29. Emboscada "El Mortero" entre Sanare y El Blanquito Distrito Morán Estado Lara, realizada a una unidad del BI Venezuela el día 250930 FEB 67.
Durante este período 1er. trimestre del año 1967 el TO-3 con sede en el Tocuyo, continuaban las operaciones contra los bandoleros que actuaban en la zona del Estado Lara. Una de las unidades que para ese momento estaba a la orden del mencionado TO-3, era el Batallón de Infantería Venezuela Nº 21 y organizó su dispositivo de acuerdo los directrices emanadas en el comando del Teatro. Allí también estaba una compañía de las FAC.
Por estos días del mes de febrero de 1967, se encontraban en la zona una gran cantidad de bandoleros del frente José Leonardo Chirinos, seguidores de Douglas Bravo y quienes en diciembre de 1967 en la conferencia FLN-FALN, habían acordado abandonar la zona Falcón-Yaracuy y trasladarse a la zona Lara-Portuguesa-Trujillo con el objeto de recuperar el movimiento que cada vez iba más en decadencia.
A ellos se habían unido un grupo de cubanos quienes desembarcaron en Julio de 1966 por las playas del TUCACAS al mando de Luben Petkoff, prueba evidente de ello son las fotografías tomadas por la revista mexicana Sucesos en sus ediciones de diciembre de 1966 y enero de 1967, donde se destacaban las imágenes de algunos de ellos en la región Falconiana y en las Montañas de Yaracuy. En esta oportunidad fungía como jefe del frente José Leonardo Chirinos el bandolero Baltazar Ojeda Negrete. Estos bandoleros tenían facilidad para emboscar patrullas aisladas que operaban en la zona operacional y se veían favorecidos por el mejor conocimiento del terreno que poseían.
El pelotón Bravo al mando del subteniente Arturo Castillo Machez, estuvo operando en la zona Chabasquén, desde donde se le envió al Tocuyo a un curso en la sede del TO-3, allí se debería integrar a orden de la Compañía que estaba en el Blanquito (Unidad de Caballería. PC de la Cía. " J").
El día 24 de Febrero de 1967 llega este pelotón de una operación y pernocta en el Blanquito, se le ordena al Subteniente Castillo que se prepare para salir al día siguiente para el comando del TO-3. El 25 en horas tempranas de la mañana, se organiza el convoy de la siguiente manera:
1. Una camioneta ¾ Ton. M37B1
2. Un camión M-35.
3. Un camión M-35.
Pero este dispositivo fue cambiado ya que un vehículo tenía dañados los frenos y se dispuso de otro, lo que motivó que el convoy se organizase finalmente de la siguiente forma:
1. Un vehículo M-35: Teniente FAC Juan León y 15 GN.
2. Una camioneta ¾ : Subteniente Castillo Machez, con cinco soldados de su pelotón.
3. Un vehículo M-35 con 5 GN y tres detenidos.
4. Un vehículo M-35: Teniente FAC Diadoro Illama Mora y 14 soldados del pelotón de Castillo Machez.
El Capitán Griselo Panya ordenó la salida del convoy la cual ocurrió aproximadamente a las 08;50 horas del día 25 de febrero de 1967 del PC de El Blanquito, hacia el Tocuyo. Al llegar al sitio conocido como El Mortero, aproximadamente a las 09;30 horas y al empezar a bajar una recta de la intersección (“Y”) de vías donde están los galpones del ejecutivo del Estado, se oyó un disparo y de inmediato siguieron otros, en un buen volumen de fuego que salía del lado izquierdo, en un sitio alto y boscoso, lugar escogido por los bandoleros para apostarse y con el objeto de ocasionar bajas al convoy.
El primer vehículo, al mando del Teniente Juan Bautista León recibió el ataque por el frente y por el flanco izquierdo, donde fue herido mortalmente, junto con el conductor y otros guardias nacionales. Pese a la sorpresa el conductor herido como estaba, maniobró salió el vehículo procurando salir de la zona de matanza y logró estrellarlo contra el talud, en virtud de que los frenos no respondían.
