lunes, 30 de noviembre de 2009

CAPITULO V 26. Emboscada "LAS GUABINAS"

26. Emboscada realizada a una unidad del Destacamento de la Guardia Nacional Nº 57 en Las Guabinas cerca de Santa Inés en los límites del Estado Falcón Lara, el día 15 de agosto de 1966.
El Destacamento 57 de la Guardia Nacional, con sede en Barquisimeto, en su dispositivo tenía cubierto todo el Estado Lara para cumplir con sus funciones propias y la cooperación que prestaba al TO-3 se limitaba al trabajo de inteligencia e información sobre las actividades de las bandas armadas en la zona.
El frente de bandoleros José Leonardo Chirinos cuya actividad se centraba al norte de Lara, sur de Falcón y oeste de Yaracuy, una vasta zona denominada por ellos mismos, “El Vértice” constituido por un grupo estimado entre 80 y 140 hombres al mando de Douglas Bravo Mora relativamente abastecidos con suficientes armas y poca munición.
Por otro lado se encontraban con ellos los remanentes del casi desaparecido frente Simón Bolívar, del frente José Antonio Páez, elementos del MIR y algunos del frente Ezequiel Zamora, todos ellos eran los que no seguían las directrices del PCV de abandonar la lucha armada, sino por el contrario eran los partidarios la llamada línea dura emanada de Cuba siendo su más fiel representante Douglas Bravo en el occidente y secundado por Américo Martín en las montañas El Bachiller, en el oriente del pais.
Este frente contaba ya con pocos recursos económicos y en cierta forma con algún apoyo de la población rural, si embargo, Luben Petkoff Melec era el otro personaje importante, (ex miembro del frente Simón Bolívar), a raíz de la división del PCV y MIR se pasa al lado de Douglas Bravo siendo uno de los más recalcitrantes partidarios de la lucha armada y seguidores de Fidel Castro, se caracteriza por su manifiesto deseo de vivir en constante actividad bélica, y dispuesto con sus compañeros a lanzar en cualquier momento su embestida contra el gobierno y contra las FAN.
Del lado de las fuerzas gubernamentales, el pelotón “X”. de la compañía del DESTAFAC 57 tenía un puesto en Aguada Grande, Distrito Urdaneta, jurisdicción del Estado Lara, con la finalidad de cumplir funciones forestales en la zona.
El día 15 de agosto de 1966 salió una comisión de Guardias Nacionales desde el puesto mencionado anteriormente para el municipio San Miguel integrada por cuatro efectivos, con la misión de controlar ciertas actividades de abigeato y la producción de “ron clandestino”.
Aproximadamente a las 11:00 horas a unos 6 Km. del puesto de Aguada Grande un grupo de bandoleros (unos 50) que se identificaron como miembros del frente José Leonardo Chirinos, al mando de Douglas Bravo y Luben Petkoff, en el sitio conocido como Las Guabinas emboscaron la comisión desde una bodega, utilizando fuego de fusilería, y dando muerte al Guardia Nacional Miguel Ramón García Ladino, hiriendo de poca gravedad a dos guardias nacionales y un civil, resultando ileso un guardia nacional.
Como resultado de esta acción los bandoleros lograron apoderarse de una sub- ametralladora Madsem con 150 proyectiles, dos carabinas FN 30 y un revólver calibre 38.
Al cesar el fuego los guardias Nacionales fueron conducidos por el grupo armado a una casa cercana donde uno de ellos se les identificó como Douglas Bravo, de inmediato huyeron por la Chiquinquirá en dirección al caserío Aroa.
Corría el año 1966, y la situación de tensión no tendía a normalizarse, las bandas armadas contrariamente a los dictados del PCV, seguían operando y enfrentándose al Ejército, en esta oportunidad le tocó a la Guardia Nacional, fuerza que por lo general se mantenía en sus funciones propias, pero como ha sido siempre usual, sus unidades eran poco proclives a someterse a los dictados de los Teatros de Operaciones, los cuales tenían jurisdicción especial en diversos Estados del país. Del desarrollo de esta emboscada se hacen los siguientes comentarios:
a) La violación de la medidas de seguridad por parte del Comando del Puesto de Aguada Grande, al permitir que saliera una comisión administrativa sin más escolta que sus propios ocupantes, en una zona donde era conocida la intensa actividad de los bandoleros, pues la información era difundida a todas las unidades militares, para que estuviesen alertas y tomasen todas las medidas de seguridad necesarias a fin de evitar ser sorprendidas. Era necesario hacer énfasis en las medidas de seguridad pues de ello dependía en gran parte el éxito de las operaciones, sabido era que los bandoleros aprovechaban los descuidos de las tropas para hacer efectivos sus propósitos y casi nunca se comprometían con aquéllas unidades que demostraban alerta para contrarrestar esa acción.
b) La Guardia Nacional en sus puestos aislados contaban con muy poco personal y se requería sobre todo en esta zona de acción intensa de los bandoleros, la presencia de suficientes efectivos para afrontar algunas eventualidades y en particular para contrarrestar emboscadas.
c) La Guardia Nacional, por la misma naturaleza de su organización no estaba en capacidad para conducir este tipo de operaciones, sino sólo en apoyo del Ejército, fuerza la cual llevaba todo el peso de la responsabilidad en la planificación y ejecución de la maniobra, de tal manera que la Guardia Nacional en cumplimiento de sus procedimientos ordinarios en la zona, era presa fácil de los bandoleros, además de que había una manifiesta intención de algunos de sus integrantes de no atender las directrices emanadas en los Teatros de Operaciones.

CAPITULO V 25.Emboscada "EL CEPO"

25. Emboscada realizada a una unidad del Grupo de Caballería "Ambrosio Plaza" en el lugar denominado "El Cepo" del Distrito Morán Estado Lara el día 13 de marzo de 1966.
A mediados del mes de Febrero de 1966 el TO-3 a través del destacamento Urica, conducía operaciones contra bandoleros en la jurisdicción del Distrito Morán, Estado Lara y para tal fin le fue dada en refuerzo un Escuadrón del Grupo de Caballería Plaza Nº 1.
De las informaciones existentes se tuvo conocimiento que en estas zonas se encontraba un grupo de bandoleros integrantes del Destacamento Argimiro Gabaldón, creado a finales del año 1965 al mando de Tirso Pinto y Parisca Mendoza. Por otro lado para este año (1966) ya estaba en proceso el inicio de la decadencia de las bandas, originado por las diferencias entre los jefes y los integrantes del buró político del PCV, sobre todo en lo referente a la continuación o no de la lucha armada en las montañas o en las áreas urbanas.
Una vez recibido el entrenamiento de rigor de una semana a que eran sometidas las unidades que ingresaban al TO-3 en el Destacamento Urica (Villanueva-El Tocuyo), el Escuadrón de Caballería "X." instaló su PC en Fila de Tigre al mando del Teniente Félix Álvarez Romero con tres Subtenientes, Comandantes de Pelotón.
Esta unidad estaba integrada en su totalidad por tropas recién ingresadas al Servicio Militar y carecían de conductores de vehículos, lo que obligaba al personal de Oficiales a realizar tales menesteres.
Cada dos días salía una comisión hacia el Tocuyo sede del comando del TO-3. Por lo general un vehículo del convoy lo conducía el TENIENTE ÁLVAREZ ROMERO (Jeep M-38 A1), lo cual se hizo costumbre y el otro lo conducía uno de los Subtenientes en este caso siempre era un camión M-35.
Posteriormente se pudo constatar que en el caserío Portuguesita vivía Carmen Rojas de Linares, enfermera en Villanueva, colaboradora de los bandoleros, quien les mantenía al día sobre la actividades de las tropas de la Fila de Tigre y de los movimientos que realizaban.
Como era de rutina el 13 de marzo de 1966, salió del PC de Fila de Tigre una comisión integrada por el TENIENTE FÉLIX ÁLVAREZ ROMERO, un SOPC de las Fuerzas Aéreas y 11 soldados en un Jeep M-38A1 y un camión M-35, en dirección hacia el PC de Villanueva.
En el Jeep viajaban el Oficial, el SOPC y tres e/t, en el camión M-35 viajaban ocho e/t, y era conducido por un e/t que lo había entrenado el Subteniente Mariano Vegas Ortiz para tal efecto.
Una vez retiradas las provisiones en el PC de Villanueva al igual que la ración del personal del Escuadrón, la comisión se dispuso a regresar a su PC y por el camino embarcaron a un matrimonio con una niña, quienes vivían en el caserío Las Tres Cruces.
Más tarde a eso de las 1800 horas, en el sitio conocido como El Cepo, más adelante de las Tres Cruces, los vehículos que iban a una distancia de 30 mts uno de otro fueron víctimas de dos explosiones. Ambos por la acción de la misma perdieron el control y se fueron contra el cerro (ver croquis)... simultáneamente comenzó el fuego de fusilería y ametralladoras. El Teniente Álvarez Romero, fue gravemente herido, y el SOPC al tratar de sacarlo del jeep, involuntariamente hizo que este pisara el pedal de embrague y se moviera el vehículo hacia atrás, haciendo que un neumático le aprisionase un pie al SOPC, reanudándose fuertemente el ataque con fusilería por parte de los bandoleros.
Seis soldados murieron en el sitio de la emboscada al igual que el matrimonio que viajaba con ellos, (la niña se salvó), dos (2) soldados que salieron despedidos hacia un matorral por la explosión que afectó al camión (uno de ellos heridos en el hombro) reaccionaron con sus armas cuando dos de los bandoleros bajaron a rematar los heridos y recoger las armas, logrando darles muerte, estos fueron identificados como GONZALO MARKET PEREZ (a) Víctor y JUVENCIO MORENO LUCENA (a) José Luis, mientras tanto, el SOPC y el conductor del camión habían logrado huir por el desfiladero hacia abajo y llegar a la carretera para dar el aviso en Fila de Tigre. Lo mismo hicieron los soldados que reaccionaron.
Lo bandoleros bajaron a la carretera y alinearon a todos los muertos y al que tenía señales de vida lo iban rematando, al Teniente lo remataron con culatazo en la cabeza. Un soldado salvó la vida milagrosamente por haber simulado que estaba muerto y así lo creyeron los bandoleros al alinearlo junto con los demás muertos en la carretera.
El Subteniente Pedro Jiménco al recibir la novedad se dirigió con el personal que tenía al sitio de la emboscada. Antes de llegar, el subteniente Mariano Vegas Ortiz le hizo ver que no siguiera en los vehículos y así lo hicieron, avanzaron haciendo reconocimiento por fuego al cerro y allí fueron repelidos por los bandoleros quienes hirieron a dos soldados. Esto fue aproximadamente a las 22 00 horas.
Resultado de esta emboscada: un Oficial muerto; 6 soldados muertos; dos civiles muertos; 2 soldados heridos y 2 bandoleros muertos.
En el reconocimiento posterior se pudo constatar que en el sitio de la emboscada habían aproximadamente 50 fosos de tirador, y al otro extremo un cordón de granadas atadas con hilo de algodón para hacerlas detonar por quien intentase pasar por el sitio, al tropezar algunos de éstos hilos que funcionarían como elementos de activación.
Lo bandoleros se apoderaron de 8 fusiles, una PGP, una Madsem los relojes del personal, las cajas de raciones de combate y unos Bs.2.000 en efectivo.

