JESÚS ALBERTO DÍAZ SUÁREZ (EL GORDO CUCHÚ)
Nació en Coro en 1945, estudió primaria en el Grupo Escolar Juan Crisóstomo Falcón, bachillerato en el Liceo Cecilio Acosta. Casi niño ingresa al Movimiento Revolucionario. En 1963 es detenido en Coro junto con Noel Sirit y Manuel Felipe Quintero Padrón (Mancoveco); es liberado en diciembre de ese año. Se incorpora a las tareas de le retaguardia del Frente “José Leonardo Chirino” y a la guerrilla rural en 1965, donde permanece algún tiempo. Es de los fundadores del Comando Especial de Sabotaje (CES) que dependía directamente de Douglas Bravo. En 1966, como consecuencia de la delación de Carlos González, es detenido en Naguanagua y torturado salvajemente por el Servicio de Inteligencia de las Fuerzas Armadas de Cooperación (S1FAC). Es trasladado a la carretera de oriente donde le aplican torturas muy serias. Al tiempo es trasladado al Cuartel San Carlos, posteriormente a la isla de Tacarigua y después a la Cárcel Modelo de Caracas, permaneciendo detenido casi diez años, desde 1966 hasta 1975. Es carpintero como San José y siempre está sonriente. Tiene una pequeña carpintería en Palo Negro.
PORQUE NO TENGO NADA MÁS QUE DARTE. TE DOY LAS GRACIAS CONVERSATORIO CON JESÚS ALBERTO DÍAZ SUÁREZ (EL GORDO CUCHÚ)
P.- Hola Cuchú, tenía años que no te veía. Ando montado en la idea de escribir un libro que se llame “Para que la memoria no se pierda”. El mismo se basa en la idea de recoger las experiencias de los guerrilleros del “José Leonardo Chirino”, tanto los urbanos como los rurales, pero Gordo habrá que echar rueda, porque andan dispersos por toda Venezuela ¿qué te parece la idea?
R.- Coño, Blas, tú siempre con tus vainas, pero vamos a echarle bolas pues, qué más nos queda, como decía Cuchufleta, pa’lante que pa’tras espantan.
P.- Gordo, ¿Cuántos años tienes?
R.- 51 años.
P.- Cuchú, a la guerrilla del José Leonardo llega gente de muchos sectores, unos de partido y otros no. ¿De qué sector provienes?
R.- De la Juventud Comunista.
P.- ¿Cuándo ingresas a la Juventud Comunista?
R.- El año 59; yo era muy joven, casi un niño. Tendría entre 14 y 15 años. Yo era un imberbe.
P.- ¿Quiénes te incorporan?
R.- Tú sabes que nosotros teníamos en esa oportunidad... cómo explicarte, la cantidad de compañeros que estaban en la clandestinidad, en el caso de Emiro González -“Batata”-, León Ruiz, Chucho Ruiz, el hermano de León. Ellos eran miembros de la Junta Patriótica, representantes de la Juventud Comunista. Yo los conocí a ellos porque mi hermana Aura del Valle era militante de la Juventud Comunista.
P.- Oye, Cuchú, mis respetos para Aura del Valle, a quien nos unen profundos sentimientos de cariño y amistad. ¿Es ella quien te integra a la vida revolucionaria?
R.- Sí, empiezo con las pequeñas tareas, pues, como te explicaba, llevaba un paquetico aquí y otro más allá; yo era como un cartero, como un muchacho de mandao y como me gustaban mucho los “pipermín”, mi hermana Aura me daba dos o tres y yo andaba más contento que muchacho comiendo moco.
P.- Gordo Cuchú, ¿qué impresión te causó la caída de Pérez Jiménez?
R.- Bueno, Blas, fíjate, cómo explicarte, yo vivía en Coro, una ciudad aparentemente tranquila, como te digo pacífica, una ciudad que mucha gente piensa, que es un pueblo indiferente, pero no creas, fíjate a la caída de Pérez Jiménez, la gente se fue a la calle ¿entiendes?, a la calle; tú sabes, alrededor del Cine Alcázar, del Liceo “Cecilio Acosta”, al Centro, al Centro, era como si la gente estuviera loca.
P.- Gordo, ¿te acuerdas? Ahí nos dieron las primeras carreras, no se me borra la imagen del Chema Saher y de Lucas Matheus y de ese carrerón que pegamos Gordo, ¿te acuerdas? Fue como el 21 o 22 de Enero del 58. ¿Te acuerdas Gordo?