El personal de la guardia nacional reaccionó y tomó disposiciones de combate para repeler el ataque que hacían los bandoleros desde el cerro, acción que efectuaron por propia iniciativa ya que su comandante estaba moribundo.
Casi de inmediato entró en la zona de peligro la camioneta 3/4 al mando del Teniente Arturo Castillo Machez con cinco soldados, el referido Oficial empezó a disparar hacia el lado izquierdo y al momento también chocó contra el talud la camioneta donde viajaba y esta se encunetó detrás del primer vehículo, el citado Oficial trató de abrir la puerta del vehículo pero estaba entrabada, en vista de ello saltó herido del brazo y rodó unos 3 metros hacia abajo, cuando trataba de subir a la carretera se resbaló por la pendiente y se dio cuenta que no tenía el fusil, sintió dolores en la pierna izquierda y en el brazo del mismo lado, pese a esto pudo escalar la carretera y ordenó al soldado Margarito Candía, quien se encontraba debajo de la camioneta, que le tirase el fusil, éste recogió otro y se lo trajo, también le ordenó que reuniera al personal para perseguir a los bandoleros, pero el citado distinguido le contestó que sólo había unos GN heridos y un Oficial muerto.
A todas estas, el 4º vehículo al llegar al sitio de la emboscada aceleró la marcha y salió de la zona de matanza, (antes ya había sobrepasado al tercero) sin detenerse aduciendo tener los frenos malos hasta llegar a Sanare. En este vehículo viajaban 14 e/t y un Oficial.
Al cabo rato, llegó el distinguido de la Guardia Nacional García Bello, que venía en el tercer vehículo con los detenidos, y pidió permiso al Subteniente Castillo para llevarse algunos de los heridos hasta Sanare, entre ellos al Teniente León. Las medidas de seguridad fueron tomadas y más tarde se aproximó un vehículo civil y se puso a la orden del Subteniente Castillo y aprovechó para mandar cuatro heridos más hacia Sanare.
Mientras todo esto sucedía, llegaba a Sanare el Teniente Diadoro Illama Mora quien se presentó en el Puesto de la Guardia Nacional, se comunicó con el Comando del Teatro de Operaciónes Nº 3, informando lo sucedido. Allí en Sanare el sacerdote interpeló el mencionado oficial y le exigió que regresase al sitio de la emboscada.
Al llegar la camioneta Willys del señor Domingo con los heridos que traían, el Teniente Illama se devolvió en ella con ocho e/t del pelotón de Castillo que se había llevado hasta Sanare, hasta el sitio de la emboscada y ordenó que trasladaran al subteniente Castillo y otros heridos hasta el hospital de Sanare, encargándose él de la situación. Fue casualmente cuando apareció el Coronel Comandante del TO-3 en un helicóptero y recriminó al Teniente Illama Mora por las fallas observadas y por su ausencia en el sitio de los acontecimientos, la cual fue de unos 45 a 60 minutos.
Como resultado trágico de esta emboscada se obtuvo lo siguiente
MUERTOS
Teniente FAC Juan León
GN Sixto Saavedra DESTAFAC 15
GN Arnando Carreño Ramos DESTAFAC móvil Nº 1.
HERIDOS
Subteniente (Ej.) Arturo Castillo Machez
GN Hernán Villamizar Pérez: D57
GN Rigoberto Cova Martínez: COGEFAC
GN Jesús Rafael Cova: D-12
Dos soldados del BI Venezuela
C/2do Pedro Venancio Lucena
Soldado Candelario Ugaz
Posteriormente la inteligencia del Teatro de Operaciones, pudo comprobar que los bandoleros participantes en esta emboscada fueron:
Douglas Bravo Mora (a) Horacio (a) Quitín (a) Andrés (a) Julián quien ordenó la ejecución de la emboscada; Luben Petkoff Melec (a) Ramón responsable intelectual del hecho; Comandante Arnaldo Tomás Ochoa Sánchez (a) Antonio de nacionalidad cubana, comandante de la columna que efectuó la emboscada.;Teniente desertor, Nicolás Hurtado Barrios (a) Fernando, falleció posteriormente en Aguada Dormida Fila de Garabote el 23 de marzo de 1967; (a) Luis combatiente venezolano; Esteban Gutiérrez Cruz (a) Fedor; Arcadio Martínez (a) El Sangre (a) El Sanguinario, muerto posteriormente; Alirio Lugo (a) Don Esteban; Genel Gutiérrez (a) Barriguita; Guillermo José Verde Carmona (a) Tarrino (a) Jonás; Balbino Gutiérrez (a) Balbinesqui; Montenegro (a) El Paisa; Oreste Guerra González (a) Juancho: cubano; Oropeza Cupertino: cubano; (a) Horacio: cubano; Monpie (a) Lorenzo: cubano (a) Pedro: cubano (a) Federico: Cubano.
