ingeniería, en el Comando del Teatro de Operaciones se encontraba el Subteniente Martín José Ferro Verdugo al mando de un pelotón perteneciente al BING Francisco Avendaño Nº 8.
El día 7 de diciembre de 1967, el G-4 del Destacamento le ordena al Subteniente Ferro Verdugo llevar 1364 raciones de combate a la ciudad de Guanare destinadas al Batacaza Silva, para ello se organizó una columna motorizada integrada por un jeep M38A1, una camioneta administrativa y un camión M-35.
El Oficial preparó su comisión designando ocho e/t de su pelotón como escolta, impartiéndole las respectivas instrucciones de seguridad y poniendo en practica ensayos de combate de reacción para el caso de que ocurriese una emboscada.
La distribución del convoy se hizo de la siguiente manera:
- 1er. Vehículo: El camión M-35 con 4 e/t a bordo.
- 2do. Vehículo: La camioneta administrativa con 4 e/t.
- 3er. Vehículo: El jeep M38A1 con 3 e/t.
Salieron del El Tocuyo hacia Guanare, antes de llegar a Barquisimeto el Subteniente Ferro le ordenó al conductor que hiciera alto y procedió a cambiarlo por otro soldado, ya que este, le había hecho pasar varios sustos durante el trayecto recorrido.
Al llegar a Barquisimeto el convoy se detuvo y varió la formación quedando estructurado de la siguiente manera:
-1er Vehículo: Camioneta Administrativa.
-2do Vehículo: Camión M-35.
-3er Vehículo: El jeep M38A1
El Subteniente conducía en esta oportunidad y a la salida de Barquisimeto hizo alto nuevamente frente a una farmacia con el fin de comprar un calmante a uno de los soldados, 10 minutos después continuaron la marcha, llegando a Acarigua y prosiguiendo a la población de Ospino a donde arribaron a las 17; 45 horas en el campamento del MOP de esa población equiparon y revisaron los vehículos; 26 minutos después (18; 11 horas) partieron rumbo a Guanare.
Al reanudar la marcha hacia Guanare los vehículos encendieron las luces debido a la oscuridad.
El tránsito de los demás vehículos se desarrollaba normalmente en ambos sentidos. A la salida de una curva en el sitio denominado "El Morador" el comandante del convoy observó dos cerros a ambos lados de la carretera. Pasó primero la camioneta administrativa y cuando pasaba en el camión M-35 y el jeep entre las dos elevaciones, todo el sector se alumbró a causa de una bengala, inmediatamente se escuchó una explosión y disparos de armas automáticas de ambos lados de la vía, la explosión detuvo el camión M-35 quedando atravesado en la vía. El Subteniente Ferro Verdugo, bajó la cabeza y sin perder el control del vehículo, logró pasar entre el camión M-35 y el cerro, saliendo de la zona de la emboscada. Inmediatamente ordenó al conductor de la camioneta avisar al Batallón de Cazadores Laurencio Silva mientras él recogía a dos heridos.
El Oficial debió lanzarse del jeep con los soldados, perdió los lentes y sufrió una herida en la cabeza. El conductor de la camioneta se llevó al resto del personal la que posteriormente volcó antes de llegar a Guanare, el Oficial al ver que no venían los refuerzos paró una camioneta y con dos heridos se presentó en el Comando.
La acción de los subversivos no cesaba, la situación del país continuaba siendo crítica y la Fuerzas Armadas continuaban empeñadas en esta lucha, sin darle cuartel a sus oponentes. Se realizó esta emboscada, esta vez en una zona no tan rural, sino en la carretera nacional que conduce hacia Guanare. Los comentarios sobre esta emboscada son los siguientes:
a) El Oficial no solicitó ni se le dieron instrucciones sobre las rutas a seguir, simplemente consideró que la mejor ruta a seguir era la que tomó, y en efecto así lo era. Sin embargo, era necesario que solicitara instrucciones más precisas al respecto, así como también información sobre la situación operacional y sobre las últimas actividades de las bandas armadas.
b) La impresión que se tiene, con relación a esta emboscada, es que posiblemente se filtró la información en El Tocuyo, sobre la salida de esta comisión hacia Guanare, por tal motivo fue seguida por la misma carretera y visto que hizo varias paradas durante el desplazamiento, posiblemente la adelantaron y más adelante les prepararon la emboscada. Probablemente la carencia de pertrechos los obligó a llevar a cabo esta acción.
c) Se repitió la circunstancia de la violación a la orden de efectuar movimientos nocturnos, lo cual ya era una norma establecida en la jurisdicción de todos los Teatros de Operaciones.
d) El subteniente Ferro, a pesar de la eventualidad de habérsele extraviado sus lentes a causa de la confusión, (tenía miopía avanzada), pudo controlar la situación, logró que su unidad reaccionara para obligar la huída de los bandoleros.
e) El nerviosismo que embargó al conductor de la camioneta, hizo que se volcara.
f) Los bandoleros no tuvieron reparo en lanzar la emboscada, sobre la carretera nacional, lo que indicaba que contaban con vehículos para el escape.