R.- Coño, Blas, no me voy a acordar, qué bolas tienes. Pero hay cosas que me impactaron, que me marcaron para toda la vida; como aquello del gentío en la Plaza Bolívar que decía: ¡suelten los presos! ¡suelten los presos! y los soltaron.
P.- ¿Gordo, después de la caída de Pérez Jiménez es tu ingreso a la Juventud Comunista?
R.- Sí, fíjate, abren una casa del partido en la calle Ampíes y entonces nosotros empezamos a participar de forma abierta; yo pertenecía al Comité de Base del barrio Cruz Verde, el que está cerquita de la Urbanización Las Casitas.P.- Esa siempre ha sido una zona de mucha influencia del Partido Comunista.
R.- Sí, porque ahí estaba, no sé, Blas si tú te acordás de Cuco Sánchez (El Sastre).
P.- No, Cuchú, no me acuerdo, de quien si me acuerdo es de Juan XIV quien era bedel en el Liceo “Cecilio Acosta” y era comunista; de esos viejos comunistas de la Cruz Verde. Cuchú, ese barrio Cruz Verde era un barrio muy combativo, ¿te acordás?
R.- Claro que me acuerdo. Las primeras tomas de barrio que se dan, parten de ahí y casi todos los guerrilleros salen de ahí, de ahí sale “El Gato” Zárraga, sale Salvador Iturbe quien no era de ahí, sino de Las Casitas, sale El Gallinazo y sale Vicente Pérez, quien muere en Punto Fijo cuando está volando el oleoducto. ¿Te acordás, Blas?
P.- Mira, gordo, después viene el año 60, Coro es una ciudad donde se realizan grandes manifestaciones dirigidas por un hombre casi místico, como lo fue el Chema Saher. Háblanos de Chema.
R.- Sí, bueno, fíjate ese es un personaje de los grandes personajes de esa época, el de más peso; primero por su participación, por su coraje, por sus características físicas. Tú lo conociste, era un hombre grandote, pero no era un hombre ágil, el hombre de quien tú pudieras decir ¡coño es un águila!. Pero era un hombre con una moral, coño, muy arrecha, como muy pocos. Bueno, fíjate, digamos Chema es el personaje de los grandes personajes de esta época, el de más peso, primero por su participación y su coraje y por el arraigo que tenía para atraer a las masas, para controlar las masas. ¿Cómo lograba ese dominio? Y luego su ejemplo, porque apenas se inicia la guerrilla, él se va pa’ la montaña sin mirar pa’ tras y es uno de los pilares fundamentales en ese monte. Lo hacen preso, pasa unos años preso, lo botan para el exterior, regresa y lo matan en la guerrilla del Bachiller. Chema no ha muerto. Chema vivirá por siempre.
P.- Mira, gordo, ¿cómo ingresas a la lucha armada?
R.- En una Unidad Táctica de Combate (UTC). A raíz del 60, tú te acuerdas los adecos llegaban y asaltaban los sindicatos y salían con las bandas armadas a disolver las manifestaciones, entonces en la Juventud Comunista nos planteamos responder a esas agresiones, esa fue la idea inicial. Entonces, en las manifestaciones, siempre había un grupo organizado para responder a las agresiones de los adecos. Fíjate que hasta para vender Tribuna Popular teníamos que salir cuatro o cinco camaradas.
P.- ¿Gordo, te entrenaste en el extranjero?
R.- No. No estuve en Cuba ni en Vietnam ni en Laos, ni en Argelia, ni en China, ni en Rusia. Todos mis conocimientos tácticos y militares los aprendí en este país. Bueno, la misma práctica, la misma vivencia que le indican a uno y como dicen los golpes que le da el enemigo a uno lo enseñan.
P.- Gordo, estuviste preso en el 63. Creo que te agarran con Noel Sirit y con Mancoveco o Manuel Felipe Quintero Padrón.
R.- Sí, caí con ellos. En esa época había muchos presos: Taba Pedro Panela, Caraquita Urbina, pero lo tenían aparte, Cheché es macho para las torturas, las aguanta como un macho y taba “Teno el Peruano”. Yo no sé si tú te acordás de “Teno el Peruano”, que todos creíamos que se había portado bien, porque lo tenían aparte, pero resulta que el hombre había cantao y creo que entregó a Caraquita y no entregó a la mamá porque estaba en Perú, sino también la hubiera entregao.