Durante este período 1er. trimestre del año 1967 el TO-3 con sede en el Tocuyo, continuaban las operaciones contra los bandoleros que actuaban en la zona del Estado Lara. Una de las unidades que para ese momento estaba a la orden del mencionado TO-3, era el Batallón de Infantería Venezuela Nº 21 y organizó su dispositivo de acuerdo los directrices emanadas en el comando del Teatro. Allí también estaba una compañía de las FAC.
Por estos días del mes de febrero de 1967, se encontraban en la zona una gran cantidad de bandoleros del frente José Leonardo Chirinos, seguidores de Douglas Bravo y quienes en diciembre de 1967 en la conferencia FLN-FALN, habían acordado abandonar la zona Falcón-Yaracuy y trasladarse a la zona Lara-Portuguesa-Trujillo con el objeto de recuperar el movimiento que cada vez iba más en decadencia.
A ellos se habían unido un grupo de cubanos quienes desembarcaron en Julio de 1966 por las playas del TUCACAS al mando de Luben Petkoff, prueba evidente de ello son las fotografías tomadas por la revista mexicana Sucesos en sus ediciones de diciembre de 1966 y enero de 1967, donde se destacaban las imágenes de algunos de ellos en la región Falconiana y en las Montañas de Yaracuy. En esta oportunidad fungía como jefe del frente José Leonardo Chirinos el bandolero Baltazar Ojeda Negrete. Estos bandoleros tenían facilidad para emboscar patrullas aisladas que operaban en la zona operacional y se veían favorecidos por el mejor conocimiento del terreno que poseían.
El pelotón Bravo al mando del subteniente Arturo Castillo Machez, estuvo operando en la zona Chabasquén, desde donde se le envió al Tocuyo a un curso en la sede del TO-3, allí se debería integrar a orden de la Compañía que estaba en el Blanquito (Unidad de Caballería. PC de la Cía. " J").
El día 24 de Febrero de 1967 llega este pelotón de una operación y pernocta en el Blanquito, se le ordena al Subteniente Castillo que se prepare para salir al día siguiente para el comando del TO-3. El 25 en horas tempranas de la mañana, se organiza el convoy de la siguiente manera:
1. Una camioneta ¾ Ton. M37B1
2. Un camión M-35.
3. Un camión M-35.
Pero este dispositivo fue cambiado ya que un vehículo tenía dañados los frenos y se dispuso de otro, lo que motivó que el convoy se organizase finalmente de la siguiente forma:
1. Un vehículo M-35: Teniente FAC Juan León y 15 GN.
2. Una camioneta ¾ : Subteniente Castillo Machez, con cinco soldados de su pelotón.
3. Un vehículo M-35 con 5 GN y tres detenidos.
4. Un vehículo M-35: Teniente FAC Diadoro Illama Mora y 14 soldados del pelotón de Castillo Machez.
El Capitán Griselo Panya ordenó la salida del convoy la cual ocurrió aproximadamente a las 08;50 horas del día 25 de febrero de 1967 del PC de El Blanquito, hacia el Tocuyo. Al llegar al sitio conocido como El Mortero, aproximadamente a las 09;30 horas y al empezar a bajar una recta de la intersección (“Y”) de vías donde están los galpones del ejecutivo del Estado, se oyó un disparo y de inmediato siguieron otros, en un buen volumen de fuego que salía del lado izquierdo, en un sitio alto y boscoso, lugar escogido por los bandoleros para apostarse y con el objeto de ocasionar bajas al convoy.