La acción de los subversivos no cesaba, la situación del país continuaba siendo crítica y la Fueras Armadas continuaban empeñadas en esta lucha, sin darle cuartel a sus oponentes. Se realizó esta emboscada, esta vez en una zona no tan rural, sino en la carretera nacional que conduce hacia Guanare. Los comentarios sobre esta emboscada son los siguientes:
a) El Oficial no solicitó ni se le dieron instrucciones sobre las rutas a seguir, simplemente consideró que la mejor ruta a seguir era la que tomó, y en efecto así lo era. Sin embargo, era necesario que solicitara instrucciones más precisas al respecto, así como también información sobre la situación operacional y sobre las últimas actividades de las bandas armadas.
b) La impresión que se tiene, con relación a esta emboscada, es que posiblemente se filtró la información en El Tocuyo, sobre la salida de esta comisión hacia Guanare, por tal motivo fue seguida por la misma carretera y visto que hizo varias paradas durante el desplazamiento, posiblemente la adelantaron y más adelante les prepararon la emboscada. Probablemente la carencia de pertrechos los obligó a llevar a cabo esta acción.
c) Se repitió la circunstancia de la violación a la orden de efectuar movimientos nocturnos, lo cual ya era una norma establecida en la jurisdicción de todos los Teatros de Operaciones.
d) El subteniente Ferro, a pesar de la eventualidad de habérsele extraviado sus lentes a causa de la confusión, (tenía miopía avanzada), pudo controlar la situación, logró que su unidad reaccionara para obligar la huída de los bandoleros.
e) El nerviosismo que embargó al conductor de la camioneta, hizo que se volcara.
f) Los bandoleros no tuvieron reparo en lanzar la emboscada, sobre la carretera nacional, lo que indicaba que contaban con vehículos para el escape.






CAPITULO V 27. Actividades ocurridas durante el año de 1967.

27. Actividades ocurridas durante el año de 1967.

a) Para el año 1967 las fuerzas guerrilleras sufren una reorganización como resultado de las decisiones tomadas el año anterior en el marco de “la reunión de la Montaña”, y fueron estructuradas de la siguiente forma:
1) Columna “Simón Bolívar” al mando del Teniente, (desertor) Nicolás Hurtado Barrios, con la misión de actuar en los Estados Lara y Portuguesa.
2) Columna “José Leonardo Chirinos” comandada por Francisco Prada Barazarte, para actuar en los Estados Falcón, Yaracuy y Cojedes.
3) Columna “Argimiro Gabaldón” comandada por Luben Petkoff para actuar en los Estados Trujillo, Barinas y Portuguesa.
4) Columna “Antonio José de Sucre” a cargo del MIR en el oriente del país, al mando de Américo Martín.
5) Frente “Ezequiel Zamora” en los límites entre Miranda y Guarico.
b) En el mes de Julio de este año se efectúa en La Habana, Cuba, la REUNIÓN DE LA ORGANIZACIÓN LATINOAMERICANA DE SOLIDARIDAD, con la misión de organizar, coordinar y dirigir la acción insurreccional de la América latina. Las actividades de los bandoleros no disminuyen y las Fuerzas Armadas sufren nuevas emboscadas como las de “El Mortero” y “El Morador”, entre otras.
c) Durante una emboscada a unidades del ejército muere el desertor Teniente (r) Nicolás Hurtado Barrios, comandante de la columna “Simón Bolívar”.
d) Ocurren igualmente varios combates de encuentro, entre los más resaltantes están, el de “Cerro Blanco” en la hacienda “La Esperanza” y “El Molino”, con resultados favorables a las Fuerzas Armadas.
e) Para este año el Batallón Venezuela Nº 21 se encuentra a orden del TO-3 y el Batallón de Ingenieros de Combate “Francisco Avendaño” Nº 8, junto con el Batallón de Cazadores José Laurencio Silva a orden del destacamento “Urica” en el Tocuyo.