P.- Después llegó El Pichón Iturbe. ¿Te acuerdas Gordo?
R.- Claro, lo tuvieron allí bastante tiempo y una noche que estaba lloviendo mucho se fugó y fue a caer al barcito donde estaban los billares. Allí lo ayudaron y se volvió otra vez a la montaña. Bueno, lo que es la solidaridad, esas son las cosas que lo ponen a pensar a uno; esa gente que jugaba billar fueron solidarios con El Pichón. ¿Tú te acuerdas de aquel policía que le decíamos “guele peo” o “nariz de peo”, que siempre nos amenazaba y que una noche nos iba a caer a tiros, pero él gozaba una bola, porque él no era un represivo, su único problema es que le dijeran “guele peo”.
P.- Bueno, Gordo, el 24 de Diciembre del 63 te sueltan. ¿Qué haces después?
R.- Sí, fíjate, no sé si tú te acordás que una de las condiciones que les ponían a los padres de nosotros, era que nos sacaran del estado y de Coro; no sé si tú te acordás, no sé si a ti te aplicaron la misma. El problema era que a uno no le quedaba otra alternativa que irse al monte. Le pido al partido mi incorporación a la guerrilla, en la montaña, pero deciden que no y me mandan a Punto Fijo. Allí vivo todo el año 64 y me dedico a trabajar en la logística, pero resulta que detienen a Lil López Chapman, la mujer de Polito Acosta Blanco, no la detienen por ninguna delación, sino porque, fíjate, como son las cosas, todo el mundo sabía que Polito estaba enguerrillao y que Lil era su mujer, que Lil era su esposa, la esposa de él. ¿Qué sucede?, cuando Polito quería ver a Lil porque a veces uno quiere ver a su mujer, porque le dan ganas, entonces Polito enviaba al Gato Oberto Zárraga, que precisamente lo llamábamos El Gato, porque tenía una habilidad para desplazarse en el monte y conocía todos esos recovecos y El Gato busca a Lil y los detienen en una alcabala móvil, pero El Gato es el que paga el pato, le dan palos y lo arrastran por ese tunero. ¡Imagínate! tenía espinas hasta en la lengua. Allí es cuando El Gato hace el juramento de no volver a caer preso y que la próxima vez que lo agarraran sería muerto o se les iba echando tiros. El Gato era del barrio Monte Verde, a Oberto Zárraga después lo matan en Los Teques en la Quebrá de la Virgen. Pero así son las vainas, Blas, pobre Gato.
P.- Gordo, tú ingresas a la guerrilla rural, pero eres fundamentalmente, un guerrillero urbano.
R.- Sí, en un principio era de la guerrilla urbana, después en el 65 me suben al monte, acordáte que estuve con ustedes. No se había dividido todavía el Partido Comunista y entonces Douglas nos saca del monte y organiza el Comando Especial de Sabotaje (CES) que estaba formado casi por puros corianos y nuestro jefe era El Pichón, el Pichón Iturbe. No dependíamos ni siquiera del partido y si dependíamos no le parábamos muchas bolas, porque nosotros dependíamos de Douglas y a él era al único que le hacíamos caso.P.- ¿Gordo todavía no se ha dividido el Partido Comunista?
R.- No, Blas, todavía no se ha dividido el Partido Comunista; te toy hablando de finales del 65 y a principios del 66, pero se da el caso que se ha publicado el Documento de Iracara, ya habían surgido las discusiones ideológicas, el planteamiento o la efectividad de que si la guerrilla tenía vigencia, pero era que nos estaban vendiendo por cuquitas. El Partido nos estaba vendiendo por cuquitas y nosotros éramos unos muchachos inocentes, entonces se da el fenómeno que Douglas descubre la cuestión y entiende que era necesario dividirse para continuar la guerra. Douglas empieza a crear las bases y los aparatos para no dejar a los guerrilleros en el aire. Es entonces cuando crea el Comando Especial de Sabotaje (CES).
P.- Gordo, El Pichón Iturbe era el Comandante del CES.
R.- Sí, mira, éramos El Pichón, Carlos González, el maracucho Ramírez, El Gallinazo, el Flaco Espinel y el Negro Pulgar.
P.- Gordo, a ti te agarran preso, ¿dónde fue?.