Días después se pudo capturar a uno de los bandoleros que participó en la emboscada quien relató lo siguiente:
... permanecimos en el campamento Mono de Noche el cual se encontraba en las inmediaciones de Curariche unos 40 Km. del sitio de la emboscada desde el 24 de enero hasta el 10 de marzo del mismo año 1966, en esto tenía su fin; el prepararnos adecuadamente para realizar una operación que se llevaría a efecto cerca de Villanueva.
En la distribución del personal, fui destinado al escuadra del José Luis en la que habíamos un total de 33 hombres de los cuales recuerdo a Pedro Manuel, Velasco, Leonardo, Alfredo, Williams, El Paísa, El Primo, José Luis, El Pelón, El Compa, Víctor Aparicio, Cheo, Eligio, Martiniano, Federico, Yacambú, Pablito, Libia, Alfonso, Silvino, El Paicita, Israel, Raúl, y otros que no recuerdo.
Ocupaba junto con Pedro Manuel el cargo de ayudante de explosivos, el día 11 en la mañana nos informaron que íbamos a iniciar una marcha a pie al final de la cual realizaríamos una operación y nos dijeron que requerían de nosotros la máxima disciplina y secreto.
Para poder cumplir con esta misión me dieron una ametralladora ZV me participaron que salíamos a las diez de la mañana, como en efecto lo hicimos caminando todo este día hasta oscurecer y acampando en plena montaña; proseguimos el siguiente día por la mañana y llegamos cerca del sitio en el cual íbamos a realizar la emboscada, aproximadamente a las once de la mañana del día 12 de marzo de 1966; acampamos en el sitio sin hacer ruido una hora después, salió Pedro Manuel con Velasco, Alfredo, Leonardo y Villa, y nosotros quedamos al mando de José Luis, regresando por la tarde la comisión que había salido y nos ordenaron avanzar hasta la orilla de la carretera.
Allí nos informó Pedro Manuel sobre el sitio escogido para la operación que se iba a llevar a efecto que era montar un emboscada a un transporte del Ejército que pasaba siempre por esa vía; esa noche nos llevaron a conocer los sitios que le iban a tocar a cada uno, nombraron los jefes de la operación de la forma siguiente: Pedro Manuel 1º jefe; José Luis, 2º jefe; Leonardo, 3º jefe; y jefe de un grupo de contención; Alfredo, miembro del comando y jefe del grupo al que yo pertenecía; Velasco miembro del comando y jefe de otro grupo de contención y aviso. Iván miembro del comando y jefe del arma grande (una B 20); luego de reconocer todos los sitios y los nombramientos no retiramos a dormir cerca de la carretera parándonos a las cuatro de la mañana; se montaron las minas, una mina grande en medio de la carretera y cinco minas antipersonales a orilla de la misma; luego de montarse las minas empezó la distribución del personal, y a las seis y media de la mañana se estaba terminando de ubicar todo el personal y por casualidad pasó a esa misma hora el camión y un jeep. Pedro Manuel, le envió la orden a José Luis de que atacara pero es el caso que no llegó la orden porque la cabuya que tenía para señales se había roto y por consiguiente José Luis no le dio orden al resto del personal; en vista de esto pasó el convoy sin novedad y se acercó Pedro Manuel y nos dijo que nos esperaríamos hasta el atardecer, que con toda seguridad tenía que volver a pasar; yo ocupaba allí una ubicación que me había sido asignada por Pedro Manuel y consistía en que si ninguno de los vehículos no estaba en el radio de acción de la operación tenía que fajarme con ellos.
Junto conmigo estaban Eligio Martiniano y Alfredo que era el jefe del grupo; cerca a nosotros estaba el grupo de asalto que era comandado por José Luis y más retirado estaba el puesto de comando que era donde estaba Pedro Manuel y un poco más lejos a mano izquierda, estaba el grupo de contención comandado por Leonardo; cerca al puesto de Comando estaba la B-20 que era operada por Iván y manejada por El Primo, y aún más arriba de donde yo estaba, se encontraba un grupo de contención y aviso comandado por Velasco, así estamos ubicados para la acción.
El tipo de santo y seña era "Carache" significaba ataque; "Garabato" alto al fuego, y "Noche" retirada; en esta situación pasamos todo el día y posteriormente cerca de las seis de la tarde oímos un convoy; Velasco le envió el aviso a Pedro Manuel que era un jeep y un camión. Adelante venía el jeep a 20 mts. del camión; luego entraron en el radio de acción de la emboscada dejando pasar el jeep sobre la mina grande para hacerla estallar sobre el camión; luego el camión entró sobre la mina y “El Pelón”, encargado de hacerla estallar cumplió su cometido; seguidamente se dio la orden de " Carache " que es fuego, acto seguido se empieza a disparar sobre los vehículos. Luego de haber disparado alrededor de doce tiros yo recibí una ráfaga y me le quebraron una pata a la ZB como consecuencia se metieron pedacitos de esquirlas en el cuerpo y empecé a manar sangre.
Pedro Manuel me mandó a retirar del sitio de acción; el arma grande o sea la B-20 no pude disparar sino un solo tiro debido a que estaba ubicada en un árbol en vez de estar en tierra, por lo cual al caer le cayó al que la manejaba que era El Primo; al ser retirado yo, ya se había lanzado el grupo de asalto que estaba comandado por José Luis, el cual murió al caer en la carretera, también cayó al lado de el, Víctor, que fueron los dos primeros que se lanzaron y el resto del grupo de asalto se contuvo hasta esperar la orden de alto al fuego, e inmediatamente se dio la orden y salió de nuevo el grupo de asalto el cual estaba compuesto por: Villa, El Pelón, Federico, Enzo, Melecio e Iván. También bajó Alfredo y posteriormente bajó toda la columna menos la de contención, ni El Primo.
En esta emboscada hubo salvajismo, raterismo que no estaban de acuerdo con mis ideas revolucionarias; en esta emboscada se capturó el siguiente material: 8 FAL, 1 Madsem, una Pistola, un maletín con documentación que lo cargaba Pedro Manuel y aproximadamente Bs. 2000 y en la cartera de un Teniente fallecido había algunas fotos que después supe habían sido enviadas a sus familiares; en esta actuación duramos aproximadamente 40 minutos y posteriormente la retirada que se hizo en la forma siguiente; pero antes debo manifestar que en el convoy viajaba un matrimonio acompañado de una hija: María Catalina Geisi Moreno, niña campesina que salvó la vida al quedar aprisionada con el cuerpo de sus padres muertos que le sirvieron de escudo.

En esta emboscada sobresale la violencia desarrollada por los bandoleros que la llevaron a cabo, demostró la irracionalidad con que actuaban las bandas armadas y es una muestra de la lucha que hubo desarrollar en los años sesenta, para poder enfrentar con éxito la guerrilla que hacia el país, nos había enviado Fidel Castro desde Cuba. Algunas consideraciones sobre una emboscada, también emblemática, que conmocionó al Ejército y tocó la fibra más íntima de los combatientes (Oficiales, SOPC y tropas), que a diario arriesgaban su integridad física, durante su actuación dentro de los Teatros de Operaciones. Veamos algunos aspectos resaltantes sobre este trágico hecho:

a) Los bandoleros utilizaron con éxito, cargas explosivas para detener la marcha de los vehículos y colocaron algunos observadores adelantados, los denominados “pitadores”, para dar pronto aviso de la cercanía del convoy militar.
b) La emboscada fue planificada detenidamente con suficiente tiempo de anticipación previendo todos los detalles, tales como posiciones de los tiradores, los campos de tiro, las misiones de cada uno de los grupos, selección del sitio, estudio del objetivo, la ruta de escape, etc.
c) El comandante a cargo de la unidad motorizada, cometió el error de ir conduciendo un vehículo, además, dio facilidades de transporte a dos civiles, personas inocentes quienes también perecieron en la emboscada.
d) Extrañamente la unidad que fue emboscada aparentemente no fue dotada de granadas de mano y fusil para la seguridad en el desplazamiento, visto que había sido una experiencia adquirida a lo largo de los años de lucha antisubversiva, quiere decir que el Comando de la unidad falló en la supervisión y en el cumplimiento de las directivas emanadas en el Comando del TO. Esta experiencia de la actividades antisubversivas indicaba claramente que durante los desplazamientos en vehículos, se debían dotar a ciertos soldados de granadas de fusil y el a otros de granadas de mano, estos eran los conocidos “granaderos” que permitían dar mayor volumen de fuego y poder de combate a las pequeñas unidades, frente a los bandoleros.
e) La reacción del personal que quedó herido fue prácticamente nula, excepto un soldado que logró dar muerte a dos bandoleros. Quiere decir que la efectividad de la acción subversiva fue alta y los bandoleros lograron neutralizar a la unidad emboscada.
f) Indudablemente que las circunstancias que envuelven a cada emboscada les da una característica especial y la reacción de los atacados tendrá sus peculiaridades en cada caso, sin embargo mientras haya oportunidad de reaccionar para repeler a los bandoleros y causarles bajas, es preciso hacerlo para evitar el aniquilamiento total de la unidad. En este caso el terreno favoreció la acción de los bandoleros, la topografía les permitió excelente observación y campos de tiro, desde diferentes ángulos. Por su parte en la unidad emboscada, aparentemente no se percataron de la peligrosidad que ese terreno les presentaba.
g) Los errores fueron compartidos, tanto por el Comando del TO, como por el Comando de Escuadrón y el propio Teniente Álvarez Romero, ya que parte del desplazamiento se hizo durante la noche y existían órdenes expresas por escrito de no hacerlo, emitidas por el COC y los Teatros de Operaciones. Esta fue una magnífica oportunidad ofrecida a los bandoleros, la cual fue aprovechada sin vacilación.
h) No se hacía el seguimiento del personal civil que visitaba el Puesto de Comando, a pesar de que el Oficial de Inteligencia llevaba los registros escritos, no hubo la preocupación ni la iniciativa de analizarlos y verificar los antecedentes de las personas que frecuentaban dicho PC.
i) Los informes relacionados con la emboscada indicaban que las tropas en su mayoría eran recién ingresadas a filas, carecían de un entrenamiento eficiente en la lucha anti-guerrillera y por lo visto no fueron sometidas al usual entrenamiento previo que se les exigía antes de entrar a los Teatros de Operaciones
j) La rutina puesta de manifiesto en los desplazamientos, permitió a los bandoleros estudiar con detenimiento sus peculiaridades y debilidades, determinar sus vulnerabilidades, su conducta, el uso de las medidas de seguridad y la personalidad del Oficial que con frecuencia estaba al mando de las comisiones administrativas. Las medidas de engaño a tomar contra la inteligencia de los bandoleros, exigían evitar caer en la rutina diaria de los procedimientos a utilizar, pero esto no se cumplió.
k) El Oficial Comandante, del convoy era del arma de caballería, no era un experto en estas actividades y no veía con agrado su misión allí, ya que por alguna razón o desavenencia surgida en San Juan de Los Morros, sede del Grupo de Caballería Plaza, hubo de ser enviado a cumplir operaciones antisubversivas.
l) Los bandoleros contaron con un excelente y eficiente apoyo de la población rural de la zona, quienes les suministraban información valiosa sobre las tropas que operaban en la zona; en contrapartida la Unidad que ocupaba el Puesto de Fila de Tigre no contaba con ese apoyo, por no proponérselo, circunstancia esta que le impedía la ejecución todas las medidas de inteligencia y contrainteligencia orientadas a la detección de las personas que prestaban colaboración a los bandoleros. Esta era una desventaja significativa que influyó decididamente en la ejecución de la emboscada, con el saldo trágico que quedó como testimonio para la historia.
m) La amistad existente entre el Teniente Álvarez Romero y la enfermera de Villanueva, Carmen Rosa de Linares, sirvió de base a los bandoleros para la información precisa sobre las actividades de la unidad, quienes la utilizaron como informante y su misión era obtener los más mínimos datos relacionados con las actividades de la unidad que estaba acampada en Fila de Tigre. Esta situación nunca fue detectada por los encargados del área de inteligencia, se conoció a posteriori con los resultados obtenidos por las investigaciones adelantadas por el TO-3.
n) Las comunicaciones en ningún momento fueron establecidas, entre el PC de Fila de Tigre y el PC de Villanueva así como tampoco con el Comando del Teatro de Operaciónes Nº 3.
o) Lamentablemente la unidad de caballería que estaba en Fila de Tigre hacía vida de guarnición y las actividades operacionales y de campaña fueron relegadas a un segundo plano.
p) Las normas de seguridad en el desplazamiento de los vehículos, no fueron observadas y la confianza y el descuido de sus ocupantes fueron un aliado de singular valor para los bandoleros lograr sus propósitos con éxito.
q) Los vehículos normalmente eran conducidos por el personal profesional debido a la carencia de conductores en la unidad. Allí la responsabilidad recayó directamente sobre el Comando del Grupo de Caballería Plaza, por enviar a operaciones, a una unidad sin los respectivos conductores, a sabiendas del riesgo que se corría y además la experiencia en la lucha antisubversiva, indicaba que las unidades estaban sometidas en todo momento a ser emboscadas cuando se desplazaban sobre vehículos, especialmente si se trataba de patrullas tamaño escuadra o pelotón, por lo tanto era una exigencia poseer buenos conductores de tropa quienes deberían ser expertos en su oficio y dedicados a los vehículos que les fueran asignados, pues de allí en parte dependía el éxito o el fracaso de las misiones encomendadas.
r) Era una orden vigente, incluso en vida de guarnición, y aún lo es, que El Oficial no debería en ningún momento salvo circunstancias especiales conducir los vehículos militares cuando estaban cumpliendo misiones anti-guerrilleras. Sabido era que en una emboscada a quien primero se aniquilaba era al conductor y si éste era un Oficial, la unidad quedaba sin comando.