El primer vehículo, al mando del Teniente Juan Bautista León recibió el ataque por el frente y por el flanco izquierdo, donde fue herido mortalmente, junto con el conductor y otros guardias nacionales. Pese a la sorpresa el conductor herido como estaba, maniobró salió el vehículo procurando salir de la zona de matanza y logró estrellarlo contra el talud, en virtud de que los frenos no respondían.
El personal de la guardia nacional reaccionó y tomó disposiciones de combate para repeler el ataque que hacían los bandoleros desde el cerro, acción que efectuaron por propia iniciativa ya que su comandante estaba moribundo.
Casi de inmediato entró en la zona de peligro la camioneta 3/4 al mando del Teniente Arturo Castillo Machez con cinco soldados, el referido Oficial empezó a disparar hacia el lado izquierdo y al momento también chocó contra el talud la camioneta donde viajaba y esta se encunetó detrás del primer vehículo, el citado Oficial trató de abrir la puerta del vehículo pero estaba entrabada, en vista de ello saltó herido del brazo y rodó unos 3 metros hacia abajo, cuando trataba de subir a la carretera se resbaló por la pendiente y se dio cuenta que no tenía el fusil, sintió dolores en la pierna izquierda y en el brazo del mismo lado, pese a esto pudo escalar la carretera y ordenó al soldado Margarito Candía, quien se encontraba debajo de la camioneta, que le tirase el fusil, éste recogió otro y se lo trajo, también le ordenó que reuniera al personal para perseguir a los bandoleros, pero el citado distinguido le contestó que sólo había unos GN heridos y un Oficial muerto.
A todas estas, el 4º vehículo al llegar al sitio de la emboscada aceleró la marcha y salió de la zona de matanza, (antes ya había sobrepasado al tercero) sin detenerse aduciendo tener los frenos malos hasta llegar a Sanare. En este vehículo viajaban 14 e/t y un Oficial.
Al cabo rato, llegó el distinguido de la Guardia Nacional García Bello, que venía en el tercer vehículo con los detenidos, y pidió permiso al Subteniente Castillo para llevarse algunos de los heridos hasta Sanare, entre ellos al Teniente León. Las medidas de seguridad fueron tomadas y más tarde se aproximó un vehículo civil y se puso a la orden del Subteniente Castillo y aprovechó para mandar cuatro heridos más hacia Sanare.
Mientras todo esto sucedía, llegaba a Sanare el Teniente Diadoro Illama Mora quien se presentó en el Puesto de la Guardia Nacional, se comunicó con el Comando del Teatro de Operaciónes Nº 3, informando lo sucedido. Allí en Sanare el sacerdote interpeló el mencionado oficial y le exigió que regresase al sitio de la emboscada.
Al llegar la camioneta Willys del señor Domingo con los heridos que traían, el Teniente Illama se devolvió en ella con ocho e/t del pelotón de Castillo que se había llevado hasta Sanare, hasta el sitio de la emboscada y ordenó que trasladaran al subteniente Castillo y otros heridos hasta el hospital de Sanare, encargándose él de la situación. Fue casualmente cuando apareció el Coronel Comandante del TO-3 en un helicóptero y recriminó al Teniente Illama Mora por las fallas observadas y por su ausencia en el sitio de los acontecimientos, la cual fue de unos 45 a 60 minutos.
Como resultado trágico de esta emboscada se obtuvo lo siguiente
MUERTOS
Teniente FAC Juan León
GN Sixto Saavedra DESTAFAC 15
GN Arnando Carreño Ramos DESTAFAC móvil Nº 1.