R.- A mi me agarran preso en Valencia en el barrio El Cañaveral, en la casa de la hermana de Ibrahim Villasmil, esa es una familia que sufrió mucho, a Valentín primero, o sea Lupe Villasmil muere en la guerrilla picao de culebra y Valentín Segundo, o sea Ibrahim Villasmil muere por la Colonia de Araurima en un combate con el ejército. Yo caigo en esa casa porque la habían allanado y yo no sabía, yo llevaba una correspondencia y cuando llego, la casa está allanada.
P.- ¿Gordo y te agarraron la correspondencia?
R.- No, Blas, no me la agarraron, porque me la comí.
P.- ¿Y duras mucho tiempo preso?
R.- No, Blas, salí a los poquitos días, porque resulta que allí había una muchacha muy buenamoza, bonita, bonita, creo que se llamaba Alecia. Como te iba contando, nosotros habíamos convenido que si nos agarraban preso en esa casa decía que íbamos a visitar a Alecia. Allí me agarran y me llevan a la Digepol de Valencia y me interrogan y yo digo que ella es mi novia y ella dice que soy su novio. Ella es una mujer muy valerosa y hace honor a su apellido y es por eso que me sueltan como a los cuatro días. Alecia me salvó.
P.- Gordo, pero después tú caes preso y duras muchos años en el San Carlos, en Tacarigua y en la Cárcel Modelo de Caracas.
R.- ¡Coño Blas! ya te dije que estábamos en la puerta de la división del Partido y que Douglas había creado el Comando Especial de Sabotaje y nos dijo que teníamos concha, que teníamos recursos, que teníamos armamentos, pero mucha gente “culipandió”, nos sacó el culo y nos dejó colgados. Douglas nos dijo pa’lante, a organizarnos y entonces nosotros empezamos a construir, pero éramos todos guerrilleros solicitados porque nos habíamos tomado muchas fotos en la guerrilla, te acordás cuando estuvo Regia Debray, que nos tomó fotos por montón a todos y el que no apareció en su reportaje era porque andaba en otra zona. Estas fotos se las quitan a Debray en el aeropuerto, pero ya todos nosotros estábamos jodidos por esa fotografiadera, como si fuéramos artistas de televisión o boxeadores. Además de eso, no sé si te acuerdas del mocho Ramón González, se le ocurre la idea de organizar una exposición fotográfica de la guerrilla; ¡no joda!, Blas, ahí si llegamos donde era.
P.- ¿Entonces, Gordo?
R.- Bueno, Blas, no nos quedó más que echar pa’lante para conseguir recursos; hicimos algunas operaciones financieras exitosas porque nosotros sabíamos que esos eran botas, medicinas, armas y conchas y además solidaridad para los presos y para los familiares de los guerrilleros caídos. Pero también, realizamos acciones de propaganda armada en los barrios de Caracas.
P.- ¿Por esos días es cuando tú caes preso?
R.- Sí, yo caigo preso por una delación de Carlos González, pero antes había sido herido en una operación con el loco Fabricio; me hieren, los compañeros me sacan y los médicos y las enfermeras revolucionarias me curan, tenía como mes y medio de estar herido y me había recuperado mucho, mucho, bastante, bastante. Es entonces cuando me van a visitar Pichón, Iván el Maracucho y Ramsés; ellos llevan a Carlos González, fue una sola vez que lo llevaron y fue de noche y yo no se cómo hizo ese hijo e’ puta para llegar a esa casa en Naguanagua, allá en Tarapío donde vivía Aura con Raulito y Patricia, ese hombre como que tenía una computadora en la cabeza, o una cámara porque no se le olvidó ná.
P.- ¿Y a quien más delató Carlos González?
R.- ¡Coño!, Blas! a quién no delató Carlos González, delató al Pichón, Carlos González es el culpable de la muerte del gatico Oberto Zárraga, allá en Los Teques, en la Quebrá de la Virgen. Esa era la casa del Dr. Luis Moreno, quien fue quien me operó cuando me dieron los tiros. Un médico extraordinario, un revolucionario de esa época y Carlos conoce esa casa porque es allí donde me llevan herido y el Dr. Luis Moreno es el que a mi me opera ¿entiende?, él me cura. El Dr. Luis Moreno murió de una embolia.
P.- Cuchú, y quién era él.