CAPITULO V 24. Relato de (a) Choropo

24. Relato del Bandolero Cándido Martínez (a) Choropo en la reacción a la emboscada en Cerro Atascadero.
-Yo participé en la emboscada del día domingo en la mañana del mes próximo pasado en el sitio del Atascadero; esta operación se planteó en el cerro San José, bajo el mando de Agustín Peña, junto con los ciudadanos Alirio Riera, Rafael Riera, Simón García, Clemente García, Emilio Sandoval, Pardo Flores, José Perdomo, Teófilo González, Félix Barragán, Simón Días y Segundo Valderrama.
El día viernes 14 de Octubre a las 17 00 horas nos reunimos en la quebrada de El Charal unos veinte bandoleros; de esta reunión se escogieron diez elementos que serían los que iban a tirar la emboscada y que ya nombre anteriormente: los otros diez se dirigieron a un campamento que teníamos de instalado en Combalombo.
Ese viernes dormimos los que íbamos a tirar la emboscada en un campamento a la quebrada de El Charal, amanecimos el día sábado y en las primeras horas de la mañana nos bañamos en la mencionada quebrada y nos vinimos a desayunar más abajo del caserío Cupa, en la bodega de Sabino Rivero ubicada en un sitio que llaman Gusaniyal aquí en Gusaniyal nos dijo un tipo de nombre Marcelino Díaz, que el Teniente iba a pasar por el caserío San José y ubicamos el sitio donde íbamos a tirar la emboscada.
Agustín Peña nos organizo en dos grupos de a cinco, y yo pertenecía al grupo que comandaba Simón Díaz y los otros eran Alirio Riera, Teófilo González y Rafael Riera; las instrucciones que nos habían dado era de dispararle al Ejército cuando pasara, yo portaba un FAL y los otros lo mismo, pues hago constar que los otros lo mismo, que dirigían la emboscada eran Agustín Peña y Simón Díaz portaban sub ametralladoras.
Se utilizaron granadas, yo cargaba una y los otros de a dos, teníamos de a cuatro cacerinas, de las mías disparé dos, Agustín Peña y Simón Díaz al terminar los disparos, brincaron encima del jeep y les quitaron el armamento a los militares, tales como granadas, dos FAL y una pistola, junto con unas fornituras; al terminar la emboscada, nos ocultamos cinco detrás de un cerro y el resto se disperso. Inmediatamente nos trasladamos a Cantarrana donde existe un campamento comandado por Rafael Vázquez, allí nos reunimos y nos faltaron dos hombres, pues no sé la forma como murieron, creo que fuimos nosotros mismos cuando disparamos.
Matamos a los dos que iban adelante y los otros quedaron heridos... nosotros le dijimos a Agustín Peña para rematar a los soldados heridos y éste dijo que no... los heridos de nosotros fueron Alirio Riera y Rafael Riera y en vista de que estaban muy heridos y no iban a aguantar el camino, Agustín Peña cortó un palo y los rematamos para no dejarlos heridos por ahí, yo le di dos veces por la cabeza y los otros también lo hicieron por la cabeza y el cuerpo, luego los enterramos en el cerro detrás de San José, por separado....

CAPITULO V 23. Emboscada "CERRO ATASCADERO"

23. Emboscada realizada en el sitio denominado "Cerro Atascadero" a una Compañía del Batallón de Infantería de Marina “Rafael Urdaneta”, entre Yumare y Duaca Distrito Bolívar, Yaracuy el día 16 de octubre de 1966.

Para el mes de octubre de 1966 se encontraba una Compañía del Batallón de Infantería de Marina "Urdaneta", destacada a la orden del Destacamento Nutrias (Área del TO-5), con la misión de localizar y combatir a los bandoleros que operaban en la zona del Estado Yaracuy y parte del Estado Lara.
Los bandoleros del Frente José Leonardo Chirinos que operaban en las montañas de Falcón se encontraban en malas condiciones y diezmados por los constantes combates que habían tenido que efectuar contra las tropas del Ejército, de tal manera que para el mes de septiembre de 1966, se encontraban en las montañas de Yaracuy, lo cual se corrobora con la entrevista que les realizaran los reporteros de la revista mexicana “Sucesos”, citada en el Capitulo III; aunque tratan de hacer ver que este evento se llevó a cabo en las montañas del Iracara, los testimonios gráficos indican que realmente fue en las referidas montañas de Yaracuy, sector donde posteriormente en Diciembre de 1966, hubo de celebrarse en las referidas montañas la primera conferencia FLN-FALN donde asistieron algunos de los jefes más importantes entre ellos LUBEN PETKOFF, FRANCISCO PRADA BARAZARTE, NERI CARRILLO, MANUEL CAMERO, LINO MARTÍNEZ y aprobaron la tesis de la "Recuperación Del Movimiento Popular" y resolvieron no llevar a cabo operaciones contra las unidades de tropas, a fin de permitir la reorganización y equipamiento de los bandoleros tanto en la ciudad como en el campo y para cumplir con esto, acordaron abandonar la zona Falcón-Yaracuy y trasladarse a la zona Lara-Portuguesa-Trujillo. Una vez concluida esta reunión, iniciaron la marcha el 1 de enero de 1967 al mando de Douglas Bravo y en el camino se encontraron con los integrantes del Destacamento Argimiro Gabaldón, entre ellos Parisca Mendoza, Joel Linares, Tirso Meléndez, Freddy Carquez y un grupo de campesinos.
Esta acotación histórica viene a colación, debido a que las circunstancias que envolvieron esta emboscada estuvieron bastante relacionadas con la presencia en la zona, del grupo de Douglas Bravo.
En uno de esos días, exactamente el 160900OCT66 un jeep militar perteneciente a la Compañía “Eco” del Batallón de Infantería de Marina destacada en el Destacamento Nutrias del TO-5, salió en comisión administrativa desde San José hasta Cayeres, con el fin de buscar carne para la alimentación del personal de tropa, al mando del Teniente de Navío Miguel Eduardo Ponce Lugo. En esta comisión viajaban el M3 Jesús Arturo Fierro y dos Infantes de Marina.
A la hora antes indicada (9 de la mañana) en primer vehículo inició la marcha en dirección a Cayures, cuando había recorrido apenas unos 2 Km. encontraron una camioneta Willys, estacionada al lado izquierdo de la carretera donde habían tres ciudadanos, el Oficial detuvo la marcha, (conducía el vehículo), y preguntó a los ciudadanos que si estaban accidentados y estos le manifestaron que no, sino que estaban buscando un novillo que se les había extraviado; se despidieron y prosiguieron la marcha, cuando iban iniciando una curva en subida a 150 mts. de donde estaban los ciudadanos antes mencionados, fueron emboscados por unos diez o doce bandoleros, quienes les dispararon fuego de fusilería y de ametralladoras.
El teniente PONCE LUGO gritó "emboscada", maniobrando el Jeep hacia la vegetación y todos se lanzaron del vehículo, el Oficial fue abatido dentro del vehículo y rematado por uno de los bandoleros, el M3 JESÚS ARTURO FIERRO estando tendido en el suelo intentó tomar su armamento, pero fue herido en la mano por un disparo a quemarropa que le hizo un bandolero.
El CABO SEGUNDO MANUEL CANACHE BARRIOS murió también en el sitio de la emboscada, resultó herido el Infante de Marina Julio Pérez González, los bandoleros le quitaron el armamento y se retiraron del sitio y dos de ellos hablaron con el Sr. de la camioneta Willys.
La inteligencia de la época, tuvo la presunción de que esta emboscada fue ordenada por el bandolero Douglas Bravo (a) Andrés quien se encontraba en esta zona, en compañía de su columna. Y por declaraciones tomadas a uno de los bandoleros que participó en la misma, se pudo constatar que los integrantes de la referida columna eran: Douglas Bravo (a) Andrés; Luben Petkoff Meleck; Arnaldo Tomás Ochoa Sánchez (a) Antonio (Cubano); Nicolás Hurtado Barrios (a) Fernando (desertor de las a FAN); Feliz Faria Salcedo (a) Miranda; Alejandro Tejera Cuenca (a) Marcos El Español; Rafael Vázquez (Comandante Rafael); Agustín Peña quien remató al Teniente de Navío Ponce Lugo; Clemente García (recogió las armas del Teniente Ponce Lugo; Luciano Perdomo; Cándido Martínez (a) Choropo. Además de estos, se tiene conocimiento que hubo otros seis bandoleros que participaron en la emboscada.

En un documento de los archivos del COC, se conservaba un informe de inteligencia relacionado a un comentario de Teodoro Petkoff, quien en una oportunidad en conversación con otro de sus camaradas, haciendo alusión al Teniente Ponce Lugo, le hizo ver que este Oficial era de los de ellos y que lo habían matado por un error o equivocación.

De esta emboscada se pueden hacer los siguientes comentarios:
a) Salió en comisión un solo vehículo y no dos, como estaba establecido en la Directiva de Seguridad y las ordenes establecidas por el Teatro de Operaciones para la organización de un convoy, esto permitió que los bandoleros se aprovecharan de esta debilidad para lograr con éxito su objetivo, ya que no encontraron resistencia alguna. El objeto de esta disposición era lograr que un vehículo sirviera de escolta al otro, para lograr amplitud en la capacidad de reacción al igual que del poder de fuego.
b) La prohibición de conducir vehículos por parte del personal profesional durante el cumplimiento de alguna misión, fue violada y una vez más un oficial de las FAN cayó como blanco fácil y lucrativo para los bandoleros. El personal profesional en lo posible no deberá conducir los vehículos militares en el cumplimiento de misiones en las operaciones antisubversivas, sabido es por experiencia, que el primero en ser eliminado es el conductor y por otra parte al caer herido o muerto el Oficial la unidad queda sin Comando, esta situación proporciona mayor facilidad a los bandoleros para la aniquilación total.
c) Es extraña esta situación administrativa, no se justifica que un Oficial del grado de Teniente de Navío, equivalente a un Capitán que se encuentre en operaciones, sea empleado en estos menesteres de compra de la carne y otros artículos para la alimentación, cuando es una función propia de un clase bien entrenado como ecónomo. Por lo general esta misión le era asignada al Sargento de Abastecimientos.
d) El Oficial está formado para realizar funciones de Comando, de Plana Mayor o Estado Mayor y esa formación ha sido dificultosa y costosa a la nación y la que no puede darse a cualquier persona para ir en su reemplazo cuando este falta. De allí que el personal profesional es el cerebro y la base direccional de las operaciones, deben en todo momento cuidar de su integridad física y evitar cumplir las funciones que no le competen.
e) La reacción por parte de la comisión fue nula, un solo vehículo sin más protección que sus mismos ocupantes y los sorpresivo de el ataque, fue más que suficiente para neutralizarla. La explicación se encuentra en que su misión, era básicamente de tipo administrativo y no se tomaron en cuenta las normas básicas de seguridad.