HERIDOS
Subteniente (Ej.) Arturo Castillo Machez
GN Hernán Villamizar Pérez: D57
GN Rigoberto Cova Martínez: COGEFAC
GN Jesús Rafael Cova: D-12
Dos soldados del BI Venezuela
C/2do Pedro Venancio Lucena
Soldado Candelario Ugaz
Posteriormente la inteligencia del Teatro de Operaciones, pudo comprobar que los bandoleros participantes en esta emboscada fueron:
Douglas Bravo Mora (a) Horacio (a) Quitín (a) Andrés (a) Julián quien ordenó la ejecución de la emboscada; Luben Petkoff Melec (a) Ramón responsable intelectual del hecho; Comandante Arnaldo Tomás Ochoa Sánchez (a) Antonio de nacionalidad cubana, comandante de la columna que efectuó la emboscada.;Teniente desertor, Nicolás Hurtado Barrios (a) Fernando, falleció posteriormente en Aguada Dormida Fila de Garabote el 23 de marzo de 1967; (a) Luis combatiente venezolano; Esteban Gutiérrez Cruz (a) Fedor; Arcadio Martínez (a) El Sangre (a) El Sanguinario, muerto posteriormente; Alirio Lugo (a) Don Esteban; Genel Gutiérrez (a) Barriguita; Guillermo José Verde Carmona (a) Tarrino (a) Jonás; Balbino Gutiérrez (a) Balbinesqui; Montenegro (a) El Paisa; Oreste Guerra González (a) Juancho: cubano; Oropeza Cupertino: cubano; (a) Horacio: cubano; Monpie (a) Lorenzo: cubano (a) Pedro: cubano (a) Federico: Cubano.
Esta emboscada permite hacer los comentarios siguientes:
a) Douglas Bravo, continuaba en su empeño de seguir con el método de la lucha armada, esta emboscada fue una demostración de la sagacidad de los irregulares y de su intención propagandística, improvisaron la emboscada, apresuradamente organizaron su dispositivo de ataque de flanco y frontal, no hicieron fosos de tiradores ni despejaron los campos de tiro, tampoco minaron la carretera con material explosivo.
b) A pesar de las bajas y daños ocasionados a la unidad, el éxito para los bandoleros no fue total, motivo a que su objetivo principal era capturar armas y equipos, pero les fue negado debido a la reacción de los efectivos militares, la circunstancia de no haberse utilizado explosivos, los favoreció, porque de lo contrario hubieran logrado disminuir la potencia de fuego de la unidad; además, si sus campos de tiro (de los bandoleros) hubieran sido despejados, el cuarto camión pudo haber sido detenido por la acción de los disparos, tanto que no lograron acertar ni un impacto sobre él, ni sobre sus ocupantes.
c) Por parte de ambos bandos no hubo el uso de granadas de mano; si las tropas hubiesen portado armas de este tipo, es posible que causasen bajas a los bandoleros y la potencia de fuego pudiese haber sido mayor. En caso contrario, si los bandoleros las hubiesen utilizado, su éxito hubiera sido mayor, pues estaban en condiciones ventajosas.
d) Nuestras tropas en ningún momento lograron observar a los bandoleros y dispararon hacia donde probablemente ellos apreciaban que se encontraban los atacantes, logrando desmontarse de los vehículos sin dejar de disparar y buscando protección de inmediato.
e) Esta reacción fue buena y evitó que los bandoleros bajaran a rematar los heridos y llevarse armas y municiones, obligándolos a huir. Aquí se puso en evidencia que una adecuada reacción por parte de las tropas que caen en una emboscada es sinónimo de un contra ataque exitoso, claro está, si se logra causar bajas a los bandoleros el éxito será mayor, se estima en la guerra irregular que un combatiente guerrillero equivale a unos diez soldados regulares, es decir, refiriéndonos a la expresión cuantitativa de unidades, una escuadra que sufre una emboscada puede ser neutralizada por un solo oponente bien armado y bien ubicado; de tal manera que si se lograba frustrar su propósito de capturar material y causar más muertos, también se lograba minar su prestigio, sobre todo ante la población rural, quienes les admiraban por su espíritu de aventura y de leyenda.
f) Se tenía la información de que los bandoleros presuntamente planificaron una emboscada en algún sitio de la zona, ya que en documentos capturados en un campamento, así lo daban a entender; pero esta información no llegó al conocimiento de los Oficiales Subalternos, Comandantes de las Unidades combatientes.
g) El aspecto doctrinario en la guerra irregular, indica algunos o muchos de los patrones de la guerra convencional no tienen aplicación para lograr los éxitos deseados; tal es el caso del flujo de información hacia los escalones subalternos los cuales deben conocer, y bastante, sobre el enemigo, (en este caso el bandolero), su propósito, personalidades, peculiaridades y sus planes, de allí que los Comandos de Unidades en misiones antisubversivas deben informar a sus subordinados en forma amplia, porque aquí el enemigo pareciera que fuese abstracto o virtual, pero está allí, al acecho, para dar los golpes mas arteros a las tropas que los combaten.