R.- El era un médico muy famoso, comunista y amigo de Douglas Bravo, él era parte de los círculos solidarios de la guerrilla de Falcón porque era muy amigo de Douglas y de Argelia Melet y creo que también de Marino Colina, quien también es médico. La vida de este hombre es un caso digno de contarte, él era andino. Eran dos hermanos, él era médico y el otro era cura; el cura, el padre Moreno, fue Capellán de Miraflores en el primer gobierno de Carlos Andrés; su hermano, el Dr. Moreno era un viejo militante comunista y cuando la división él se viene con nosotros y es uno de los fundadores del PRV; cuando allanan la casa yo no estoy ahí, al que si agarran es a Honorio Navarro -Colina- al que años más tarde matan en Los Teques. Honorio acababa de llegar de la montaña, tendría como tres días que habla llegado, Honorio en ese momento es el Segundo Comandante del “José Leonardo Chirino”. Cuando llegamos a la Quebrada de la Virgen allá en Los Teques, Honorio se baja del carro, toca la puerta de la casa del Dr. Moreno y lo hacen preso porque Carlos González ya se había convertido en sapo y nosotros no sabíamos. Yo me doy cuenta, prendo el carro y me voy como si nada, yo doy la voz de alarma pero el gatico Zárraga no estaba en Caracas, me vengo a Valencia a la casa de Tarapío, donde hacíamos vida normal y es allí donde me detienen posteriormente. Días más tarde El Gato llega a la casa del Dr. Moreno, él se da cuenta que la casa está allanada, se tira por detrás, por lo que llaman la Quebrá de la Virgen y le caen a ráfagas, cae herido y lo rematan, él tenía un rafagón en la pierna y le dieron varios tiros de gracia.
P.- ¿A ti te agarran después?
R.- Sí, Blas, me agarran precisamente en Tarapío, en Naguanagua, porque no teníamos claro quién era el delator. Ese fue un allanamiento horroroso, con un despliegue de hombres del aparato represivo, se montaron por encima de los techos, agarraron a todo el que encontraron por ahí. En ese momento, en la casa nos encontrábamos mi hermana Aura del Valle, yo y los niños de ella que tendrían cuatro y dos años, Raulito y la Pati; nos sacaron a coñazo limpio y a los niños los dejaron en la calle; la gente del barrio fue muy solidaria, los recogió y posteriormente se los entregaron a nuestros familiares; la casa fue saqueada, se llevaron las pocas cositas que teníamos, porque qué íbamos a tener. A mi me vendan y me trasladan por la vía de Charallave y desde que soy montado en el carro del SIFAC lo que comienzan es darme yerga, coñazo y coñazo, me trasladan hacia la carretera de oriente, el Sargento Matute que era el jefe de la comisión participa personalmente en las torturas, no sé cuántos días me estuvieron torturando. La gente se había movido, José Vicente Rangel se había movido, ¿por quién no se ha movido José Vicente en esta vida?, somos muchos los revolucionarios y los patriotas que en gran medida tenemos una deuda con José Vicente porque él arriesgó su bienestar por defender el derecho a la vida y por defender el derecho que tienen los hombres y las mujeres para que no nos torturen. To’ escoñetao me mandan al San Carlos y el Comandante Ernesto Pulido Tamayo dijo: ¡coño!, qué le han hecho a este muchacho! y dio la orden que me llevaran inmediatamente al Hospital Militar. Mi estado era lamentable, tenía los oídos reventados y sangrando, todo el cuerpo morado, pero tenía el alma limpia y por eso hoy puedo ver a mis hijos a los ojos, y por eso hoy siempre estoy sonriendo, así es la vaina Blas, así es la vaina.
P.- ¿Y del Hospital Militar?
R.- Pa’l San Carlos, allí había mucha gente presa, comunistas, miristas, militares y guerrilleros. Había mucha gente, entre ellos recuerdo a Freddy Muñoz, Juan Vicente Cabezas, al Dr. Marino Colina, el psiquiatra que es de Cumarebo, Alonso Palacios, un niñito bien de la oligarquía de Caracas ¿no? familia de El Libertador Simón Bolívar, pero quien asumió una actitud revolucionaria y por eso lo tenían allí. Por cierto, le llevaban todos los días un ramo de flores, era un hombre muy culto, muy estudioso, parecía un poeta o un filósofo.
P.- ¿Y quiénes más estaban?
R.- Había un personaje folklórico ¿no?, un loco del carajo, que tenía una novia, en esos días se da el secuestro de Smolen, este personaje no estaba en nada, pero como buen caraqueño se da bomba y le dice a la novia que él es uno de los participantes de esa vaina, coño, un carajo que no es nada de nada, que no tiene idea pues, de lo que está pasando en el país, la novia tiene un hermano Digepol y se lo dice y lo agarran, se lo llevan preso, le abren un expediente y lo mandan pa’l San Carlos a pagar el peo de Smolen, sin tener nada que ver con esta vaina, y estaba el mono Gragirena.