domingo, 29 de noviembre de 2009

CAPITULO V 22. Combate de Encuentro en Almorzadero

22. Combate de encuentro por el personal de tropa de la Compañía "Q" del BI Piar 31, entre los Caseríos "El Almorzadero" y "Piedra Grande" el día 161800ENE 66.
El Informe Final de Operaciones y una Orden de Operaciones, que a continuación se citan, presentados por el Capitán Comandante de la Compañía “Q” del B.I. Piar 31, cuyo Puesto de Comando tenía la sede en Humocaro Bajo, es el testimonio de un combate de encuentro entre los efectivos de dicha Compañía y un grupo de bandoleros que actuaban en la zona, con resultados exitosos debido a la coordinación y a la oportuna acción de comando del referido Capitán, de quién se desconoce su identidad, solo su pre-arreglado, “Langosta”:
El día 12 de enero de 1966 se presentó a este Comando el ciudadano Israel Rodríguez, con la información de que a su casa habían llegado dos bandoleros, preguntándole si el Ejército se encontraba por esa zona y en solicitud de comida, el referido ciudadano vive en el Caserío Piedra Grande, jurisdicción del Caserío El Hato.
El mismo día de la llegada de la información, el subteniente Jesús Marvalin Ñúñez se encontraba de patrulla más arriba del Caserío Piedra Grande, en un caserío que queda a la derecha y más arriba, por tal motivo indiqué al Oficial que no pasara por los caseríos, Piedra Grande y El Hato, ya que realizaríamos una operación con toda la unidad. Por tal motivo, de acuerdo a las informaciones dadas, se realizó la siguiente operación:
El día 13 de enero del corriente año, salieron del PC de la Compañía en vehículo,s tres pelotones, por la vía que conduce a Humocaro Alto, al llegar al desvío que conduce a el Caserío La Ermita (9°37 25" - 69 ° 58' 45 ") donde se apearon de los vehículos, para así seguir a pie hasta las cercanías del caserío El Hato.(9 ° 37 ' 30" 69° 57'30"), donde pasaron la noche. Al día siguiente a la 0700 horas los pelotones que habían salido del PC a las 1730 horas estaban comandados por los Oficiales siguientes: 2do. Pel. Sub-teniente Amicar Allan Brito, 3er Pel. Subteniente Dimitri Calavera González y 4to. Pel. Subteniente Jesús Marvalin Ñúñez. Siguieron la ruta hacia el Caserío El Hato, donde el Subteniente Allan Brito era el responsable del eje de avance, quién iría por el centro, a la derecha el Sub-teniente Jesús Marvalin Ñúñez y la izquierda del Sub-teniente Dimitri Calavera González.
Todos los pelotones se dividirían en escuadras de siete e/t cada una, comandadas por los respectivos comandantes, y colocadas en línea, para así poder escudriñar toda la zona de avance; una vez iniciado el avance al Caserío Piedra Grande desde el Caserío El Hato, la situación de los pelotones era la siguiente: Subteniente Allan Brito comandante del 2º Pelotón, responsable de la dirección del eje de avance, el Subteniente Calavera González por el lado izquierdo pasaría por “Piedra Grande” y Subteniente Marvalin Ñúñez, por el lado derecho iría por "Potrerito".
Tanto el Subteniente Calavera González como el Subteniente Allan Brito al llegar al caserío “El Hato”, solicitaron información de los bandoleros, los moradores de dicho caserío contestaron no haber visto a nadie extraño en el lugar. Motivado a la configuración del terreno el Subteniente Calavera González llegó al Caserío Piedra Grande, ya que tenía que desviarse a la derecha para así buscar la ruta para llegar al Caserío El Almorzadero;, una vez llegado al Caserío Piedra Grande el referido Oficial buscó la casa del Ciudadano Israel Rodríguez, quien fue el que pasó la información, sin encontrarlo en la casa, pero sí su señora esposa, que al ser interrogada dijo que los bandoleros, tenían dos noches consecutivas llegando a la casa
Luego el Subteniente Calavera siguió ruta hacia El Almorzadero, a una distancia equidistante entre el caserío El Almorzadero, y Piedra Grande, la escuadra al mando del Cabo 1º Pedro José Villahermosa hizo contacto con los bandoleros, que al ser vistos abrieron fuego y trataron de escapar, los miembros de la escuadra del referido Cabo 1º en la parte alta de la loma por dónde venían desplazándose mataron al bandolero Rafael Omar Mendoza Camejo (a) Guido (a) Aquiles, el resto de los bandoleros cogieron hacia la derecha donde quedaba una vaguada; para ese momento una escuadra del segundo pelotón, al mando del Cabo Segundo Celirno Herrada, quien venía por la vaguada donde huían los bandoleros dió muerte al bandolero Rufino Terán (a) Alejandro; el bandolero (a) Guido quien disparó una cacerina completa del FAL y luego lo dejó abandonado, en el suelo, siguió disparando con el revólver que portaba cuando fue muerto, dicho FAL fue encontrado por el Subteniente Marvalin Ñúñez, quien venía por la parte derecha y más arriba ( La Lomita), quien al escuchar los disparos se fue al lugar de los hechos, (en el trayecto fue que encontró el FAL); de igual manera al ser muerto el bandolero (a) Alejandro, se capturó vivo al bandolero José Antonio Guedez (a) Dimas (a) Dagoberto (a) Nicolás, en el mismo grupo de los bandoleros se encontraban Benigno Rodríguez (a) Manolo y Jacinto Andueza (a) Anselmo, quienes escaparon del cerco que se les había tendido, ya que para el momento los pelotones se desplazaban desde el caserío El Hato.
El 4º Pelotón al mando del Subteniente Alcibíades Perdigon Machuca con el personal de su unidad, debería formar un cerco en las posibles rutas de escape de los bandoleros, por tal motivo se le ordenó colocarse en las siguientes partes: una escuadra en Peña Negra, otra en la parte alta que queda al frente del campamento del MOP y por último la tercera escuadra en el caserío El Almorzadero.
El comandante del Segundo Pelotón al notificar por radio la presencia de los bandoleros, motivado a los disparos que se escuchaban dijo que los bandoleros se encontraban más abajo del Caserío Piedra Grande y que se dirigían en retirada buscando escapar por el caserío El Almorzadero, por tal motivo la Escuadra que se encontraba en Peña Negra fue trasladada a reforzar a la escuadra que se había ubicado en el caserío El Almorzadero.
Motivado a que la comunicación en algunas partes era nula, el Subteniente Perdigon Machuca tuvo que colocarse en la parte alta de la carretera que conduce al pueblo de Anzoátegui, el tercer Pelotón al mando del Subteniente Marvalin Ñúñez, quien venía como dije anteriormente por el lado derecho, se dirigió al caserío El Almorzadero con la finalidad de localizar a los bandoleros que habían evadido el cerco, sin resultados positivos, de igual manera los integrantes de los Pelotones Tercero y Cuarto escudriñaban la zona de acción, con igual resultado. El Subteniente Allan Brito una vez que se detuvo al bandolero (a) Dimas, le preguntó dónde quedaba el campamento, en el cual se habían escondido, llevándolo al mismo sin encontrar nada en absoluto.
El Subteniente Perdigon Machuca al estar colocado en la parte alta de la carretera que conduce a la población de Anzoátegui, lo hizo por propia iniciativa, para así poder tener comunicación con el Comando de la Compañía y de igual manera con el Comando del Teatro de Operaciones Nro. 3, quien al escuchar la novedad, de inmediato envió el helicóptero para el sitio de los hechos, fotografiando los bandoleros muertos y posteriormente se llevó al bandolero capturado. FAL, granada, revólveres, documentos, proyectiles, etc..
Luego los comandantes procedieron a la reorganización de los respectivos pelotones, con la finalidad de pasar revista, buscar novedades, etc, tanto el personal de Oficiales, Tropa y Armamento del personal de la Compañía resultaron sin novedad.
Aproximadamente a las 1800 horas el personal regresaba a su PC (Humocaro Bajo) unas horas antes, el personal de tropa enterró a los bandoleros en el lugar de los hechos.”
Firma
Langosta.



ORDEN DE OPERACIONES EL HATO.

1. SITUACIÓN:
a. Fuerzas Enemigas:
(1) Informaciones recibidas, indican la presencia de cinco bandoleros que operan en la zona del caserío El Hato. Coordinadas (09° 37'- 69° 57' 30").
(2) Los vecinos del referido caserío, son colaboradores de los bandoleros y posiblemente son ocultados en el caserío.
2. MISIÓN:
Destrucción de los bandoleros con 4 pelotones, escudriñando la zona. (El Hato, Piedra Grande y El Almorzadero).
3. EJECUCIÓN:
El segundo, tercer y cuarto pelotón saldrán del PC el día 13 vía Humocaro Alto en vehículos hasta el caserío La Ermita, siguiendo a pié a las cercanías del caserío El Hato, donde pasarían la noche, para luego continuar el movimiento a las 07,50 horas del día siguiente, colocando los pelotones (2º, 3º y 4º) en línea, para efectuar escudriñamiento en la zona, siguiendo un eje de avance, dadas por los caseríos El Hato, Piedra Grande y El Almorzadero, siendo responsable del mismo el segundo Pelotón. A la derecha de dicho pelotón irían el 4º pelotón y a su izquierda el 3er. Pelotón. El 1º pelotón efectuará un yunque o cerco en los siguientes lugares: Piedra Negra, El Almorzadero y Campamento del MOP en caso que los bandoleros buscaran las vías de escapes posibles.
4. ASUNTOS ADMINISTRATIVOS Y LOGÍSTICOS:
Clase 1. Ración de combate para cada uno de los integrantes de la operación.
5. COMANDO Y TRANSMISIONES:
PC. Humocaro Bajo.
5 Radios AN/PRC-10.
Frecuencia 25 mc.

Acuse recibo
LANGOSTA
Cmdte. de la Cía "Q"

CAPITULO V 21. Actividades del BI CARABOBO

21. Actividades para el año de 1966 del BI Carabobo y creación del TO 5.
Se acentúan las divergencias entre el PCV y el MIR iniciadas el año anterior y son apresados varios jefes de bandoleros.
El 15 de febrero el BATALLÓN DE INFANTERÍA CARABOBO Nro 41, localiza un campamento al norte de Palma Sola incautándole gran cantidad de material y durante el mes de Julio realiza la operación "Cachicamo" logrando la captura de seis bandoleros, destruyendo cuatro campamentos y recuperando gran cantidad de armas y equipos.
El 25 de Julio de 1966, desembarcan 20 bandoleros en TUCACAS, Estado Falcón, procedentes de Cuba al mando de Luben Petkoff con los cuales se incrementan las actividades guerrilleras especialmente en el Estado Yaracuy, entre ellos Arnaldo Ochoa, quien participó también en la guerra de Angola y a los años llegó al Grado de General y fue fusilado por orden de Fidel Castro.
Luego del desembarco indicado anteriormente las Fuerzas Armadas crean el Teatro de Operaciones N° 5 en el Estado Yaracuy con su comando en la Colonia Agrícola de Yumare.
En el mes de Agosto se realiza la operación "Caballo" trayendo como resultado que se capture un campamento en "Pozo Azul" al igual que gran cantidad de armas y equipos, los mismos resultados obtienen la Operacion "Soldado (F) Luis Rafael Quiñones" y la Operación "Culebra", durante la cual se captura una emisora clandestina y gran cantidad de material de comunicaciones.
Durante esos meses también se realiza en Cuba la CONFERENCIA TRICONTINENTAL DE LA HABANA la cual ofrece apoyo material y moral al movimiento de bandoleros venezolano.
De el 26 al 30 de Diciembre se efectúa la "Reunión de la Montaña" en Camunare, Estado Yaracuy a la cual asisten los principales jefes de bandoleros y donde analizan los siguientes puntos:
a. Comando Único.
b. Reestructuración de las Fuerzas
c. Eliminación de los Frentes y creación de las Columnas.
d. Creación del Buró Político.
e. Plan Guerrillero 1967.
f. Lucha Urbana.
g. Golpes de Sorpresa.
h. Desconocimiento de los Antiguos Jefes.

Mientras se realizan las actividades antes mencionadas, la lucha armada continúa en el occidente del país, con acciones contra las Fuerzas Armadas tales como: Emboscada del Atascadero, Emboscada de El Cepo y Emboscada de Sanare.
Para culminar el año con un total aproximado de 6 emboscadas y 15 combates de encuentro, lográndose la captura de numerosos campamentos y material.

CAPITULO V 20 Operaciones del BI GIRARDOT

20. Operaciones llevadas a cabo por el BI Girardot 32 durante el año de 1965.
Como consecuencia de esta situación y para aprovechar la coyuntura existente, el BI Girardot 32, inicia un conjunto de operaciones contra los bandoleros, sobre la región del ESTADO FALCÓN y hasta más allá del RÍO TOCUYO, tratando de eliminar los últimos reductos de los focos de bandoleros, a continuación, se incluye un listado descriptivo de las diferentes operaciones que se llevaron a cabo durante el año 1965.
Operación Palmar 25 de junio de 1965.
Conducida por un Oficial y 20 e/t: destruyen un campamento del FRENTE JOSÉ LEONARDO CHIRINOS y capturan un motor marca KOHLER de 115 V, un cuaderno de entrada y salidas de mensajes, un soldador eléctrico de pistola y una llave telegráfica.
Operación Rodeo desde el 13 de Julio de 1965 al 23 de Julio de 1965.
Conducida por 4 Oficiales y 124 e/t siguiendo el itinerario MACURE, MURUCUSA, SAN ANTONIO, JUAN DOMINGO, destruyen tres campamentos de bandoleros sin obtener ningún contacto.
Operación Fiesta (desde el 17 de Julio al 20 de Julio de 1965 ).
Participaron dos Oficiales y 24 e/t cerca del Caserío LOS COCHINOS destruyen tres campamentos de bandoleros e incautan los siguientes efectos: material de cirugía, medicinas, una chaqueta, dos escopetas de pistón y detienen a dos presuntos colaboradores.
Operación Limpieza (desde el 21 de Julio al 23 de Julio de 1965).
Participaron 3 Oficiales y 30 e/t destruyen dos campamentos de bandoleros sin efectuar detenciones ni lograr contacto.
Operación Quebrada (desde el 11 de Agosto al 13 de Agosto de 1965).
Participaron dos Oficiales y 41 e/t en el itinerario LA TORTA-BARRIO NUEVO-POZO AZUL destruyen dos campamentos y un alambique clandestino.
Operación El Encanto (desde 17 de Agosto al 19 de Agosto de 1965).
Participaron 4 Oficiales y 60 e/t destruyen un campamento y capturan el siguiente material:80 cartuchos de 7 mm, una granada fragmentaria, un binóculo y 14 uniformes de campaña; los bandoleros eludieron del contacto
Operación Guamay (desde el 2 de Septiembre al 7 de Septiembre de 1965).
Durante esta operación fueron destruidos cuatro campamentos, capturan armamento, medicinas y alimentos. Integran la operación 3 Oficiales y 62 e/t.
Operación Araurima (desde el 12 de Septiembre al 18 de Septiembre de 1965).
Esta operación estuvo conducida por siete Oficiales, 33 policías uniformados y 8 DIGEPOLES, (actual DISIP), destruyendo siete campamentos, capturando armamento, explosivos, material de instrucción, numerosos documentos, cartas personales, grandes cantidades de medicinas y alimentos, además fueron heridos tres bandoleros entre ellos una mujer.
Operación Ariama (desde el 27 de Septiembre al 30 de Septiembre de 1965).
Al final de esta operación fue destruido un campamento y se captura el siguiente material: un equipo de comunicaciones, un equipo de cirugía, un equipo de topografía, un equipo de carpintería, libros y material subversivo, una lámpara de señales, dos sacos con medicinas, una carpa de comando, un binóculo de campaña, tres granadas de fabricación casera, munición, cargadores y correspondencia.
Operación El Loro (28 al 29 Septiembre de 1965).
Durante esta operación se destruye un campamento y se captura el siguiente material: un fusil tipo Máuser, una escopeta semi-automática de cinco tiros y munición.
Operación San Antonio (desde el 11 de Octubre al 13 de Octubre de 1965).
Participaron en la misma un Oficial y 20 e/t destruyendo tres campamentos y capturan el siguiente material: dos fusiles FN-30, una escopeta automática de cinco tiros Cal 12; 5 granadas de fabricación casera; 13 cantimploras; un equipo de cirugía menor; un par de binóculos de campaña; 174 cartuchos Cal 16 mm; uniforme de campaña; libros de instrucción; fornituras y equipo de campaña.
Operación Cariño (desde el 15 de Noviembre al 25 de Noviembre de 1965).
Esta operación la condujeron cinco Oficiales y 56 e/t que destruyen cuatro campamentos de bandoleros y dan muerte a tres cerca del caserío El Paraíso.
Operación Dato (desde 19 de Noviembre al 24 Noviembre de 1965).
La conducen dos Oficiales y 22 e/t destruyendo dos campamentos de bandoleros y detienen a tres sospechosos e incautan el siguiente material: un fusil FN-30, un rifle SABAGE, dos granadas defensivas, un equipo de cirugía menor y gran documentación subversiva.
Operación Mosquito (desde el 20 de Noviembre al 25 de Noviembre de 1965).
La conducen dos Oficiales y 45 e/t por los alrededores de El Mosquito destruyendo dos campamentos e incautando el siguiente material: alimentos, 10 cacerinas de FAL, una máscara antigás, dos equipos de campaña individual, munición, un transmisor, ropa civil y libros.