h) Lamentablemente el miedo, hizo cometer un grave error al Oficial que viajaba en el cuarto vehículo quien tenía todo en sus manos, que fue determinante en los resultados de esta emboscada de lo contrario los bandoleros hubiesen tenido bajas. Sí su vehículo logró algo extraordinario, como lo fue haber salido ileso con sus ocupantes en la zona de matanza, la oportunidad de reaccionar con catorce individuos de tropa era de explotarla, pues ya no estaría bajo la presión del fuego enemigo, en lugar de ser los atacados serían los atacantes debido que su Comandante habría logrado cambiado el ritmo del combate y tomar la iniciativa para neutralizar la acción. Sin embargo no fue así, sino que más pudo el nerviosismo para no actuar y dejar a sus compañeros a merced de los bandoleros.
a) Douglas Bravo, continuaba en su empeño de seguir con el método de la lucha armada, esta emboscada fue una demostración de la sagacidad de los irregulares y de su intención propagandística, improvisaron la emboscada, apresuradamente organizaron su dispositivo de ataque de flanco y frontal, no hicieron fosos de tiradores ni despejaron los campos de tiro, tampoco minaron la carretera con material explosivo.
b) A pesar de las bajas y daños ocasionados a la unidad, el éxito para los bandoleros no fue total, motivo a que su objetivo principal era capturar armas y equipos, pero les fue negado debido a la reacción de los efectivos militares, la circunstancia de no haberse utilizado explosivos, los favoreció, porque de lo contrario hubieran logrado disminuir la potencia de fuego de la unidad; además, si sus campos de tiro (de los bandoleros) hubieran sido despejados, el cuarto camión pudo haber sido detenido por la acción de los disparos, tanto que no lograron acertar ni un impacto sobre él, ni sobre sus ocupantes.
c) Por parte de ambos bandos no hubo el uso de granadas de mano; si las tropas hubiesen portado armas de este tipo, es posible que causasen bajas a los bandoleros y la potencia de fuego pudiese haber sido mayor. En caso contrario, si los bandoleros las hubiesen utilizado, su éxito hubiera sido mayor, pues estaban en condiciones ventajosas.
d) Nuestras tropas en ningún momento lograron observar a los bandoleros y dispararon hacia donde probablemente ellos apreciaban que se encontraban los atacantes, logrando desmontarse de los vehículos sin dejar de disparar y buscando protección de inmediato.
e) Esta reacción fue buena y evitó que los bandoleros bajaran a rematar los heridos y llevarse armas y municiones, obligándolos a huir. Aquí se puso en evidencia que una adecuada reacción por parte de las tropas que caen en una emboscada es sinónimo de un contra ataque exitoso, claro está, si se logra causar bajas a los bandoleros el éxito será mayor, se estima en la guerra irregular que un combatiente guerrillero equivale a unos diez soldados regulares, es decir, refiriéndonos a la expresión cuantitativa de unidades, una escuadra que sufre una emboscada puede ser neutralizada por un solo oponente bien armado y bien ubicado; de tal manera que si se lograba frustrar su propósito de capturar material y causar más muertos, también se lograba minar su prestigio, sobre todo ante la población rural, quienes les admiraban por su espíritu de aventura y de leyenda.
f) Se tenía la información de que los bandoleros presuntamente planificaron una emboscada en algún sitio de la zona, ya que en documentos capturados en un campamento, así lo daban a entender; pero esta información no llegó al conocimiento de los Oficiales Subalternos, Comandantes de las Unidades combatientes.
g) El aspecto doctrinario en la guerra irregular, indica algunos o muchos de los patrones de la guerra convencional no tienen aplicación para lograr los éxitos deseados; tal es el caso del flujo de información hacia los escalones subalternos los cuales deben conocer, y bastante, sobre el enemigo, (en este caso el bandolero), su propósito, personalidades, peculiaridades y sus planes, de allí que los Comandos de Unidades en misiones antisubversivas deben informar a sus subordinados en forma amplia, porque aquí el enemigo pareciera que fuese abstracto o virtual, pero está allí, al acecho, para dar los golpes mas arteros a las tropas que los combaten.