P.- ¿Quién era ese?
R.- Ese, era un muchacho del MIR que cayó herido en El Bachiller o en Oriente, no estoy seguro; entonces fue cuando llegamos nosotros, ese bojote de gente de la guerrilla de Falcón, todo ese grupo de anarco aventureros como nos decían los comunistas que ya se habían rajao y que posteriormente, han ido dando tantas volteretas que hasta Ministros son. Entonces fue cuando llegamos nosotros, llegó Ramón Martínez -El Gallinazo,- que lo habían agarrado con la Negra Aurora y con otra gente en la casa de Magdalena Negretti, la mamá de Baltazar y la cuñada del Ministro Pompeyo Márquez. Bueno, creo que a los dos meses de estar allí ¿no? nos sentencian por juicio sumarísimo a 27 años y ocho meses.
P.- Gordo, ¿cuánto tiempo duró ese juicio?
R.- Dos horas, hasta menos, eso fue en Conejo Blanco, nos condenan a diecisiete años y ocho meses, yo pasé diez años en la cárcel, se fugó Pompeyo, Teodoro, Guillermo García Ponce, amnistiaron todos los comunistas y nosotros presos. A nosotros nos tenían como rehenes porque la idea en ese entonces era castigar duramente a la gente de Douglas, a quienes nos llamaron los anarco aventureros, no me arrepiento por el tiempo que pasé en la cárcel, maduré, me hice un hombre y aprendí muchas cosas.
P.- ¿Gordo, estuviste preso todo el tiempo en el San Carlos?
R.- No Blas, después del juicio nos trasladan a la Isla de Tacarigua, a la famosa isla de Tacarigua, que los comunistas habían bautizado con el nombre de “Campo de Concentración Rafael Caldera”. Allí había muchos, muchos presos, es allí donde me encuentro con Eloy Torres y con Carmelo Laboritt. Carmelo estaba muy enfermo, sufría de insomnios, estaba muy mal, en cambio Eloy Torres que tenía varios años preso porque se había alzado en Carúpano, estaba como una Chompa aceitaito, era mentira que estaba enfermo, esas eran vainas del Partido Comunista que había iniciado una campaña internacional y había corrido la bola de que Eloy estaba enfermo, pero Eloy no estaba enfermo na’; él se comía una cancha de mil metros cuadrados y trotaba todos los días, eso de que Eloy estaba enfermo era puro cuento.
P.- ¿Gordo, cuéntanos tus impresiones de Eloy Torres?
R.- Ese es un personaje verdad.
P.- ¡Coño! y conociste a Algidas Tamasauka?
R.- Claro, había allí otro personaje que no sé si era ruso o ucraniano, que llegó muy niño a Venezuela, aquí se hizo comunista, se fue a las guerrillas con Argimiro Gabaldón y allí lo toman prisionero. Él sabía que estaba jodido porque le habían hecho una campaña de que él era ruso; es cierto había nacido por allá, pero se había criado en Venezuela y se sentía tan venezolano o más venezolano que nosotros, por eso se echa ese vainón y se enguerrilla. Pero él tenía la idea de la fuga en la cabeza, él siempre estaba pensando en fugarse y él es uno de los constructores del túnel que estábamos construyendo en Tacarigua y es cuando descubren el túnel, lo agarran con Torriello, que también es un guerrillero que estaba preso, los consiguen en plena tarea, se armó una vaina grande, la requisa y la planazón fue grande, montaron una punto treinta y dije ¡coño! ahora si se jodió Cuchú, porque de aquí no nos salva nadie. Los militares hicieron un simulacro de fusilamiento y nos sacan pa’ la cancha y a ellos los llevan pa’l Comando, nosotros habíamos pensado que los habían fusilado. El ruso, no, el valenciano se llamaba Algidas Tamasauka y después lo botaron de Venezuela y no pudo volver más. Él debe estar extrañando por allá, en esos frionongos que hacen por allá los mangos y las naranjas de Valencia. Tú sabes Blas, que después de la tempestad viene la calma y así fue, todo se normalizó y volvimos a la rutina de la vida en la cárcel.
P.- Oye, gordo, y cómo fue la vida en la cárcel?
