19. El contraataque del BI Girardot 32 sobre la Sierra de San Luis
El 10 de marzo de 1965 el entonces Ministro de la Defensa por intermedio de la red de radio y televisión del país, anuncia a la nación que los focos de bandoleros en el Estado Falcón habían sido totalmente neutralizados, aunque hacía entrever que algunos focos disidentes todavía se encontraban escondidos en la zona.
Por otra parte, afirmaba que los mismos no excedían de unos 10 y que por lo tanto no se podían constituir en algún peligro para la democracia y para las instituciones tradicionales, continuó explicando que el BI Girardot Nro. 32, junto con otras Unidades que les habían sido dadas de refuerzo, habían iniciado operaciones de aniquilamiento tendientes a erradicar los restos de los bandoleros que durante dos años habían infestado la zona.
Afirmaba además, que como consecuencia de la operaciones habían sido ultimados 33 bandoleros, mientras que el BI Girardot sólo había sufrido dos bajas en acción.
Como se observa, tal vez por razones de Estado, no fue sincero con el país, la situación no era tal como la pintaba, aunque el ministro fue optimista en sus declaraciones, los hechos parecían desmentir tales afirmaciones, en especial por la frecuencia con que se repetían algunos episodios bélicos, tales como ocupaciones relámpagos de pueblos, tiroteos, que aunque no producían resultados efectivos, mantenían la idea de que había permanencia de irregulares, en especial en la parte occidental del ESTADO FALCÓN y en la zona del YARACUY.
En el mes de Junio caen en manos de los organismos de seguridad del Estado dos jefes de bandoleros salidos del Estado Falcón, HIPÓLITO ACOSTA y TULIO MARTÍNEZ DELGADO, por lo tanto el FRENTE JOSÉ LEONARDO CHIRINOS estaba en manos de comandantes mediocres quienes conducían núcleos no mayores de siete hombres, con los cuales continuaban realizando acciones de hostigamiento.
El 9 de noviembre de 1965 caen dos soldados en una emboscada, pero en contraparte dos civiles y tres bandoleros y numerosos campamentos caen en manos del BI Girardot, a pesar de su característica de incursionador de este Batallón, los continuos incidentes en los pueblos, aldeas, caminos, y montañas permitieron evidenciar que los bandoleros eran capaces de sobrevivir, en especial por ser una región propensa para su apoyo social y para ocultarlos aunque fuese temporalmente, pero en realidad las bandas armadas habían perdido el control de las llamadas zonas liberadas.
El 10 de marzo de 1965 el entonces Ministro de la Defensa por intermedio de la red de radio y televisión del país, anuncia a la nación que los focos de bandoleros en el Estado Falcón habían sido totalmente neutralizados, aunque hacía entrever que algunos focos disidentes todavía se encontraban escondidos en la zona.
Por otra parte, afirmaba que los mismos no excedían de unos 10 y que por lo tanto no se podían constituir en algún peligro para la democracia y para las instituciones tradicionales, continuó explicando que el BI Girardot Nro. 32, junto con otras Unidades que les habían sido dadas de refuerzo, habían iniciado operaciones de aniquilamiento tendientes a erradicar los restos de los bandoleros que durante dos años habían infestado la zona.
Afirmaba además, que como consecuencia de la operaciones habían sido ultimados 33 bandoleros, mientras que el BI Girardot sólo había sufrido dos bajas en acción.
Como se observa, tal vez por razones de Estado, no fue sincero con el país, la situación no era tal como la pintaba, aunque el ministro fue optimista en sus declaraciones, los hechos parecían desmentir tales afirmaciones, en especial por la frecuencia con que se repetían algunos episodios bélicos, tales como ocupaciones relámpagos de pueblos, tiroteos, que aunque no producían resultados efectivos, mantenían la idea de que había permanencia de irregulares, en especial en la parte occidental del ESTADO FALCÓN y en la zona del YARACUY.
En el mes de Junio caen en manos de los organismos de seguridad del Estado dos jefes de bandoleros salidos del Estado Falcón, HIPÓLITO ACOSTA y TULIO MARTÍNEZ DELGADO, por lo tanto el FRENTE JOSÉ LEONARDO CHIRINOS estaba en manos de comandantes mediocres quienes conducían núcleos no mayores de siete hombres, con los cuales continuaban realizando acciones de hostigamiento.
El 9 de noviembre de 1965 caen dos soldados en una emboscada, pero en contraparte dos civiles y tres bandoleros y numerosos campamentos caen en manos del BI Girardot, a pesar de su característica de incursionador de este Batallón, los continuos incidentes en los pueblos, aldeas, caminos, y montañas permitieron evidenciar que los bandoleros eran capaces de sobrevivir, en especial por ser una región propensa para su apoyo social y para ocultarlos aunque fuese temporalmente, pero en realidad las bandas armadas habían perdido el control de las llamadas zonas liberadas.
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