h) Lamentablemente el miedo, hizo cometer un grave error al Oficial que viajaba en el cuarto vehículo quien tenía todo en sus manos, que fue determinante en los resultados de esta emboscada de lo contrario los bandoleros hubiesen tenido bajas. Sí su vehículo logró algo extraordinario, como lo fue haber salido ileso con sus ocupantes en la zona de matanza, la oportunidad de reaccionar con catorce individuos de tropa era de explotarla, pues ya no estaría bajo la presión del fuego enemigo, en lugar de ser los atacados serían los atacantes debido que su Comandante habría logrado cambiado el ritmo del combate y tomar la iniciativa para neutralizar la acción. Sin embargo no fue así, sino que más pudo el nerviosismo para no actuar y dejar a sus compañeros a merced de los bandoleros.
Comentario del Mayor Arturo Castillo Machez
"Yo no sabia todos estos detalles sobre las personas que hicieron la emboscada, ahora asocio algo que me sucedió en Ciudad Bolivar cuando serví allá y es los siguiente:
Un niño en una oportunidad me preguntó que si yo era Castillo Machez y le respondí afirmativamente, y el me dijo lo siguiente a Usted fue que mi papá le hizo una emboscada y le pregunté que quien era su padre y el me contestó que el Teniente Hurtado"
Testimonio del Capitan de Navio Eddy Barrios Orozco (23 de Abril de 2011) eddybarrios@yahoo.com
"Por ser de la Sociedad Bolivariana, capítulo Puerto Cabello, conocí al hoy occiso, colega y amigo Cnel. (Ej.) Arturo José Castillo Machez. En ocasión de las elecciones recién pasadas para la presidencia de nuestra sociedad, almorcé con él, atendiendo su invitación, en un buen restaurante cercano a su oficina y allí me contó el evento descrito, luego de una larga y sabrosa conversa en su oficina, continuada en el condumio.
En el dialogo de nuevos amigos me contó que en una ocasión le mandaron en comisión a un hotel (Del Lago creo) en el cual se celebraba una reunión, si no secreta por lo menos discreta, y él no conocía a nadie dentro de la misma. El tocó a la puerta y pensaba que era la actividad a la cual él había sido invitado; pero no era. O sea llegó a ella por error. El fue admitido, una vez que el portero solicitó a la directiva de la reunión su permiso, informando que era un coronel quien venía en representación del comandante de la guarnición.
Luego de percatarse de la confusión y ya estando dentro, se encontró con que era una reunión de guerrilleros y él dejó que discurriera la misma, oyendo las exposiciones de los participantes. En un cierto momento, él tomó la palabra y habló sobre eventos de su lucha anti guerrillera, dando respuesta a muchas de las participaciones, y cuál no sería su sorpresa que a allí se encontraba el mismísimo Douglas Bravo, quien le había herido en esa emboscada y quien no le conocía. Allí se conocieron y ambos verificaron lo ocurrido, dando un testimonio extraordinario de os más que testigos protagonistas principales, el uno como guerrillero comandante de la emboscada y el otro victima de la misma. El refirió que se salvó porque quien venía en el jeep de atrás del suyo quien iba de campanero, le pidió paso en un cierto momento de la travesía porque el jeep del Cnel. Machez le echaba polvo del camino. Esto hizo que en la emboscada al campanero, hirieran de muerte a un oficial a bordo del segundo jeep ahora primero y que a él le hirieran en un brazo. El se metió debajo del jeep al cual le contaron como mil impactos de bala. No era su día.
Me contó que eventualmente, terminada la reunión, se hicieron amigos. Eso me recordó la novela de Dumas, Los Tres Mosqueteros, en la cual D`Artagnan y el hombre de Meung se hacen amigos al final de la novela, después de haber sido archi enemigos mutuos."
CN.Eddy Darìo Barrios Orozco
58-(0242) 361 40 64 Habitaciòn (Home).
58-(0414) 148 37 08
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