R.- Fue dura, porque nosotros nos habíamos ido del Partido Comunista, nos llamaban anarco aventureros, fraccios y nos tenían marginados, porque tú sabes que los Partidos Comunistas son como una iglesia. Ni siquiera teníamos nombre, después nos llamamos FLN-FALN, pero en esa época para los comunistas, éramos los anarco aventureros, los fraccios. Llegamos a Tacarigua en una situación de enfrentamiento pues, si se quiere en una situación mala. Primero, por lo mal llevada las cosas, uno viene embuido, uno viene activo y una serie de compañeros que estaban allí detenidos, desconocían por completo de la lucha que se estaba dando en el Partido Comunista, a ellos sólo les llegaban los documentos y los informes del Buró Político, pero desconocían el Documento de Iracara y no permitían la discusión libre de ese documento. Era una censura, la censura roja. Estando allí empieza a llegar otra gente, entre ellos los compañeros del MIR: El Motilón Márquez Finol, Héctor Rangel y el Catire Portillo Pirela, y posteriormente Reyes Millán (Natalio).
P.- Oye, Gordo, háblanos de ese hombre, del Motilón Márquez Finol, porque a mi me parece que el Moti ha sido uno de los estrategas de la locura y de los sueños.
R.- Bueno, al Motilón yo lo conocí a través de ti, no sé si tú recuerdas.
P.- ¿A través de quién Gordo, a través de quién?.
R.- A través de ti, ¿no te acordás?. Te acordás, que estábamos en Caracas, no sé por qué motivo, no sé qué íbamos hacer, ah ya me acuerdo, fuimos a buscar unos M-1 y unas municiones, allí fue cuando conocí al Motilón.
P.- ¿Gordo y después, quiénes llegaron?
R.- Mira había caído la gente que estaba organizando el FLN en Caracas, la gente de una radio, que era una organización más amplia y entre ellos cayó Nery Carrillo. Nery Carrillo va ser para nosotros un maestro, nosotros sentimos hacia él un profundo respeto y una gran admiración porque es bueno acordarse, y eso es bueno que Nery tuvo treinta y seis días desaparecido y su comportamiento ante el aparato del enemigo fue ejemplar y en la cárcel fue un maestro, impuso orden y disciplina. La llegada de Nery a Tacarigua nos levanta mucho la moral. Él asume su papel de dirigente y crea una línea de firmeza, eso le gana el respeto de todos los presos, absolutamente de todos los presos. Él es el padre de la consigna que nosotros hicimos conocer en todo el mundo “Presos, pero irreductibles” y esta consigna la poníamos nosotros en todos los documentos que sacábamos y en las carteleras que teníamos primero en Tacarigua y después en La Modelo. Nery Carrillo no es ningún pendejo, Nery Carrillo hizo llave con El Motilón, son quienes asumen en la práctica la dirección de los presos en Tacarigua y la Isla pasa a ser un foco de combate.
P.- ¿Gordo, cuánto tiempo estuviste en Tacarigua?
R.- Yo estuve hasta el año70 en la Isla de Tacarigua.
P.- ¿Cómo era la vida en Tacarigua?
R.- Éramos presos políticos y presos militares, había militares de derecha, pero para el lado de nosotros, el lado de los presos políticos, había un grupo de militares que participaron en El Porteñazo y El Carupanazo, ellos estaban aparte y no tenían contacto con nosotros, poco a poco los fueron soltando y a otros los mandaron para el exterior.
P.- ¿Qué hacían en Tacarigua?
R.- Además de estudiar y de prepararnos para el futuro, los presos de Tacarigua producíamos, había una pollera, una lavandería, hacíamos artesanías, una carpintería, había escuelas, barbería, eso era como un pueblo, parece mentira, pero era como un pueblo. A uno lo encerraban en la noche y nos soltaban en la mañana, a las seis de la mañana y nos daban permiso para sembrar, sembrábamos y producíamos, acordáte como te he venido diciendo, nosotros éramos el grupo de los desamparados, pero nos pusimos a producir y hacíamos todas las cosas que te he venido contando.
P.- ¿Gordo, de Tacarigua para dónde te mandan?