CAPITULO V 19. El contrataque del BI GIRARDOT

19. El contraataque del BI Girardot 32 sobre la Sierra de San Luis

El 10 de marzo de 1965 el entonces Ministro de la Defensa por intermedio de la red de radio y televisión del país, anuncia a la nación que los focos de bandoleros en el Estado Falcón habían sido totalmente neutralizados, aunque hacía entrever que algunos focos disidentes todavía se encontraban escondidos en la zona.
Por otra parte, afirmaba que los mismos no excedían de unos 10 y que por lo tanto no se podían constituir en algún peligro para la democracia y para las instituciones tradicionales, continuó explicando que el BI Girardot Nro. 32, junto con otras Unidades que les habían sido dadas de refuerzo, habían iniciado operaciones de aniquilamiento tendientes a erradicar los restos de los bandoleros que durante dos años habían infestado la zona.
Afirmaba además, que como consecuencia de la operaciones habían sido ultimados 33 bandoleros, mientras que el BI Girardot sólo había sufrido dos bajas en acción.
Como se observa, tal vez por razones de Estado, no fue sincero con el país, la situación no era tal como la pintaba, aunque el ministro fue optimista en sus declaraciones, los hechos parecían desmentir tales afirmaciones, en especial por la frecuencia con que se repetían algunos episodios bélicos, tales como ocupaciones relámpagos de pueblos, tiroteos, que aunque no producían resultados efectivos, mantenían la idea de que había permanencia de irregulares, en especial en la parte occidental del ESTADO FALCÓN y en la zona del YARACUY.
En el mes de Junio caen en manos de los organismos de seguridad del Estado dos jefes de bandoleros salidos del Estado Falcón, HIPÓLITO ACOSTA y TULIO MARTÍNEZ DELGADO, por lo tanto el FRENTE JOSÉ LEONARDO CHIRINOS estaba en manos de comandantes mediocres quienes conducían núcleos no mayores de siete hombres, con los cuales continuaban realizando acciones de hostigamiento.
El 9 de noviembre de 1965 caen dos soldados en una emboscada, pero en contraparte dos civiles y tres bandoleros y numerosos campamentos caen en manos del BI Girardot, a pesar de su característica de incursionador de este Batallón, los continuos incidentes en los pueblos, aldeas, caminos, y montañas permitieron evidenciar que los bandoleros eran capaces de sobrevivir, en especial por ser una región propensa para su apoyo social y para ocultarlos aunque fuese temporalmente, pero en realidad las bandas armadas habían perdido el control de las llamadas zonas liberadas.

CAPITULO V 18. Emboscada "EL POTRERO"

18. Emboscada "El Potrero" Distrito Morán Estado Lara
Por los meses de Abril y Mayo de 1965 al TO-3 llevaba a cabo la OPERACIÓN contra-bandoleros, INFANTE DE MARINA (F) VÍCTOR RAMÓN MENDOZA y para ello el DESTACAMENTO URICA contaba entre sus unidades con una Compañía de Fusileros del BI Mariño Nº 52, la cual tenía su PC en HUMOCARO BAJO y cuya misión era la localización, persecución y destrucción de las bandas armadas que actuaban en la zona.
El FRENTE DE BANDOLEROS "SIMÓN BOLÍVAR" bajo la jefatura de GONZALO CASTELLANOS (versión de Alfredo Maneiro) o de TIRSO PINTO quien figura así en documentos emitidos por él mismo, era la organización de los irregulares que actuaban en la zona.
Dependientes de este frente figuraban los DESTACAMENTOS "REINALDO GARCÍA" Y "FELIPE FERMOSO LINARES", los cuales integraban la denominada BRIGADA 21 al mando del bandolero RAMÓN PARÍS ALDANA.
En HUMOCARO BAJO estaban el PC de la compañía del BI 52 al mando del TENIENTE ADELMO JIMÉNEZ y dentro de sus cuadros contaba con el SUB-TENIENTE ABELARDO ESTRADA VALE (Comandante de un Pelotón).
Ambos Oficiales durante su permanencia en el área se dedicaron, entre otras cosas, a hacerse de amistades con ciudadanos civiles de la zona, sobre todo damas (campesinas lugareñas y otras que venían de la ciudad). Era notoria su asistencia a fiestas donde hacían gala de sus cualidades musicales, su vivacidad y su habilidad para hacerse conocer.
El Subteniente Estrada Vale mantenía un romance con una enfermera que vivía en el Olivo, llamada Juanita, quien a su vez era muy amiga de Rosa María (mujer y bien formada) amante o compañera de un bandolero llamado DIEGO MONTES.
El 25 de abril de 1965, se presentó en el Comando del TO-3 (en EL TOCUYO), El CAPITÁN RAMIREZ PIÑERUA y por casualidad allí se encontró a ESTRADA VALE, su amigo personal, le aconsejó que tuviera cuidado y que se dejara de sus andanzas con algunas damas de la zona, lo cual era notorio, y él tenía pleno conocimiento de ello; pero Estrada le manifestó que era imposible que le pasara algo, porque sus paisanos los campesinos larenses eran sus amigos y eran incapaces de causarle algún daño, cuan equivocado estaba, desconocía que apenas le quedaban dos días de vida.
El Capitán RAMIREZ PIÑERUA bastante preocupado e intrigado al mismo tiempo, se retiró a su PC y cuando pasaba por EL OLIVO su vehículo se accidentó, montó su seguridad y envió de regreso al comando del TO al otro vehículo para solicitar ayuda, un soldado observó que por un camino se acercaba una mujer, el Capitán la interceptó y entabló conversación con ella presentándose como un Sargento de Tropa, comenzó a murmurar y a despotricar de los Oficiales, ella tomó confianza (era Rosa María la confidente de Juanita) y le manifestó que conocía al TENIENTE ADELMO JIMÉNEZ y también al SUBTENIENTE ESTRADA VALE, por cierto que este último le había dicho que había pasado para el TO a buscar la ración del personal y que al regreso las pasaría buscando para llevarlas a HUMOCARO BAJO.
Con esta información el capitán RAMIREZ PIÑERUA, de inmediato llamó por radio al Comando y pidió con urgencia un helicóptero para que lo trasladara al mismo. Una vez allí solicitó ante el Comandante la presencia del Sub-teniente ya mencionado y delante de él y todo su Estado Mayor lo reprendió y le hizo del conocimiento lo que estaba pasando y le recomendó que se fuera en el helicóptero a llevar la ración para su PC. Sin embargo Estrada tuvo suficiente poder de convencimiento ante el Comandante del TO y su Estado Mayor y logró imponer su criterio de irse en los vehículos, para ello sacó como argumento que estas damas eran colaboradoras del Teatro de Operaciones, tal como lo demostraban las listas que reposaban en la Oficina del G-2, y por lo tanto merecían una atención por ese hecho.
El 27 de abril de 1965 en horas de la mañana salió del PC del TO-3 (EL TOCUYO) rumbo a HUMOCARO BAJO una comisión al mando del SUBTENIENTE ABELARDO ESTRADA VALE, con el fin de llevar la ración del personal de tropa del BI Mariño Nº 52.
Cuando el vehículo (una camioneta ¾ modelo M-37B1) pasaba por el sitio conocido como "EL POTRERO", fueron emboscados por un grupo de bandoleros al mando del bandolero CARMELO MENDOZA GONZÁLEZ (a) COMANDANTE FAUSTINO PARRA, durante la acción los soldados no tuvieron tiempo de reaccionar por lo sorpresivo de la misma, el fuego por parte de los bandoleros fue nutrido y en el sitio de la emboscada murieron el SUB-TENIENTE ESTRADA VALE y 6 soldados, otros 3 i/t resultaron gravemente heridos, quienes murieron posteriormente.
Esta operación la denominaron los bandoleros, "OPERACIÓN DE CASTIGO RAMÓN MORÁN", campesino muerto en un enfrentamiento con una patrulla del Ejército.
De allí se llevaron diez Fusiles Automáticos Livianos, (FAL) con sus respectivas fornituras y cacerinas, una Pistola Gran Potencia (PGP), dos granadas de fusil y Bs.7000 de la ración de la tropa.
A continuación se inserta la versión sobre la emboscada: que el bandolero Simón Antonio Rodríguez presentó en una declaración que le fuera tomada por el G-2 (Oficial de Inteligencia) del TO-3:
“... A fines de Abril emprendimos una marcha para "El Potrero", el grupo de guerrilleros que emprendieron la marcha eran: comandante José Carmelo Mendoza (a) "Capitán Yoraco", Rafael Octavio Martoreli Perdomo (a) "Emilio", estos elementos eran los comandantes de la primera y segunda escuadra respectivamente. Esta marcha duró aproximadamente cuatro días al llegar al Potrero acampamos en un lugar llamado El Caño, un poco retirado de ese sitio. De allí salió una comisión de cuatro elementos, compuesta por José Carmelo Mendoza, Rafael Octavio Martorelli Perdomo, Alirio y Cataño.
Esta comisión era con el propósito de explorar el terreno para la emboscada. Los antes nombrados regresaron ese mismo día para reunirse con toda la gente y dirigirse de nuevo para el sitio indicado, ese día no se llegó a realizar la operación debido a que al bandolero Yamuri se le escapó un disparo y con esto llamó la atención del campesinado. Continuamos la marcha y ubicamos el sitio apropiado para la emboscada y a la vez, el Comandante José Carmelo Mendoza, en compañía de Alirio, bajó hasta la carretera y colocaron una carga explosiva (minas) para dejarla lista para el momento oportuno.
Al día siguiente todo el grupo bajó hasta la carretera en espera de los camiones y en posición de tirador emboscado; Diego, era el encargado de hacer la señal si era un solo camión, el comandante Carmelo Mendoza estaba encargado de hacer explotar las minas y Rafael Octavio Martorelli Perdomo era el encargado de empezar el fuego. Al llegar el camión al objetivo se efectuó la operación tal cual como estaba planeada, las minas no explotaron, en este caso Martorelli Perdomo empezó el fuego en compañía de los demás combatientes, seguidamente todo el grupo se lanzó hacia la carretera y por orden del comandante Carmelo Mendoza, los heridos siguieron en el camión, quedando los muertos en el mismo sitio, efectuamos la retirada y al estar subiendo se escucharon unos disparos, llegamos al mismo sitio (El Caño) y antes el comandante Carmelo Mendoza colocó unas granadas en el camino. Después de todo esto emprendimos el regreso para los Pocitos”.