R.- Nosotros luchamos mucho para que cerraran Tacarigua, uno estaba preso y estaba dispuesto a soportar todas las cosas, pero nos daba mucho dolor cuando venían nuestros familiares en esa gabarra, con ese sol y con esas colas, nuestras madres y nuestros familiares sufrían mucho. Es entonces, cuando realizamos la famosa huelga de hambre que duró quince días, fue una huelga muy dura porque no es lo mismo estar en tierra firme. De esa huelga salimos victoriosos y logramos algunos acuerdos, entre ellos el traslado de algunos compañeros para el San Carlos y otros a los enfermos para que los trataran en el Hospital Militar, es en los días finales del gobierno de Leoni y a comienzos del gobierno de Caldera, éste ordenó el cierre de Tacarigua, es entonces cuando nos trasladan para la Cárcel Modelo. En la Cárcel Modelo hay un pabellón de los presos políticos, pero la disciplina y la moral eran distintas a las que nosotros traíamos, porque nosotros éramos de la escuela de Nery Carrillo y del Motilón Márquez Finol. Creo que ya El Motilón se había fugado del Hospital Militar.
P.- ¿Oye, Cuchú, en la Modelo, también estuvo Pablo Parra o Pablo Hernández Parra?
R.- Claro, estuvo mucho tiempo preso, te acordás que después se fugó muchos años después por el Túnel del San Carlos.
P.- Gordo, a propósito de túneles, ¿no intentaron fugarse?
R.- Mira, Blas, preso es preso, y nosotros constantemente estábamos pensando en la fuga, hicimos tres huecos, yo diría que fueron dos, porque a un hueco lo descubren y lo tapan, pero nosotros, lo volvimos hacer y después hicimos otro de ciento veinte metros y llegamos al Cuartel, o mejor dicho donde estuvo el Cuartel Urdaneta, nos metimos por las cloacas del Cuartel Urdaneta.
P.- ¿Por qué no se escapan Gordo?
R.- Mira, déjame contarte lo de ese hueco, el que da hacia el Cuartel Urdaneta ¿no?. Pablo Parra se comunica con el MIR, no, ya era Bandera Roja, o la famosa célula Van Troi, que es el origen de Bandera Roja, entonces, empiezan a preparar los recursos que nos van a brindar, pero uno de esos carajos cayó y cuando se pasa pa’ la policía nos vende por cuquita, es decir le dice a la policía que los presos de la Modelo estamos preparando una fuga y señala que hay un hueco, y como se dice, nos jodimos. La segunda vez preparamos otro hueco; ya a mi me habían indultado en esa oportunidad y se da el traslado de los presos hacia distintas cárceles, por cierto esa vez estaba en la Modelo Máximo Canales.
P.- Oye, cuéntanos de Máximo Canales o de Paúl del Río.
R.- Mirá, chico, Máximo era un hombre muy humano, muy solidario y le gustaba pintar mucho, hacía muchos dibujos y leía muchos libros de filosofía.
P.- ¿Gordo cuántos años duras preso?
R.- En esa oportunidad tuve casi diez años preso, acordáte que caí en el 66 y soy indultado en el año 75. No hablemos de mis caídas posteriores, te agradezco profundamente esta entrevista y si tienes algo qué decirme aquí estamos.
P.- ¿Gordo, y qué piensas de ese sueño, de esa gran locura como fue intentar tomar el cielo, qué opinas hoy?
R.- Bueno, Blas, digamos que esa fue una vivencia muy bella y no hay que verla como muchos la están viendo hoy en día, como una frustración, o como una derrota; ¡no! yo pienso que como todas las vivencias dejó algo productivo, esa es la parte más bella de todos nosotros, que dejamos nuestra juventud en esta lucha, que otros dejaron sus vidas ¿no? pero a mi me preocupa, es mi gran preocupación que muchos compañeros perdieron todo, perdieron la mujer, perdieron el hijo, perdieron sus padres y todo, otros perdieron sus hermanos, perdieron todo y ahora nadie se preocupa por organizar a todos esos compañeros que tuvieron de una u otra manera esa vivencia, hay que tratar de ser solidarios con todos y agruparnos, digamos los que estamos en capacidad apoyarlos, apoyarnos unos con otros.
P.- ¿Gordo y hoy qué haces en 1995?.
R.- Tengo un pequeño taller de carpintería, aquí en Turmero, aquí trabajo, tengo cinco hijos con María, la famosa María Guerrilla, tengo 25 años de casado, la hermana del Caimán a quien conocí cuando estábamos presos.
P.- Bueno, gordo, que la memoria no se pierda.
R.- Bueno Blas, sólo tengo que agradecerte por ese tiempo que me has dedicado, espero que saquemos un buen libro y te doy las gracias, porque no tengo más nada que darte.
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