Esta es una de las emboscadas más emblemáticas, por lo sangrienta, que sufrió el Ejercito venezolano, durante su lucha contra la subversión. Este lamentable evento sirvió como caso de estudio en las escuelas de armas y servicios, en la Escuela Militar y en los equipos móviles de instrucción para el entrenamiento del personal militar, especialmente los Oficiales y SOPC, quienes llevaban la responsabilidad de liderizar esa lucha.
Entre los bandoleros que realizaron esta emboscada se encontraba RAFAEL OCTAVIO MARTORELLI PERDOMO, quien fuera Oficial egresado de la Escuela Militar de Venezuela en 1959, dentro de la Promoción “Mariano Montilla” y posteriormente desertor para incorporarse a las bandas armadas castro-comunistas que azotaron al país durante los años sesenta. Esta circunstancia de tratarse de un ex-oficial, no sirvió de nada para evitar que esta emboscada fuera tan sangrienta, con el resultado de un Oficial y 9 individuos de tropa cobardemente asesinados, mientras cumplían una misión de tipo administrativo.
Otro de los bandoleros, fue quien fungió de jefe de la emboscada, se trataba de CARMELO MENDOZA, quien fue entrenado en explosivos en CHINA COMUNISTA, fue el inventor de las granadas de mano rudimentarias TG-1 (Toribio García 1). Fue el responsable del incendio a la empresa SEARS sucedido en Caracas en 1962

De esta emboscada se pueden hacer las siguientes consideraciones y reflexiones:
a) El SUB-TENIENTE ESTRADA VALE, al igual que su Comandante el TTE. ADELMO JIMENEZ, por su condición de larenses conocedores del terreno y de la gente de la zona, brindaron una extrema confianza a los habitantes y moradores de Humocaro Bajo y sus alrededores, en especial a las damas, quienes fueron los elementos fundamentales que fungieron como correos y como informantes de vital importancia de los bandoleros sobre las actividades que estos Oficiales y sus Tropas, llevaban a cabo en su rutina diaria, tanto operacional como administrativa. En función de esa familiaridad y confianza nunca se imaginaron y en especial ESTRADA VALE, que entres sus amigas se encontraban algunas que servían a los intereses de los bandoleros. El resultado de esta laxitud le costó su propia vida y la de nueve de sus fieles soldados.
b) Nuevamente el incumplimiento de las Directivas de seguridad estaba presente, en esta oportunidad no se cumplió con la disposición de que los desplazamientos en carretera deberían hacerse al mínimo con dos vehículos.
c) Es incomprensible la actitud del Oficial al mando del TO, para el momento. No logró imponer su autoridad y se dejó convencer con los argumentos del Subteniente Estrada Vale, a quien le costó la vida el exceso de confianza en los lugareños y sus amoríos con la enfermera Juanita. Tampoco atendió a las recomendaciones del Capitán Ramirez Piñerúa, quien era un avieso y experimentado soldado, conocedor de la zona y con amplia experiencia en operaciones anti-subversivas.
d) El factor sorpresa fue determinante, no hubo tiempo ni oportunidad de que los soldados utilizaran las granadas de mano que llevaba, ni de establecer una base de fuego, ni mucho menos una reacción con decisión contra el ataque de los bandoleros.
e) Los bandoleros lograron su principal propósito en esta emboscada, obtener armas y municiones al igual que dinero.

CAPITULO V 17. Emboscada "EL CUCHARO"

17. Emboscada realizada cerca de Humocaro Bajo en el sitio denominado “El Cucharo” el día 20 de mayo de 1965.
En Mayo de 1.965 el Teatro de Operaciones Nro. 3, a través del Destacamento Urica continuaba conduciendo la “OPERACIÓN INFANTE DE MARINA VÍCTOR MENDOZA”, cuya misión principal era la localización y destrucción de las bandas armadas que actuaban en la zona. Para esta misión, tenía bajo su control operacional varias unidades fundamentales distribuidas en toda la región del Distrito Morán, entre ellas una compañía del BI MARIÑO 52 con su Puesto de Comando en HUMOCARO BAJO y una Compañía del BI GIRARDOT 32, con sede en HUMOCARO ALTO.
El Frente de los bandoleros Simón Bolívar, había concentrado una gran cantidad de hombres, ya que a este se habían sumado los que habían quedado del DESTACAMENTO CARACHE y el DESTACAMENTO ARGIMIRO GABALDÓN, todos bajo la jefatura de TIRSO PINTO (a) Gonzalo Castaño y secundado por el bandolero CARLOS PARÍSCA MENDOZA (a) Pedro Manuel.
Para la segunda quincena del mes de Mayo, estaba previsto el relevo de la Compañía que se encontraba acantonada en HUMOCARO BAJO (BI-52 ) y para ello ya estaba en el TO-3 (EL TOCUYO) otra unidad disponible para proceder a este relevo, cuyo comandante era el CAPITÁN JUAN PABLO OJEDA CAMPERO (BI- 61)
El Capitán JESÚS AGUSTÍN RAMÍREZ PIÑERÚA, quien era el Comandante de la Compañía de HUMOCARO ALTO fue llamado el día 20 de mayo de 1965 al Puesto de Comando del TO-3, en EL TOCUYO, para recibir una misión que conduciría durante esa misma noche, el Capitán una vez en El Tocuyo recomendó al comandante del teatro y al G-3, que su salida, por medidas de seguridad, para dicha operación debería ser antes de las 18:00 horas, sin embargo se le ordenó que lo hiciera después de esa hora (19:00 horas).
El Capitán JESÚS AGUSTÍN RAMÍREZ PIÑERÚA realizó todos los preparativos para salir, pero en conversaciones con compañeros les manifestó que tenía el presentimiento que le iba a suceder algo por una serie de razones que no venía al caso citar. Pero que guardaba por dentro algo que su yo interior le indicaba, pues había observado ciertos eventos que le llamaban la atención y le indicaban que algo estaba pasando.

Las ordenes estaban dadas y había que cumplirlas; A eso de las 20:19 horas de ese día 20 de Mayo de 1965 salieron del Comando del TO-3 al mando del CAPITAN JESÚS AGUSTÍN RAMÍREZ PIÑERÚA 15 soldados en un Jeep M-38A1 y un camión 2½ Toneladas M-35, con destino a HUMOCARO ALTO. El presentimiento no lo dejaba tranquilo y su intranquilidad se manifestaba en el estricto control que llevaba sobre su unidad, pero la oscuridad conspiraba contra él a favor de de los bandoleros que rondaban en la zona.
En el primer vehículo (Jeep M38A1) viajaban 4 e/t y en el segundo vehículo viajaban el Capitán RAMIREZ PIÑERUA y 11 e/t. Antes de llegar a HUMOCARO BAJO (exactamente 2 Km.) a eso de las 22:00 horas, la unidad fue emboscada por un grupo de bandoleros (8 a 10 hombres comandados por una mujer) quienes le lanzaron una granada rudimentaria construida con una lata de saltín sobre la lona de la cabina del camión, el Capitán trató de sacarla y cayó hacia atrás donde la tomó el C.1ro. José Camejo Farfán y al tratar de lanzarla hacia afuera esta explotó hiriéndolo gravemente y matando 2 e/t, por otro lado los otros seis ocupantes del camión también resultaron heridos. El Capitán RAMIREZ PIÑERUA se pasó para atrás y comenzó a disparar contra los bandoleros quienes lanzaban granadas (rudimentarias) éstos no dispararon sus armas y emprendieron la huida. Varias de las granadas que lanzaron no explotaron, le prestó auxilio al Cabo Camejo, pero este murió en sus brazos, quien con una mirada se despidió de su Capitán con la humildad que caracteriza a nuestros soldados, pero también con valentía y reciedumbre .
Acto seguido los soldados que viajaban en el jeep también reaccionaron y apoyaron al Capitán . Y un poco más tarde al conocer se la noticia en el PC de HUMOCARO ALTO, los pelotones al mando de los Subtenientes JOSE DE LA CROIX PINTOR y JULIO CARRASCO ZABALETA, acudieron en refuerzo del capitán RAMÍREZ PIÑERÚA y fueron los primeros en llegar al sitio para iniciar la persecución, pero fueron también emboscados por los bandoleros un poco antes de llegar al sitio de la emboscada.
Todo era confusión La compañía del BI 61 que había salido de EL TOCUYO con una diferencia de dos horas, llegó después y se le dificultó reaccionar debido a que la munición la transportaban en cajas, y por poco no hubo un enfrenamiento entre esta Compañía y los pelotones que habían acudido en refuerzo de Ramírez Piñerúa; por otra parte la compañía del BI 52 en HUMOCARO BAJO no reaccionó y curiosamente en el Comando del TO-3 para el momento de la emboscada sólo estaba el SOPC de Transmisiones, ya que el resto de Oficiales se encontraba en una fiesta en la población de EL TOCUYO.
Posteriormente se pudo comprobar que la emboscada fue ejecutada por error al capitán RAMIREZ PIÑERUA, ya que estaba preparada para la Compañía que efectuaría el relevo en HUMOCARO ALTO, información ésta, que estaba en poder de los bandoleros, por falta de las medidas de seguridad, tanto en el Comando del TO-3 como en el campamento de Humocaro Alto.
En el sitio de la emboscada se encontró una carga explosiva enterrada en la carretera, la cual los bandoleros no lograron hacer explotar y varias granadas rudimentarias, fabricadas por los propios bandoleros.

De los informes revisados en el archivo del antiguo Comando de Operaciones Conjuntas (COC) y de una entrevista sostenida con el General RAMIREZ PIÑERUA, se obtuvieron las siguientes informaciones complementarias sobre esta emboscada se puede observar lo siguiente:

a) Se pudo comprobar que los bandoleros estaban enterados del próximo relevo en el PC de HUMOCARO BAJO y prepararon con suficiente tiempo la emboscada, ello debido a no haberse tomado las medidas de seguridad necesarias para mantener el secreto de las operaciones. Por otro lado esta emboscada fue ejecutada por un erro,r al Capitán RAMIREZ PIÑERUA, ante la creencia de que ésta era la unidad relevada. Probablemente esto se debió a la familiaridad del personal profesional con los lugareños y e especial con las damas de la zona. La realidad de este hecho trae a modo de reflexión lo siguiente: El secreto de las operaciones es un principio fundamental y básico establecido para la seguridad de las mismas. La imprudencia en el hablar de algunos, pues los datos que obtienen los interesados los procesan para sus intereses y propósitos, puede traer resultados nefastos, por lo tanto cada comandante de unidad se deberá empeñar en lograr que su personal sea bien adoctrinado en lo que al secreto de las informaciones se refiere, ya que la fuga de las mismas sirve de insumo y es aprovechada por los bandoleros para llevar a cabo sus propósitos, esa es su doctrina.

b) El Procedimiento Operativo Vigente, no fue observado por el mismo Comando del Teatro de Operaciones, allí se cometió una flagrante violación a las medidas de seguridad establecidas en dicho POV, al efectuar movimientos motorizados durante la noche (después de las 1800 horas). La trasgresión de las normas establecidas traen consigo resultados negativos, por otra parte, si quienes dictan y se encargan de hacer cumplir esas normas, son los primeros en caer en tales violaciones y no aceptan las recomendaciones de sus subordinados, indica deficiencia en el ejercicio del mando. En tal sentido, el profesionalismo puesto de manifiesto en este tipo de operaciones debe ser de tal magnitud que no permita que se incurra en errores por parte de los Comandantes en el proceso de toma de decisiones. En esta emboscada, la responsabilidad, el criterio del comandante y sus valores predictivos no fueron suficientes para emitir una decisión más acertada.
c) Las tropas acantonadas en HUMOCARO BAJO se encontraban en Puesto de Comando improvisado, probablemente sin comunicaciones, además, al no acudir con prontitud se demostró poca preocupación del Capitán Comandante de esa Compañía, por el cumplimiento de la misión. De otra manera, como se explica el hecho de que apenas a 2 Km. del pueblo, los bandoleros prepararon esta emboscada a pocos metros de la vía, esta situación les permitió a tales bandoleros mantener certeza de lo que planificaron y pudieron reorganizarse para esperar los refuerzos con los cuales opusieron fuerte resistencia al contraataque de las tropas. El interés puesto de manifiesto para el cumplimiento de la misión, la disciplina, el espíritu combativo del Comandante se refleja en su unidad y por lo tanto la eficiencia y la eficacia se obtendrán en una dimensión directamente proporcional a estos aspectos. De allí la necesidad de un buen profesionalismo, de idoneidad y de experticia que requiere el profesional militar, aunado a la gran responsabilidad que tiene bajos sus hombros, como es preservar la vida de sus hombres y garantizar el éxito en el cumplimiento de la misión encomendada, cuando se encuentre en este tipo de operaciones.
d) Las tropas que se encontraban en HUMOCARO ALTO fueron las primeras en llegar a pesar de encontrarse más distantes del sitio, cosa que no hicieron la de HUMOCARO BAJO a pesar de estar relativamente cerca de la emboscada.
e) El apoyo a las unidades, por parte de las otras debe ser rápido, porque es parte de la reacción la cual debe ser fuerte para evitar que los bandoleros logren sus objetivos. La guerra irregular se caracteriza por la violencia y la rapidez de las acciones de allí que todas las actividades que las envuelven sean dirigidas en el menor tiempo posible y con la mayor efectividad
f) La unidad que efectuaría el relevo al mando del CAPITÁN JUAN PABLO OJEDA CAMPERO llevaba una diferencia de 2 horas y su munición era transportada en cajas, se desplazaba sin estar lista y en completo apresto para entrar en acción .
g) La responsabilidad del Comando del Teatro es evidente, los informes operacionales señalan que en el PC, solo se encontraba el SOPC de Comunicaciones, mientras el resto del personal profesional, integrantes del Comando y Estado Mayor, se encontraba disfrutando de una noche placentera en un fiesta que se celebraba en la población de EL TOCUYO, mientras varios efectivos militares entregaban sus vidas bajo las balas asesinas de los bandoleros que azotaban la región y amenazaban con acabar con nuestro sistema democrático con el apoyo irrestricto de Fidel Castro y su revolución Comunista en Cuba. Es interesante hacer notar que esta y otras acciones, (posteriormente con los años), le fueron cobradas arteramente al CORONEL RAMIREZ PIÑERÚA, a quien se le dificultó enormemente su ascenso al Grado de General de Brigada a consecuencia de la acción alevosa de los líderes de izquierda, (ex-guerrilleros pacificados) y que luego hacían vida política en el antiguo Congreso Nacional o eran funcionarios de alto rango el gobierno. Este valeroso Oficial, es un ejemplo de dignidad, pundonor y heroísmo de los últimos tiempos, es uno de los hombres a quién Venezuela le debe el mantenimiento y la defensa de su democracia.
h) La reacción de las tropas fue excelente y la habilidad del Comandante evitó el aniquilamiento total de la patrulla y obligó a la huida de los bandoleros quienes no lograron apoderarse ni de material ni de armamento.

CAPITULO V 16. Emboscada "EL JOBO"

16. Emboscada "El Jobo" ocurrida entre Cabure y San Luis, Estado Falcón el día 09Nov65.
Como consecuencia de la culminación la “OPERACIÓN CONTRERAS RIVERO” en el TO-1, fue desmovilizado el Destacamento Falcón; para el mes de Agosto, fue entregada la responsabilidad al Ejército de la conducción de las operaciones de negación en el Estado Falcón, fuerza ésta que a su vez designó al B.I. Girardot Nº 32 para el cumplimiento de las siguientes misiones, las cuales estaban contenidas en la Orden de Operaciones emitida para tal efecto:

a. Ejecutar operaciones contra los últimos reductos de los bandoleros y mantener el control de las vías de comunicaciones terrestres, a fin de evitar el resurgimiento, de la subversión, especialmente no permitiendo su reorganización política-administrativa y la entrada de bandoleros a la zona.
b. Continuar la ejecución de los planes de acción cívica en el Estado Falcón. (En cumplimiento de esta nueva misión el B.I. 32 estableció su PC operacional en Cabure, el cual fue reforzado con un pelotón de ingenieros del Batallón de Ingenieros de Combate “General en Jefe Francisco de Paula Avendaño” Nº 8.)

El abastecimiento de agua potable para las tropas que acampaban en CABURE, se realizaba desde SAN LUIS, hacia donde se enviaba diariamente una cisterna, tal como lo contemplaba el Procedimiento Operativo Vigente (POV) de la Unidad.
Durante las horas luz del 09 de noviembre de 1965, se organizó un convoy con dos vehículos militares de la siguiente forma: siete e/t y un conductor civil en un camión cisterna de agua M-35 y un vehículo M-38A1 (Jeep) como escolta, al mando del C/1ro. Gordino Asunción Rojas, (plaza del B.I. Girardot Nro. 32). La comisión, como de costumbre, partió desde el Puesto de Comando de Cabure hacia San Luis, con el objeto de buscar el agua para abastecer la unidad, por el camino encontraron a las ciudadanas Tomasa Morillo y Marilú Morillo (madre e hija) a quienes embarcaron en el Jeep, para completar un total de diez personas en el referido vehículo.

Al pasar por el sitio conocido como EL JOBO, fueron emboscados todos lo efectivos por un grupo de bandoleros y sometidos a fuego de fusilería, armas automáticas y granadas de mano, quedando la mayoría imposibilitados para combatir, el conductor civil retrocedió las cisterna lo que hizo que chocara con el jeep, viéndose obligado a abandonar su vehículo, algunos de los heridos pudieron hacer fuego con sus armas, pero debido a la dificultad para abandonar los vehículos, ya que transportaban personas en exceso, fueron alcanzados por el fuego de los bandoleros, allí en el sitio murieron, el Soldado Menecio González, Soldado Benito Antonio Vegas, la ciudadana Tomasa Morillo y la ciudadana Marilú Morillo, hubo 5 soldados heridos a quienes se les sumó el conductor civil.

Los informes rendidos por el Comando del Batallón Girardot y las investigaciones del Teatro de Operaciones Nro 1. dejan entrever los siguiente aspectos:
a) La rutina en los procedimientos obligó a la violación del principio de seguridad y permitió a los bandoleros un estudio y observación detallada de los movimientos motorizados de la unidad, analizando su peculiaridad y vulnerabilidad para facilitar su acción. En el Puesto de Comando de Cabure, no se percataron que sus movimientos estaban sometidos a la observación constante de los bandoleros, quienes se servían de los moradores de la zona para este propósito.
b) Las medidas de engaño para evitar la rutina son parte de la seguridad y la actitud defensiva que deben tomar las unidades en operaciones anti-subversivas, sin embargo, fueron omitidas y esto trajo como resultado el trágico saldo de muertos y heridos, causados por la acción de los bandoleros. El Comandante del puesto, no puso en práctica sus habilidades profesionales para lograr en forma efectiva contrarrestar la acción de los bandoleros. Además le faltó, eso que en lenguaje coloquial se conoce como “malicia”.
c) En el comando del TO existían disposiciones expresas para evitar transportar civiles en los vehículos militares, pero no se acataron. En esta emboscada fallecieron dos civiles por esta causa.
d) Las medidas de seguridad y las disposiciones y órdenes emitidas por el Comando Superior obedecían a situaciones previamente estudiadas y conclusiones obtenidas como producto de la experiencia a medida que las operaciones que se iban conduciendo, las cuales deberían ser cumplidas y tomadas muy en cuenta para el cumplimiento de las misiones asignadas en un momento dado. El factor que influyó en esta omisión, tiene que ver con la constante rotación a que era sometido el personal que actuaba en el teatro de operaciones, especialmente las tropas, las cuales al salir de baja eran reemplazadas por tropas nuevas e inexpertas, a pesar de que eran sometidas a entrenamiento previo, pero esto no era suficiente.
e) En cuanto a los Oficiales, por lo general estos se encontraban operando constantemente y el Puesto de Comando quedaba a cargo de un profesional, quien para no abandonar el campamento, se veía obligado a asignar las misiones de tipo administrativo a los jóvenes clases (Cabos), quienes precisamente por su juventud y poca experiencia cometían errores en la ejecución de estas misiones.
f) La capacidad de transporte de un vehículo ½ Ton (Jeep M-38A1) es para cuatro pasajeros, para el momento de la emboscada viajaban siete personas en el vehículo, esto dificultó el abandono del mismo por parte de sus ocupantes siendo un blanco fácil y perfecto para los bandoleros ya que simultáneamente lograron herir a todos los integrantes de la comisión.
g) En las operaciones antisubversivas no se pueden cometer exabruptos pues éstos normalmente cobran un elevado precio y nunca permiten alcanzar el principio de la seguridad. En el caso específico de los vehículos es menester respetar sus capacidades para transportar al personal y la carga, tanto para poder cumplir con las medidas de seguridad como para salvar la vida en el momento de la emboscada, y para obtener la flexibilidad del transporte en caminos tan irregulares como son los rurales.
h) La inteligencia era deficiente y la búsqueda de informaciones también; posteriormente se conoció que los bandoleros pernoctaron en el sitio, lo que indica confiabilidad por su parte, porque poseían informaciones precisas sobre los movimientos y la actividad del Puesto de Comando de Cabure. Por otra parte se determinó que las unidades militares realizaban poco reconocimiento que en la zona donde actuaban especialmente a los lados de las vías.
i) La búsqueda de información es a todos los niveles de comando y por lo tanto cada comandante debe valerse de sus propios medios disponibles para lograr cumplir con los requerimientos de inteligencia de su unidad. En este tipo de operaciones la información fluye en ambos sentidos, pero con mayor énfasis desde los escalones subalternos hacia los escalones superiores, ya que es una guerra de pelotones y sus comandantes obtienen la información fresca y al detalle. La experiencia en estas operaciones, indica que es necesario realizar reconocimientos intensos en las zonas y en los sitios de mayores posibilidades para emboscadas. Por eso los Comandantes deben interaccionar y colocarse el rol de su oponente para entender mejor el fenómeno y lograr conclusiones ajustadas a la realidad que se está viviendo.
j) De informaciones obtenidas en las investigaciones llevadas a cabo se pudo detectar la participación en esta emboscada de los bandoleros siguientes: BALTAZAR OJEDA NEGRETE, (a) Baltazar (a) Fedor quien planificó y ejecutó la emboscada; LINO MARTÍNEZ (a) Chema, segundo comandante después de Baltasar; ORLANDO JOSÉ PALMA CASTRO; Y RAMÓN PARÍS ALDAMA (a) Belisario. Se desconoce la identidad del resto de los integrantes de esta célula.

CAPITULO V 15. El Golpe Tocuyano se siente con las guerrilas

15. El Golpe Tocuyano se siente con las Guerrillas.
A principios de 1965 las actividades guerrilleras en el ESTADO FALCÓN llegan a un estado de manifiesta disminución, algo así como si se hubiese instaurado un “receso” entre los combatientes para pensar y para reagruparse.
Casi todos los guerrilleros del ESTADO FALCÓN abandonan la zona y pasan a RÍO TOCUYO para reunirse con los que operaban en el ESTADO LARA y TRUJILLO; en el denominado FRENTE SIMÓN BOLÍVAR y el JOSÉ ANTONIO PÁEZ, el receso impuesto a las actividades bélicas de las bandas armadas se le achaca a una supuesta concesión que el Comando General de las FALN hacen al gobierno del DR. RAÚL LEONI, para que pueda salir el país de la guerra civil, pero los guerrilleros interpretan a la tregua en primer lugar, como una suspensión de toda acción militar y policial contra ellos.
El anterior criterio tenía una cubierta falaz, ya que ningún Gobierno acá en VENEZUELA o en cualquier otra parte del mundo iban a aceptar una paz con la condición de permitir la instauración de un Estado dentro de otro, creado con la presencia del alma de un Estado o sea con unas FUERZAS ARMADAS REVOLUCIONARIAS, que de hecho estaban al margen de la ley, ya que en realidad el DR. LEONI en su discurso lo que había ofrecido a la izquierda insurrecta era el disfrute de una vida legal, a condición de que depusieran el camino de la violencia y del terrorismo y que por otro lado deberían afirmar con los hechos la voluntad de incorporarse a la legalidad democrática.
Cuan lejos estaba la izquierda de tales propósitos, cuando en realidad una tregua no tendría otro objeto ni otro fin, que el permitir reorganizar los frentes y a sus columnas así como también reequiparlos y completar los reemplazos de personal.
Ya para los primeros meses de 1964 el VI PLENO DEL COMITÉ CENTRAL DEL PCV, realiza un diagnóstico de la situación nacional y de las perspectivas de las elecciones en función de los objetivos propuestos en la estrategia general de los partidos de la izquierda, y con ello tratan de definir la conducta de los partidos de la izquierda y de los frentes guerrilleros, los resultados y las conclusiones de este congreso fueron las siguientes; opinaba para ese entonces Luben Petkoff que la solución revolucionaria a la situación Venezolana sería obtenida a través de la violencia y la lucha armada y que este será el instrumento único y fundamental de la victoria y de que se debería pensar ya en realizar una “lucha prolongada” o una “guerra larga”, criticando con esto a los diferentes guerrilleros que con su “inmediatismo” o sea con la llamada “guerra corta” lo único que habían obtenido era la derrota táctica en el campo militar y en el proceso de las elecciones.
Por otra parte, el comité giró instrucciones a las comandancias de los frentes guerrilleros rurales y urbanos, para que iniciasen un programa de acción tendente a obtener los siguientes propósitos: luchar para desplazar al gobierno actual, continuar e intensificar la lucha armada, mejorar el trabajo social de base en especial entre los trabajadores industriales, reforzar las FALN, aplicar los métodos leninistas al trabajo.
Sin embargo, mientras la lucha armada era considerada la única forma para la conquista del poder en la vía hacia el socialismo y se afirmaba que no existía otra alternativa mas que esa lucha armada, el comité central difundió un mensaje mediante el cual confirmaba que los comunistas en Venezuela no eran cultores de la violencia y que si el gobierno de Leoni demostraba voluntad de paz, las masas y los comunistas apoyarían esa orientación para poder transitar sobre un camino de paz.
Pero el concepto de mayor alcance afirmado por el VI PLENO DEL COMITÉ CENTRAL DEL PCV y compartidos por algunos de los partidos de la izquierda como lo era el MIR, era el de que la guerra prolongada sería considerada como una estrategia para alcanzar el poder y solo para esos propósitos, ya que la lucha armada desde 1962-63 no había arrojado los resultados deseados, por lo tanto había que prepararse para llevar a cabo una lucha de duración indefinida, concebida dentro del esquema de la guerra revolucionaria o del pueblo, con los lineamientos generales de la guerra civil española, o sea, de que la guerra debería ser una guerra justa, en la forma de guerra civil, con un contenido de guerra de liberación contra el imperialismo.
La guerra debería tener el carácter de guerra prolongada y no simplemente de una tendencia ya que se conocía perfectamente el poder relativo de las fuerzas gubernamentales y la debilidad relativa del poder revolucionario.
Renunciando a la idea de que era posible una victoria rápida y aceptando el criterio racional de que era factible continuar la lucha con otros recursos, por lo tanto la correlación de fuerzas imponía para ese momento la estrategia de una guerra larga, de una guerra prolongada, la cual podría modificarse solo con el desarrollo integral de una guerra total.
Se trataba en cierto modo de vietnamizar la guerrilla en Venezuela, la nueva guerra debería desarrollarse en cuatro tiempos:
a) Intensificando el terrorismo.
b) Intensificando las guerrillas en ciertas zonas del país y mantener un verdadero control de área liberada en las mismas.
c) Conducir una verdadera guerra civil contra el ejercito regular y finalmente oponer el ejercito revolucionario a las FF.AA. de los EE.UU. que no dejarían de intervenir, eso traería como consecuencia que se desencadenaría una guerra patriótica de todo el pueblo o sea una guerra nacional revolucionaria.
d) Llegar a la victoria final en la obtención del poder y la instauración inmediata de un gobierno comunista , marxista-leninista.
Siguiendo estos lineamientos generales, los bandoleros tratan de llevar a efecto el segundo punto definido en la estrategia general subversiva, o sea intensificar las guerrillas en ciertas zonas y mantener un verdadero control de zonas liberadas sobre las mismas, para estos efectos bajan de la SERRANÍA DE SAN LUIS y presionados por las FUERZAS ARMADAS huyen hacia el DISTRITO MORÁN DEL ESTADO LARA Y DISTRITO GUANARE DEL ESTADO PORTUGUESA integrándose al FRENTE SIMÓN BOLÍVAR.

Comienzan las divergencias entre el MIR y el PCV en lo referente a la forma de conducir la lucha armada, pero sin disminuir sus acciones contra las FF.AA.NN, tal y como se registra en la serie de combates de encuentro y emboscadas que se describen a continuación:
a) Las Fuerzas Armadas toman ciertas medidas ante esta escalada y deciden crear el TEATRO DE OPERACIONES N° 3 con sede en EL TOCUYO para los ESTADOS LARA y PORTUGUESA.
b) Durante el año de 1965 aproximadamente se registran 35 combates de encuentro y 12 emboscadas tendidas a nuestras unidades, entre las cuales se encuentran las de: EL POTRERO, EL JOBO, HUMOCARO BAJO, EL CORAZAL y EL MORTERO.
c) Los integrantes del frente Simón Bolívar eran numerosos entre otros eran GONZALO CASTELLANOS, TIRSO PINTO, RAMÓN PARIS ALDANA, CARMELO MENDOZA, RAFAEL MARTORELLI PERDOMO.

CAPITULO V 14. El Teniente "Veneno"

14. El Teniente "Veneno" se constituye en el terror de las bandas en el triángulo Guarico - Los Cocos - Villanueva.
En el año de 1964 un joven Sub-teniente de Caballería perteneciente a la PROMOCIÓN JUAN JOSÉ FLORES egresado de la Escuela Militar en Julio recibe la orden de trasladarse al TO-3 para incorporarse a la lucha antisubversiva y parte con su Pelotón hacia TRUJILLO donde actúa desde la SIERRA DE MOROTURO hasta PUERTO NUTRIAS, obteniendo posteriormente en su lucha contra el FRENTE JOSÉ ANTONIO PÁEZ, una gran experiencia que le servirá meses después en los estados LARA y PORTUGUESA para desempeñarse contra el FRENTE SIMÓN BOLÍVAR.
Lo rápido de las operaciones en los llanos venezolanos no le permitirán poner en práctica las ideas que sobre esta lucha tenía desde antes cuando se preparaba y recibía adiestramiento en el GRUPO DE CABALLERÍA ANTONIO PLAZA N° 1, en SAN JUAN DE LOS MORROS, él sostenía la tesis de que las guerrillas se destruirían así mismas cuando dejaran de recibir apoyo del campesinado de VENEZUELA y cuando sus bases sociales dejasen de funcionar, deberían por lógica bajar de la montaña y progresivamente dejar la lucha armada, esto por falta de colaboración, por la falta de los abastecimientos, y por la falta de la gran cantidad de ayuda que necesita cualquier Fuerza Guerrillera que trate de triunfar en algún país.
Con esa idea en su mente llega en marzo de 1965 al ESTADO LARA y bajo las ordenes del “Cuervo” empieza a operar en la zona de MARIA LIONZA, LAS VIRTUDES y EL COCO y de inmediato pone en práctica la táctica de captación militar con tareas de acción cívica combinada, por supuesto con la búsqueda y destrucción de los bandoleros.
Con su Puesto de Comando en “EL COCO” se dedica por entero al mejoramiento de las condiciones de vida de los campesinos en su zona de su responsabilidad, siendo este un pueblo atemorizado por las contínuas tomas de los poblados por los bandoleros, el reclutamiento de jóvenes para las guerrillas y la exigencia de contribuciones para “la causa” a cambio de su protección; el Subteniente trata de ganarse la confianza de los lugareños, al mismo tiempo que emprende una campaña de alfabetización con tan buenos resultados, que al poco tiempo comienzan a nombrarlo padrino de los niños campesinos y era estimado por todos los pobladores.
No sin grandes dificultades consigue para el pueblo, una planta de luz eléctrica y cada cierto tiempo proyectaba películas para los incrédulos campesinos que por primera vez veían la magia del cine.
En algunas oportunidades con sus mismas tropas mejora las vías de comunicación y obliga al médico rural asignado a esos pueblos a asistir a sus consultas regulares, ya que este aspecto social estaba abandonado. Fumigaba las casas y procedió a realizar un censo poblacional casa por casa y dominicalmente llevaba un sacerdote a celebrar los servicios religiosos, así como el maestro, los días martes, para impartir sus clases en las escuelitas rurales.
Así pasa el tiempo sin descuidar en lo absoluto las actividades de índole militar, y es aquí donde se revelan por primera vez sus cualidades de un gran Comandante, cualidades que permitieron en su época ser el factor decisivo en la lucha antisubversiva; así, sus condiciones de conductor de hombres, líder activo y el continuo empleo de su gran iniciativa permite dar al traste con los planes de los bandoleros, quienes veían en él, su mayor obstáculo para el desarrollo de sus actividades.
Era un Comandante infatigable, realizaba todas las actividades anteriormente descritas, al mismo tiempo que entrenaba a sus tropas en la lucha antiguerrillera, haciendo hincapié en la obtención de informaciones, a través del conocimiento de las personas, cosa que obtenía mediante el trato diario, tal y como comentaban sus subalternos, que con solo conversar con una persona sabía inmediatamente si mentía o no, y difícilmente se equivocaba.
Descubrió numerosos campamentos en la zona de VILLANUEVA, OJO DE AGUA, GUARICO, ANZOATEGUI en el ESTADO LARA, obligando a los bandoleros a bajar a los poblados en busca del apoyo y de los alimentos, tarea ésta en extremo dificultosa ya que tenían que hacerlo de noche, y ahí, a cualquier hora y en todo lugar estaba el famoso Teniente, al que llamaban “Veneno”, esperándolos, pues no tenía descanso en su lucha contra la subversión y tal como lo cuentan sus compañeros, dormía con su tropa, uniformados y armados, y no le importaba durante la noche levantarse con su famosa “Escuadra de Servicios Especiales” para proceder a montar alguna alcabala, realizaba reconocimientos y se aprovechaba del censo de población para controlar en todo momento si faltaba algún miembro de una familia y procedía a trasladarse al lugar donde le informaban que se encontraba.
Era un hombre con una gran memoria “visual”, lo que le facilitaba grandemente el control de la población ya que de improviso se presentaba en cualquier vivienda, por muy lejos que quedara, y sin necesidad de controlarlos daba cuenta de quien faltaba, esto le era sumamente útil para controlar el “Toque de Queda” que implantó en la región bajo su responsabilidad, toque que duraba desde las 7 pm. hasta las 5 am., tiempo durante el cual todos los habitantes deberían permanecer en el interior de sus viviendas y así estar presentes, cuando a lo largo de la noche se les presentaba la comisión, que en forma selectiva revisaba la presencia de todos los censados en algunas de las casas seleccionadas, si faltaba cualquier persona debería justificar su ausencia, sin lugar a dudas, o de lo contrario sería considerado presunto colaborador de los bandoleros.
Este censo, unido al Toque de Queda y a la supervisión continua, inmovilizó a los colaboradores y corretajes de los bandoleros, así como a sus enlaces, haciéndole casi imposible las actividades bélicas a las bandas armadas.
Por otro lado, este mecanismo redujo también la movilidad de los grupos armados obligándoles a tomar mayores precauciones para moverse de noche o de día o definitivamente para abandonar la zona.
Desconfiado por naturaleza, aún cuando veía que su plan marchaba bien, pero se daba cuenta de que no le eran leales algunos de los campesinos, aunado a esto por la sospecha de que algún día se retiraría con sus tropas y los bandoleros llegarían a tomar represalias contra la población, por tal motivo estaba permanentemente alertado y fue así como descubrió el doble juego que algunos campesinos le hacían.
Veamos en pasaje que sigue como actuaba ante las traiciones que recibía de parte de los que tantos había ayudado: en una oportunidad que regresaba de una comisión fue emboscado sin que resultara herido ninguno de sus hombres. Horas después realizando una partida de dominó con algunos campesinos y “compadres”, su pareja le comentó sobre “una emboscada a los soldados” de inmediato reaccionó y al preguntarle que quién se lo había dicho, este “amigo” se asustó y viéndose descubierto trató de sacar un arma que llevaba pero “Veneno” que siempre tenía su arma a la mano disparó por debajo de la mesa dando muerte al colaborador de los bandoleros y a dos cómplices mas que trataron de reaccionar contra él, allí terminó la partida de dominó.
Es de hacer notar que uno de los pocos Oficiales que utilizaban el equipo de dactilografía y realizaba las pruebas de la parafina en sus investigaciones era este Sub-Teniente, por lo tanto inmediatamente que dió muerte a estos tres bandoleros les realizó la prueba con resultados positivos, lo que indicaba que habían participado directamente en la reciente emboscada.
A partir de este momento y bajo la presión de la idea que al retirarse el ejército, los bandoleros bajarían a los pueblos y tomarían represalias contra ellos, los campesinos poco a poco cambiaron de actitud y demostraron sus verdaderas inclinaciones, vigentes aún para el año 1980, cuando hicimos esta investigación en el mismo sitio de los acontecimientos, e igualmente cambió la actitud del “Teniente Veneno”, hacia el poblado.
El control de personal aumentó, igualmente las alcabalas móviles y como cuentan algunos bandoleros capturados: donde menos uno se lo esperaba aparecía el teniente y montaba una alcabala y cualquier motivo que alegara debía ser probado de inmediato.
Igualmente sucedía con la identificación personal, aquel que no la tuviera se exponía a escuchar de ese oficial una frase que daba escalofrío: “le cuento cinco y se aparece con su cédula”.
Aumentó también el patrullaje, las velas, las emboscadas y el control de los habitantes, llegando en una época a estar casi pacificada esa zona, los campesinos complicados con los bandoleros emigraron a otras tierras con la firme intención de no participar mas en estas actividades subversivas.
Sus soldados cuentan de él, que en todo momento estaba pendiente de la alimentación, vestuario, equipo y en general de todo aquello que redundara en el bienestar de la tropa.
Era también sumamente exigente con ellos, sobre todo en lo relacionado con los asuntos del servicio y es aquí donde hablaremos de nuevo sobre la famosa “Escuadra de Servicios Especiales”, seleccionada entre sus mejores hombres; tenían que estar listos las 24 horas del día, él dormía junto a ellos, y a una señal suya cada hombre cumplía su misión asignada, entre las cuales estaban las de conseguir transporte a cualquier hora y en cualquier lugar, ya que ellos no disponían de vehículos; estos hombres llegaban a la casa de algún ciudadano poseedor de un camión o vehículo y simplemente les decían “llévennos a tal parte” y de inmediato se ponía a sus ordenes sin hacer preguntas.
La comida era mejorada constantemente y normalmente cambiaba los alimentos sin mucho poder de nutrición, por aquellos que se producían en la zona y que tenían mas calorías y mejores beneficios para sus hombres que estaban en constante actividad.
El apoyo de la superioridad era escaso debido a la poca experiencia en guerras altamente móviles, pero al Pelotón de “Veneno” nunca le faltó nada, ya que su iniciativa lo hacia capaz de solucionar casi todos los problemas que se le iban presentando.
No hacia uso de los permisos operacionales, no así para su tropa, ya que su convencimiento de que era necesario en esa región, permanentemente lo hacía llegar al sacrificio personal más allá del deber.
Posteriormente, (se calcula que pasó en esa región unos 36 meses), fue trasladado a otras zonas de operaciones en las cuales dio un rendimiento igual de efectivo que en la de Villanueva, nunca dejó de ser un hombre preocupado por la situación subversiva del país y siempre dispuesto y hasta voluntario para ir a los sitios mas difíciles y peligrosos donde el Comando le exigía su presencia.
Con los años se convirtió en un perseguido de los ex-integrantes de las bandas armadas que con tenacidad persiguió y combatió, varios fueron los atentados de donde salió airoso, pues estos no le perdonaron nunca su actitud y su decisión para contrarrestar su acción.
Triste fue el final de este hombre que vivió su corta vida tan cerca del peligro y que tanto contribuyó para destruir las bandas armadas y a demostrar que el militar venezolano sea cual sea su grado o jerarquía es como dicen nuestros llaneros “del tamaño del problema que se le presente”, triste fue, como decíamos anteriormente ya que al regresar de un Acto Oficial, junto con su esposa, en el interior de la República, un lamentable accidente de tránsito ocasionó a ambos una trágica muerte.